Miguel Capítulo 13

Daniel

– ¿Dónde estamos Daniel?… ¿es tu casa?

– Si.. quiero mostrarte mi mundo  para que cuando te acuerdes de mi sepas que pensar y donde ubicarme

Sin tocarnos nos acercamos a la reja de entrada. Uno de los guardias me abre la puerta de inmediato al reconocerme y cruzamos en dirección al sendero de entrada

– ¿Tienes guardias? ¿En serio esta es tu casa?

Miguel está impresionado. Nuestra casa es de verdad grande y hermosa

– Si…y ya deja de preguntar. Te dije que mi familia tiene mucho dinero

 

– ¡Dios!… no me lo habría imaginado jam… tienes piscina!!! Y cancha de tenis!!… ¿Qué es eso al fondo?

Miguel me indica los estacionamientos en los cuales se alcanza a ver la colección de autos de mi papá y Gonzalo.

– Autos… mi papá y mi hermano los coleccionan

 

– ¿Coleccionan autos??!! ¿podemos verlos?

Los autos parecen entusiasmarlo muchísimo

– Después… quiero mostrarte otras cosas primero

 

– ¿Está tu familia en la casa? – pregunta cuando estamos llegando a la puerta de entrada

– Supongo que si

 

Escucho ruidos provenientes del comedor, distingo claramente la voz de Lidia discutiendo con Gonzalo…  y mi mamá que trata de calmarlos… para variar!!. Supongo que deben estar tomando desayuno

– ¿Quieres desayunar?

 

– No… muéstrame tu pieza

Creo que Miguel se siente un poco intimidado. Subimos la escalera rápido y nos metemos en mi cuarto sin encontrarnos con nadie en el camino. La habitación está limpia y ordenada. Las cortinas están abiertas, la luz del sol ilumina los aviones que el aire mece suavemente

– ¡¡¡ Daniel!!!

Miguel se detiene al cruzar la puerta. Su vista perdida en los aviones de colores y formas diferentes

– Son hermosos….

Me aseguro de cerrar la puerta con llave. Nos entretenemos hablando y le explico cómo armarlos en la mesa donde tengo dos a medio ensamblar. Miguel me ayuda un rato super entusiasmado… en el proceso nuestras manos se tocan… y no nos aguantamos las ganas de besarnos a cada rato… pongo mi música favorita y la escuchamos abrazados sobre la alfombra mirando cómo se mueven los aviones. Miguel ve de pronto la guitarra…

– Toca algo, por favor…

Me indica la guitarra. Levanto mi mano y la pongo directamente sobre sus genitales

– ¿Puedo tocar esto? – sonrío

– También… pero quiero escucharte tocar la guitarra… por favor???

Tomo la guitarra y me siento sobre la cama. Miguel se queda cruzado de piernas observándome desde la alfombra… su pelo castaño le cae suelto sobre los ojos oscuros… su expresión es de dulce ansiedad por escucharme… se ve tan lindo… es mío… sé que es mío. Mis dedos se deslizan solos por las cuerdas y toco para él con toda la pasión que soy capaz de sentir… le estoy expresando mis sentimientos y mi amor a través de los sonidos de la guitarra y de mi voz. Cuando termino nos quedamos mirando en silencio

– Eso fue… maravilloso…  

 

– Fue mi forma de decirte lo que siento …

En un segundo estoy a su lado y lo abrazo.. nos besamos.. nuestros cuerpos se buscan… lo empujo despacio hasta que su cuerpo queda tendido bajo el mío en la alfombra… muero por hacerle el amor.. por estar dentro de su cuerpo y ver su cara de excitación.. de deseo… de placer… Miguel tira de mi ropa y yo de la suya… siento en mis manos la textura de la piel de su estómago.. suave…caliente, nuestros besos se vuelven más y más apasionados…

– Dani!!.. chiquito!!

 

Lidia está en la puerta de mi habitación.

– Un momento Lidia…

Nos sonreímos algo avergonzados y nos volvemos a vestir rápidamente.

– Dani.. necesito…ah

 

Mi hermana entra de prisa en mi cuarto y se detiene bruscamente al ver a Miguel.

– Lidia … él es Miguel … mi hermana Lidia –

 

– Miguel?.. hola

Ambos se  saludan con un beso en la mejilla, como es la costumbre en este país

– Hola… – contesta algo intimidado Miguel

– mmmhhh. Veo que no vas a querer ayudarme entonces– me dice Lidia pesimista

– ¿Qué necesitas?

