Giovanni 6

CAPÍTULO 29

MARCOS 1

Marcos había pasado los cuatro últimos años de su vida con un gran revuelo periodístico y gran éxito profesional; era un excelente actor además de un tipo muy buen mozo que desde niño había atraído las miradas de hombres y mujeres. Desde que ingresara al mundo del espectáculo, siempre habían existido rumores sobre su homosexualidad pero eso solo parecía volverlo más atractivo e interesante para la mayoría del público. Siempre aparecía bien vestido, amable, sonriente… la imagen perfecta del hombre exitoso y feliz con la vida… y así era, en general.    En detalle, estaba medio enamorado del chico que había conocido en una de sus giras, en un pueblo perdido de no recordaba donde y que había convencido de acompañarlo a vivir con él a la ciudad… Giovanni.  Lo había llevado a su casa y había comenzado a tratar de conquistarlo… Marcos se deslumbró con este niño bonito, bastante más joven que él, a quien no parecía importarle ni su fama ni su dinero…  quien no reaccionaba con sus besos y su cariño… él sabía que habían cientos de otros, hombres y mujeres, que se volverían locos por una sonrisa y la mitad de las atenciones que le prodigaba a Giovanni… pero a este último no le importaban y seguía sumido en sus pensamientos y en su tristeza. Marcos desesperaba… la indiferencia era el mejor desafío que podían ponerle por delante y la sufría con Giovanni todos los días…  quería ser el único en la mente del chico y su constante rechazo y falta de atención lo volvían loco… se había propuesto hacer que Giovanni fuera nuevamente feliz, pero con él, solo con él y para él.

Durante el primer tiempo juntos se desvivió por atenderlo y hacerlo sentir querido… nada era suficiente para alegrar a Giovanni y conseguir una sonrisa duradera en su rostro triste y melancólico… de a poco se fue enterando de su historia de amor, del tipo que lo había abandonado luego de enamorarlo y al cual Giovanni seguía amando sin importarle nada más. Se había entregado en cuerpo y alma, con toda la inocencia de su juventud, sin ninguna protección y ahora estaba partido en mil pedazos dispersos que parecían no juntarse jamás. Su pena y su dolor parecían volverlo más atractivo… era un adolescente precioso con una tristeza permanente y Marcos descuidó todo el resto de su vida para intentar devolverle la sonrisa, le abrió las puertas de su casa y de su corazón en forma incondicional.

Pasaron casi seis meses hasta que Giovanni dejó que lo tocara por primera vez…  sexo oral en el que descubrió que el sabor de Giovanni y su cuerpo eran una de las mejores cosas que había probado en su vida, le encantaban… al principio, Giovanni se abandonaba en sus brazos, sin ser un participante muy activo pero lograba sus momentos de éxtasis en los que su rostro se volvía dulce y apacible. Marcos comenzó a desear ver su rostro así cada vez más y más… él era inteligente… sabía que posiblemente Giovanni estaba pensando en el otro cuando se corría en su boca y se le escapaban esas lágrimas que lo dejaban temblando como una gelatina en sus brazos… pero estaba convencido de que él podía cambiar eso y enamorarlo… era atractivo… las mujeres y chicas se volvían locas por él y su foto adornaba muchos dormitorios juveniles… ¿por qué no podría entonces enamorar a Giovanni?  Había logrado tener acceso a parte de su cuerpo, pero quería más, lo quería todo… quería poseerlo completamente pero Giovanni aún no lo dejaba.   Esa meta se convirtió en uno más de los objetivos en su vida, junto con ser el mejor actor y tener mucha fama y dinero… lo quería todo, iba en camino de tener todo lo que deseaba y Giovanni era parte de lo que quería para ser completamente feliz.

Cuando llevaban juntos casi un año, Giovanni se había acostumbrado a Marcos, a la convivencia juntos, al sexo oral entre ambos, a la casa nueva, a la ciudad y a sus horarios de trabajo… no había recuperado totalmente la alegría pero cuando Marcos volvía del trabajo lo esperaba con una sonrisa y un cálido beso de bienvenida. Cenaban juntos, dormían juntos y la mayoría de las noches sus cuerpos se encontraban en el ritual del placer… Giovanni había aprendido muchas cosas en esos seis meses… sabía cada vez mejor cómo complacerlo y a su vez disfrutar de él…  Marcos lo intentaba de vez en cuando… quería poseer esa parte que Giovanni le seguía negando…  se acercaba y lo tocaba cuando Giovanni bajaba un poco la guardia y parecía dispuesto, pero invariablemente se encontraba con una negativa… seguía viendo en el fondo de sus ojos la imagen escondida de aquel otro que le había roto el corazón y no terminaba nunca de salir de sus entrañas.  “Voy a lograrlo… – se decía a sí mismo – voy a sacar a ese de tu corazón y a dejar ese espacio solo para mí”.

