Capítulo 35

Por primera vez en semanas no desperté asustado, ni siquiera me desperté solo sino que fue un ruido el que me despertó… Dormí acunado en los brazos de Roberto… me sentí seguro, protegido, querido… no quería moverme.  Mi mamá entró temprano en mi habitación y nos encontró a ambos durmiendo abrazados… lo único que atinó a hacer fue quedarse congelada, con los remedios en las manos, sin poder moverse… observándonos y sonriendo tontamente… Roberto despertó y se sintió un poco incómodo… pero, aún así no quiso moverse por miedo a despertarme.

– Roberto!!! Roberto!!! 

La voz de mi mamá pretende ser un murmullo de alegría pero podría despertar a toda la casa, esta tremendamente emocionada.

Roberto le sonríe, algo avergonzado

– Hola Amanda… yo.. lo siento.. es que

 

– Buenos Días mamá

Me despierto y mi saludo es para ella pero mis ojos y mi cuerpo se quedan pegados en él

– hola…– lo saludo despacito… sólo para él.

– Hola amor

Su voz podría causar diabetes de tan dulce

– Yo.. te dejo aquí los.. voy a pedir desayuno… ya me voy…

De pronto mi mamá  se sintió incómoda. Roberto  y yo estamos en un mundo diferente, solo para nosotros dos… aunque no hablamos, estamos perdidos el uno en el otro.

– Mamá no queremos desayuno todavía

Es lo único que alcanzo a gritar antes de que ella salga de la habitación. Roberto no me ha soltado en toda la noche ni quiero que me suelte tampoco pero ahora es mi mano la que lo busca y abraza… mis dedos vuelven a sentir la textura de su piel…

– ¿Cómo estás? – me pregunta pegado a mis labios…

¿Cómo estoy?… choqueado… atontado… aún no puedo terminar de entender cómo fue que sucedió todo lo que Roberto me contó anoche… tengo muchas cosas que preguntarle pero en verdad… lo único que quiero ahora es quedarme pegado a él… respirando… sintiéndolo… nada más. Quiero que me siga abrazando y sosteniendo, quiero quedarme aquí tranquilo protegido por su cuerpo y su cariño… no quiero prestar atención a todo lo que me contó… me duele mucho… me pesa haberlo herido tanto… no puedo creer todo lo que ha hecho por mi… no solo son sus padres lo que saben de su amor por mi sino que es todo el maldito país que se enteró por televisión… duele pensar que un idiota me dejo tirado desangrándome y no quiso prestarme su ayuda a pesar de ser un profesional de la salud…Nancy… siento un tremendo agradecimiento hacia mi querida amiga… me duele reconocer que mi apariencia física es tan importante para mi… que mierda de vanidoso!!! Pero es lo que soy…

 Es tanto en lo que tengo que pensar…

 

 Skylar?… amor?? 

Me mira preocupado… pero creo que Roberto ya ha tenido más que suficientes preocupaciones

– Estoy bien, y tú?

Me abraza fuerte… no me cree una palabra-

– No podría estar mejor

Me besa y  sale de la cama y me pasa los remedios que mi mamá dejo en la mesa con un vaso de agua.

– ¿Quieres hablar… de lo que te conté anoche?

 

– Si…necesito saber

Roberto ahora si responde con infinita paciencia las muchas preguntas que tengo sobre mi estadía en el hospital… nuestra relación en boca de todo el mundo… el paramédico… las personas que vinieron a apoyarme…sus padres… todo. Cuando ya no me quedan más preguntas… vuelven a surgir nuevas dudas y sigo preguntando…

– Amor… están los videos de todo lo que te estoy contando… podemos verlos después… solo si quieres

No estoy seguro de que me gusta la idea pero supongo que tengo que verlos… es mi vida.

– ¿Juntos?… no quiero verlos solo

 

 Mierda!, ¿cuándo me volví dependiente???.. me doy cuenta de lo que estoy haciendo.. pero no puedo evitarlo… necesito de su apoyo para salir adelante. Roberto sonríe… le gusta que dependa de él

– Por supuesto– me besa

– ¿Me podrás perdonar?

