Erica está sola en el departamento. Es la ocasión ideal, sin embargo estoy asustado como pocas veces en mi vida, tiemblo.. no es fácil. Está en su dormitorio estudiando. Golpeo la puerta y entro. Erica deja sus libros y me observa
– ¿Qué pasa?
– Quiero hablar contigo – me siento a su lado, frente al escritorio. Erica me mira curiosa…
– Skylar – anuncio para dejar claro sobre que vamos a hablar. De inmediato tengo toda su atención.
– De acuerdo – creo que ella también estaba buscando la ocasión de hablar el tema conmigo
–Ya sé quién es. Lo conocí ayer…
– Lo sé
Me mira perpleja
– ¿Lo sabes?… entonces.., ¿tú y él…?
– Si, estamos juntos de nuevo. Erica… no busqué que sucediera así, siempre pensé que era normal, heterosexual… hasta que lo encontré… intenté evitarlo, pero no puedo, es más fuerte que yo… – respiro fuerte para calmarme… me cuesta mucho decirlo… reconocerlo frente a ella
– lo amo
Espero su reacción, necesito saber la opinión de mi hermana. Ella también toma aire y se mueve inquieta.
– ¿Estás seguro que es amor? – toma mis manos para suavizar el efecto de su pregunta
– Completamente
– Te has puesto a pensar todo lo que estas arriesgando? –
Asiento con la cabeza… no he dejado ni un instante de pensar en eso… me estoy volviendo loco de sólo pensarlo.
– ¿Y nuestros padres?
No necesito que me lo recuerde… se llama miedo y por Dios que lo siento… siento temor de pensar en todo lo que se me viene encima, en la cantidad de gente que me va a rechazar, en todos los cambios que tendré que hacer en mi vida…
– Rob… ¿estas seguro?
– ¿Qué quieres que haga?… me enamoré… lo amo Erica – mi voz suena más enojada de lo que me gustaría
– Rob una vez que se sepa, no hay vuelta atrás… ¿Estás seguro que este es el amor que vas a querer toda tu vida?
No sé si quiero seguir escuchándola. Está consiguiendo ponerme aún más nervioso… sé que todo lo que dice es verdad.
– Si es lo que quieres y estás seguro… te apoyo– me sonríe tímida- pero por favor Roberto, no te equivoques, no arriesgues todo para luego darte cuenta que no era lo que querías porque entonces ya va a ser muy tarde–
¡Dios! Me paro y doy vueltas en el dormitorio, no puedo mantenerme sentado. Erica solo me mira
– Tengo miedo – es extraño decirlo
Erica se pone de pie y me abraza
– Lo sé
– Pero tengo más miedo de perderlo, Erica – la abrazo más fuerte aún.
Tirado sobre mi cama en mi dormitorio no puedo dormir. Repaso una y otra vez lo que es mi vida hasta ahora, lo que quiero y espero del futuro y me imagino todos los posible escenarios que pueden suceder… puedo imaginar las escenas con mis padres, con mis amigos, con todos lo que me conocen… mientras más lo pienso más siento un nudo cerrarse en mi estómago. ¿Qué futuro me espera? ¡Dios! por qué tiene que ser tan difícil. Recuerdo la opinión que hasta hace poco tiempo atrás yo mismo tenía sobre los gays… ¿Cómo has sobrevivido tu Skylar? Pienso un poco en su vida y de pronto me doy cuenta que si él se lo propusiera no hay nada que no lograría alcanzar… creo que podría ser y hacer lo que quisiera… supongo que él nunca se ha cuestionado su capacidad para salir adelante, no creo que jamás haya relacionado eso con el hecho de ser homosexual ¡cresta! ¿y por que yo no? ¿por qué no puedo yo? Lentamente el nudo se afloja un poco. Miro el teléfono, es medianoche. Me levanto y esta vez voy derecho al dormitorio de mi hermana
– Erica – se gira en su cama y me mira inquieta- Voy con Skylar –
-¿A esta hora?
Subo mis hombros y le sonrío… ¡Dios! me sonríe de vuelta
– Ven aquí- me acerco y me da un beso en la mejilla.