A medida que pasaba el tiempo, Giovanni comenzó a aburrirse en la casa y a desear hacer cosas nuevas, estudiar y superarse. Cuando se inscribió en un instituto, Marcos no estuvo para nada contento… más gente alrededor de Giovanni significaban distracciones y posible competencia, pero Giovanni estaba decidido y ya había comenzado a estudiar en las tardes…  Marcos no estaba muy de acuerdo con eso… quería al chico a su disposición todo el tiempo posible pero esa había sido una de las condiciones que Giovanni había puesto al venirse a la ciudad con él; quería aprender y progresar. Lo que terminó por acabar con su paciencia fue cuando un par de veces, al llegar a su casa, Giovanni aún no había vuelto… no le gustaba la casa vacía y no saber dónde estaba ni con quien. Se cuidó mucho de que no se le notara su molestia. Siempre era agradable con él y no quería cambiar esa imagen, pero estaba muy lejos de aceptar que Giovanni comenzara a volverse independiente y a alejarse de él.

Fue entones cuando Marcos comenzó a pasarle sus guiones con el fin de que se los corrigiera y le ayudara a estudiarlos. Quería que Giovanni sintiera que era necesaria su presencia en la casa. La idea fue un éxito total; Giovanni se entusiasmo tanto que la luminosa volvió a su piel y a su ánimo… se olvidó de salir con los nuevos amigos y todo su tiempo libre lo empleaba en los guiones de Marcos y en sus ensayos. Ahora si parecía haberse olvidado de todo lo que tuviera relación con aquel otro hombre… hablaba entusiasmado de los guiones y de cómo se podían mejorar… hasta en las noches, cuando estaban enredados en la cama, Giovanni recordaba algo de pronto y lo anotaba en su cuaderno del velador.  Marcos lo escuchaba y sonreía encantado. Le gustaba la felicidad que había en Giovanni y le encantaba que la vida del chico volviera a girar en torno a él.

Volvió a intentarlo, sus manos sujetaban el culo de Giovanni… separaba sus nalgas y buscaba su entrada…

-No…- lo dijo despacio pero firme y claro

– ¿Por qué no?… déjame Giovanni, sé que te va a gustar… – estaba a punto de traspasarlo con uno de sus dedos. Giovanni se movió bruscamente, alejándose.

– No, Marcos-

– ¿Cuándo… cuando me vas a dejar?- parecía que esta conversación se había repetido miles de veces entre ellos. Giovanni volvió despacio, se agachó entre sus piernas y sin responderle comenzó a succionar su pene con la habilidad que había desarrollado… Marcos echó la cabeza hacia atrás y disfrutó de lo que le entregaba…  lo abrazó… siempre él, sabía que Giovanni le había entregado todo a ese otro… tendría que armarse de más paciencia, sabía que en algún momento Giovanni le diría que sí.

Siguieron revisando juntos los guiones y Giovanni seguía alterando sus letras cuando podía. Marcos sonreía y lo acariciaba al verlo tan contento.

La primera vez que se lo tomó en serio fue cuando uno de los guionistas le pidió conocer a la persona que escribía las pequeñas anotaciones al lado de sus frases… le habían gustado mucho, eran originales y aportaban chispa y frescura al diálogo. Quería conocer y conversar con quién las hacía.  Marcos se sintió un poco impactado… Giovanni tenía talento genuino???… Estuvo pensándolo durante varios días… Si traía a Giovanni a conocer a alguien más corría siempre el riesgo de que el chico se entusiasmara con otra persona y eso no formaba parte de sus planes… Marcos necesitaba que Giovanni siguiera enfocado solo en él… Hasta que un día el guionista presentó el tema en una de las reuniones del grupo… Marcos se sintió acorralado… ahora se había creado mucha expectación y todos querían conocer al autor de los pequeños cambios en el guión.  Tuvo que decidirse a traerlo presionado por el director y el escritor, entre otros, se había creado mucha expectativa… no era eso lo que él quería, pero ya no le quedaba más remedio que traerlo y tratar de apaciguar las cosas de la menor manera. Giovanni estuvo más que feliz cuando le contó. Alguien había tomado en cuenta su trabajo y eso lo sorprendía y halagaba de la misma manera. Marcos no esperaba la reacción inmensa que esa noticia ocasionó en Giovanni. Su agradecimiento hacia Marcos fue inmenso.

Esa noche, por primera vez desde hacía ya más de un año, Giovanni fue un participante más activo en su relación de sexo… estaba entusiasmado y el entusiasmo había llegado a todas las áreas de su vida… incluyendo el sexo. No le alcanzó para permitirle penetrarlo de una buena vez, pero le entregó su cuerpo como no lo había hecho antes, dejando que tocara toda su piel y abandonándose como nunca antes.

Marcos se felicitó a sí mismo por haber logrado avanzar otro gigantesco paso en su relación con Giovanni. Sentía que estaba más cerca que nunca de lograr su objetivo… tener una relación sexual completa con Giovanni se estaba volviendo una obsesión. Si llevarlo a su trabajo significaba este cambio, entonces bienvenido era.  Le gustaba verlo así, dejando atrás la tristeza y la apatía… Se sentía cada día más atraído y encantado con él… Giovanni había madurado y la salida de la tristeza de su organismo había dejado paso a un extraño aire de misterio y secreto… Giovanni se veía atractivo por donde lo miraran y era solo suyo.

