Miguel Capítulo 15

MIGUEL

La voz de Gonzalo me pregunta suavemente pero puedo reconocer el fuego en sus ojos

¿como pudo saber?..¿Sabe o esta adivinando?

– No importa – le contesto apenas.

Intento girarme para no mirarlo pero no me deja. El recuerdo de Daniel me golpea duro…

– ¿Cómo que no importa?

– Da lo mismo ahora, ¿no?

Cierro los ojos… no quiero seguir mirándolo… no quiero delatar nada.

– ¿Cuándo sucedió Miguel?

Nooo… no me sigas preguntando nada..  por favor… su voz sigue siendo calmada, pero ya puedo reconocer que solo es apariencia… está enojado

– MIGUEL!!!

Me grita… algo revienta en mi. Lo miro… también enojado

– QUE IMPORTA… YA ME TIENES AQUÍ, NO??

– ¿Quién fue?

Su mirada me asusta… sus ojos son tan intensos. Gonzalo es capaz de cualquier cosa…. Moriría antes de decirle el nombre de Daniel… opto por mentir

 

-. Fue hace una vida atrás… antes de dejar de ser yo!!! 

Es cierto.. fue hace solo unos pocos días pero igual que si hubiera sido hace mil años atrás… fue cuando aún mi vida era mía!!! Cuando Daniel existía …

-¿Una vida atrás??- Gonzalo esta dudando…

 

– No importa ahora … nada– le contesto cansado…

Ahora si me deja girar hacia el lado contrario… quiero levantarme… quiero huir… pero tengo miedo de ponerme de pie y caer… no sostenerme. ¿Cómo es posible sentir dolor y placer tan intensos al mismo tiempo??? Nunca imaginé que mi cuerpo respondiera de esta manera brutal, primitiva… animal… Primero solo fue dolor, expandiéndose por cada terminación nerviosa de mi cuerpo… pero luego… una exquisita y perfecta mezcla de ambas sensaciones.. placer y dolor… cierro fuerte los ojos.. no quiero recordarlo… me asusta lo que sentí… me asusta que me haya gustado.

Permanezco con los ojos cerrados y siento la cama moverse. Gonzalo se acomoda a mi lado…

– Hey mocoso!!..- me habla con otro tono de voz…- Miguel?? – no le respondo…

Luego de un instante cubre mi cuerpo aún desnudo con un cobertor y me abraza atrayéndome hacia él… deposita suaves besos en mi hombro

– Descansa un rato

No lo dudo y me quedo tranquilo envuelto en sus brazos… dormir… desaparecer… que mas da!!…

Despierto más tarde, asustado. El dormitorio está a oscuras y por un instante me siento desorientado… hasta que recuerdo donde estoy.  Gonzalo no está conmigo. No sé dónde está ni cuánto tiempo ha pasado. El reloj del velador me indica que son cerca de las 10 de la noche. Despacio me pongo de pie.. ya casi no me duele… puedo sostenerme sin problemas… necesito una ducha.. urgente. Camino hasta la primera puerta que resulta ser un baño y sin dudarlo abro la ducha y me meto dentro… Me demoro un buen rato.. el agua tiene la gracia de calmarme y ayudarme a recuperar. Salgo envuelto en una toalla. La luz del dormitorio esta prendida y Gonzalo está de pie esperándome… ya no se ve molesto sino tranquilo. Se acerca y con movimientos seguros me quita la toalla y despacio seca mi cuerpo… me siento… extraño. Gonzalo está siendo demasiado.. bueno?… Cariñoso?. Deja la toalla a un lado y me abraza…

-. ¿Tienes hambre?- deposita un beso en mi cabeza

– Mucha

– Vístete.. vamos a comer

Me visto rápido y salimos del departamento

– Bueno… dijiste que te gustan las pizzas y… ¿la comida italiana?

Así es que si me estaba escuchando cuando conversamos ese día.. lo recuerda

– Ahá – asiento

– Bueno… spaghetti entonces

– ¿Vamos a comer a mi gusto??