 

Por la voz y los gestos sé que Lidia está interesada en saber de Miguel.. la curiosidad la debe estar matando

– Bueno… es que… ¿Qué haces Miguel?, ¿estudias, trabajas?

Lidia se sienta y se acomoda para conversar con Miguel; Él me mira dudando y yo no puedo evitar reírme descaradamente de Lidia. Ella hace como si nada hubiera pasado y sigue esperando a que Miguel le responda

 

– Estudio … Diseño Gráfico

 

– Que bien.. ¿Qué año?

 

– Primer año

Mi hermana tiene mucha personalidad y puede ser intimidante… me doy cuenta que Miguel no se siente cómodo y hago algo que se me ocurre en el momento… me acerco a Miguel y lo abrazo

– Lidia… este es Miguel… “ese” Miguel

Le doy a entender que es la persona que me interesa. Lidia ni se inmuta

– Ya me había dado cuenta… eres muy atractivo Miguel… tiene buen gusto mi chiquito..

 

– Chiquito??!! – Miguel me mira sonriendo…

– Si, lo llamo así desde niño… ya te habrás dado cuenta que tenemos mucha diferencia de edad… Dani es como mi hijo… lo cuido y lo protejo siempre.. no quiero que nada ni nadie le haga daño jamás… nunca

 

Es un claro mensaje para Miguel quien la mira mudo de asombro.

– Lidia! – le grito

– Solo quería dejarlo claro – Lidia se levanta y se dirige a la puerta – un gusto conocerte Miguel – y desaparece cerrando la puerta tras de si

– Lo siento … mi hermana es muy sobre protectora conmigo

– Ya me di cuenta…¿le habías contado de mi?

 

– Bueno… sólo le dije que había alguien que me interesaba mucho

 

– Me va a odiar entonces

– No… no dejaré que eso  pase – lo abrazo y escondo mi rostro en su cuello… en su olor –Miguel… no voy a odiarte ni a dejar que nadie te odie…

– ¿Es en serio?.. Daniel.. creo que me vas a terminar odiando..

 

– Nunca.. te lo juro, nunca te voy a odiar   

 

El resto de la mañana se nos pasa muy rápido entretenidos en mi cuarto, conversando y acariciándonos. Almorzamos juntos en mi cuarto… no quiero perder tiempo presentando a Miguel al resto de mi familia… ¡Dios! me quedan solo unas pocas horas con él.. no puede ser verdad…no

– ¿Qué quieres hacer ahora? – le pregunto… besando su cuello

– Quiero volver al departamento… contigo

Es lo mismo que quiero. Le pido al chofer que nos lleve hasta allá y en menos de media hora ya estamos entrando al departamento.  Cierra la puerta y no nos aguantamos ni un segundo más las ganas de tocarnos… nos besamos con desesperación… violentamente.. creo que ambos sentimos la urgencia de los minutos que siguen avanzando sin detenerse… llevo a Miguel hasta el sillón más cercano, se sienta sin dejar de besarme.. lo separo un instante y comienzo a levantar su polera…. Me quedo arrodillado frente a él.. me abrazo a su cuerpo… siento el calor de su piel…

Me separo un momento mientras busco algo en mis pantalones… Me quedo entre sus rodillas separadas mientras saco las dos pulseras. Miguel me mira algo emocionado

– No es un regalo de despedida Miguel… no me voy a despedir de ti porque sé que nos vamos a volver a ver

Sus ojos no se apartan de los míos. Tomo su brazo y le pongo la pulsera… el cuero oscuro y los metales se ven hermosos en su preciosa piel.

– ¿Te gusta?

– Me encanta

 

Ahora si está emocionado de verdad. Me abraza y me atrae hacia su cuerpo. Miguel me besa larga y dulcemente…

– Espera… ponme la mía

 

Miguel toma la otra pulsera exactamente igual y la pone en mi muñeca. Entonces la acerco a sus ojos y le muestro el detalle grabado.  Miguel se demora unos segundos en entenderlo hasta que finalmente ve nuestras iniciales y sonríe feliz

– Miguel… es mi forma de pedirte que no me olvides… Prométeme que no te la vas a quitar nunca – le digo.

