CAPÍTULO 1.1- El Origen.


LA RAZA DE CAÍN

CAPÍTULO 1.1- El Origen.

Me asusta recorrer este mundo solo.

Todo tiene un principio y este en especial, es un principio bastante antiguo. Hay muchas teorías respecto al verdadero origen de tu raza, pero hoy, te contaré algo que desconoces, y que quizá te has preguntado desde hace mucho. Sin embargo, antes debes saber que todas estas cosas se te ocultaron con la única intensión de protegerte. Perder a tus padres en una época como esta fue muy difícil, no podíamos permitirnos cometer el mismo error contigo. Y ahora que finalmente has llegado a mi lado, puedo rebelarte algo que me fue dicho desde mi nacimiento, un nombre que he guardado y protegido por décadas, el mismo por el que hubiese esperado toda mi vida hasta encontrarte. No fue casualidad que escogieras la cúpula de color blanco, yo he aguardado por ti y te he llamado con mis cantos y rezos.

      Tu nombre es Barsha y yo soy tu guardián. Soy a demás; el portador de un mensaje: tú destino, como el de otros iguales a ti, fue escrito en el tiempo, cuando este apenas comenzaba. Ustedes son una raza especial, descendientes de Caín.

       La historia no es la misma que quizá has escuchado, pero, guarda similitudes importantes. El verdadero nombre de aquel del que desciendes es Qáyin y él tenía un hermano menor, su nombre era Hével. Ambos, hijos de la misma madre, pero con padres diferentes. Qáyin no era hijo del primer hombre al que algunos llaman Adán. Su madre lo engendró con la serpiente Lucifer. Qáyin no fue un niño completamente humano, nacido de la carne. Desde su concepción tuvo algo espiritual y maligno, porque su padre provenía del mundo incognoscible del Espíritu.

      Hével por su parte, si fue hijo de Adán, un niño nacido de la carne, un humano. Tradicionalmente, la historia dice que Qáyin se volvió loco debido a sus celos. La realidad es que la muerte de Hével fue un holocausto exigido a Qáyin por su padre, la serpiente.

      Mató a su hermano sin odio ni rencores, tan solo obedeciendo la orden que le fue dada. Sin embargo; la sangre de Hével clamó venganza y con furia contaminó la tierra negando su fuerza para futuras cosechas. Debido a esto, Qáyin fue castigado con severidad, pues aquellos primeros seres, requerían del fruto de la tierra para alimentarse.

      Qáyin fue el primer asesino del que se tiene registro, el primero en derramar sangre y también el primero en crear a un ser de la oscuridad. Ese primer ser de la noche encarna en Hével, quien, aunque muerto y exangüe, su sangre habla y reclama. Él no podía ir al paraíso ni al abismo, porque nadie había entrado en ellos todavía. Así que vagará por las cercanías en la eternidad, al mismo tiempo que su sangre burbujea y hierve en el lugar en que fue derramada. Su condición es indeterminada, no está vivo, pero jamás morirá.

      Qáyin no desconocía sus verdaderos orígenes, aun así, hay quienes le consideramos inocente, porque si bien, cometió un error al sacrificar a quien no debía, lo hizo motivado por el deseo de complacer a su padre. Fue un acto de amor, de esos amores que matan.

      Quizá no ahora, pero en el futuro comprenderás de lo que te hablo, cuando lo experimentes en carne propia. Entonces sabrás que el amor puede darte la dicha o acarrearte terribles consecuencias. En el caso de tu señor, al haber sido el primero en derramar sangre, Qáyin fue condenado a comerse una y otra vez su propio sacrificio. Y una maldición fue puesta sobre él, una marca particular.

      Hasta ahora muchos se cuestionan si esta marca era física y visible o, por el contrario, un signo. Nosotros en cambio, sabemos que se trata de una condición que sería heredable.

      La condena consta de cuatro partes: Qáyin se alimentaría únicamente de aquello que había derramado, pues la tierra había quedado maldita después de beber la sangre de Hével. Por mucho que Qáyin intento cultivarla, la tierra no volvió a darle fruto. La segunda parte era una marca como fugitivo. Tendría un estilo de vida nómada, excluido de la unidad familiar con los humanos. Se le convirtió en un vagabundo errante. También fue condenado a la vigilia permanente, obligándole a experimentar una aflicción física real que terminó por destruir su alma y lo convirtió en un exiliado y un ser inestable.

      La marca de Qáyin significa, además; la promesa de una protección ante la muerte prematura. El propósito de esta señal era impedir que alguien intentara matarlo. Quizá por temor a una venganza por parte de los padres de Hével o sus futuros hermanos y descendientes, para nosotros significó la eternidad. Comprenderás entonces, que, quien viera esa marca reconocería que Qáyin eran un asesino, pero también sabrían que era peligroso y portaba una maldición.

      Como todo en esta vida, el paso del tiempo hizo lo suyo y con ello vino la transformación que dio origen al primer vampiro. Un rebelde, hijo de la serpiente del Génesis. Se volvió el hombre de Nod, el orgulloso y más hermoso de los ángeles que se rebelaron contra la ley y pisaron la tierra y se adueñaron de la noche. De las tierras desérticas y heladas. Y hubo un primogénito, una hija. La cual al llegar a la madurez yació con él y llevó en su vientre al primer inmortal puro. Dando origen a una nueva estirpe, la raza de Caín.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.