Necesito escuchar de sus labios que no me guarda rencor

 Skylar

 

– En serio Roberto… fui un completo idiota…

 

– No amor… solo estabas asustado

 

– Ahora lo sabe todo el mundo…  no tienes más opción que quedarte conmigo

 Se lo digo como una broma… pero lo estoy pensando en serio.

– AH no!!!… ni se te ocurra irte por ese lado… siempre tengo miles de opciones sobre qué hacer con mi vida… si estoy aquí es porque quiero estar contigo

No le hizo ninguna gracia lo que dije…  y no sabe lo feliz que me hace… se lo demuestro abrazándolo… quiero besarlo pero necesito ir al baño primero. Con cuidado me muevo intentando salir de la cama

– ¿Qué pasa?

 

– Necesito… ir al baño

 

-. Te ayudo…

 Roberto me ayuda a salir de la cama y me acompaña hasta el baño… al llegar a la puerta me suelto de sus brazos

 Skylar?…

 

– No… déjame hasta aquí…

Me vuelvo y beso apenas sus labios… mi mano extendida en su pecho… sujetándolo. Aun no puedo… Entro al baño y cierro la puerta… no sé por qué pero aun no puedo… Cumplo con mis necesidades básicas y luego me lavo los dientes… quiero ducharme… pero el maldito yeso no me lo permite. Salgo del baño regañando

– Que??

 

– Nada… quiero ducharme y no puedo… el yeso

 

mmmhhh, nada que un experto en diseño como yo no pueda resolver

Después de dejarme de vuelta en la cama Roberto desaparece del dormitorio y vuelve a entrar lleno de bolsas y otras cosas.  Toma un rollo de papel film  y envuelve completamente mi pierna enyesada… sigue con mi brazo… Corta varias bolsas y las envuelve alrededor de mi pierna, cubren el yeso completamente. Finalmente termina haciendo lo mismo en mi brazo izquierdo.

– De acuerdo… al agua, Skylar

 

Sonrío… lo beso.. Dios!! Lo amo… en el camino hacia el baño me susurra en el oído

 

– Me gane el derecho de acompañarte en la ducha

 

– No!!!

 

– Si… no te voy a dejar solo… en serio

Esta vez sé que va a ganar él… su tono de voz no admite dudas

 

– Roberto… yo… no…

¿Qué me pasa?.. ¿Por qué estoy actuando como novia virgen?

 

– Solo te voy a ayudar a ducharte… nada más… no te pases películas-

 

– Esta bien

 

Todo sea por una ducha… y también por sentir sus manos en mi piel… creo.

Entramos al baño que por suerte es bastante amplio. Despacio… con cuidado me ayuda a quitarme la ropa… fuera la polera y luego el pantalón corto que uso para dormir…  lo desliza despacio hacia abajo pasando el yeso… sus manos tocan levemente mi pierna al descender… Roberto parece estar completamente concentrado en lo que está haciendo… abre el grifo del agua… chequea la temperatura… jabón… pero puedo ver que está nervioso… estoy desnudo… y eso lo pone nervioso… solo que… a mi también. ¿désde cuándo reacciono así?… creo que no me he alterado de esta manera desde que cumplí 13 años…

-Muy bien…

En dos movimientos rápidos se quita la ropa y queda desnudo frente  a mi… hermoso… me emociona…me excita verlo pero no digo nada… nos miramos… me extiende su mano y me pongo de pie… entramos juntos a la ducha… hay una corriente de electricidad entre ambos..algo que no puedo describir sino solamente sentir… se siente tan bien.. el agua finalmente cayendo por mi cuerpo y su cuerpo desnudo pegado a mí espalda…sus manos sosteniéndome … es inevitable.. puedo sentir como la sangre deja mi cerebro y viaja rápido hasta mis genitales… Roberto toma el shampoo y comienza a lavar mi incipiente pelo… es tremendamente sensual sentir sus dedos deslizarse en mi cabeza… despacio para no caerme me giro y quedamos frente a frente… tanto él como yo estamos excitados…hay evidencias concretas que ninguno de los dos podemos disimular… me río y apretó los labios… Roberto no dice nada pero sonríe también

– No puedo evitarlo… eres hermoso… te deseo…

Es toda la explicación que me da encogiéndose de hombros

 

– Yo… también siento… pero..

