NOTA DE LA AUTORA: Esta parte de la historia la escribí dos años después de haber terminado la primera parte de “Giovanni”. Lo hice como una manera de celebrar la cantidad de personas que habían leído la historia y conmemorar dos años escribiendo homoerótica. Es una historia corta, solo 4 capítulos, que muestran lo que ha pasado con Gio y Francisco desde entonces.
CAPITULO 35
VUELVE A MI.
FRANCISCO.
Giovanni y yo llevamos un poco más de dos años viviendo juntos. Nuestra nueva casa está cerca de la casa de mis padres, por lo que compartimos mucho tiempo con ellos. La casa es grande, con un inmenso patio que le recuerda a Gio el patio de la casa de su mamá, y un estudio especial para que Giovanni trabaje cuando se siente inspirado; es su pequeño mundo privado. Mi mamá y Giovanni son buenos amigos y pueden estar conversando por horas, salen juntos y jamás se cansan el uno del otro. A Juan José le encanta pasar tiempo con él. Giovanni, en general, tiene muy poca paciencia, pero para mi hermano menor, un niño eterno, tiene toda la paciencia y sabiduría del mundo, lo acompaña y lo mima con una ternura especial. Curiosamente, mi papá también pasa mucho tiempo con nosotros. Giovanni aún le tiene mucho temor y respeto, pero de a poco se ha ido soltando con él… al menos ya no tartamudea en su presencia.
La mayor parte del tiempo nuestros horarios coinciden pero hay días en que no es así y ambos entramos y salimos por separado. Gio Llevaba tres días llegando tarde. Lo esperaba para cenar juntos… sé que tiene mucho trabajo ya que están comenzando una nueva grabación en la cual yo no participo. Estoy en el reparto de otra serie en el mismo canal. Los directores evitan ponernos a trabajar juntos, no les gusta la idea de tener a Giovanni escribiendo roles para mí. Funciona bien y a ninguno de los dos nos molesta. Como regla de oro, nos juntamos en casa todos los días para cenar juntos.
Hoy lo veo llegar cansado… Nunca me canso de mirarlo… aun tiene el poder de acelerar mi corazón con tan solo entrar en una habitación. Los años lo han vuelto aún más atractivo y seguro, Giovanni tiene ahora 25 años y es uno de los personajes más populares en las revistas y diarios del showbizz local, no pierde ese aire de eterno adolescente y es simplemente adorable, sigue vistiendo sus ropas estrafalarias y es el consentido de muchos reporteros; todos saben que él y yo somos pareja, nunca lo hemos negado ni ocultado, pero aún así resulta atractivo para el público… su forma de vestir, de hablar e incluso de moverse es especial. No me preocupa ni me causa celos que sea querido por muchas personas al mismo tiempo…
Al entrar, me regala una sonrisa y pasa corriendo al dormitorio… unos minutos después escucho el agua de la ducha correr. Algo no me gusta. Giovanni no me besó… no se detuvo a mirarme… pasó directo a la ducha. No me gusta… soy egoísta, quiero siempre su atención en mi… y él lo sabe.
Cenamos juntos y todo parece normal. Más tarde, busco sus besos… me responde rápido y distraído concentrado en el computador que tiene frente a él… tiene un guión que terminar… conozco tan bien su lenguaje cuando no me habla, no quiere ser molestado. .
Que Giovanni llegue tarde es algo inusual… y eso es algo sumamente inusual. Le pregunté qué pasaba y me contesto que estaba ayudando a algunos actores con los personajes. Me voy a la cama y me duermo, frustrado e inquieto… siempre quiero tocarlo y dormirme con su olor en mi nariz y su cuerpo junto al mío.
