Juanfe se puso de pie… caminó unos pasos mirando al vacío, su frente ceñida… el gesto en su rostro era difícil de identificar…
Cris lo siguió… Juanfe no lo estaba tomando bien…
-. Lo hago porque te quiero…- explicó Cris
Juanfe se mantenía en silencio… los minutos pasaban
Cris comenzaba a necesitar escucharlo… que le dijera algo… lo que fuera, pero que le hiciera saber que pensaba…
-. Entiéndeme… no es fácil pero eres menor… y… Juanfe di algo…
Nada… caminaba despacio por la sala, con las manos juntas frente a su boca y los ojos fijos en el vacío.
-. Por favor… di algo
Juanfe se giró para enfrentarlo… su rostro, generalmente dulce y amable, estaba serio
-. ¿Y qué puedo decir?… tú ya tomaste una decisión- se encogió de hombros…
Sus palabras desconcertaron a Cris… sonaba frío… se daba cuenta que no le había gustado pero era por su propio bien…
-. Es por ti. No te enojes… podemos esperar… vamos a estar juntos
Cruzó sus brazos alrededor de sus hombros anhelando el cálido contacto… deseaba que Juanfe lo entendiera y lo apoyara… la espera no iba a ser fácil… lo hacía por su bien.
El menor se dejó abrazar… todo era muy reciente… tenía que pensarlo… no le gustaba…nooo… odiaba lo que Cristián estaba pensando pero no supo que decir en ese momento… lo había tomado por sorpresa… él deseaba más, quería estar con Cristián de todas las maneras posibles, demostrarle su amor y recibir el suyo… pero… quizás, estaba siendo demasiado promiscuo…
Se sintió mal…
Cris estaba haciendo esto por él y sin embargo, él no parecía tener la capacidad de apreciar el sacrificio y el esfuerzo… deseaba tocar y ser tocado…
¿Estaba mal desearlo?… ¿querer todo con él?
Recordaba lo que había sentido cuando Cristián lo tocó y lo besó aquella vez…
¿Era tan malo querer más de eso?… ¿Cris no quería???
-. Claro – sonrió un poco forzado…
Comieron algo que prepararon juntos. El ambiente de a poco se fue relajando hasta que Juanfe volvió a sonreír. Estar juntos lo alegraba demasiado y no podía mantener otra actitud más que una de felicidad… haber recuperado la compañía de Cristián era muy importante y aunque la noticia lo había dejado preocupado, Cristián sonriendo frente a él, aligeraba su corazón y lo llenaba de dicha.
Conversaron hasta tarde… se besaron y abrazaron… enredaron sus manos… ninguno de los dos intentó nada que pusiera en juego la reciente declaración de Cris… sus besos terminaban cuando comenzaban a sentir que la pasión se les iba a desbordar por los dedos y no iban a aguantar no tocarse… había algo de rigidez en esos momentos pero los dos lo ignoraban…
Cris no estaba dispuesto a reconocer que esto resultaba incómodo… controlarse y ser el adulto era una mierda
Juanfe estaba intentando aprender donde comenzaban los límites de lo que podía o no hacer… todo era nuevo… confuso… tener a Cristián tan cerca… estar solos… y que fuera él mismo quien le dijera que no podían… costaba asimilarlo…
Cuando se hizo tarde, Cristián lo acompañó hasta su casa. Lo beso largamente en la puerta.
-. Sueña conmigo…
– Si… tú también
Juanfe entró a su casa.
Tirado sobre la cama, en la habitación solo iluminada por el breve resplandor de la luna que se colaba por el espacio entre las cortinas, Juanfe no podía dormir…
Se encogió en la cama volviéndose pequeño… deseando que los brazos de Cris lo envolvieran y sus besos se fundieran en el espacio de su cuello… deseo dormirse sintiendo la piel desnuda de Cristian contra su propia piel desnuda… no podía evitar que su cuerpo sintiera calor al pensarlo… ¿era tan malo?… Cris hablaba de respetarlo… ¿debería sentirse sucio por desearlo?…
Cerró los ojos sabiendo que tardaría en dormirse… su cuerpo deseaba algo diferente al sueño…
-. Hubiera preferido dormir contigo que soñarte…
Al día siguiente, lo que el profesor hablaba frente a la clase escapaba completamente de su atención… lo veía moverse y explicar como si mirara la televisión sin sonido… no podía escucharlo ni entender… su mente estaba completamente ocupada por sus pensamientos…
¿Qué tenía de malo desearlo?… ¿no se supone que era un sentimiento normal cuando dos personas se aman?…
¿Acaso él era anormal?… porque… Cielos!! Si lo deseaba… quería estar con Cristián… desnudos… como habían estado aquella vez en que lo hizo sentir tan bien
Tal parecía que el tema no iba a abandonar sus pensamientos hasta que lo resolviera… solo tenía eso en su mente… nada más. La frase retumbaba en su mente como tambores de guerra: Cristián no iba a tocarlo hasta que cumpliera dieciocho…
Apenas tenía dieciseis!!!.. dos años??