– mmhhh .. Voy a complacerte un rato mocoso

El restaurant resulto pertenecer a personas que conocen bien a Gonzalo. Nos dieron una excelente mesa y la comida estaba deliciosa. Gonzalo pidió pasta, ensalada y una botella de vino. No estoy seguro de que me guste el sabor del vino pero si me gusta la sensación que me deja. Gonzalo esta comunicativo… me cuenta un poco más de los negocios de la familia y me explica algunos detalles respecto de lo que fuimos a ver al puerto.

-.Estamos empezando un nuevo proyecto

Me he dado cuenta que debo preguntar poco… Gonzalo me habla sobre él sólo cuando me callo y lo escucho pero si hago muchas preguntas pareciera que despierto sus sospechas, así es que me quedo en silencio escuchándolo… me sorprende… no por el tipo de negocio ilegales.. ya estoy acostumbrado a ver y escuchar sobre eso en el lugar donde vivo, sino por las cantidades y cifras de las que está hablando

-. Esto va a estar bajo mi responsabilidad  Miguel… es la primera vez que mi padre me deja a cargo de algo…

Esta orgulloso… se siente bien.

– ¿Cómo es tu padre?

Gonzalo me resume la historia del hombre que le dio la vida… un hombre que partió de la nada y logro ascender y convertirse en uno de los más ricos y temidos.. quieropreguntar su nombre pero no lo interrumpo… está entusiasmado hablando de él… puedo ver que lo adora y lo admira más que a nada en este mundo. Siento una pequeña punzada de envidia… yo ni siquiera sé quién es mi padre… mi mamá simplemente no habla del tema. Hay algo que quiero saber..

– Gonzalo… y ¿tu papá sabe de… tus inclinaciones?- me mira fijo…

– Bueno… estoy sentenciado, tengo que casarme… ya sabes, esposa, hijos y todo el pastel completo, pero lo que haga o con quien lo haga el resto del tiempo, no le preocupa mucho

¿Casarse?… si, puedo imaginarlo, casado, con críos y hasta perro en el patio.

-¿Y el resto de tu familia? – pregunto cuándo se calla

– mmhhh mi mamá es muy dominante, pero ya no tiene tanta influencia sobre mi… tengo 3 hermanos, solo una mujer, la mayor, mis hermanos son menores

Ya es cerca de la medianoche, el restaurant ha ido quedando vacío lentamente… solo queda una pareja en el otro extremo y nosotros, pero Gonzalo no tiene prisa alguna, esta entretenido hablándome.

-. Y ¿cómo es tu relación con ellos? – me cuesta imaginarlo en un contexto familiar

– Con mi hermana discutimos todo el tiempo… no nos llevamos bien… y mis hermanos están en la etapa de adolescentes… son un poco aburridos

Me cuenta de su familia… del lugar donde vive y nuevamente cae en el tema de su padre y de cómo logro salir adelante. Lo escucho con atención… estoy obligado a compartir mi tiempo con Gonzalo… quiero aprender de él… de pronto me sorprendo al darme cuenta que quiero SER como él…  Gonzalo nota mi forma de mirarlo… arriesgando ser descubierto su mano roza levemente la mía sobre la mesa

– ¿Sabes que nunca había hablado esto con nadie?… en mi mundo no existen las conversaciones sobre temas familiares… no se porque te cuento todo esto

 

– Me gusta escucharte…

Es verdad, quiero saber. Se queda fijo en mis ojos… nuevamente estudiándome… luego sonríe… se ve bien cuando sonríe… Toma la botella de vino y reparte lo último que queda en ambos vasos. Levanta su copa…

– ¿Qué me estás haciendo mocoso?

– ¿A qué te refieres?

Pregunto bebiendo de mi copa hasta la última gota. Me mira por un rato largo

 

– Nada… olvídalo

Luego de comer y beber estamos de vuelta en el vehículo. Antes de encender el motor Gonzalo mira hacia el frente con la vista fija en ninguna parte… parece estar meditando algo… luego me mira con una leve sonrisa en sus labios

– ¿Qué? – pregunto

– Estoy pensando… si te llevo de vuelta a tu casa

– No importa… puedo irme solo

Quiero… necesito estar solo.