Entro al departamento en silencio. Esta oscuro, supongo que Skylar duerme. Veo su silueta en la cama. Me invaden sentimientos dulces y cálidos. Me quito la ropa y me acuesto a su lado. Siento su cuerpo tibio, desnudo… mi corazón y mi alma se tranquilizan al instante, el resto de mi cuerpo no… el resto recibe una descarga de adrenalina inmediata. Lo abrazo y me acomodo a su lado, pegado a él. Skylar me mira adormilado y me sonríe… siento su olor y su aura envolverme, me relajo inmediatamente, una extraña y deliciosa sensación de tibieza se instala donde antes había tensión. Cierro los ojos y me duermo un poco más tranquilo.
La semana siguiente es especialmente difícil, tengo que entregar mi proyecto final y paso casi todo los días trabajando en ello. Me aíslo de todos, no voy al Centro de Alumnos ni participo de ninguna actividad política. Ángela me llama por teléfono casi todos los días pero por ahora no tengo tiempo ni ganas para preocuparme de ella… aún.
Sin embargo, al llegar la noche… beso a mi hermana, tomo mi auto y me voy junto a él, hacemos el amor, comemos juntos, conversamos y me duermo pegado a su cuerpo. Skylar no me pide ni me exige nada.
El viernes en la mañana entrego el proyecto. Es un gran paso. Fuera del examen final ya no me queda nada más por hacer como estudiante en la universidad. Voy a las oficinas, no estoy seguro de que sea una buena idea pero siento que han pasado muchos días de ausencia. A la primera persona que veo es a Ángela. Se acerca a saludarme, cariñosa como siempre y preocupada de mi ausencia. Hay más personas presentes así es que opto por invitarla a almorzar. Tengo que aclarar la situación con ella. Creo que le debo algún tipo de explicación.
Me quedo en la oficina revisando la cantidad de trabajo atrasado. Pienso si volveré a esta oficina una vez se sepa… ¡Dios! no puedo dejar de pensarlo. Las imágenes de todo lo que he vivido en los tres años como presidente del centro de alumnos desfilan rápidas frente a mi…… me pregunto si hubiera llegado a ser electo si es que……. Pero ya pasó, ya fui presidente y ahora debo pensar en el futuro.
La hora de almuerzo llega y Ángela sube a mi auto. Vamos camino a un restaurante. No quiero correr el riesgo de encontrarme a Skylar en la cafetería de la universidad. Al bajarnos del auto y acercarnos al restaurante Ángela toma mi mano con naturalidad. La suelto con la excusa de abrir la puerta pero ella se ha dado cuenta de que hay algo diferente. Luego de ordenar y almorzar conversando de cosas triviales, me mira expectante.
– Ángela… tengo que decirte algo respecto de nosotros
Hay veces en que admiro su frialdad y su falta de emociones, al menos de revelarlas en su rostro, pero otra veces, como ahora, es totalmente aplastante ver su rostro indiferente, no cambiar en lo más mínimo ante lo que le digo
– Dime cariño
Su mano vuelve a tomar la mía. La retiro exactamente lo justo para que no vuelva a tocarla. Su expresión sigue sin cambiar.
– Ángela… es difícil decírtelo pero no podemos continuar como pareja
Ángela me mira fijamente pero no veo que sienta ninguna conmoción. Eso me alivia.
– ¿No?.. ¿Por qué?
¡Dios! me impacta su frialdad
– Bueno…- y es aquí donde cometo el primero de una serie de errores – no estoy enamorado de ti – me da pena decírselo así pero no veo otra forma de hacerlo. No voy a mencionar a Skylar para nada en esta conversación
– ¿Pero sí estas enamorado?
Su tono de voz no varía ni se altera. Pareciera estar asegurándolo en vez de preguntar. Me desconcierta Ángela.
– No podemos seguir juntos – le respondo evitando contestar su pregunta.
Ángela toma la carta del restaurante y finge revisar algo en ella.
– ¿Es por Skylar? – igual frialdad en su voz.