AL día siguiente me desocupo temprano y voy hasta el estudio donde están grabando la teleserie de Giovanni. Para no molestarlo me quede atrás, algunas personas me reconocieron y saludaron… todos suponen que vengo a verlo o a buscarlo, pero quise esperar a que se hiciera un alto en la filmación o a que terminen. Mientras, me quedo en la zona oscura hasta que de pronto lo veo aparecer… Su presencia ilumina el set… supongo que son mis ojos de enamorado lo que me hacen verlo así. Giovanni está con unos papeles en su mano, se acerca a un grupo de actores y conversa con ellos…Sonrió al ver la seguridad con la que habla y se mueve… me encanta mi Gio… no puede evitar ser la diva que es y llamar siempre la atención aunque no haga nada especial… luego, se aleja de ellos y se queda solo… buscando a alguien. Entonces un chico joven se acerca a Giovanni sonriendo, le enseña algo en un papel que lleva en una de sus manos, mientras con la otra, muy lentamente… lo abraza por la cintura… demasiado cerca, demasiado amigable. Me quedo totalmente choqueado… ¿mi Giovanni?? ¿por qué lo abraza?…Desde donde estaba no era fácil verme… quise moverme… ir a buscarlo, pero… quería ver más… necesitaba convencerme de que no era mi imaginación… estaba en verdad sorprendido. Reconocí a quien estaba tocando a Giovanni… lo miré demorándome en estudiarlo… sé quién es.
Camilo es un actor nuevo, 18 años, recién salido del colegio, que había comenzado a trabajar muy chico bailando en los programas para adolescentes del canal y derivó hasta las teleseries… principalmente porque era muy atractivo, pelo castaño claro, con un corte irregular, y algunas puntas totalmente rubias blanquecinas. Su piel parecía estar siempre en verano, tostada y saludable, los ojos café, muy claros, risueños, alegres y sus labios parecían haber sido hechos para besar, Su porte atlético y de buen tono, su sencilla manera de vestir y su forma de moverse y hablar podrían haber engañado a cualquiera… pero no a mí. Desde el primer día que lo vi en la televisión supe que el chico era gay. Eso fue hace ya un par de meses atrás, cuando todavía ni siquiera sabía su nombre ni me interesaba más que como la nueva curiosidad recién llegada al área dramática
Ahora los ojos de Camilo buscaban a Giovanni a cada rato y cualquier excusa era buena para volver a acercarse a él y tocarlo y reírse. Su cuerpo se inclina hacia el de Giovanni. Ese mocoso lo busca y lo toca…
No había sentido celos así desde Marcos. Ver a ese adolescente bronceado y sonriente tocar a Giovanni fue suficiente para hacerme sentir celos y ganas de golpearlo. No alcanzaba a ver la cara de Giovanni pero aún así, no vi que le impidiera tocarlo o que se alejara de su contacto.
Después de un rato y sin decirle nada a nadie, me di la vuelta y me fui. Me sentía extraño, celoso, enojado, dolido. Esto era completamente inesperado. No sabía cómo reaccionar ni que hacer.
Las horas siguientes, hasta que Giovanni apareció en la casa fueron de mucha pena y angustia. Pensé en ellos juntos y el dolor me llegó hasta el corazón. Imaginar que a Giovanni pudiera interesarle alguien mas era una carga demasiado fuerte para soportarla. Me esmeré en prepararle una cena con sus platos favoritos aunque a ratos recordaba esa mano que lo tocaba y quería tirar todo a la basura… por segundos quería mimarlo y hacerle saber que lo amo y siempre ha sido lo más importante en mi vida… y a los segundos siguientes quería esperar a que entrara y gritarle… preguntarle qué pasaba con ese adolescente…
– Te demoraste en llegar – trato de parecer normal
– Si… hay mucho trabajo al inicio de cada teleserie… ya sabes- Gio se quita la chaqueta y me besa como todas los días… lo retengo pegado a mí y lo beso más intensamente, hundo mi cara en su cuello pensando, asustado, si tal vez voy a sentir el olor de ese adolescente en su ropa o en su piel.