– No mocoso… no es eso…

¿Qué entonces?… ¿quieres que me quede contigo??? De pronto parece haber tomado una decisión y en pocos minutos estamos de vuelta en su departamento. En ningún momento me toca o me mira en forma especial hasta que la puerta del departamento se cierra tras de nosotros… justo después de cruzar el umbral me toma y me sostiene acorralado contra la pared…

– Tengo un problema Miguel –  creo que se cual es el problema… si mis manos estuvieran libres tocaría directamente el “problema” pero las sujeta firmes… ¿soy la causa de su “problema”??… sonrío… creo que el vino me está haciendo hablar y sentir más de lo que debiera… estoy excitado… Gonzalo me excita.

– ¿Cuál es tu problema?

Sonrío…Gonzalo hace un gesto de resignación y me indica

 

– Tú…

Su beso es brusco… su lengua directamente entre mis labios abiertos.. ¡Dios! ¿Abrí los labios inmediatamente esperando recibirlo??.. ¡que mierda soy!! Baja mis manos y las pone directamente sobre su miembro… casi completamente erecto nuevamente… A mi mente se viene rápido el recuerdo de lo que pasó hace unas horas atrás y el dolor que sentí

– ¿De nuevo? ni lo sueñes….

 

Le digo en su oído en tono de advertencia.  Gonzalo se ríe

– Sin protestas mocoso… te lo dije

Está hablando en serio

 

– Gonzalo… no

Me estoy asustando… no puedo creer que sea tan bruto… eso es lo que estaba dudando antes?.. en el jeep?

– Lo disfrutaste… lo sé

– Pero…

Me calla con su boca… suelta mis manos para sujetar mi cuerpo… ¿Por qué mierda me siento tan… manejable?.. sin soltarme avanzamos hasta el dormitorio…  sin protestas.. mierda! mierda!!! Me lo va ha hacer de nuevo. Gonzalo se sienta en la cama y finalmente me suelta…

 

– Desnúdate…

Mierda!!!.. Siento escalofríos y esta vez dudo seriamente antes de obedecer… no quiero. Siento sus ojos sobre mi… esperando… con rabia me quito la ropa hasta quedar solamente con mis boxers… pero un gesto suyo me indica que también lo quiere fuera. Lo quito y lo miro..desafiante… enrabiado. Solo logro complacerlo aún más… de a poco me estoy dando cuenta que mi rabia y molestias solo acentúan su placer. Estira la mano para que me acerque.

– No… quítate la ropa primero

Lo desafío… porfiadamente, me quedo en mi lugar… así estaremos en igualdad de condiciones.. al menos en mi mente.

 

– De acuerdo…

Se pone de pie y en dos segundos su ropa esta fuera de su cuerpo. Me gusta su cuerpo…. Avanza hacia mi… me abraza bruscamente por la espalda… me toca con movimientos seguros y posesivos… recorre la piel sobre mi estómago con sus manos y me besa en los hombros y en el cuello.. me está excitando aún más… me gusta la forma en que me toca… no puedo evitar responder.. y que se note… mi pene se llena de sangre y Gonzalo sonríe satisfecho…  Luego, se queda frente a mi y con sus manos en mis hombros, suave pero firmemente, me empuja hacia abajo

– En tu boca mocoso

Su pene está completamente erecto frente a mis ojos…despacio toco con mi lengua la punta redondeada, es suave, húmeda… avanzo de a poco… no… no ahora no.. ¿Por qué mierda recuerdo a Daniel en este momento?… porque esto mismo lo hice con él… .sacudo mi cabeza y una vez más elimino su imagen de mi mente sintiendo un hueco profundo y doloroso en mi corazón. Gonzalo sujeta mi cabeza y hunde su miembro en mi boca… de acuerdo… ya entendí…. puedo hacerlo mejor

– Usa tu saliva Miguel

Lo hago.. es mucho más fácil si está completamente mojado… Gonzalo se mueve lentamente hundiendo su miembro en mi boca… profundamente… no voy a quejarme… aunque lo siento tocar el fondo de mi garganta y producirme arcadas, me aguanto… ¿Qué mierda de sentimiento es este? Quiero que sepa que puedo ser bueno en esto…¿amor propio? ¿Orgullo? uso mi lengua, mis labios y hasta lo muerdo suavemente con mis dientes

– Cuidado con eso.. 

Me dice retirándose al sentir mis dientes en su zona tan delicada… pero se relaja al darse cuenta que en realidad no tengo intenciones de dañarlo.