La breve visita de Giovanni al canal fue algo que nadie dimensionó hasta mucho más tarde, cuando todos lo recordaban y querían saber más de él; vestía de manera llamativa y se comportaba como si en realidad no le importara mucho lo que sucediera con él…  el guionista quedó encantado y lo invitó a ser un participante permanente…  la mayoría de las otras personas se fijaron en él y preguntaron quien era… su carisma era inmenso. Ahora Marcos y Giovanni salían juntos en la misma dirección y regresaban juntos en la tarde. Su relación había avanzado pasos gigantescos. No reconocían abiertamente su relación… Marcos nunca había reconocido su homosexualidad, pero las personas más cercanas a él lo entendieron de inmediato. Giovanni era oficialmente “la pareja de Marcos” para muchos de sus colegas y lo trataban como tal.

Cuando Giovanni oficialmente fue integrado como “ayudante” en la siguiente teleserie, Marcos preparó todo un ambiente romántico para celebrarlo… velas, champaña, pétalos de rosas, música apropiada… todo lo más cursi y romántico que encontró a su alcance… incluso, le había comprado una preciosa joya que planeaba entregarle durante el desarrollo de la noche. Había planeado seducirlo completamente…  quería todo y ya no quería esperar más…  Giovanni sonrió encantado cuando descubrió todo lo que Marcos había preparado para él y se sumergió feliz en esta nueva aventura… bebieron champaña aunque Giovanni bebía muy poco, esa noche se dio permiso de hacerlo, presionado por Marcos… mientras jugaban en el jacuzzi, rodeados de cientos de velas y música especial… se besaban y Giovanni parecía estar disfrutando de las caricias y atenciones que le dispensaba a sus genitales… sonreía callado… las manos de Marcos peligrosamente cerca del sitio prohibido pero Giovanni confiaba en que sabría respetar lo  que tantas veces habían discutido… Marcos, por su parte, comenzaba a sentirse seguro después de esperar tanto tiempo…

– Serás todo un éxito, Giovanni-

– Gracias a ti… estoy muy feliz… gracias, gracias- lo besaba… su sueño se estaba volviendo una realidad y eso era solo gracias a Marcos… sin él no habría salido adelante. Marcos lo acomodo encima suyo… los brazos de Giovanni en su cuello… sus propias manos más cerca que nunca de aquella entrada que no debía tocar…

– El talento es tuyo, mi niño…- avanzó despacio un par de centímetros… sintiendo que hoy podía hacerlo

Giovanni se congelo y Marcos lo sintió…

– ¿Qué pasa, mi niño?- pregunto Marcos preocupado-

Entonces vio el torrente de lágrimas que habían comenzado a caer de los ojos de Giovanni… como intentaba contenerlas y como sus manos tapaban su boca para ahogar los sollozos… Marcos se confundió, no supo que pasaba… quiso abrazarlo pero Giovanni lo empujó… salió de la tina, salió del baño… y se encerró en su dormitorio durante mucho rato, sin abrir la puerta ni responderle.

Marcos no entendía que era lo que había pasado pero sabía quién era el culpable… siempre ese idiota en medio…  aunque no entendía por qué justo ahora lo había recordado…  así es que aún estaba vivo??.. aún seguía en la mente y el corazón de Giovanni??… hasta cuándo??… no importa… él estaba ganando terreno, el estaba cada día con Giovanni… Cómo era posible que no se diera cuenta??…  tuvo uno de los primeros arrebatos de rabia y descontrol… Todo lo que había preparado quedó destruido en pocos minutos junto al regalo que le había comprado que desapareció por el desagüe del baño… estaba enojado, frustrado y dolido.

Pasaron varias horas hasta que Marcos se calmó… no podía dormir. Miró a su alrededor el desastre que había causado y se arrepintió. No podía permitir que Giovanni viera lo que había hecho. Golpeo despacio la puerta del cuarto de Giovanni. Le abrió. Se pidieron perdón y cuando Marcos pidió una explicación, Giovanni le contó entre nuevas lágrimas calladas que lo había llamado de la forma en que el otro solía hacerlo… y solo eso había sido suficiente para desencadenar un quiebre en Giovanni.  Marcos supo que la presencia de ese otro entre ellos era más fuerte de lo que había supuesto… no se había ido, solo estaba escondido. Apretó fuerte los ojos y los puños… nuevamente sentía ganas de romper y quebrar todo lo que estaba a su alrededor… pero no iba a hacerlo frente a Giovanni… maldito, maldito… ¿por qué no salía de una vez de sus vidas y los dejaba tranquilos???… Giovanni lo mantenía vivo en su mente… tenía que olvidarlo, tenía que amarlo a él. De a poco, Giovanni se convertía más en una obsesión que en un verdadero amor.

CAPITULO 30

MARCOS 2

Durante los años siguientes la relación de Marcos y Giovanni se volvió firme y estable… con reglas y prohibiciones que para Giovanni eran ley y para Marcos era algo que en cualquier momento derribaría y traspasaría…  cada cierto tiempo volvían al tema y Giovanni volvía a negarse, con suavidad y firmeza, como lo había hecho siempre. Marcos gritaba, se enojaba, su frustración era evidente, pero cuando se daba cuenta que Giovanni podía irse se arrepentía y volvían a sellar un pacto de convivencia que Marcos respetaba hasta el siguiente intento.