Roberto me rodea con sus fuertes brazos y acerca mi cuerpo al suyo… nuestros miembros en contacto… nuestros cuerpos juntos de nuevo…

 

– Tranquilo… puedo esperarte… solo déjame acariciarte… nada mas.

 

– De acuerdo…

Me acerco a su boca… me gusta tanto besarlo, Roberto responde ferozmente… sus labios se separan y su lengua se apropia de lo que siempre le ha pertenecido… Jadeando me separo de sus besos pero me quedo pegado a su cuerpo… no muy seguro de sostenerme por mi mismo en estas circunstancias… abrazados bajo el agua. Vuelve a lavarme el pelo hasta que cruje de limpio… y luego sigue con cada parte lavable de mi cuerpo… se siente maravillosamente bien… sus manos me tocan y me hacen sentir sensaciones que había olvidado…

– Eres tan malditamente deseable Skylar

 ¿lo soy?… ¿aún así lo soy?

– Te juro que me vas a pagar todo esto con creces cuando estés bien… voy a hacerte el amor de tantas formas que no vas a poder sentarte en semanas…

Solo puedo reírme.. Roberto me está amenazando…me gusta tanto este nuevo Roberto… que me quiere y me ama y no teme expresarlo ni demostrarlo

– ¿me escuchaste?

 

– No… repítelo porque no escuche nada

Me río de él. Miro sus ojos y me pongo muy nervioso…  Toma mis manos y las ubica en las salientes de las paredes para dejarme muy bien sujeto, luego baja despacio frente a mi cuerpo… sus ojos me están preguntando… no sé si… mi respiración se acelera notoriamente

– Roberto… no…

 

– Si…

 

– por favor… noo

 

– ¿por qué no?…

 

Sus manos sostienen mi pene erecto y su boca está a solo centímetros … no sé por qué no… no sé ni una maldita cosa en este momento… entonces siento la humedad y el calor de su lengua… siento sus labios abrirse y succionarme…sus manos sostienen, acarician y aprietan suavemente mis testículos…  mis dedos se sostienen aún más fuerte de las salientes en la pared… siento que me voy a caer y muevo mi espalda hasta quedarme pegado a la pared

– ¿Quieres que me detenga?

 

Detenerse?…no… niego con la cabeza… no quiero… sólo quiero que intensifiques la presión… más rápido… más fuerte. Como si hubiera dicho en voz alta todo lo que quiero Roberto ejecuta cada una de dichas acciones… hace tanto tiempo… me estremezco.. la sensación es de lo mejor… su lengua se ha vuelto experta y sus labios saben cómo hacerme sentir bien …  pocos minutos después acabo en su boca… en un mar de jadeos y gemidos. Me siento débil… algo mareado pero taaaaaan bien. Un par de lágrimas idiotas se escapan de mis ojos… todo me emociona… que imbécil!!

Roberto me sostiene firmemente…me abraza con dulzura hasta que mi respiración se normaliza. Pasa el agua de la ducha una vez más por mi cuerpo.

-. Sigues teniendo un sabor delicioso amor– me dice al oído

– Estas loco…

 

– Si, loco por ti…. Todo el tiempo

 

Salimos juntos y me envuelve en una toalla grande… me seca con todo cuidado y comienza a retirar todo el conjunto de bolsas y papel film primero de mi brazo y luego de la pierna mientras permanezco sentado esperando… mirándolo hacer…

– Perfecto… todo está bien

Toma una toalla y se envuelve. Con una toalla pequeña seca mi pelo…

Volvemos juntos al dormitorio. Nos vestimos y salimos juntos del dormitorio rumbo a la cocina. Los murmullos de bienvenida son efusivos y cariñosos… ya todas sabían que habíamos pasado la noche juntos. Tomamos desayunos perdidos en nuestro propio universo donde solo existimos él y yo… Roberto pendiente de cada detalle… de cada uno de mis movimientos y necesidades… su actitud hace caer todas y cada una de las barreras que alguna vez levanté para protegerme… siento como sus sonrisas y cuidados van dejándome el alma expuesta y desprotegida…  me abandono totalmente a su cuidado y cariño… lo dejo consentirme y mimarme… mi orgullo queda botado en alguna parte del camino… por primera vez le entrego mi alma…todo y me gusta, me siento bien. Creo que más de alguna vez pensé que era ridículo llegar a sentirse así y depender tanto de otra persona… ahora me doy cuenta de lo equivocado que estaba.