Muy bien Gonzalo..- ¿Quieres jugar este juego?.-. juguemos.  Me separo y antes que diga nada lo llevo despacio hasta la cama…  me mira sorprendido. Algo brusco lo empujo sobre la cama y me quedo sobre él… ahora sonríe.. esperando ver que voy a hacer…  vuelvo a introducir su miembro en mi boca y esta vez ya sé un par de cosas mas que antes.. mucha saliva.. profundo… lengua… morder suave… mis manos envuelven sus testículos… jadea suavemente.. bien!!, le gusta… continúo… largo…suave, caliente… mi lengua en todas partes… Gonzalo lo está disfrutando y eso me hace sentir bien.

– Estas aprendiendo

Me toma de los brazos y me sube hasta su altura… estoy sobre su cuerpo… Dios! ¿es el efecto del vino?..¿por qué me siento bien aquí? Mis brazos… instintivamente lo rodean… Me gusta su cuerpo firme, duro… Gonzalo no quita sus ojos de los míos… estudiándome nuevamente… ¿Por qué mierda me analiza tanto?…

GONZALO

 

La curiosidad va a terminar por hacerme cometer alguna estupidez con este mocoso…ya hable con él más de la cuenta en el restaurant… me gusta hablar con él… no puedo entender que es lo que me atrae tanto…¿sus ojos oscuros tan atentos en mi?, ¿la forma en que descuidadamente se muerde el labio cuando está nervioso? … ¿su cuerpo que no puedo dejar de querer tocar?… su cuerpo… debería haberlo matado a golpes hace un rato atrás… ¿Quién mierda fue el primero?… y lo más importante ¿Cuándo fue?… ya sé que con paciencia voy a averiguarlo…  es solo que… pensé que sería yo… me molesta pensar que existió alguien más… No creas mocoso que esto termino ahí…  Por lo pronto, mantengo esta duda latente en un rincón de mi mente… ya lo averiguaré.

Miguel parece sentirse a gusto sobre mi cuerpo… esta diferente… excitado pero más abierto… receptivo… está aprendiendo lo que quiero enseñarle… supongo que la cantidad de alcohol en su sangre tiene algo que ver con esta reacción… lo sujeto de las nalgas.. las aprieto fuerte… me encanta la firmeza de su trasero… el tamaño de su cuerpo.. su peso sobre mí. Miguel gime pero sé claramente que eso no es dolor… ¿te está gustando Miguel?… se mueve serpenteando sobre mi cuerpo..

– Lo estas pidiendo a gritos Miguel…

Sonrío… por un segundo lo siento reaccionar.. poner su cuerpo en tensión pero luego me mira.. desafiante… sujeto su rostro con mis manos y me apodero de sus labios hasta que le duele y gime… su cuerpo sigue en movimiento sobre el mío…  Me giro aun con él sobre mi y me muevo hacia el velador y abro el cajón…

– No quiero eso de nuevo…

Me río… me encanta escuchar su protesta… más aun sabiendo que no voy a hacerle caso… no tenía pensado usar una jeringa nuevamente pero el simple hecho de saber que la esta rechazando de antemano es suficiente

– Sin protestas Miguel  mira la jeringilla enojado – en cuatro patas, mocoso

Por su mirada sé que le gustaría matarme en este momento… estoy golpeando fuerte su orgullo, pero quiero… no… necesito que aprenda a obedecerme… hay algo especial en él… lo quiero mío, dócil, entregado. Sin quitar sus ojos oscuros y enrabiados de los míos se pone en cuatro sobre la cama… es demasiado tentador verlo obedecer a pesar de lo molesto que le resulta sentirse dominado…