Miguel mira su antebrazo en silencio

– No quiero mentirte… Puedo prometerte que la voy usar mientras pueda hacerlo…- hay pena en su voz…- pero si puedo decirte que no necesito nada especial para recordarte

 

– Lo sé .. yo también Miguel – de pronto ya no me aguanto más  – Miguel… Te amo

Sus ojos en los míos, ni siquiera pienso lo que estoy haciendo… sólo sé que necesito decírselo porque es verdad… Miguel aprieta fuerte sus labios.. sus ojos se llenan de lágrimas que no quiere derramar… desvía sus ojos pero lo obligo a mirarme

– Te amo… me enamore de ti…

– No Daniel, no…

Sonrío con tristeza… no es eso lo que quería escuchar. Miguel se da cuenta de mi reacción y me abraza fuerte pero sus palabras me duelen igual

– Te lo advertí Daniel.. no puede ser…

 

Me separo de él y lo sostengo de los hombros

– Dime que no sientes nada por mi

 

Miguel no me dice nada… se queda mudo sin poder decirme lo que yo ya sé

– Dime que sientes… dímelo

Me besa con fuerza, con desesperación.. con amor…es todo lo que necesitaba saber. Lo envuelvo en un abrazo enorme… ambos estamos arrodillados sobre la alfombra y nuestros cuerpos están muy juntos

– Me quieres Miguel… Yo sé que también me quieres…

– Si… si ¡maldición!!.. si te quiero – me mira con pena –Te tengo metido bajo la piel Daniel… te tengo en el corazón pero … no puedo quedarme contigo

 

– Muy bien… ahora que sé lo que sientes me vas a explicar claramente por qué te vas a ir con él

Me siento en la alfombra y apoyo mi espalda en el sofá.  Le indico que se siente a mi lado. De pronto siento que soy un adulto y Miguel es un pequeño niño asustado… sé que no quiere hablar pero necesito saberlo, ahora más que nunca.

– No voy a contarte Daniel… no me pidas eso porque no voy a decirte nada más

 

– Entonces voy a adivinar … ¿te parece bien?

 

– No.. no quiero seguir…

 

– No me importa Miguel!

Ahora estoy molesto, a punto de enojarme… en verdad necesito saber contra qué estoy peleando y cómo ganar

 – me lo vas a decir ahora

Miguel me mira desconcertado… nunca me había visto así, decidido, molesto y presionándolo

 

– ¿Es por dinero?

 Miguel salta y se pone de pie rápidamente… asustado,.. enojado … eso es entonces…su reacción me lo dice todo… ni siquiera intenta negarlo sino que simplemente me mira asustado de que yo haya mencionado el dinero. No sé bien como sentirme… por un lado odio saber que Miguel se va con otra persona por dinero… ¿prostitución??… ¿que  diablos?? Y por otro lado siento que entonces es un simple asunto de tener más dinero que ese otro idiota

– Es eso entonces

Mi voz suena a sentencia definitiva.. no le estoy dando la opción de negarlo. Miguel no me mira… me paro y me quedo detrás de él… muy juntos

– Dime por qué… por favor…  – Miguel no responde… ni siquiera respira… – entiende que necesito saberlo… no voy a dejarte ir así nada más….

Esa última frase lo hace reaccionar, se gira violentamente hacia mi

– Se acabó Daniel… es muy peligroso… no sabes en lo que…

 

– Ya estoy metido en esto… no me importa. Ya te diste cuenta que puedo tener tanto o más dinero que él

 

– NO, NOOOO … no entiendes nada…. Olvídalo, por favor.. no es un tema de dinero Daniel… es un asunto de arriesgar nuestras vidas… en serio- Miguel está sumamente alterado – por favor… me prometiste que se terminaría… te dije que solo eran 5 días

– Yo no te prometí nada

Es verdad… nunca le prometí nada, solo acepté estar con él 5 días pero nunca le dije ni le prometí que no lo buscaría después

– Y…. ¿si no me importa arriesgarme por ti?… ¿Qué tal si me dices quien es y me dejas hablar con él?

 

– ESTAS LOCO… me estas asustando Daniel.- Miguel busca su ropa y se viste rápido – se acabó…

Niega con la cabeza.. con su cuerpo y con sus palabras pero no me convence.

A estas alturas ya no sé que más hacer. Lo tomo del brazo, intenta soltarse pero lo sujeto firme y lo sostengo frente a mi

– No te voy a dejar Miguel… me enamoré de ti… ¿lo entiendes?

