Capítulo 22

 

CAPITULO 22

 

Joao Rivedeira había llegado a su estudio muy temprano. Estaba ansioso desde que descubriera la “coincidencia” del parecido entre el hijo de la amiga de Leila y la joven modelo.  Aquel día que se encontraron en la calle, Joao quedó intrigado por el jovencito que lo había saludado tan efusivamente como si fueran conocidos. Estaba seguro de no haberlo visto antes. Su profesión eran los rostros y la fisonomía de las personas; se jactaba de su capacidad para reconocer rasgos y no olvidarlos. Algo en la cara y movimientos de aquel chico le había parecido familiar y agradable, pero no podía identificar qué o donde. La duda lo fue carcomiendo hasta que llegó a su estudio. Algo lo impulsó a sacar del mueble el “dosier” que estaba preparando con fotos de Carline. La chica era interesante; no era una belleza arrebatadora pasajera. Su rostro tenía el gran poder de atraer más y más a medida que uno la miraba y se iba encandilando con ella. Carline tenía misterio y sensualidad a la vez que ingenuidad y dulzura. Dos segundos mirando las fotos de Carline fueron suficientes para que Joao se diera cuenta. Abrió la boca muy grande junto con unos enormes ojos y cayó sentado en la silla. No!!! No era posible!!!  Primero contuvo el aliento debido al asombro; después se largó a reír a viva voz. Alzó una de las fotos, estudió los huesos del rostro y la forma de la cara. Los relacionó comparándolos con la imagen del vecino de Leila en su mente, pensó en el tamaño y forma del cuerpo y no le cupo absolutamente ninguna duda de que se encontraba frente a la misma persona

-. Genial!! Esto es simplemente genial!!!

No se explicaba como la chica… o el chico, había logrado engañarlo. A él!! Que se consideraba un experto en rostros. Seguramente había sido la mano de Leila y su expertise en maquillaje y transformación. Joao movía la cabeza sonriendo y asintiendo, asombrado de la audacia del chico para atreverse y sobre todo, de su capacidad para cambiar tan radicalmente. Cuando superó la sorpresa inicial, Joao extendió las fotos sobre la mesa y las fue chequeando una a una, desde una nueva perspectiva.  ¿Podría ser este chico la oportunidad que había estado esperando desde hacía años? Dios!!!  Volvió a estudiar las fotos casi obsesivamente.  Necesitaba estar muy seguro antes de arriesgarse y apostar por él. Había mucho en riesgo y sin espacio para equivocaciones. Pasó la mayor parte del día cumpliendo con su trabajo, pero cada cierto rato y con urgencia,  regresaba a la carpeta de las fotos de Carline y volvía a mirarlas y analizarlas; el bichito del entusiasmo ya había penetrado bajo su piel y se expandía sin control.

No le fue difícil averiguar dónde vivía Leila y que alguien le contara la historia de su mejor amiga y vecina enferma, que tenía un hijo del cual ella se encargaba y cuya descripción calzaba exacta con la del chico que había visto. La gente siempre estaba dispuesta a contar la vida de los demás. El resto fue fácil de suponer, pero Joao necesitaba saber más y comprobarlo en persona. Se estacionó cerca de la casa de Leila, dispuesto a esperar el tiempo que fuera necesario para confirmar su descubrimiento. No sentía que estuviera perdiendo el tiempo porque esto podía ser un acontecimiento importante en su vida. ¿En cuál de las casas vecinas vivía el chico? ¿Podría convencerlo de lanzarse con él en la aventura que quería proponerle?.   Dos días estuvo yendo y viniendo con la esperanza de verlo  pasar, pero solo logró ver a Leila que entraba y salía con mucha confianza de una casa vecina. Ahí tenía que                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                      vivir el chico.  ¿Por qué nunca salía? ¿Acaso no iba a clases? ¿O estaba enfermo?  Al anochecer del segundo día se le agotó la paciencia y llamó a Leila. Pensó bien en lo que debía proponerle. Una negativa era lo único que no podía aceptar.