– Te ves muy tentador…

Beso y marco sus nalgas con mis dientes… fuerte… hasta dejar marcas rojizas en su piel… no se queja… se lo guarda… aplico el lubricante y nuevamente reacciona como la vez anterior… le disgusta pero me causa placer su disgusto… Sé que si la vez anterior le dolió ahora va a ser peor… después de todo no han pasado más que un par de horas. Me ubico detrás e inserto la punta de mi pene en su ano… se cierra… le duele… no emite ni un sonido pero el temblor de su cuerpo y el brillo del sudor en su piel me indican su temor y dolor. ¿por qué no me ha vuelto a pedir que me detenga?… me abro camino… despacio… sintiendo cada contracción de sus músculos… tal vez un solo movimiento brusco habría sido menos doloroso… pero quiero sentir su sufrimiento,… en cada uno de sus jadeos entrecortados… en la forma en que se contrae tan violentamente y como, sin poder evitarlo, su cuerpo entero rechaza la invasión… ¡Dios! es tan excitante!  La tensión puede más que su aguante y finalmente un gemido fuerte escapa de su boca. Termino de penetrarlo de una vez. Miguel agacha la cabeza… sospecho que hay lágrimas en sus ojos. Con cuidado me retiro y vuelvo a entrar buscando su punto débil… una y otra vez… sé exactamente cuándo lo toco… su cuerpo reacciona con un pequeño temblor y su respiración cambia… está aprendiendo… descubriendo

– ¿Es ahí Miguel?

Vuelvo a penetrarlo una vez más… vuelve a reaccionar… Obstinado, no me contesta. Estiro mi mano y tomo un mechón de su pelo y lo tiro hacia atrás

– ¿Qué sientes cuando te toco ahí?

– aahhhgggg

Gime… su cuerpo suda copiosamente… su rostro es una mezcla de dolor y.. mierda! placer??? Si! Placer!!!…le gusta!!… Al maldito mocoso le gusta el dolor!!!… mi sorpresa es tal que por un segundo me quedo paralizado… en blanco… pero retomo el movimiento de inmediato. Uso mi mano para masturbar a Miguel… está completamente duro… pero no quiero que esto acabe aún… con fuerza, mi dedo pulgar presiona sobre la uretra… debí haberlo pensado antes y usar alguno de mis juguetes para evitar que Miguel acabara tan pronto…  ya tendré oportunidad para ello… por de pronto… reúno toda mi fuerza de voluntad y salgo de él… solo se escucha mi respiración algo agitada y la suya completamente salvaje.. jadeos y lágrimas incluidas. Doblo sus rodillas y tiro hacia atrás sus hombros… Miguel queda casi sentado sobre mi… ambos arrodillados sobre la cama… no lo estoy penetrando pero puede sentir mi erección pegada a su piel…entre sus nalgas… me mira extrañado sin entender que mierda acaba de pasar… me aguanto las ganas de volver a embestirlo… sé que lo que va a venir es mejor aún

– ¿Te gusta el dolor mocoso???

Su mirada es de auténtica sorpresa… creo que ni él mismo se ha dado cuenta de lo que acabo de decirle. Aun está demasiado excitado y acelerado para responder en forma normal pero su cabeza se mueve negando

– no… noo …

– Creo que si…

Vuelvo a sujetar su miembro y a presionar hasta el punto justo en que comienza el dolor… con fingida delicadeza comienzo a lamer su cuello, para luego morder fuerte y succionar un trocito de su piel hasta dejarlo marcado y adolorido. Miguel reacciona exactamente como supuse… su respiración vuelve a acelerarse y su cuerpo pide más…

– Gonzalo… me duele!!! 

Una de sus manos toca su cuello ahora claramente marcado… pero su voz en realidad no está ni siquiera molesta… más bien parece una petición por más… su cuerpo se está moviendo lentamente al ritmo que marca mi mano sobre su sexo… rozando mi erección, cada vez con mayor fuerza… quiere más… sonrío.. el alcohol ha liberado un pequeño demonio… y vino a caer justamente sobre mi cama… esto si me sorprende.. muy gratamente

– ¿Me quieres dentro tuyo?.. mmmhh?.. ¿lo quieres ahora?

Tal como lo pensé no me responde… aumento levemente la presión de mi mano sobre su miembro y me muevo creando mayor fricción entre mi pene y su cuerpo… Mierda!, se siente tan bien todo esto…

– Contéstame… ¿lo quieres?

