En cuanto cruzo las puertas de la oficina del centro de alumnos, exactamente a las 9 de la mañana, puedo percibir su llamativa presencia entre el grupo de estudiantes que se encuentran reunidos, su pelo parece una llamarada en medio de todos los demás. Me toma totalmente por sorpresa pero sigo caminando sin detenerme. Esta en medio de un grupo de estudiantes, está de espaldas a mí. Todo mi cuerpo se pone tenso y paso directo a mi oficina, apenas respondiendo a los saludos. Cierro la puerta y solo entonces me permito un gesto de maldición y preocupación. No lo había vuelto a ver desde la premiación y desde aquel segundo encuentro he estado librando una constante batalla para erradicar a este molesto personaje de mi mente. Y ahora está aquí… justo afuera de esta puerta!!!
Ángela entra a la oficina e interrumpe mis pensamientos
– Hola, buen día… ¿pasa algo?, ¿quieres café?
– Hola, no gracias… ¿todo bien?
¿Qué hace Skylar aquí?, explícame por favor ¿qué está haciendo él aquí??!!!
– Si, perfectamente, ¿podemos discutir algunos detalles sobre esto?
Ángela desvía mi atención hacia temas relacionados con la organización. Conozco bien mis obligaciones y a pesar de lo exaltado que me siento no me permito faltar a ninguna de mis responsabilidades.
Entro y salgo de las oficinas varias veces a lo largo del día y procuro no cruzar jamás mi mirada con la de Skylar. Sin embargo puedo sentir cada una de las veces en que su mirada se fija en mi.
Son ya cerca de las 6 de la tarde. Me encuentro francamente agotado, la tensión se ha ido acumulando en mi cuerpo a lo largo del día, he estado haciendo un gran esfuerzo para ignorarlo. Dejo de lado lo que estoy haciendo y me acerco a la ventana cerrada con persianas que da hacia la sala en que se encuentran los alumnos. Sin pensar bien en lo que hago levanto discretamente una de las barritas de la persiana y observo a los estudiantes que están del otro lado… sé lo que estoy buscando cuando mi vista finalmente descubre a Skylar. Está en medio de un grupo de unos 5 chicos, todos están concentrados trabajando pero tienen tiempo para reír también. Me quedo hipnotizado observando sus movimientos. Lleva sus infaltables jeans rotos y una camiseta negra… puedo ver con claridad el movimiento de sus brazos, los hombros, el pelo rubio que se quita de la cara a cada rato, su sonrisa perfecta… en verdad… es… es muy malditamente hermoso.
Suelto de golpe la ventana y me vuelvo a sentar frente al escritorio. Estoy aterrado de mis propios pensamientos. Me tomo la cabeza con ambas manos y cierro fuertemente los ojos…¿Qué me pasa?… ¿Qué es lo que me pasa?, no puedo, aunque lo intento, no puedo dejar de pensar en él… en otro hombre… aunque es el hombre más hermoso que he visto en mi vida… pero… por Dios!! Es un hombre!… ¿me estoy convirtiendo en maricón yo también?, ¿Qué clase de monstruo soy?.
El cansancio y la molestia pueden más por primera vez en mi vida y sin pensarlo mucho, tomo mi maletín y salgo apresuradamente de la oficina, cruzo el salón sin mirar a nadie y corro casi desesperadamente hasta mi vehículo. Me subo y desaparezco del campus lo antes posible.
Manejo sin rumbo durante un rato… no quiero pensar… no quiero sentir… por primera vez en mi vida no se qué hacer… mi mente y educación saben claramente hacia donde debo ir, pero siento algo diferente…
Los días que faltan para la feria pasan en forma agónicamente lenta, Siento la constante presencia de Skylar en todas partes. Aunque no hemos hablado ni siquiera hemos estado cerca, sé que está aquí, cerca de mí y es cansador tener que sacarlo de mis pensamientos a cada rato. Ando con un humor de los mil demonios. Termino todos los días agotado y su presencia se está convirtiendo casi en un dolor físico.
Falta sólo un día para la Feria, todos estamos en general algo cansados e inquietos. Aunque la organización está funcionando perfectamente bien, por primera vez en varios años no he tomado parte en las actividades en forma directa… simplemente no puedo así es que me limito a hacer lo estrictamente necesario y siento que estoy atrincherado en mi oficina… aquí me siento protegido, menos vulnerable.
El nombre se Skylar suena frecuentemente ahora. Casi todos hablan con admiración de sus múltiples talentos y simpatía. Me limito a escuchar sin omitir opinión alguna.
Mi mapa mental está sufriendo graves desperfectos; en mi familia, en el colegio, en todas partes me enseñaron que ser gay es un error, algo de lo cual avergonzarse y mantener oculto, incluso tratar de evitarlo y arreglarlo para volver a ser normal… hasta la religión me indica que está equivocado… ¿cómo es entonces posible que todos admiren y adoren a este tipo?.. ¿en qué parte está el error?.
– ¡Ya terminamos!
La voz alegre de Ángela y otros colaboradores interrumpe mis pensamientos
– Vamos a comprar pizzas y cervezas para celebrarlo, ¿nos acompañas?
– ¿Todo listo? – mi voz suena curiosamente normal
– Sí, ven, vamos a revisar todo una vez más y luego nos relajamos, ¿quieres?
No puedo permanecer más encerrado en la falsa seguridad de la oficina y me aventuro a la sala del peligro. Tomo a Ángela del brazo y aunque no es algo habitual, se que a ella le encanta.
En la sala están todos los trabajos perfectamente ordenados esperando a ser instalados mañana temprano. Hay por lo menos 35 estudiantes en grupos dispersos por la sala, pero solo a uno de ellos quiero evitar.