– ¿Qué te pasa? – Me pregunta entre sorprendido y sonriente
– Te eche de menos – respondo buscando en sus ojos…
Me besa nuevamente y desaparece en el dormitorio. Al rato vuelve limpio, con otra ropa y se sienta a comer. Parece el mismo de siempre pero en mis ojos y en mi corazón hay una duda inmensa. Miro sus gestos, su forma de moverse, intentando captar alguna señal extraña, pero no veo nada.
Esa noche le hago el amor en forma especial… me tomo todo el tiempo del mundo en acariciarlo hasta que se desespera. Recorro su cuerpo que conozco tan bien, con especial dedicación, quiero hacerle sentir que mi amor por él está más vivo que nunca. A sus 25 años, Giovanni aun tiene un precioso cuerpo de adolescente
-Francisco… – esta tendido desnudo en la cama mientras recorro su espalda con mi lengua, mis manos en su caderas lo ladean suavemente hasta que nuestros cuerpos quedan pegados, mi pecho en su espalda… despacio separo sus nalgas… conozco tan bien lo que le gusta y como le gusta. Mi lengua sigue bajando hasta encontrar su entrada. Su respiración se agita en anticipación y yo me deleito en provocarle placer. Luego, despacio, entro en su cuerpo completamente… Giovanni gime y arquea su cuerpo hacia atrás… sé que le gusta que se lo haga así y esta noche es toda para él. Entro en él una y otra vez con movimientos bruscos… suaves, profundos… más lentos cuando lo siento que está demasiado cerca… acerco mi mano a sus boca y él rápidamente chupa mis dedos hasta mojarlos completamente mientras intenta retener sus gemidos. Mi mano mojada con su saliva envuelve su pene erecto y caliente… adoro el pene de Giovanni… conozco cada trocito de esa piel… su sabor, la forma de la cabeza… las venas que lo atraviesan cuando esta erecto y los testículos suaves y delicados que yacen entre su mata de rulitososcuros
-Te amo, mi niño – Giovanni se da vuelta como puede y estirando uno de sus brazos acerca mi boca hasta la suya. Solo en la intimidad sigo usando ese nombre. Para mí, Giovanni siempre va a ser el niño inocente y dulce que conocí cuando tenía 17 años, mi niño.
Y así, con mi boca en la suya y mi mano en su delicioso miembro embisto su cuerpo un par de veces más y Giovanni eyacula… sus sonidos quedan guardados en mi propia garganta mientras los mío mueren en la suya.
– Francisco… – hay algo de sorpresa en su voz – eso fue… delicioso-
Salgo de su cuerpo con cuidado pero sigo abrazándolo sin alejarme. Me quedo pegado a todo el largo de su cuerpo. Quiero dormir con él pegado a mí… sentirlo respirar y latir a mi lado. Giovanni se acomoda entre mis brazos y se duerme satisfecho y tranquilo. Yo me quedo abrazándolo sin poder dormir… celos… no puedo imaginarme a alguien más tocando su cuerpo, besando su boca. La imagen del adolescente bailotea frente a mirobándome la tranquilidad. ¿Por qué querría Giovanni mezclarse con él? ¿no es feliz conmigo?… ¿qué más necesita?… la respuesta me llega tranquila y segura… “curiosidad” ¿cuántos amantes ha tenido? Dos, Giovanni solo ha tenido dos compañeros sexuales en su vida… Uno de ellos fue Marcos con el que nunca llegó a sentir mucho ni a ser una relación completa y el otro soy yo… solo yo. Casi parece normal que sienta curiosidad… Hago un repaso mental de los amantes que yo tuve antes de él y la cuenta es bastante más alta.