Giovanni había cooperado en el guión de un par de teleseries y ahora terminaban de filmar la primera que él había escrito completamente. Había sido un éxito. Seguía teniendo esa figura carismática irresistible. Los reporteros lo habían descubierto y lo amaban… su foto vendía mucho. Ahora Giovanni se sentía más seguro y quería su independencia.

Marcos no se tomó nada bien el que quisiera tener su propio departamento y vivir en él. Entendía sus razones y podía ponerse en su lugar, pero Giovanni emprendía vuelo por sí solo y le molestaba que saliera de su amparo y protección. Él lo había ayudado, él lo había hecho… no quería que lo dejara ni ahora ni nunca. En el fondo de su ser, Marcos sabía que Giovanni nunca le había pertenecido totalmente… habían pasado ya casi cuatro años que estaban juntos y el sexo siempre había sido oral… muy bueno y satisfactorio… pero jamás lo había dejado entrar en él ni nunca había logrado disipar completamente la sombra de ese otro que a veces brillaba en el fondo de sus ojos… lo disimulaba, pero Marcos lo recordaba cuando Giovanni, en los ratos en que se creía solo, suspiraba mirando al vacío… o en las noches en que despertaba angustiado… solo una pesadilla, le decía, pero escuchaba su llanto callado porque no podía volverse a dormir de pura pena. Solo sucedía a veces, la mayor parte del tiempo eran felices y Marcos se sentía seguro. Eran una pareja estable.   Ambos eran inmensamente atractivos para el público. Él siempre estaba de moda y Giovanni comenzaba a subir su popularidad. Le gustaba mucho cómo se veían juntos aunque aún no estaba dispuesto a admitir su condición de pareja frente a todo el mundo; solo sus amigos íntimos lo sabían y los aceptaban.

El inicio de la segunda teleserie escrita por Giovanni fue el fin de todos los sueños y esperanzas que Marcos tenía con respecto a su relación con Giovanni. Nunca esperó que cuando le comentaron que vendría un nuevo actor del extranjero, se tratara del mismo tipo que había dejado una marca a fuego vivo en el corazón de Giovanni, ese que lo había enamorado para luego romperle el corazón. Las reacciones extrañas de Giovanni comenzaron el mismo día que le mostró una foto del actor nuevo, pero no fue hasta que los vio juntos durante la primera reunión que Marcos entendió con quien estaba lidiando. Francisco era atractivo y tenía una forma de ser amable y tranquila que no concordaba con la imagen que se había hecho del tipo que había dañado a Giovanni.

Su primera reacción al conocerlo fue de enojo, celos y molestia…  se sintió seriamente amenazado e hizo todo lo posible para dificultarle la vida a Francisco… pero acto seguido sacó la cuenta y al mirar hacia atrás se sintió seguro de que Giovanni no tiraría cuatro años de relación a la basura solo porque el tipo ese había vuelto. Aún así, se volvió más posesivo y controlador. Quería a Giovanni cerca suyo todo el tiempo y lo más lejos de Francisco.

Lo fue conociendo de a poco y molestándose cada día más… lento pero seguro, Francisco fue ocupando más y más espacios… en la teleserie, entre los actores, en los medios… De pronto, su vida y la de Giovanni comenzaron a cambiar. Tenía clara conciencia de que Giovanni lo buscaba ahora más que antes… se sentía asustado y vulnerable… sentía la mano de Giovanni en la suya más seguido y frente a más gente… su mirada en el  set lo llamaba y él acudía de inmediato… no le importaba que más gente se diera cuenta… entre ellos estaba Francisco que actuaba como perra celosa cada vez que los veía juntos. A Marcos le causaba risa la actitud de Francisco… no era posible que creyera que después de todo lo que le había hecho, Giovanni lo volviera a tomar en cuenta??… no era posible… lo de ellos era firme, estable, todo sabían que estaban juntos, no?. Pero se daba cuenta que Giovanni estaba diferente.

No tardó mucho en darse cuenta de cómo Giovanni se alejaba de él… hacia ya varias semanas que no se tocaban… Giovanni, aunque físicamente estaba a su lado, en realidad estaba muy lejos. Hasta que finalmente, durante una cena los sorprendió juntos en el baño… incredulidad, rabia y decepción… se gritaron unas cuantas cosas y marcos partió a su casa enfurecido… le dolía la traición de Giovanni, él le había dado todo, lo había ayudado a surgir… le debía todo lo que era y no era justo que le pagara así, era un maldito desagradecido. El precio de su enojo lo pagaron varios muebles y adornos de su casa.

Giovanni vino al día siguiente a conversar con él… a terminar su relación. Entre lágrimas y disculpas, le devolvió los regalos más costosos que le había hecho. No los quería de vuelta pero Giovanni se negó a volver a recibirlos. Marcos no lo trató bien, estaba molesto y dolido y quiso hacérselo sentir.

Luego de que se fuera, Marcos no se quedó en la casa llorando su rabia y desilusión; al contrario, a partir de ese día se volvió un fiestero increíble, participaba en todos los programas de televisión a los que lo invitaban, las fiestas y eventos, desplegaba encanto y alegría, su imagen aparecía a diario en revistas y periódicos… era el alma de la fiesta en todas partes. Cada noche tenía uno  diferente a su disposición… hombre, mujer… daba lo mismo… solo quería un agujero donde desahogar su frustración… ese que Giovanni nunca le había entregado. Por dentro lloraba de rabia y esperaba… estaba absolutamente seguro que Giovanni iba a volver de rodillas a pedir perdón.