Sus labios tiemblan, apretados pero finalmente abre su boca… toma aire y asiente con la cabeza… sin mirarme

– Clávate en mi …

No se mueve… esta dudando.. su orgullo es tan fuerte… reanudo el movimiento de mis manos sobre sus genitales… jadea.. lo quiere pero por dios que le cuesta pasar por sobre su orgullo. Bruscamente me muevo y nuevamente mi erección está rozando su entrada…

– Despacio Mocoso. . solo muévete hacia atrás…

Mis brazos lo aprisionan a la altura de su pecho empujándolo suavemente hacia mi… no me muevo.. quiero que este movimiento  sea solamente suyo, que sea él quien me busque ahora… lento, Miguel levanta levemente su cuerpo… y comienza a bajar buscándome… no lo suelto, solo le doy espacio para que se mueva en libertad… de a poco su entrada se abre y desciende sobre mi pene que se introduce en él… su hermoso rostro está al lado del mío… tiene su cabeza echada hacia atrás…puedo ver sus expresiones.. sus ojos cerrados y su boca abierta jadeando… cortos jadeos salen de su boca… disfrutando… reprime los gemidos.. el sudor cubre entero su preciosa piel… su pelo húmedo sobre la cara… rozando mis hombros… es un espectáculo delicioso el sufrimiento y el placer de Miguel… de una belleza espectacular… me siento tentado a invadirlo de una vez… estoy muy excitado pero esta auto penetración es muchísimo más excitante… implica doblegar su orgullo… implica reconocer que el sexo conmigo le agrada y que el dolor no le resulta desagradable… el pequeño demonio lo está disfrutando . Me acerco a  su oreja… pequeña, bien formada… mi lengua la recorre y mis dientes tironean de ella.. primero despacio pero luego algo más brusco..

– Déjame escucharte Miguel…

Le pido susurrando dentro de su oído … El primer sonido es un suave gemido… tiene una nota animal… salvaje… luego Miguel ya no se reprime y me deja ser partícipe en su fiesta privada de dolor… mi excitación está al límite. Termina de descender y mi pene está completamente dentro suyo.

– No tienes idea de cuánto me excitas mocoso… 

Me muevo brusco embistiéndolo una y otra vez… en algún momento veo lágrimas rodar por su mejilla pero sé que está bien

– Gonzalo… – pronuncia mi nombre una y otra vez…- Gonzalo…-  pidiendo… gimiendo… jadeando… mientras encontramos nuestro propio ritmo de movimiento. Su semen fluye limpio y espeso a través del conducto señalando el momento exacto en que alcanza el orgasmo… el cuerpo de Miguel se sacude levemente un par de veces acompañado de un gemido en el que expresa todo lo que está sintiendo. Acabamos casi al mismo tiempo y nuevamente me siento atrapado en esta vorágine de sensaciones y sentimientos que no había experimentado antes… intensos… placenteros… casi emocionales.  Caemos rendidos sobre la cama.  Ha sido fuerte para mi… solo puedo imaginarme lo que debe haber sido para él. Me giro e intento encontrar sus ojos…Miguel aún respira demasiado rápido… un brazo cubre sus ojos…

– ¿Estas bien?

Quito el brazo de su rostro e inmediatamente gira hacia el lado contrario… es un mar de lágrimas y vivos sentimientos a flor de piel…

MIGUEL

No puedo parar de llorar… no quiero que Gonzalo me vea pero es inevitable…. todo lo que ha pasado parece mentira… siento que algo ha reventado dentro de mi liberando una serie de emociones desconocidas…me gusta el dolor.. me lo dijo y lo negué.. pero… me gusta… creí morir hace poco… creí que no me cabía en el cuerpo tanto éxtasis, tanto placer… estoy perdido… tengo miedo de lo que sentí… miedo de lo que puedo llegar a sentir al lado de Gonzalo…¡Dios! él lo sabe… lo va a usar… ¿Cómo hago para borrar esta experiencia?… quiero volver a ser el de siempre.. no esta persona que disfruta del dolor… estoy en sus manos.

-¿Estas bien? – quita el brazo de mi cara y me giro rápidamente… no quiero verlo… siento odio en este momento, contra mi… contra él, contra todo. No me hace gracia haber descubierto la clase de animal primitivo que soy – ¿Miguel? –

Arriesgando caerme o un dolor extremo me pongo de pie e intento llegar hasta el baño… lo logro a pesar del dolor y me encierro sin mirar a Gonzalo en ningún momento… abro la ducha y dejo caer el agua tibia sobre mi cuerpo… me duele cada vez que toca las marcas y heridas que Gonzalo me ha dejado en mis hombros, cuello y en las nalgas… me gustó… me gustó el dolor que sentí mientras las hacía… me acurruco en el fondo de la ducha y dejo que el agua apacigüe mi llanto… de pena, de rabia, de dolor.. de miedo.