Me levanto de la cama. No puedo intentar dormir con estos pensamientos tan perturbadores. Estoy agitado y asustado a la vez… Me sirvo un vaso de licor y lo siento pasar áspero y caliente por mi garganta. ¿Por qué ahora?… ¿no le basta conmigo?, ¿no está satisfecho? Paso mis manos por mi cabeza, mi frente y mis ojos tratando de encontrar la respuesta… tal vez es solo un asunto de curiosidad y nada más… simplemente ganas de sexo, tirarse a alguien más sólo porque si… por saber, por conocer, por experimentar… Sé que es feliz conmigo, se bien cuando Giovanni está plenamente satisfecho como ahora… ¿Qué más que eso puede estar buscando en ese maldito adolescente?. No me puedo imaginar a Giovanni enamorándose de un mocoso como Camilo. Sin embargo y para mi propio dolor, si puedo imaginarlo sintiéndose atraído por su físico y su actitud… ese mocoso lo mira como si Giovanni fuera un Dios… está diciéndole con cada gesto que lo quiere y está dispuesto… maldito Camilo!! ¡Dios! ¿Qué hago ahora?… a mis 31 años me siento seguro de su amor y las experiencias que he vivido me indican que Giovanni no va a dejarme por un mocoso así… déjalo divertirse un rato … escucho una voz que me habla en mi cabeza… déjalo que se entretenga y luego va a volver a ti más tranquilo y queriéndote aún más. Muevo mi cabeza negándome siquiera a pensar en esa idea, mucho menos a aceptarla. Me tomo de una vez el resto del contenido del vaso. Mi cerebro es un hervidero de pensamientos… egoísta, no va a pasar nada si lo dejas que se divierta un rato… de pronto me siento mal, en verdad enfermo. Mis ojos se nublan y siento lágrimas de pena caer por mis mejillas.
– Francisco?… – Giovanni se acerca a mí, desnudo, aún medio dormido… precioso, preocupado. Abro mis brazos y lo retengo muy pegado a mi – ¿Qué pasa? –
– Gio… ¿Eres feliz conmigo?-
– Soy el más feliz de este mundo Francisco… te amo por sobre todo, eres mi mundo- me contesta sin imaginar lo importante de mi pregunta… cansado y con sueño – ahora me vas a decir ¿qué te pasa?-
– Nada… solo… No me hagas caso, a veces soy emocionalmente inestable –
– ¡Tu?! – Giovanni sonríe y me acaricia – ven a dormir. Sabes que te amo con locura – de su mano volvemos a la cama. Giovanni se acurruca entre mis brazos. Beso su pelo, su oreja, su cuello, aspiro su delicioso aroma… no podría vivir sin él, también es mi mundo.
Me aguanté los celos solo dos días más… quise borrar las imágenes y los pensamientos de mi mente, pero volvían una y otra vez. Nuevamente sin avisarle, voy a buscarlo al set a la hora de almuerzo. Me quedo pegado a la oscuridad de la pared, entre cables y cámaras… Otra vez están juntos. Esta vez la mayoría de los actores y personal se han retirado a almorzar y ellos dos están riendo a carcajadas y practicando algo que parecen pasos de baile. Camilo lo mira con adoración, puedo ver claramente sus intenciones… Giovanni también está riendo con ganas. Me duele el corazón. No puedo seguir mirando. Doy media vuelta y me devuelvo rápidamente por donde mismo vine.
CAPITULO 36
VUELVE A MI – 2 (cap 36)
Toda la tarde me aguante los celos. Ahora los sentía con más fuerzas. Intenté seguir con mi rutina habitual pero no podía sacarme a los dos de la cabeza… como se tocaban y sonreían. Me fui a casa temprano, estuve pensando y dándole vueltas en mi cabeza a todo lo que estaba pasando. Era primera vez que nos sucedía algo así… repasé mentalmente nuestra vida juntos, los últimos meses, las ultimas semanas y no encontré ningún indicio que me indicara que Giovanni no era feliz… era solo… ese adolescente cruzándose por su camino… sonriéndole y tentándolo… me imaginé como despertaba la curiosidad de Giovanni.