Las semanas y los meses pasaron rápidos, entre las grabaciones, tanta gente nueva y celebraciones, Marcos no se dio cuenta como pasaba el tiempo y ya llegaba el momento de partir hacia un nuevo país; Le habían hecho una propuesta laboral imposible de rechazar. Siempre creyó que ellos dos partirían juntos y en un lugar nuevo lograrían rehacer su relación y ser felices…  pero ahora llegaba el momento de irse y Giovanni no estaba a su lado ni sabía nada de él. Se habían visto muchas veces en el set de grabación pero Marcos lo ignoraba y se comportaba como si ni él ni Francisco existiesen… solo eran sombras molestas. Todo el mundo se daba cuenta de la antipatía existente entre Francisco y él, aunque la popularidad de Francisco aumentaba rápidamente; a todos les gustaba con ese carácter dulce y tranquilo y él, cada vez que alguien halagaba a Francisco, ponía más y más gente en su lista negra.

Todo dentro de su casa estaba cubierto por telas blancas y fundas plásticas. Su casa no tenía vida desde que Giovanni había partido y ahora se iba él. Solo quedaba su habitación disponible ya que era el último día que pasaba en el país. Había celebrado mucho, lo habían despedido en todo tipo de cenas y fiestas deseándole lo mejor… sus amigos, sus colegas, su familia… Giovanni era del único que no se había despedido. Era quizás la persona más importante en su vida y se iba sin haber hablado con él.

Cerca de las 11 de la noche le llegó una especie de revelación… estaba solo en su dormitorio recordando, cuando de pronto pensó que Giovanni… tal vez… quizás… Giovanni era feliz y no lo necesitaba ni lo recordaba… no iba a volver nunca donde él… quizás era feliz…

Se sentó en la cama. Tomó su celular y marcó el número que tan bien conocía.

– Hola…- Giovanni respondió de inmediato, asustado, nervioso… sabía que lo había reconocido antes de contestar. Ambos sabían bien con quien estaban hablando. Habían pasado meses y solo ahora se comunicaban

– Hola Giovanni– le dio gusto escuchar su voz. Se lo imaginó sujetando el teléfono apretado entre sus manos y su cara de nervios.

– ¿Cómo estas Marcos?… supe que te vas mañana

– Si… me voy. Quería despedirme de ti- de pronto se sintió embargado por la emoción… escucharlo al otro lado de la línea había abierto un espacio de pena y dolor que no recordaba tener… el dolor que nunca había sufrido, que había tapado con orgullo… Le falló la voz. Giovanni se quedó en silencio al otro lado de la línea.

– Te deseo lo mejor…- dijo Giovanni despacio. También se había emocionado.

– Me habría gustado verte…-

– A mi también… Fuiste muy importante en mi vida… eres importante…-  se quedaron en silencio… Giovanni lo consideraba importante?… para él también lo era… recordó al niño herido que había traído a la ciudad y se enorgulleció de saber que lo dejaba hombre y seguro…

– Giovanni… ¿eres feliz?-

La respuesta no se demoró nada

– Si… muy feliz… lo siento… yo no quería que…-

– Está bien… está bien…-

Nuevamente el silencio  pero ninguno de los dos quería cortar la comunicación

– ¿Siempre fue él, verdad?

Curiosamente ya no había enojo en su voz, solo esa gran pena y dolor al darse cuenta de lo ciego y ególatra que había sido al no ver nunca la realidad tan evidente frente a sus ojos.

– Si, siempre– contesto con fuerza pero a la vez mucha culpabilidad

– ¿Me quisiste alguna vez?-

– Si… te quiero, pero no cómo a él-

– Nunca lo olvidaste…- no estaba preguntando sino afirmando

– No…

Volvió el silencio… diferente… se habían confesado y escuchado.

– Marcos… perdón, yo nunca quise herirte, es solo que no puedo controlar lo que siento y…

– No… no sigas, por favor- le dolía escucharlo aunque tal vez en su interior siempre supo que Giovanni era de Francisco en cuerpo y alma- yo… espero que sea feliz, Giovanni-

– Yo también deseo que tú lo seas… muy feliz, eres una buena persona… te deseo lo mejor-

– A veces no basta ser buena persona…-

– Marcos… yo nunca te engañé… tu siempre supiste que yo estaba enamorado de él… nunca te dije lo contrario-

-No… no me lo dijiste. Fui yo solo quien quiso creerlo…-

– Lo siento… lo siento mucho-

– Quise cambiarte, quise hacerte feliz… no lo conseguí-

– Eso no es cierto… fui feliz contigo, muy feliz, te debo mucho… es solo que… el amor es…-

– Ya no importa… solo… recuérdame con cariño… recuerda lo bueno que vivimos juntos…. yo te voy a recordar con mucho amor siempre-

– Si… claro que si

Otro silencio… no quedaba mucho más que hablar…

– Marcos… siempre puedes contar conmigo, como un amigo… siempre voy a estar para ti- 

– Adiós Giovanni-  dolía despedirse de él… dolía mucho

– Adiós Marcos 

Se demoraron unos segundos pero finalmente cortaron. No tenían más que decirse.