 

Cuando el timbre anunció la llegada a su estudio de quienes esperaba, Joao abrió la puerta inmediatamente, con la mejor de sus sonrisas. No supo si reír de alegría o sorprenderse al máximo: Carline ocupaba todo su espacio visual; era imposible ver nada más que la hermosa chica frente a él, vestida con un luminoso traje claro y accesorios de colores que realzaban su figura. Su pelo y maquillaje eran perfectos… Joao se quedó pegado examinándola como quien estudia una joya.

-. Buen día, señor Joao – saludó Leila

-. Magnifico día! – respondió Joao haciéndose a un lado para permitirles entrar. No podía quitar los ojos de Carline – Es un verdadero gusto volver a verla, señorita Carline

Carlitos y Leila habían decidido que era mejor que fuera vestido de Carline. El señor Joao había dado a entender que quizás sabía algo pero no estaban seguros. Así es que, con un poco de renuencia pero sobrepasados por la esperanza, ambos habían vuelto a dar vida a Carline muy temprano, sin saber a ciencia cierta, que iba a suceder esa mañana.

-. Gracias – respondió Carline, intimidada

Joao las esperaba con café sobre una mesa. Las invitó a sentarse y comenzó a hablar

-. Carline, estoy impresionado – dijo Joao

Carlitos no sabía si agradecer el cumplido… ¿era un cumplido o qué? Decidió que no quería pasar el resto de sus días en el pueblo preguntándose si el señor Joao sabía o no su secreto.

-. ¿Impresionado por qué? – preguntó con un poco más de agresividad de la necesaria.

La sonrisa del señor Joao no disminuyó. El hombre, con un gesto de admiración y el movimientos de sus manos, la indicó de arriba abajo repetidas veces

-. Por esto… el cambio es increíble

“el cambio”… Carlitos esperó temblando

-. ¿Qué cambio? – preguntó Leila

Joao se volvió hacia ella

-. Carlos parece una verdadera chica. Hasta a mí me engañó la primera vez – señaló Joao apuntando a lo obvio y dejando a Leila y Carlitos mirándose fijamente en completo silencio y casi sin respirar. Joao, luego de un segundo, percibió el ambiente de nerviosismo que siguió a sus palabras. Carline parecía a punto de salir corriendo

-. Oh! No, no, no. Es magnífico! Es muy bueno, muy bueno,ciertamente

-. ¿Cómo lo supo? – preguntó Carlitos olvidando la voz de Carline y admitiendo la verdad al hacerlo

-. A forma en que me saludaste ese día en la calle, algo me atrajo la atención hacia ti. Vi un aire familiar que no podía identificar. Hasta que finalmente lo descubrí mirando las fotos de Carline

La expresión de Carlitos revelaba lo apenado que se sentía. Si tan solo no hubiera cometido el error de saludarlo.

-. ¿Y que desea usted ahora? – preguntó Leila un tanto a la defensiva y yéndose a la parte práctica de la entrevista

-. Me gustaría saber un poco más de la joven Carline – dijo Joao animado

-. ¿Para qué si ya sabe que ella no existe sino que soy yo? – preguntó Carlitos

-. Ah.. jovencito. Carline puede ser tan real como tú quieras hacerla – respondió Joao todo enigmático

-. ¿Qué quiere decir? – preguntó Leila

-. Hay un mundo floreciendo allí afuera, un universo que se siente atraído por imágenes de personas diferentes y únicas, personas como tú. Puedes ser un chico o una chica… y eso es genial!

Joao hablaba con tanto entusiasmo que Carlitos y Leila quedaron momentáneamente confundidos

-. ¿Puedo suponer que no tienes contrato con ninguna agencia? 

-. ¿Yo?.. no.. no conozco a nadie

-. Bien, bien ¿Y estas dispuesto a entregarte a esta profesión?

-. ¿Qué… pro…fesión?

Carlitos aun no terminaba de entender. Quizás, como Carline, hubiera podido suponer más cosas pero había desconectado el modo Carline y se encontraba él mismo enfrentado a Joao y a un lenguaje y modos que desconocía.