En la noche, Giovanni, otra vez, llega más tarde de lo habitual. Lo he pensado mucho… espero no equivocarme, y por sobre todo, espero no arrepentirme ni echar a perder lo que tenemos. Sé de personas que hacen… Giovanni y yo somos adultos… nos amamos, de eso estoy seguro.
Mientras cenamos lo miro a los ojos y le pregunto directamente
– Gio… ¿Qué tal ese chico, el actor nuevo, Camilo? – Giovanni no levanta la vista del plato pero su cuerpo duda y sus movimientos se detienen unos segundos, justo lo suficiente para saber que la pregunta lo ha afectado. Se encoge de hombros al responderme
– Es un actor joven, tiene un papel importante en la teleserie… está de moda… ¿por qué? – ahora me mira, intrigado
– ¿Son amigos? –
Se demora en contestar
– Si… algo-
Intenta parecer desinteresado pero lo conozco demasiado bien
– ¿Muy amigos?-
Giovanni deja el servicio a un lado y me mira fijamente. Se ha dado cuenta que la pregunta no era común y que hay algo más.
– ¿A dónde quieres llegar Francisco?-
– Solo quiero saber si son amigos –
– Si, somos amigos – Gio está dando la conversación por terminada pero yo solo estoy empezándola
– ¿Te gusta? –
Giovanni levanta la cabeza y me mira airado al instante, deja de comer completamente y me presta toda su atención
– ¿Qué estúpida pregunta es esa? –
– Quiero saber si ese adolescente te gusta –
– Francisco… no sé qué te está pasando por tu cabeza pero no tengo nada con..-
– Te he visto con él en el set – Giovanni se calla, hay incredulidad y sorpresa en su rostro – te fui a buscar hoy día, y hace unos días atrás… quería almorzar contigo… te vi con él –
– No estaba haciendo nada malo, yo sólo…-
– No importa Giovanni- estiro mis mano y tomo la suya apretándola fuerte entre las mías – no me importa- Giovanni está tratando de entender que es lo que me pasa y que es exactamente lo que estoy diciendo
– ¿Qué, no importa?-
– Dime algo una vez más… dime si me amas –
– Francisco…-
– Sólo dime que me amas igual que siempre – me he puesto de pie y lo abrazo fuerte. Giovanni está quieto… no reacciona… lo he tomado por sorpresa y no sabe bien qué hacer
– Te amo cada día más, ¿te sirve eso? –
– Si, me sirve – respiro su olor… quiero sentirme seguro pero estoy asustado, lo reconozco.
– ¿Qué es lo que no te importa?… ¿No te importo yo?– insiste
– Eres lo más importante en mi vida, mi niño-
– Francisco, juro que no te entiendo. Entre Camilo y yo no hay nada… él solo es… entretenido, divertido, me río con él, pero nada más –
– Lo sé… sé que te resulta entretenido y divertido – llevo a Giovanni aún abrazado hasta el sillón y lo siento sobre mis piernas – pero no me contestaste lo que te pregunte, no me dijiste si te gusta –
Esta vez sus ojos se clavan en los míos tratando de leer si estoy enojado, celoso o que… Tomo su adorable cara entre mis manos, beso su boca intensamente, con miedo.
– Solo dímelo… por favor– De pronto Giovanni cambia la expresión de su rostro… me duele hasta el alma ver culpa en su nueva expresión… se siente culpable de que le guste ese chico. Tomo una gran bocanada de aire antes de seguir. Gio mira sus manos que juegan nerviosas
– Yo… es… es simpático… – me mira con desesperación y culpa- lo siento Francisco… perdóname, no voy a volver a juntarme con él, ¿de acuerdo? … perdóname… es que..- lo estrujo y lo acuno entre mis brazo. Muevo mis piernas meciéndolo. Giovanni está a punto de llorar… no quiero que sufra. Yo estoy a punto de morir de pena y dolor… pasan unos segundos hasta que puedo volver a hablar
– No Gio… no quiero eso – no sé de donde saco fuerzas para seguir hablando lo que le digo a continuación – no dejes de verlo… si tú quieres… sólo… prométeme que vas a volver a mi después–
Giovanni frunce el ceño… está analizando mis palabras y lentamente está entendiendo lo que le estoy diciendo
– ¿Volver… después? – me mira con los ojos muy abierto y una mueca extraña en su semblante. – ¿Después de que? – No le contesto directamente.