Marcos quedó inmóvil sumergido en sus pensamientos y emociones… había sido muy necio y estúpido… ahora entendía que siempre fue él quien quiso creerse superior y capaz de cambiar a Giovanni… él era mejor y adorado por todos… se convenció de que Giovanni también lo adoraría… solo que nunca sucedió. El corazón de Giovanni siempre estuvo ocupado por Francisco. Suspiró. Ojalá él también encontrara un amor así, alguien que lo quisiera de la misma forma incondicional que Giovanni quería a su pareja.

Esperaba que Giovanni lo recordara con cariño… le gustaría en un futuro volver a hablar con él y no ser los desconocidos que habían sido durante los últimos meses. A pesar de todo lo quería… a su extraña manera ególatra lo quería mucho.  Sonrió. Se le había ocurrido una manera de hacer que Giovanni lo recordara mucho tiempo. Tomo el teléfono e hizo varias llamadas. Luego se fue a acostar. Mañana empezaba una nueva vida.

 

CAPITULO 31

MARCOS 3  

Fue bien recibido en cuanto llegó al nuevo país y comenzó a grabar rápidamente. Estaba impresionado por la grandiosidad de los escenarios, la tecnología de punta, sus compañeros de filmación, algunos bastante conocidos, y lo estricto del director y su equipo. No tenía tiempo ni espacio para sus frivolidades ni caprichos. Había llegado a un lugar a trabajar en serio.

Las fans que no sabía que tenía, se agolpaban cada día fuera del set de grabación para obtener su autógrafo o una foto con él. Su contrato era muy bueno. Vivía en uno de los mejores hoteles en forma momentánea mientras le encontraban una casa que cumpliera con todos los requisitos que había solicitado.

Al quinto día de estar filmando lo conoció. Alguien le comentó su historia. Se llamaba Manuel y tenía solo 17 años; era hijo de actores muy conocidos y por eso había llegado a esta película. Era muy atractivo, pelo trigueño largo y ojos claros, soñadores, tenía buen porte y un físico llamativo. Como actor no era muy conocido; debutaba en su primera película aunque tenía experiencia como niño-actor.  El chico lo había observado durante toda esa primera semana en forma insistente. Marcos sentía las miradas pero no estaba dispuesto a arriesgar nada ni a dejarse seducir por las lánguidas miradas de un adolescente encaprichado… por muy bonito que fuera. A veces lo miraba también, estudiándolo, cuando sentía sus ojos sobre él… pero luego decidía que no tenía ganas de intentarlo.

Al octavo día el chico se acercó, lo saludó y le preguntó, nervioso, un par de cosas demasiado típicas… si le gustaba el país, como lo habían recibido, etc. Marcos respondió en forma cortes pero cortante. Tenía 32 años y estaba cansado de los adolescentes. Su relación con Giovanni y la locura de los últimos meses, lo habían desgastado y dejado con una terrible sensación de vacío y dolor. Por ahora, se conformaba con trabajar tranquilo y no enredarse con nadie hasta sentirse más seguro… y por supuesto, no iba a ser con un adolescente!!!.

Pero el chico no estaba dispuesto a ceder tan fácilmente. Era bastante más complejo de lo que parecía. Manuel, desde muy niño, se había movido en el mundo de la actuación y casi nada ni nadie lo impresionaban. Solo que, ahora mismo, estaba más que fascinado con el nuevo actor llegado de un país frío del fin del mundo… Era simplemente hermoso!!!No podía dejar de mirarlo cada vez que estaban juntos en el set. Tenía mucha personalidad pero por alguna razón se sentía intimidado frente a Marcos…. era el mejor espécimen de hombre que había visto en su vida y quería, a toda costa, conocerlo mejor… al menos comenzar con eso. Como hijo de padres famosos y adinerados, estaba acostumbrado a obtener todo lo que quería… y ahora se había fijado en Marcos. No le gustaba que no le hiciera caso.

Su asedio se volvió constante… siempre estaba cerca y disponible para lo que Marcos necesitara, no le importaba que los demás se dieran cuenta de su interés en el actor. Era joven y se sentía dispuesto a desafiar al mundo.

Marcos no podía calificarlo de molestia… a veces lo miraba y le gustaba lo que veía, el chico tenía un cuerpo bonito y elástico, sinuoso… tentador… y su cara de niño era dulce y muy bonita… sonreía precioso…  pero por todos lados gritaba “peligro”!!! Sus padres eran conocidos y él mismo, con tanta juventud e ímpetus a cuesta, era casi, casi, un arma mortal.  Algunas de las personas que trabajaban junto a él lo molestaban y le hacían bromas con el chico, pero a Marcos no le hacían gracia ninguna… No quería a un adolescente cerca suyo… ya había tenido a uno por varios años y había resultado muy mal… no necesitaba a otro.