Cuando estamos terminando de desayunar, mi mamá entra a la cocina y se sienta en la mesa con nosotros

– ¿Durmieron bien?

Hay una sonrisa traviesa en su rostro. El color sube hasta las mejillas de Roberto

– Mamá… – hay algo de reproche en mi voz pero también me causa gracia. Termino riendo

– Si… si dormimos bien, gracias

– Se les nota en la cara!… se ven… descansados!!!- sigue riendo. Por encima de la mesa extiende sus manos y aprieta mi mano y la de Roberto

– Estoy feliz por ustedes chicos… gracias

 

Lo último se lo dice directamente a Roberto quien esboza una leve sonrisa y sigue estando color granate.

– Ya tranquilízate… a mi mama no le importa– le digo esperando que surja algún efecto.

– Roberto… si quieres, cámbiate al dormitorio de Skylar… en verdad no me importa… te estoy muy agradecida-

 

Nos vamos a la sala de estar y Roberto trae su computador portátil.

-. Skylar… voy a mostrarte lo que salió en televisión

 

Lo tomo de la mano… estoy seguro que no me va a gustar lo que voy a ver. Uno a uno revisamos los videos… Las imágenes de Nancy alterada… Los primeros comentarios de los reporteros en el hospital… Roberto… tranquilo, hablando con seguridad… luego entrevistas al médico tratante y al paramédico… una tras otra sesuceden las noticias que van contando la historia de mi vida durante los días en que estuve desconectado del mundo. Fotos mías… los detalles de mi vida y anécdotas personales contadas por personas que considero amigos… amigas. La aparición de mi mamá y mis hermanas… luego, estalló la noticia de que Roberto y yo éramos pareja… Dios! Y yo justo en esos días pidiendo no verlo nunca más… pobre Nancy… me dijo que algún día me iba a arrepentir.. no sabes toda la razón que tenías amiga mía…

Ha pasado mucho rato… han sido muchas emociones. Estoy agotado… me quedo apoyado sobre su pecho… escuchando el latido de su corazón… Roberto me sostiene amorosamente y yo me dejo sostener…

-. Necesito hablar con Nancy…

Roberto me trae mi teléfono y me deja solo… marco el número de mi amiga y me contesta casi de inmediato

-. Rucio?…- pregunta con cuidado.. sin creerlo

– Hola brujita…. Soy yo

 

Estoy emocionado al escuchar su voz y recordar sus apariciones defendiéndome en la televisión.

 Skylar!! ¿Estás bien?- su voz agitada

– Estoy bien… en mi casa, con mi familia.. y con Roberto– le confieso sabiendo que va a alegrarse. Nancy grita de alegría al otro lado del teléfono

– Por fin Skylar… no te imaginas todo lo que sufrió…

 

– Lo sé… Nancy… necesito agradecerte todo lo que has hecho…¿puedes viajar a mi casa el fin de semana?-

 

– ¿Me estas invitando a tu mundo privado rucio?

 

– Tú eres parte de mi mundo privado brujita-

 

– Llego el sábado temprano. Tengo muchas ganas de verte.

 

– Y yo a ti… gracias

 

– Cuando quieras Skylar… nos vemos

 

Corto la comunicación sintiendo que he comenzado el proceso de reconstruir mi vida.

Hemos almorzado en la pérgola con casi toda la familia,  Ya no soy el único hombre entre tantas mujeres. Roberto se mueve, habla y convive con ellas como si fuera uno más de la familia. Recuerdo lo que me contó de sus padres y como lo rechazaron por culpa de lo que siente… por mí. ¡Mierda!  Recuerdo la forma en que siempre hablaba del sur… del campo, sus padres y como quería volver a vivir allá algún día. Debe extrañarlos mucho.  Son tantas las cosas que está dejando de lado por mí.

Al terminar el almuerzo, Roberto se dirige a mi mamá

– Amanda…¿podría prestarme tu auto un rato?

– Por supuesto…¿Dónde vas a ir?