Gonzalo entra al baño sin molestarse en golpear la puerta.

– ¿Qué te pasa? – pregunta tomado asiento y con toda su atención en mi – ¿sientes mucho dolor?

En verdad está preocupado por mi…

– No…

Me pongo de pie y termino de ducharme. Me alcanza una toalla y sigue observando mis reacciones.

– ¿Entonces…?

– Nada… estoy bien

– Por la cresta Miguel!!! Sólo quiero ayudarte

 

Me envuelvo en la toalla y comienzo a intentar secarme… con el primer movimiento sobre mis brazos el brazalete se enreda y salta lejos.. a los pies de Gonzalo. Estira su mano y lo toma… lo examina con detención.

– ¿Y esto?

Por un instante me congelo…

– Es un brazalete.. – respondo estúpidamente

– Es bonito… es real

– ¿Cómo?

Estiro mis manos, quiero arrebatárselo pero estoy muy lejos de él.

– Es de verdad… oro, plata… ¿de dónde lo sacaste?

 

Siento que mi cerebro se paraliza… Gonzalo sabe la historia de mi familia, no puedo decirle que mi mamá o hermana me lo regalaron… sigue mirándolo en detalle… recuerdo las letras grabadas y no aguanto más. Camino hasta él y se lo quito

– Me gustó mucho… lo compré

Trato de que mi voz suene normal. Vuelvo el brazalete a mi brazo.

– ¿Te gustan las joyas pequeño demonio?

Me tira hacia él ya que estoy al alcance de su mano y aun envuelto en la toalla me quedo sobre sus piernas desnudas

– No.. solo esto 

Toma la toalla y me seca con movimientos suaves y envolventes

– No tengas miedo Miguel… no estas sintiendo nada extraño – ya no está jugando.. está hablando en serio mientras me acaricia con delicadeza…

– ¿Qué quieres decir?

– Estas asustado por lo que sentiste, ¿verdad?

 

 ¿Cómo mierda lo sabe? Experiencia.. seguro lo ha visto muchas veces. Necesito que me diga más..

 

– ¿Lo que sentí?

Repito su pregunta… quiero que me hable más del tema. Ambos nos ponemos de pie y entramos al dormitorio.  A medio camino me quita la toalla y la arroja al suelo. Tira de mi hasta llegar a la cama.

– Sabes lo que sentiste… y sabes que te gustó… ¿Te asusta?

Mierda… pero con quien más podría conversar el tema??… Me quedo sentado en la orilla de la cama, a su lado. Pasa su brazo por mi  espalda y me atrae hacia su cuerpo.

 

– Algo… – respondo tímidamente

 

– Conozco muchas personas que viven vidas normales… es solo que… el dolor aumenta el placer sexual que pueden sentir

 

Me mira esperando mi reacción… no me gusta, no quiero ser una de esas personas

– No… no quiero ser así…- confieso finalmente

– Bueno… no es opcional… lo eres o no lo eres… no es algo que puedas borrar o eliminar o cambiar

– ¿Cómo lo sabes?

– Esta en ti.. en tu cerebro… condicionado para que el dolor te haga sentir placer

 

Gonzalo está siendo en verdad amable pero aun así no me gusta lo que me está diciendo

– Y tú… ¿también eres así?

– No mocoso… yo soy justamente lo que tú necesitas… 

Sus ojos me miran serios… no está jugando… ¿estamos haciendo un nuevo acuerdo??  me asusta solo pensarlo

– No me gusta… no quiero

Gonzalo se encoge de hombros

– Veamos que resulta… somos un complemento perfecto, ¿verdad?

Sella sus palabras con un pequeño beso en mi boca.

– Ven aquí

Su brazo me atrae… totalmente posesivo, me envuelve con su cuerpo dentro de la cama. Apaga las luces.

– Yo… debería estar en mi casa

– Ya lo estas Miguel

– ¿Qué?