– Solo quiero que vuelvas a mí, que recuerdes que yo soy el más importante en tu vida. Te voy a estar esperando… como siempre – Giovanni me mira intensamente unos largos minutos… su rostro es de sorpresa y de otros mil mensajes que no se leer ni entender… nunca me había mirado así antes. Luego de un rato, se pone de pie lentamente y se aleja sin volver a mirarme.
Me quedo sentado en el mismo lugar por mucho rato… no tengo fuerzas para moverme… tengo una especie de puñal enterrado en mi corazón… acabo de decirle que puede enredarse con ese mocoso si quiere… Dios!!! Si, eso es exactamente lo que hice…
Giovanni se encerró en su estudio. No le gusta que lo moleste cuando está trabajando. Sé bien que no está trabajando ahora pero entiendo el mensaje de la puerta cerrada.
Me voy a acostar tratando de no pensar en lo que le dije. La última vez que miro el reloj son cerca de las 3 de la mañana y Giovanni aún no viene a acostarse. Finalmente me duermo intranquilo.
En la mañana, despierto tarde. Giovanni salió muy temprano de la casa y no alcancé a verlo.
Este pasa a ser uno de los peores días de mi vida… me cuesta mucho concentrarme en lo que tengo que hacer… sigo viendo en mi mente escenas en las que Giovanni esta con… con Camilo. Tengo ganas de correr a buscarlo y decirle que lo amo demasiado… que puedo ser o hacer lo que quiera… que no es cierto… que no quiero que esté con él, que no soporto pensar que alguien más va a tocarlo… pero al minuto siguiente pienso que no puedo ser tan egoísta… ¡mierda!, es solo sexo, nada más… sus sentimientos son míos… me ama… me parece natural que Giovanni quiera experimentar un poco más… ese chico se le puso por delante hasta que logró atraerlo… yo sé que me ama… entonces imagino a Giovanni… a mi niño, tocando y siendo tocado… besado… veo en mi mente su rostro cuando hacemos el amor pero no soy yo quien está con él… no puedo, en serio no puedo.
Me equivoco muchas veces… todo me sale mal. Finalmente entiendo que no puedo trabajar más hoy día y un poco después del mediodía abandono el estudio con una excusa cualquiera. Todos se han dado cuenta de que estoy raro así es que me dejan marchar sin problemas. Me quedo sentado en el auto mucho rato sin decidirme a marcharme… rabia, dolor… pena… celos… celos que me comen vivo. En vez de irme a casa como debiera, bajo del auto y me encamino al estudio de grabación donde esta Giovanni, tengo que verlo… tengo que saber que está bien… no sé qué es lo que quiero… pero necesito verlo. Aún están grabando pero hay pocas personas. Una vez más me quedo en las sombras y mi mirada pasea por todo el lugar buscándolo. Giovanni no está en ninguna parte. Vuelvo a mirar detenidamente. Esta vez no lo estoy buscando a él. Camilo tampoco está. El dolor es tan grande que no puedo moverme por un rato. No sé cómo llego al auto y me derrumbo… enciendo el motor, no quiero que nadie me vea llorando… avanzo por las calles camino a nuestra casa… si, diablos!!!, nuestra!!, mía y suya… somos como uno solo… esa casa la llenamos de amor, juntos, los dos… pero él no está allí ahora… Cierro la puerta de un fuerte golpe y me dejo caer sobre el primer sillón que encuentro… duele… ya sé que yo mismo le dije que podía… pero eso no evita que me duela… quisiera no haber sabido nunca… “ojos que no ven, corazón que no siente”… el mío siente.