 

 Skylar y yo vamos a salir a pasear, quiero que me muestre su ciudad

Mamá y yo lo miramos sorprendidos

– Muy bien… excelente idea– dice mamá

– ¿Salir?..¿afuera?… yo… no sé.

He estado encerrado tantos días… no sé si quiero salir… estoy cómodo aquí, con él

– Vamos Skylar… muéstrame los lugares donde solías jugar… estudiar… quiero conocer más de ti – Roberto me lo pide tan tiernamente que no puedo negarme… voy a hacerlo solo por él… con él.

– Recuerden estar de vuelta temprano. Hoy viene la enfermera a retirar tus vendajes del brazo

Con cuidado subo al vehículo y le indico a Roberto los lugares donde transcurría mi vida mientras estuve en esta ciudad.

-. ¿Quién fue tu primer amor?- me pregunta curioso cuando le muestro mi antiguo colegio

-. Se llama Andrés… sus padres son dueños de una tienda grande en la ciudad… teníamos unos 13 o 14 años-

 

-¿y?- insiste en saber más

– ¿y qué?

Es toda la información que pienso darle

– Vamos Skylar… cuéntame cómo lo sedujiste

 

– No,  no fue así… él estaba loco por mí 

 

– ¿Él te sedujo a ti?

 

– Creo que fue a medias… ambos nos atraíamos

Roberto estaciona el auto frente a mi ex colegio

-. Skylar.. ¿Quién fue el primero que de verdad te importó?

Tengo clarísima la respuesta…

-. Tú

Lo miro a los ojos… le gusta pero no me cree

– Escucha… tuve muchos amigos y algunas amigas… pero nunca me importó mucho ninguno… eran encuentros casuales, solo sexo… atracción física… una noche o una semana de placer y adiós… no me interesaba nada más de ellos

– ¿Y yo?.. ¿qué lo hizo diferente?- esta halagado…

– No me di cuenta que me había enamorado de ti hasta cuando quisiste dejarme… me quise morir cuando te fuiste y me dejaste –

 

– Fue una estupidez…perdón.. ¿sabes por qué lo hice, no?

 

– ¿Miedo?

 

– Terror… estaba aterrorizado de lo que sentía por ti… de lo mucho que me importabas… creí que tenía que alejarme para poder olvidarte y que no me doliera tanto si decidías dejarme… cuando te vi con Nancy pensé que me podías dejar en cualquier momento…que te podías aburrir de mi

Nuestras manos están fuertemente unidas

 No me voy a cansar nunca de ti…

Roberto se queda en silencio, su mano fuertemente unida a la mía, puedo leer sus ojos y observando a  la distancia sé que algo está preocupándolo

– ¿Qué pasa?

Mi voz lo devuelve a la realidad

– Nada…

 

– ¿Qué pasa?.. sé que algo te preocupa…

Se gira hacia mi

– Es que… si fueras mi novia… una mujer… te pediría matrimonio ahora mismo, pero… no sé cómo hacerlo… no sé cómo pedirte que vivas conmigo el resto de tu vida… no sé cómo hacer un compromiso formal contigo y decirte frente a todo el mundo que te amaré por siempre…

 

Sólo me acuerdo de respirar lento para no morir… nunca pensé en escuchar algo así en mi vida… las lágrimas surgen sin que pueda controlarlas… ¿matrimonio?… ¿quiere estar conmigo para el resto de su vida?.. es esto una propuesta de matrimonio??… aunque no existe en este país nuestro…

– Roberto…

Es lo único que consigo formular en mi mente…  nos abrazamos a pesar de la incomodidad de mi brazo y del vehículo

– ¿Me estas proponiendo matrimonio?

Pregunto despacio en su oído tan emocionado que no sé cómo puedo articular las palabras

– Si amor… creo que si… ¿quieres vivir el resto de tu vida conmigo?

 

No puedo ni siquiera contestar… sólo puedo pegarme a su cuerpo e intentar controlar mis sollozos…  pasados unos minutos estoy algo más tranquilo

– No podemos Roberto…

 

Siento su cuerpo ponerse tenso y su respiración alterarse

– ¿Por qué no?

 

– Bueno… no tienes trabajo y yo soy muy caro de mantener… tengo gustos escandalosamente caros amor mío!! 