A José lo conoció en el hotel mientras cenaba en el restaurant. El destino había decidido jugarle una mala pasada ese día y ponerle por delante la tentación. José tenía aproximadamente su edad, un poco más joven quizás… pelo y ojos oscuros, era buen mozo, vestía un terno elegante y estaba de negocios en la ciudad por unos cuantos días. Se estuvieron observando y midiendo durante todo el rato que duró la cena, ninguno sonreía, ambos preguntándose si estaban en lo correcto o se equivocaban. A Marcos le atrajo de inmediato pero no podía equivocarse ni ponerse en ningún tipo de riesgo. Marcos firmó la cuenta y se puso de pie… pasó por su lado sin mirarlo al salir del restaurant… escuchó los pasos tras suyo pero no se volvió a mirar… ya sabía quién caminaba detrás de él.

Entraron al ascensor y nuevamente el destino lo tentaba… estaban solos. Luego de unos incómodos segundos, José sonrió por primera vez y estiró su mano hacia él.

– Hola. Soy José…-

– Marcos…- respondió estrechando su mano… se quedaron así unos segundos más de lo necesario.

– ¿Una copa? – preguntó José sin perder la sonrisa

– ¿Por qué no?- contestó Marcos, recién retirando su mano.

Subió hasta el piso de José… la copa se transformó rápidamente en sexo… se acercaron demasiado, una mano se enredó en la cintura del otro… los labios se buscaron en forma impetuosa… las ropas cayeron de sus cuerpos… sin preguntas y sin promesas, solo con caricias y movimientos rápidos… cada uno buscaba su propia satisfacción.

– ¿De dónde eres?- preguntó José después

Le contó de donde era y que hacía acá… José le contó que era ingeniero y trabajaba para una empresa muy grande. Estaba de paso en la ciudad. Viajaba constantemente. Tenía esposa y familia. Quedaron de volver a verse la noche siguiente y todas las que él estuviera en la ciudad durante este viaje. Se atraían… pero ambos sabían que era solo un romance pasajero. Al menos Marcos había satisfecho la necesidad sexual que sentía y ya dejaría de mirar a Manuel con alguna intención. Se sentía aliviado y mejor preparado para evadir al chico.

Estuvieron juntos casi una semana hasta que José tuvo que irse. Cenaron juntos y se rieron, se volvieron amigos con derecho a algo más… se contaron sus penas y se escucharon.

– Llámame cuando vuelvas-

– No dudes que lo haré- José se despidió con un apretón de manos y Marcos volvió a su habitación sintiéndose un poco solitario nuevamente.

La filmación iba sin contratiempos y el director estaba contento con su actuación. A veces tenía mucho tiempo libre entre una escena y otra. Era entonces cuando Manuel se le acercaba.

– Sé lo que eres– le dijo una tarde muy seguro. Estaban solos, lejos de los demás. Marcos intentaba leer su guión

– ¿Y qué soy?- preguntó sin aparentar mucho interés

– Tuviste una pareja por 4 años en tu país… un chico-

Dejó el guión de lado para prestarle atención, molesto…  el chico vestía de manera simple pero no importaba lo que usara… era atractivo…

– Eso no es asunto tuyo-

– Bueno, pero no pretendas que no lo eres, entonces-

– No pretendo nada…  lo que soy sólo me interesa a mi-

– Y a mi- sonrió mostrando sus dientes blancos y muy parejos… Marcos lo miró dos veces… era bonita la criatura, su sonrisa iluminaba su cara, sus ojos adquirían chispitas brillantes… pero no… ya había tenido suficiente con los chicos… no.

– No, a ti no te interesa-

– Ya deja de pretender… sé que te intereso también- Se puso de pie… tenía que alejarse ahora. Estaban demasiado cerca… demasiada sinceridad.

– No. No me interesas. Lo siento-

– Es mentira – Manuel rió despacio- He visto como me miras también… ¿por qué mejor no me lo dices de una vez?-

Debió haber seguido caminando y no prestarle atención… eso es lo que debería haber hecho…

– ¿Decirte qué?-

– Que quieres conmigo…- se veía aún más lindo todo sonrojado y coqueto – yo quiero contigo –

Marcos tragó la saliva que se había acumulado mientras lo escuchaba… cerró los ojos… no… adolescentes no… este niño… hermoso… ¿cómo se sentiría su piel en sus manos… se veía tan suave y aterciopelada…. ¿cómo sería escucharlo gemir de placer y dolor?…No… no!!.

– Te equivocas conmigo- comenzó a alejarse… no debería haberlo escuchado

– No me equivoco!!!- gritó Manuel cuando vio que no iba a volver – sé que no me equivoco– dijo más bien para sí mismo – lo sé…- no se iba a dar por vencido… Marcos le gustaba mucho… era la primera vez que se sentía enamorado.

Las semanas siguientes fueron semanas de muchos cambios para Marcos; le entregaron la casa que la empresa había arrendado para él,  era muy bonita, eligió el auto que deseaba, se aprendió el camino y tenía que asistir a un par de recepciones que la empresa había preparado para promocionarlo.