Me quedo tirado mucho rato recordando todo lo que hemos vivido juntos e intentando entender si fallé en algo y por qué de pronto Giovanni necesita de este adolescente… no hay razón, no hay explicación… nuestra relación siempre ha sido buena y sigue siéndolo… Yo soy feliz con él, llena mi vida completamente… Creo que Giovanni es feliz conmigo… es solo parte de la naturaleza humana sentirse atraído por otra persona… finalmente es hombre… solo quiere tomar lo que le están ofreciendo en bandeja… ese mocoso detestable es bonito… y esta meneándose y arrastrándose a los pies de Giovanni y a él le estaba costando resistirse… es solo eso, nada más… me lo repito muchas veces tratando de convencerme.
Cierro los ojos, me duele la cabeza pero no tengo fuerzas ni para levantarme a buscar un paracetamol. Con los ojos cerrados comienzo a torturarme imaginándolos juntos… Giovanni es ahora el hombre maduro y experimentado que esta enseñado a un adolescente que se ha deslumbrado con él… abro los ojos de golpe… ¿Qué papel está jugando Giovanni en esta… esta… situación con Camilo??… me siento, buscando aire… sintiéndome atontado y sorprendido… mierda!! por supuesto!!! Eso es!!!… siento como una campanazo inmenso retumba justo en mi cabeza… soy un imbécil!! me paro… y comienzo a caminar… Giovanni está haciendo el rol de activo!!!… algo que yo nunca lo he dejado hacer… no es que no quiera, es solo que… nunca lo hablamos, dimos por hecho que así éramos… imbécil!!… Imbécil de mi!!… Eso es lo que quiere???!!!… ¿Cómo?.. ¿Por qué nunca antes se me ocurrió pensarlo??!!… ¿Por qué no me lo dijo… no me lo pidió?… yo estoy dispuesto, por él puedo hacerlo. Quiero salir corriendo a buscarlo y decirle que podemos intentarlo y que sé que igual va a ser maravilloso pero… no sé dónde está… se con quien está pero no sé dónde diablos se pueden haber metido juntos…
Enojado por lo idiota que he sido salgo de la casa de prisa y camino hasta la casa de mi mamá. Necesito compañía y distracción. Me voy a volver loco si sigo imaginándome qué puede estar haciendo Giovanni.
Mi mamá había salido pero almorcé algo rápido en su casa y decidí llevar a Juanjo al cine… al menos así acortaré la tarde y no estaré pensando e imaginando. Me obligo a no pensarlo ni imaginarlo… es más fuerte y no me concentro en nada…
Cerca de las 8 de la noche ya no me aguanto más. Giovanni no ha llegado ni me ha llamado. Pulso el botón en mi celular. La llamada suena muchas veces hasta que me pasa a la casilla de mensajes. Lo miro indignado… no me va a contestar???… tan entretenido está que ni siquiera puede contestarme??!!… me siento hervir de rabia e impotencia… en que estaba pensando cuando creí que sería fácil y que podría con esto?… me siento sobrepasado… me ahogo con mis propios sentimientos. De pronto suena mi teléfono… es él!!
-Hola…- respiro tranquilo. No quiero que note mi preocupación ni mi enojo. Solo quiero que vuelva. No puedo ahora estar enojado si él solo está llevando a cabo la idea que yo mismo le di… pero lo quiero de vuelta en la casa… ahora, quiero verlo y hablar con él.
– Hola ¿Me llamaste?- su voz parece normal. De fondo escucho una música suave. Me cuesta controlarme. Quiero saber dónde está, quiero que vuelva de inmediato conmigo.