Me río entre medio de las lágrimas

– ¡diota!!!… te voy a hacer trabajar día y noche para que tú me mantengas a mí

Su boca me busca…posesivo… dueño de mis labios… me muerde, enojado por el susto que lo hice pasar

– ¿Siiii?… ¿y qué trabajo de noche me vas a dar?

 

– Ya sabes… el más duro de todos… vas a ser mi esclavo sexual cada una de las noches que pasemos juntos

Su voz ronca… esta excitado nuevamente… mi mano derecha desciende lenta por sus pectorales… acariciándolo

 Skylar… no sigas provocándome si no estás dispuesto a llegar hasta las últimas… te dije que te podía esperar pero no me lo hagas más difícil

Detengo de inmediato el avance de mi mano

– Lo siento…. es que…

Toma mi mano y la lleva a su boca. La besa y me mira con ella aún sobre sus labios

– Lo sé amor… sé que tengo que tener paciencia… pero me tienes loco…. solo… sólo no me lo hagas más difícil, ¿de acuerdo?

 

– Si, de acuerdo… lo siento

Roberto pone el auto en marcha nuevamente. Le muestro algunos otros lugares en donde pasaba mis días de adolescente y cerca de las 6 regresamos a casa.

La enfermera amiga de mamá está esperándome desde hace rato, algo apurada por que debe entrar a su turno en muy poco rato más y necesita irse.

-. Yo puedo quitarle los vendajes– dice una de las tías que tiene conocimientos de enfermería

– No… gracias, voy a hacerlo yo

La voz de Roberto suena firme y decidida. Todos nos quedamos sorprendidos pero nadie rebate la orden que acaba de pronunciar.

– Te dejo esto- dice la enfermera antes de salir y le entrega un pequeño paquete.- Esta todo esterilizado– y desaparece rápidamente.

– Vamos- toma mi mano y nos dirigimos al dormitorio. Mamá nos acompaña

– ¿Sabes hacerlo Roberto?- le pregunta mi mamá

– Si Amanda… tengo dos cursos de Cruz Roja… fui voluntario varios años-

 

– De acuerdo… ¿necesitas ayuda?-

 

– No.. pero eres bienvenida si quieres quedarte

 

– Si… me quedo

Mamá entra con nosotros al dormitorio. Mi brazo… tiene marcas que serán permanentes… las odio… odio esas cicatrices que marcan mi piel.

ROBERTO

 

Sé que las cicatrices son un tema duro y difícil para Skylar por eso prefiero ser yo quien quite esas vendas… no quiero que nadie más sea parte de su dolor, excepto Amanda, es su mamá, por supuesto.

Entramos al dormitorio y puedo sentir el nerviosismo en Skylar… la tensión en su cuerpo… Dios! Es tan vanidoso… no sabe que aún con cualquier marca en su piel sigue siendo el hombre más lindo del mundo… necesito convencerlo de eso, estoy seguro que el tiempo me dará la razón y Skylarvolverá a ser el mismo arrogante, mimado y encantador de antes.

Me lavo bien las manos y tengo cerca los implementos que dejó la enfermera. Skylar está sentado en el sillón de su dormitorio, su brazo extendido hacia mí, Amanda a su lado. Uno a uno retiro los vendajes… el daño en su brazo fue considerable y la gran cantidad de marcas rojizas y granate así lo indican… Skylar no mira su brazo en ningún momento. Termino de retirar la última pieza y el brazo queda en su totalidad limpio de vendajes… lleno de cicatrices. Limpio con cuidado donde debo limpiar y entonces le hablo

– ¿Está listo, Skylar?

Su respiración esta algo acelerada… tiene miedo mirar. Despacio me acerco hasta quedar frente a sus ojos. Amanda nos mira sin hablar pero su rostro denota la pena que siente al ver el brazo todo surcado de cicatrices

 Skylar…¿ no quieres verlo?

Acaricio su pelo despacito. Sus ojos me contestan que no

– ¿Qué tan horrible está?

 

 Skylar está… eso es lo que tienes que pensar… tienes que dar gracias porque tu brazo sigue estando ahí-

 

– Así de feo, eh?