No estaba preparado para ver a Manuel vistiendo smoking, pareciendo mayor y moviéndose con tanta soltura entre personas que a él aún lo ponían nervioso, aunque nadie lo hubiera supuesto a juzgar por lo canchero que se veía, saludaba con su mejor sonrisa y desplegaba todo su encanto. Miró a Manuel una vez. Su pelo trigueño, largo hasta los hombros, sobresalía entre tanta gente seria y elegante. Llevaba el smoking con soltura y estaba rodeado de un grupo de chicos, con una copa en la mano y sonriendo. Se quedó mirándolo más rato del que debería sin darse cuenta de la sonrisa de satisfacción en la cara del adolescente… cuando reaccionó ya era demasiado tarde.  Manuel  estaba plenamente satisfecho de lo que había logrado. Se sintió tonto… Manuel lo había idiotizado con su apariencia y actitud!!! Hizo el serio intento de no volver a buscarlo con la vista el resto de la noche pero fue imposible… lo sorprendió un par de veces más… y cada vez volvió a sonreír mostrando su satisfacción.

Conoció a los famosos padres de Manuel que se encontraban en la recepción.

– Nuestro hijo nos ha hablado mucho de ti– le dijo ella al saludarlo. Marcos quiso decir que no eran amigos y no pensaban serlo tampoco…  pero solo estrechó su delicada mano y sonrió. 

Conoció a muchas personas… intercambió algunas miradas seductoras y recibió propuestas mudas, de hombres y mujeres, que lo miraban con interés. Le gustaba el país, le gustaba el lugar.

– ¿Te gustaron mis famosos padres? – lo escuchó hablar detrás de él… se había pegado a su cuerpo… se giró despacio. Estaban rodeados de gente.

– ¿Qué haces?- se maldijo a si mismo… se había estremecido al contacto

– Tocarte…-

Se alejó un par de pasos… no quería que lo tocara ni quería estar tan cerca. Definitivamente Manuel se estaba volviendo un peligro muy atractivo.

Estuvo en la recepción solo el tiempo que era necesario y en cuanto pudo, avisó a su agente y volvió a su casa. Le gustaban las fiestas… quería conocer gente…  necesitaba la publicidad…  no quería ver a Manuel vistiendo smoking, luciéndose de esa manera y riéndose al darse cuenta de su debilidad.  A solas, en la seguridad de su casa, pudo recrearse recordándolo… y sonreír con la tranquilidad que no había podido tener durante la recepción…  entonces recordó al otro adolescente que había tenido en su vida y perdió la sonrisa.

– No… no vale la pena– se dijo a sí mismo en voz alta.

Aún era temprano y el día siguiente era domingo… se quitó la chaqueta, tomó una botella de agua mineral y se tiró sobre su nueva cama a mirar televisión… algo cansado.

El sonido del timbre a esa hora de la noche y por primera vez en su casa fue totalmente desconcertante. Aún no tenía personal de servicio… se acercó a la puerta despacio, encendió la pantalla que captaba a quien tocaba…  al otro lado de la puerta estaba Manuel… con la chaqueta colgada al hombro, la camisa blanca abierta en varios botones… se pasaba las manos por su pelo en señal de nerviosismo…

– Mierda!!!- murmuró complicado. Esto era un contratiempo inesperado… ¿cómo?… ¿por qué estaba en la puerta de su casa?

Abrió la puerta bruscamente, sin sonreír, no quería que el chico se sintiera bienvenido, de hecho, no tenía ninguna intención de dejarlo entrar.

– ¿Qué demonios haces aquí a esta hora?

El chico lo empujó bruscamente y entró con una fuerza inesperada… parecía molesto

– Ahora no puedes negarlo!!- gritó enojado… arrojó la chaqueta sobre el primer sillón que encontró – no te atrevas a negarlo!!!

 se acercó poniendo su dedo acusatorio por delante.  En solo esos segundos Marcos se dio cuenta que Manuel posiblemente había bebido una copa demás… ¿dónde diablos estaban sus famosos padres?? Y ¿por qué le tocaban a él los adolescentes complicados??.

– No sé de que hablas- intentó tranquilizarlo hablando sin alterarse

– Hablo de mí!!! – gritó exasperado – me miraste!! te quedaste mirándome como un bobo!!-  se había acercado demasiado a él… estaba exaltado, respiraba agitado… sus ojos brillaban…  Marcos supo que no tenía que seguir mirándolo.

– Me sorprendió verte, es todo

Desvió su vista… era actor y sabía actuar muy bien… pero no lo convenció. El chico volvió a ponerse delante de él mientras respiraba embravecido

– ¿Por qué sigues negándolo??.. ¿Qué fue lo que te hice??!!

Nada… Manuel no le había hecho nada… le atraía sobremanera… tanto, que le costaba controlarse, pero era un crío y de esos ya no quería más.

– Mira… bebiste demasiado y tienes que irte ahora… vete a tu casa… tus padres deben estar preocupados por ti

Manuel se largó a reír…

– No, nadie se preocupa por mi… y no voy a irme hasta que consiga lo que quiero

Esto estaba rayando en lo absurdo… no podía echarlo a la calle así nada más…  no sabía donde vivía ni cómo llegar a su casa… debería llamar un taxi…  el chico no tenía intenciones de irse pero  él no tenía intenciones de permitirle quedarse.  No preguntó qué es lo que quería… lo sabía

– Manuel… voy a llamar un taxi para que te lleve a tu casa 

Caminó hasta su dormitorio en busca del teléfono, cuando se giró, Manuel estaba detrás suyo… sus manos estaban ocupadas sujetando el teléfono… no lo vio venir, demasiado rápido… los brazos ajenos lo abrazaron por el cuello… sintió el calor de la boca del chico en la suya.

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