– Si … quiero saber a qué hora llegas?- debería haber pensado algo más inteligente pero la rabia no me deja
– No sé Francisco… estoy ocupado ahora-
– Gio… ¿Dónde estás?-
– Ocupado. Te llamo más tarde, adiós- y sin decir nada más me corta la comunicación…
Miro el teléfono tan sorprendido… Giovanni no es así, no es cortante ni me habla de esa manera… pero… está con él… está ocupado con él… está haciendo lo que le dije que podía hacer… no tengo de que quejarme ahora, verdad?… yo mismo le dije…
Sin duda alguna las horas que siguieron fueron de las peores que he vivido. Estaba atento a cada ruido esperando que fuera él. No me acosté… me olvidé de comer. Cerca de la una de la mañana lo escucho llegar por fin. Me había olvidado de prender las luces. Giovanni las enciende al entrar y me mira sorprendido de encontrarme aún en pie… mi aspecto debe ser de locos… en cambio él se ve fresco y alegre…
– Hola… ¿Qué haces despierto?-
¿Qué hago despierto?… morirme… me estoy muriendo en pedacitos por falta de ti, mi niño… me estoy consumiendo por pensar que estas con ese mocoso…
– Te esperaba – me paro y me acerco a él. Antes de que me diga algo o se mueva, lo aprieto entre mis brazos… Dios!! Lo he pasado tan mal… lo necesito tanto…
Giovanni me devuelve el abrazo pero no me da su cara ni su boca. Duele… ¿tendrá aún guardado el sabor de los besos de Camilo?…
– ¿Cómo te fue? – mi voz titubea y es muy despacio… no sé si quiero preguntarle, no quiero escuchar su respuesta… no quiero que sonría y me diga que le fue bien con los ojos brillando de emoción…
– ¿En qué? –
Me desconcierta… ¿en verdad quiere que le pregunte directamente?
– ¿Dónde estabas? – pregunto sin seguir su juego
– Mmmhh… por ahí… pero ya estoy en casa- me contesta encogiéndose de hombros, sin darle importancia alguna. De acuerdo, no me va a contar nada y yo tampoco voy a insistir… no quiero saber nada del tema
– Tengo hambre… no tuve tiempo ni para comer – se suelta de mis brazos y lo escucho preparase algo en la cocina… solo entonces recuerdo que yo tampoco he comido nada. ¿Ni siquiera se detuvieron a comer?…
Entro a la cocina y lo veo poniendo su cena a calentar en el microondas… ¿cómo puede seguir tan normal?… ¿Cómo si no hubiera pasado nada?… no se da cuenta de lo que estoy sintiendo?… Me armo del poco valor que me queda y me preparo algo de comer también
-¿Tampoco has comido? – me pregunta sorprendido
Cenamos en silencio en la misma cocina… tan cerca pero lo siento tan lejos… sigo buscando algo diferente en su actitud pero no veo nada. Está tan lindo y tranquilo como siempre…
– ¿Y tú?… ¿Cómo estuvo tu día? –
– Bien… normal– respondo pero es una mentira… fue uno de los peores días de mi vida… ¿debería decírselo?… ¿debería decirle que no quiero que vuelva jamás a ver a Camilo ni a nadie?… ¿que tengo mucha pena?… ¿Qué me arrepiento profundamente de haberle dicho que podía hacerlo??… Giovanni termina muy rápido y pasa por mi lado. Se detiene un segundo a acariciar mi brazo
– Me voy a duchar – y desaparece…
Me quedo solo… me siento solo…
Ducharse a esta hora??… quitarte el olor y los rastros de ese mocoso en tu cuerpo??… Tengo que dejar de pensar… me duele demasiado… ya sé que yo mismo le dije… pero… El miedo de perder a Giovanni es más grande que cualquier otra cosa que siento… lo amo tanto… mi vida no sería nada sin él… no hay nada diferente en su actitud… pero lo siento tan lejos de mi.
Tiro los restos de comida que ya no puedo seguir ingiriendo y me voy al dormitorio en su busca… lo necesito.