-. Escucha. Tengo conexiones importantes en la ciudad, agencias de modelos, marketing y empresarios que podrían estar interesados en un modelo como tú.

Joao dejó que sus palabras hicieran efecto antes de continuar

-. Me gustaría saber qué planes tiene Carline para el futuro – preguntó interesado

-. Carline no tiene planes – respondió Carlitos ya que Leila estaba demasiado sorprendida para hablar

-. Entonces, tú y ella ¿están dispuestos a intentarlo?

-. Somos una misma persona – aclaró Carlitos como si fuera necesario hacerlo

-. Lo sé – sonrió Joao ampliamente- y eso, justamente, es lo que te hace tan especial. Estoy seguro que tu versatilidad será muy atractiva para los clientes y público

El cruce de miradas entre Carlitos y Leila dejaba ver lo sorprendidos que estaban

-. ¿De verdad?

Joao estaba hablando seriamente… pero Carlitos tenía problemas para convencerse

-. Muy en serio, jovencito!. El look andrógino está en alza. Los diseñadores de ropa y accesorios buscan sorprender con aspectos difíciles de definir… una presencia como la tuya les resultará muy atractiva.

-. Pero no soy alto ni bonito ni musculoso como los modelos.

Joao sonrió condescendiente y se acercó a Carlitos

-. Precisamente eso es lo que te hace diferente. Tienes la mezcla justa de sensualidad e ingenuidad que los hará pelearse por ti. Ya verás cómo te consigo una buena oportunidad. Imagina las luces y los flashes sobre ti… ropa, accesorios, perfumes, solo las mejores marcas- Joao lo miró directamente a los ojos y le habló con convencimiento, como si le estuviera haciendo una promesa de un futuro muy bueno – Tú serás su modelo y lucirás sus productos, convencerás a chicos y chicas… será genial!

Carlitos se quedó inmóvil ante la vehemencia con que el hombre le hablaba… escuchaba y quería creer… respiraba acelerado comenzando a sentir el entusiasmo de Joao crecer en él. ¿Sería verdad lo que le ofrecía? ¿Podría ser un modelo, él y Carline? ¿Alguien se interesaría en ellos?

-. ¿Y que obtiene Carlitos? – interrumpió Leila

-. Ah, señora Leila! Tal vez al principio sea lento y con mucho esfuerzo pero cuando su rostro sea conocido va a firmar contratos por mucho dinero.

Carlitos había leído sobre la vida de las modelos cuando estuvo investigando como ser Carline. Algunas de ellas eran millonarias… pero eran diosas de otros mundos. Nada que ver con alguien corriente como él…

-. Y usted, ¿Qué papel juega en esto? – Volvió a preguntar leila que también tenía dificultades para convencerse de lo que Joao ofrecía

-. Todo es conversable señora Leila – respondió enigmático –  Por lo pronto, yo seré su fotógrafo exclusivo. Carline y Carlitos trabajarán solo conmigo. Hablaré con mis conexiones para ver cuando pueden recibirnos… digo… si estas interesado, no?

La pregunta lo hizo sentirse descolocado. Joao, a quien apenas conocía, le hablaba de una vida glamorosa de modelaje… a él??… no había equivocaciones esta vez. Le hablaba a él, no a Carline. Carlitos miró a Leila pidiendo ayuda. Una voz interior le gritaba con fuerzas que aceptara, cualquier cosa lejos de este pueblo era una oportunidad que debía tomar… pero el miedo y la inseguridad estaban tan arraigados en él que no se atrevía a responder.

-. Carlitos es menor de edad – dijo Leila – y además su madre está enferma

Rayos! ¿Qué hacía Leila? ¿Le estaba diciendo que no podía? ¿Ponía trabas en su camino? ¿No estaba de acuerdo?

-. ¿Qué edad tienes? – preguntó Joao muy sorprendido. Había imaginado que Carlitos lucía muy jovencito pero era adulto.

-.Diecisiete

-. En ese caso necesitaremos de la autorización de tus padres para firmar un contrato

Carlitos iba a responder que su padre no contaba para nada pero la frase “firmar un contrato” lo hizo perder la voz… ¿un contrato para él??!!