 

– No amor… nunca, nada en ti podría ser feo

Sigo acariciando su pelo y su cara…

– Hijo… tiene que mejorar son el tiempo. Ahora se ve peor de lo que se verá dentro de unos días… te lo prometo-  Amanda está siendo fuerte también.

 Me mira directo a los ojos, con los míos le indico que está bien… que puede mirar y que estoy a su lado. Me aprieta fuerte la mano y se gira para ver el resultado del daño en su brazo. No emite ni un sonido… solo sé de su dolor por la forma en que su respiración se altera y su cuerpo se contrae… su mano aprieta la mía con más ganas.

– Quiero estar solo- nos dice sin dejar de mirar las cicatrices…- por favor-

Amanda me mira e intenta hablarle pero me doy cuenta que hay veces, como ahora, en que de verdad Skylar necesita estar solo.  Me paro y beso su cabeza.

-Vuelvo dentro de un rato

Recolecto lo que quedo sucio y salimos de la habitación.

– Roberto… su brazo

Cuando ya nos hemos alejado lo suficiente de la habitación Amanda me sujeta y se abraza a mi… esta mujer, tan fuerte en otras ocasiones, está muy afectada por las cicatrices permanentes en el brazo de su hijo.

– Amanda… van a mejorar, con el tiempo no se van a notar tanto…

 

– Lo sé… pero…  tú sabes cómo es Skylar

 Esta vivo… tiene sus dos brazos y dentro de un año no se acordará de esas cicatrices– también estoy intentando ser fuerte

– Tienes razón… es solo que… gracias de nuevo Roberto

Amanda me besa en la mejilla. Vuelvo a mi dormitorio… al lado del de Skylar y cierro bien la puerta. También me ha afectado pero no puedo demostrarlo frente a ellos. Sé que ahora se ve mucho peor y que esas cicatrices mejorarán con el tiempo … aún así, no puedo evitar que me duela la pena que debe sentir Skylar. Muero de ganas de ir a abrazarlo pero entiendo su necesidad de estar solo… voy a darle unos cuantos minutos más y luego me voy con él.

Tomo mi celular y reviso las llamadas y notificaciones del día… una en especial llama mi atención. Es de la universidad, me avisan la fecha de mi examen de grado. Tengo que volver a la ciudad.

Skylar aún está sentado en el mismo sillón, sus ojos muestran claras evidencias de las lágrimas que derramó.

. Esta horrible

 

– No es cierto

 

– No me mientas.. por favor

Con determinación me acerco a él y tomo entre mis manos su brazo herido… comienzo cerca de la muñeca a repartir mil besos hasta llegar a su hombro

– Uno por cada cicatriz… un beso de agradecimiento por cada marca que me recuerda que casi te perdí pero que estás vivo y tenemos otra oportunidad

Nuevamente se llenan de lágrimas que no quiere derramar

– ¿Me sigues queriendo… a pesar de estas marcas?

 

– Dios Skylar!!… ¿Qué clase de estúpido crees que soy?… te amo con todo… cicatrices incluidas, no quiero cambiar nada de ti… te quiero tal como eres

 

– Lo siento… tienes razón… lo siento.

 

– ven… acompáñame afuera un rato

La tarde cae lenta… el jardín de atrás es hermoso… hoy cualquier lugar junto a él es maravilloso pero este jardín el de su propia casa es especial. Nos sentamos en la pérgola tomados de la mano, nuestros cuerpos unidos… solo disfrutando de la cercanía uno del otro

-.Roberto… si

 

.¿Qué?

 

– Lo que me propusiste en la tarde… no te contesté

Sonrío sintiéndome sobrepasado de felicidad… ya sé lo que me está diciendo

-. No existe el matrimonio para nosotros aquí.. . pero si, si quiero pasar el resto de mi vida contigo

Me giro y en la suave luz del atardecer vuelvo a ver al hermoso Skylar del que me enamoré perdidamente… ha recuperado sus fuerzas, sus ganas de vivir y está volviendo a ser el mismo de siempre. Esta vez lo beso con toda la pasión y el deseo que siento… quiero hacerle saber que lo estoy esperando… que me muero por tocarlo y fundir mi cuerpo con el suyo… Sé que él entiende perfectamente lo que le estoy trasmitiendo en este beso.

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