 

Sus ojos cambian lentamente del miedo al dolor…a la pena… y nuevamente al miedo… levanta sus manos y cubre completamente su rostro con ellas…

– ¡Dios.. que hice Daniel??… que hice contigo…

 

– Lo mismo que hice yo contigo … enamorarnos

Miguel me habla aún con las manos tapando su rostro

– No es igual Daniel… yo tengo claro que no voy a volver a verte…

 

– NO SIGAS DICIENDO ESO!!!  del grito y de un manotazo le quito las manos de los ojos y las sostengo, acercándolo a mi – No vuelvas a repetirlo – Sus ojos están llenos de lágrimas

– Es verdad…

Miguel se deja caer al piso, sin fuerzas.. derrotado, cansado… perdido en esta batalla aún antes de pelearla.  Me siento a su lado .. en silencio… los minutos siguen avanzando demasiado rápido sin que ninguno de los dos sepa que más hacer para convencer al otro… intento tomar su mano pero la quita… me mira y veo que algo ha cambiado en él… no me gusta… no sé que es pero se que no me gusta. Me mira muy serio.. diferente… ya no esta asustado ni dolido. Quita los últimos signos de llanto de su rostro y se pone de pie muy decidido.

– Daniel.. se acabó ahora mismo. No puedo verte más  

– No Miguel .. no.. por favor

Intento abrazarlo pero también me rechaza

– ¿POR QUÉ ESTAS HACIENDO ESTO??!!!… SABES QUE ME AMAS…

No puedo creerle… no es verdad.. no.. no lo es.. esta vez son mis ojos los que se llenan de miedo y lágrimas

 – Miguel??…

Le estoy rogando pero sigue mirándome fijamente.. frío… duro

– Quédate conmigo… por favor… te amo… no pued…

 

– Daniel, perdóname por todo el daño que te causé… te juro que nunca lo imaginé… si hubiera sabido…

Se calla el resto de la frase pero entiendo lo que quiere decir. El miedo me tiene paralizado.. no puedo creer que se esta terminando… quiero aferrarme a cualquier pequeña esperanza que pueda darme o decirme…  algo…  cualquier cosa

– ¿Vas a olvidarme así … tan fácilmente?

Se demora en responderme

– No… pero yo sé vivir con el sufrimiento y el dolor.. no me importa sufrir… – no me mira mientras habla

– En cambio yo.. no sé nada…no sé qué hacer ahora…

 

– Lo sé… por eso te pido perdón… no sé si alguna vez podrás perdonarme

Un largo silencio sigue a sus palabras…

– Lo volvería a hacer… aunque supiera que tendríamos este mismo final… lo volvería a hacer Miguel

Me acerco muy lentamente.. Miguel retrocede un paso… me quedo quieto y le estiro mis brazos… mis ojos no pueden contener más las lágrimas… Miguel me mira.. su respiración se agita…está intentando no llorar… pero no puede tampoco. Se vuelve hacia mi y se refugia en mis brazos.. me abraza de vuelta.. lo rodeo completamente, no quiero soltarlo nunca

– Dame algo Miguel.. por favor.. dame una pequeña esperanza

 

– No tengo nada que darte… no puedo .. mi lealtad está comprometida… no puedo

 

– Escucha… déjame llamarte y hablar contigo… te lo ruego

 

– NO.…NOOOO.. prométeme que nunca me llamarás

 

– Entonces llámame tu… prométeme tú a mí que me vas a llamar…

 

– Si lo hago ¿prometes no llamarme nunca… nunca jamás Daniel?

 

 Dios si.. si.. sólo dame esa esperanza

– Si… te lo prometo

 

– Daniel… sólo será una conversación… no voy a verte más.. ¿lo entiendes?… sólo estas pidiéndome que alargue este dolor.. esta pena

– Si algún día siento que es así … yo mismo te pediré que no me llames nunca más…¿de acuerdo?

Miguel asiente sin hablar… he conseguido lo que quería, tengo una pequeña esperanza de la cual aferrarme…

El día termina.. quizás este sea el día més triste de mi vida hasta ahora… sólo me que aferrarme al aparato celular y rogar por que Miguel cumpla su promesa… aunque me acuesto temprano no puedo dormir… tomo cien veces el teléfono y quiero llamarlo pero creo que si rompo mi promesa Miguel va a desaparecer para siempre… miro la pantalla esperando ver su nombre llamándome pero no pasa nada…. Pasan más de las 12… ya es Lunes… Ha comenzado otra semana y sospecho que va a ser una de las peores semanas de mi vida.

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