-. ¿Qué tiene su madre? –preguntó Joao a Leila.

Ella explicó en un breve resumen la situación de la mamá de Carlitos y la responsabilidad que el menor tenía con ella ahora. Carlitos observó como el rostro del señor Joao fue adquiriendo matices de preocupación. Sin embargo, la última frase de Leila disipó sus dudas

-. Su madre es mi mejor amiga y yo puedo hacerme cargo de ella. No vamos a truncar la oportunidad de Carlitos de triunfar.

-. Así se habla, señora Leila. Si llegamos a firmar contrato, Carlitos recibirá suficiente dinero para poder mantener a su madre en excelentes condiciones.

¿Contrato?… ¿dinero?… Excelentes condiciones… Carlitos escuchaba con el corazón latiéndole fuertemente y el brillo de la esperanza comenzaba a iluminar sus ojos. Salir del pueblo, ver el mundo, aprender, surgir… pagar sus estudios… todo se volvía real y él estaba tan impactado y asustado de ilusionarse y que una vez más nada resultara. No podía evitar tener mucho miedo.

-. Entonces, ¿Cuando podemos tener una sesión de fotos? Debo preparar una buena carpeta para presentar a mis clientes – preguntó Joao dando por hecho que todo lo que había propuesto había sido aceptado

-. Cuando usted quiera!!- respondió Leila ya que Carlitos seguía sin encontrar su voz.

 

 

6 comentarios sobre “Capítulo 22

    1. Hola CLGG! La idea es poder actualizar seguido y esa es la razón de los capítulos cortos. No sé si has leído alguna de mis otras historias, Mati y Max o Miguel, por ejemplo, tienen caps de hasta 8000 palabras y me toma semanas escribir uno. Carlitos me ha resultado fácil de escribir por lo mismo y me gusta mucho. Te agradezco mucho el interés. Trataré de seguir actualizando muy seguido.
      Gracias!! <3 Saludos! Nani.

  1. Intriga, ¿saldrá bien esta oportunidades? Lo deseo, me he enamorado de Carlitos. Si yo fuera Joao me lo hubiera comido allí mismo, tan dulce, tan delicado, tan débil… por favor, una oportunidad para el chico…

    1. Hola Santi!!! Hasta ahora todo se ve bien. Esperemos que esta nueva oportunidad sea buena para Carlitos. Él es, en realidad, un chico exquisito, muy tímido e inseguro que no ha tenido la ocasión para demostrar su verdadera personalidad. Por dentro, Carlitos es encantador y una maravillosa persona (lo sé porque me ha tocado «verlo» cuando está tranquilo y sintiéndose seguro, aunque son contadas ocasiones) Joao le está abriendo una puerta hacia un futuro promisorio. Ojalá todo resulte bien.
      Saludos cariñoso!! Nani.

  2. Muchas gracias, Nani, por esta estupenda historia. A mi no me parecen cortos los capítulos, ¡me parecen cortisimos! pero eso me pasa tambien con los de Mati y Max, y es que tus maravillosas historias me enganchan tanto que nunca tengo suficiente. Te agradezco infinitamente el tiempo que te tomas para que estos relatos esten perfectamente redactados y no tengan ninguna incongruencia. Ahora solo queda esperar que las cosas empiecen a marchar bien para Carlitos, que es un pan bendito. Adoro a este personaje y sufro mucho con todo lo malo que le pasa. Un cariñoso abrazo.

    1. Hola María! Que gusto leerte y saber que te agradan mis historias (corazón contento) Soy yo quien agradece tener lectores tan cariñosos. Esta historia, a diferencia de M&M y Miguel, tiene caps cortos que me resultan rápidos de escribir y me está gustando mucho este sistema. Carlitos… al menos todo se ve bien y ya estaría bueno que su vida cambiara un poco, no crees? siempre le pasan tantas cosas malas al pobre. Ojalá tengas razón en lo que piensas y las cosas mejores.
      Muchas gracias. saludos cariñosos. Nani.

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