Hasta que recibí el primer pedazo de pizza no me había dado cuenta de toda el hambre que tenía. Había olvidado por completo comer algo ese día. Comí y bebí con ansias, rodeado por un buen número de alumnos y de Ángela, justo a mi lado. Es curioso cómo se dan las cosas con ella; hay días en que trabajamos codo a codo y lo único que hacemos es trabajar durante horas sin apenas prestarnos atención pero ella parece adivinar y anticiparse a lo que necesito, me entiende perfectamente, y otras veces, como hoy, estamos juntos, y ella toma mi mano con naturalidad pero eso es lo más que hemos avanzado. Me pregunto que se sentirá besarla. Me gusta que tome mi mano ahora. Sé que él está en el fondo de la sala rodeado de su pequeña corte, lo que no puedo explicarme es como nadie más se da cuenta de la forma en que me mira. Lo he sentido observarme toda la noche, doy gracias por la presencia de Ángela a mi lado. Ella sigue alimentándome. Tengo que reconsiderar este tema con Ángela, tal vez estoy demasiado solo y es por eso que me esta volviendo loco este tipo. Alguien me pasa otro vaso y me bebo el contenido de una sola vez. Eso no era cerveza pero se siente bien.
Cuando ya han pasado tres vasos más por mi garganta estoy lo suficientemente harto y molesto de Skylar como para enfrentarlo.
Ya me cansé de sentirlo.
Me giro directamente hacia la esquina donde esta para solo descubrir que no queda nadie allí. Quiero de una vez decirle que ya no me moleste más, que no se cruce en mi camino, que no se entrometa en mi vida pero el muy imbécil ya no está ahí. Busco en 360 grados pero su llamativo pelo rubio no está en ninguna parte. Justo ahora que quiero enfrentarlo …desaparece!, ¡esto debe ser típico de maricones cobardes! Cuando de una buena vez quiero mandarlo a la mierda, ¡desaparece solo!.
Estiro la mano y me bebo el resto del cuarto… o tal vez quinto vaso, ya perdí la cuenta.
Definitivamente esta no es la primera vez que bebo más de la cuenta en mi vida pero jamás había perdido el control así, en frente de tanta gente. Ángela me toma de la mano y me lleva hasta la oficina. Se preocupa de que el resto de los alumnos no me vieran así. La celebración termina rápidamente y nos quedamos solos ella y yo
– Sabes que no puedes manejar en este estado!
– mmmhhh nope… no debería, nociertooooo? – arrastro las palabras
– Tienes que irte conmigo, yo te llevo a tu casa, ¿está bien?-
– Nooooo, quiero quedarme aquí –
No veo porqué no pueda dormir en mi sillón, en realidad se siente cómodo.
Ángela intenta levantarme pero definitivamente no puede con mi tamaño
– Esta bien, voy a quedarme contigo entonces
– Noooooo… no quiero. Quiero estar solo
– ¡Testarudo! vas a tener que aguantarme
Se acomoda en una silla y se queda allí esperando poder convencerme. Pasan los minutos y Ángela trata de convencerme pero finalmente se da cuenta que por ese lado no va a conseguir nada. Entonces recuerda algo.
– Espérame aquí, voy por un café… no te muevas- no contesto y Ángela me deja solo.
Me he quedado levemente dormido pero me despiertan unos brazos fuertes que me levantan del sillón con facilidad… finalmente no estaba tan cómodo. Quiero protestar pero no encuentro mi voz, me dejó llevar.
– Las llaves de tu auto – ordena Skylar
Abro un poco los ojos y me doy cuenta que mi brazo está rodeando el cuello de Skylar… ¿las llaves?.. ah, si! En el bolsillo. Como puedo, meto las manos al bolsillo y le entrego las llaves en silencio.
¿Puedes caminar? – me pregunta.
Asiento con la cabeza mientras sonrío tontamente y comienzo a zigzaguear apoyado en él.
Siento el aroma que emana de su cuello, acerco mi nariz aún más a su cuello hasta tocarlo..¡lo único que me falta!, también huele maravillosamente bien… es intoxicantemente delicioso… Lo abrazo por el cuello con mis dos brazos y sonrío estupidamente… cierro los ojos y me dejo guiar por él.