Gonzalo vuelve a prender la luz y esta vez está totalmente serio. Me toma fuerte de los brazos y me habla con cuidando… sopesando cada palabra

– No sé qué tienes Miguel… pero te quiero cerca de mí todo el tiempo posible. No vivo aquí, este es solo un departamento de soltero, pero vas a pasar muchas noches conmigo, aquí, de ahora en adelante… ¿entendido?

– No…yo tengo mi vida… no te pertenezco… ni a ti ni a nadie

No sé de donde saco el valor para contestarle eso… tal vez del recuerdo de Daniel… si le pertenezco a alguien es a él, no a Gonzalo. Mi respuesta lo enoja

– Escúchame bien pequeño demonio… tu tiempo es mío, tu cuerpo es mío y ese maldito agujero que tienes en el culo es totalmente mío… ¿lo entendiste ahora?

Sus manos aprietan con fuerza mis brazos y sus ojos centellean en frente de los míos. Quiero gritarle que no… pero no digo nada al ver el destello de rabia en sus ojos y me quedo empecinado en un terco silencio. No te pertenezco. La habitación queda a oscuras. Gonzalo me abraza y me atrae hacia su cuerpo. Estoy cansado, adolorido, asustado… me reclino sobre su pecho y a los pocos minutos me quedo dormido. Mi último pensamiento cuerdo va hacia Daniel… buenas noches Daniel.

DANIEL

Hoy fue un día horrible… nada salió bien. Estuve distraído en clases y todos los profesores me llamaron la atención… cuando sonó el teléfono y vi que era Miguel salí corriendo de la sala sin importarme para nada lo que dijera el profesor. Me encerré en el baño para hablar con él y luego el inspector amenazó con llamar a mis padres… después…. todo el resto del día pensando en Miguel… se escuchaba tan triste y preocupado en el teléfono…. ¿Qué diablos puedo hacer?!! Cómo… como no va a haber algo que pueda hacer para volver a estar juntos???… Tengo dinero… sé que tengo una cuenta que nunca he tocado donde mi papá deposita dinero… ya sé que Miguel me lo advirtió… me lo dijo antes, que solo era por unos días…pero ninguno planeó enamorarse…

Lidia entra en mi habitación y camina hasta mi cama

-. Chiquito… ¿por qué no quisiste bajar a comer?… ¿estás bien? –

Me abrazo a su cintura y dejo que las lágrimas corran por mi cara… siempre puedo confiar en ella

– Tranquilo chiquito… tranquilo

Su mano acaricia mi pelo, me abraza y me acuna mientras lloro y me tranquilizo

– ¿Es por ese chico…Miguel?

– Se fue Lidia… se fue

– Pero tu sabías que se iba a ir…

– Pero no sabía que me iba a enamorar

-Dani… el amor a tu edad… ya va a pasar

– No quiero que pase… lo quiero de vuelta le contesto molesto – ¿tú nunca te has enamorado?-

– A ver… deja de llorar… okay, Así. Cuéntame todo desde el principio

Con calma le cuento a Lidia todo… ella no me va a juzgar… le cuento como acosé a Miguel en el gimnasio, en el baño… lo seguí… lo busqué. Le cuento de los benditos días que pasamos juntos y de cómo, finalmente,  se fue con otra persona…

– Lidia… sé que me quiere también… pero no podía quedarse

– Dani.. chiquito… todo esto es muy raro… ¿Que más te dijo Miguel?-  recuerdo algo

– Creo que… creo que fue por dinero… pero te aseguro que no es una mala persona no es prostitución – aclaro de inmediato.

– Déjame entender… ¿Miguel se fue obligado con otra persona… otro hombre que no quiere, por un asunto de dinero?

– Creo que si

– Dani… me suena a esclavitud…a trata de personas… yo no entiendo mucho de esto… el experto en el tema es Gonzalo. ¿Quieres que le preguntemos?

– No!!!… no quiero que Gonzalo sepa nada… por favor

– Está bien… tranquilo. ¿Sabes dónde vive Miguel?

– Mas o menos… es que vive en dos lugares… solo sé uno de ellos

– Muy bien… dime donde es y mañana veremos qué podemos hacer

– ¿Me vas a ayudar? Necesito encontrarlo

– Dani… tu no entiendes el cariño que te tengo.. haría cualquier cosa por evitar que sufras

Mi hermana mayor me abraza… es genial, la adoro.

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