El suelo se mueve bajo mis pies y un sudor helado me recorre. Sus ojos se mueven lentamente de la carta hacia mi rostro
-¿Cómo?
– ¡Ay Roberto!, no me trates como tonta, sabes que no lo soy. Te pregunto si pretendes dejarme a mi por Skylar
Cometo el segundo error
– No sé de que hablas, te estoy diciendo que…
– Hablo de tu relación con él, de las noches que pasas en su departamento –
Cierra la carta fuertemente para demostrarme que está molesta y la deja caer sobre la mesa
– ¿Qué dices?
– Tu auto cariño… tu auto estacionado frente a su departamento cada noche… la discusión en tu oficina, tus ridículos celos en la cafetería… te llevó cuando estabas ebrio… estuve presente en cada ocasión Roberto y puedo sumar dos más dos –
Ahora si está molesta y su voz suena fuerte y agresiva. No la había visto nunca así antes. Es enérgica y dominante.
– Nada de eso es de tu incumbencia – le contesto igualmente molesto
– Pues si lo es. He invertido mucho tiempo en esperarte. ¿En serio vas a dejar todo por él? ¿Lo conoces bien siquiera?, ¿Sabes la reputación que tiene?… se va a cansar de ti en unas cuantos días, semanas o meses… ¿quieres una lista de los que ha dejado botados? ¿O de los que lo persiguen?
Me callo… me asusto. Mi tercer error en solo unos cuantos minutos pero la mención de otros amantes de Skylar me enfurece.
– No puedes hacerte esto a ti mismo, puedes ser grande Roberto, importante, marcar una diferencia en el país… piénsalo… hay personas importantes que cuentan contigo, que creen en ti y quieren abrirte las puertas para ayudarte a ascender… no lo eches todo a perder– sus ojos penetrantes me miran esperando una respuesta.
– ¿Desde cuándo lo sabes?
– Desde que Skylar te fue a buscar desesperado a la oficina
-¿Por qué no me dijiste que sabías?
– Estaba esperando a que terminaras de darte en el gusto y volvieras a la realidad
– Ángela… no es un gusto, es…
– Por supuesto que lo es… y lo entiendo- responde en un tono de voz comprensivo
– ¿Cómo?
– ¿Quien puede resistirse a Skylar?… su carisma puede aniquilar a cualquiera… pero tienes que entender que Skylar es un gusto pasajero… es cambiante, es caprichoso… como todos estos chicos gay– hay desprecio en su voz… su vista se clava en mi – no puedes dejarte envolver por él… no es la vida real Roberto, él no lo es
– ¿Y tú si lo eres?
– Por supuesto. Yo soy la realidad, tú realidad. Ya vez lo bien que nos hemos llevado siempre… imagina todo lo alto que podemos llegar juntos
-¡Ángela!??
– Sólo termina tu juego con él de una vez… ¿o aún no te cansa? ¿Quieres jugar otro poco?… ya he esperado tanto…
– No es un juego – pero mi protesta suena muy débil
– ¡Roberto!, ni siquiera eres como él. Tú no eres gay Se ríe suavemente y su mano vuelve a tomar la mía por tercera vez, Esta vez es un apretón firme que me obliga a mirarla
– ¿Sabes por todo lo que tendrás que pasar si sigues encaprichado con él? ¿Las humillaciones y desprecios que recibirás?… no seas estúpido, tú futuro es mucho más importante que eso
Hay tanta seguridad en sus palabras ¿Por qué no reacciono mandándola a la mierda?… ¿Por qué permito que su mano siga sobre la mía?
Dejé a Ángela en la Universidad. No resolvimos nada. No quiso seguir escuchándome. Prefiere no creer en lo que le dije. Está totalmente convencida de que lo mío con Skylar es un juego que va a terminar de un momento a otro. Es una mujer extraña, es atractiva, educada, su familia tiene bastante dinero… podría tener una vida diferente pero se ha obsesionado conmigo, con la aventura política y con el futuro que cree podemos formar juntos. Por unos instantes me imagino mi vida con ella, matrimonio, hijos y una carrera política… ¡maldición! En esa visión mis padres sonríen y todos mis amigos están presentes.