En serio iba a esperar dos años??!!!…
De pronto la clase junto a sus compañeros resultó insoportable… necesitaba más espacio
-. Permiso, señor
No esperó respuesta. Abandonó la sala de prisa sin mirar atrás.
Se quedó en el patio… a ratos se paraba y daba vueltas… luego se sentaba y permanecía mirando al vacío…
Estaba actuando en forma estúpida.
Sí que lo estaba haciendo.
Cristián y él estaban juntos y no había nada más importante que eso. ¿Cuánto había soñado con volver a estar con Cristián llegando a creer que nunca sería realidad?… había derramado tantas lágrimas por él… ansiado su compañía y su cariño y ahora… tenía todo eso y más… Cris era su pareja, su novio… su todo… estaba a su lado y le decía que lo amaba…
Suspiro mirando al cielo…
¿Por qué sus pensamientos eran tan sucios?… ¿Por qué no podía conformarse con todo lo bueno que ya tenía?… se miró las manos… sus manos que deseaban tocarlo… su cuerpo que deseaba sentirlo… su… su sexo…
Maldición!!! Era un estúpido!!… era un crío calenturiento y raro…
Cristian tenía toda la razón… a él lo habían violado y era mejor esperar… necesitaba tiempo para… para… … … ¿para qué diablos necesitaba tiempo?… aaahhh!
Se puso de pie por enésima vez y buscó respuestas en el aire…
Cris lo amaba…
Él amaba a Cris…
Todo estaba bien… todo estaba bien
Si Cris creía que de alguna manera eso le hacía bien y quería esperar… esperarían… No había nada más que él pudiera hacer… solo acceder a lo que Cristián deseaba porque el sexo era de a dos…
Si fuera por él… correría ahora mismo a su lado y le pediría que… basta!!! Eso no iba a pasar así es que mejor detenía la locura de sus pensamientos.
La decisión que había aceptado lo dejó más tranquilo… no es que estuviera de acuerdo, pero en su interior y luego de lo que le había sucedido, Juanfe entendía claramente que el sexo y toda la intimidad que conlleva, es un acto de dos personas que están de acuerdo y lo desean… no es el resultado de una persona obligando a otra…
Se puso de pie… camino de vuelta a su salón de clases y pidiendo disculpas volvió a su lugar. Se mantuvo ausente… intentaba concentrarse… en verdad quería dejar de pensar en ello… no sabía qué más podía seguir dándole vueltas si ya estaba todo decidido… suspiraba a cada rato… cerraba los ojos y por arte de magia sentía las manos de Cris en su cuerpo y sus labios besándolo… el recuerdo de aquella noche en que le enseñó, se apoderaba de su mente como si no tuviera nada mejor que hacer…
Cielos!! Esto le pasaba porque Cris le habían mostrado el fruto prohibido y ahora no podía parar de desearlo. Iban a ser años muy largos y lentos… pero al menos estarían juntos… eso le devolvía la calma. Cris estaba con él y no pensaba alejarse. Si estaban juntos podrían soportarlo.
Haciendo un gran esfuerzo, Juanfe se concentró en su clase. Ahora que todo mejoraba en su vida quería volver a tener buenas notas y ser de los mejores en su clase.
Las clases terminaron y se fue cabizbajo de vuelta a su casa. Debería estar alegre… irradiando energía y felicidad por todos los poros de su piel… pero estaba… raro… inquieto… sintiéndose estúpido, sucio y casi inmoral. Era un tonto. Tenía todo pero deseaba más… y ese más que deseaba lo estaba haciendo sentir raro… como si fuera indigno… o no entendiera… o estúpido.
Almorzó en silencio, sin prender la televisión. Hizo sus deberes y luego se tiró sobre la cama a descansar un rato… Cristián le había dicho que vendría más tarde y moría de ganas de verlo.
El timbre de la puerta lo despertó y saltó de la cama confundido… Dios!! era tarde y seguro Cris estaba en la puerta.
-.Ya voy…- gritó fuerte… se lavó la cara, enjuagó sus dientes y pasó un peine por su pelo… seguía teniendo cara de sueño.
-. Estabas durmiendo…
Cris sonreía comprensivo entrando en su casa y cerrando la puerta. Juanfe adormilado era una cosa adorable que lo llenaba de calidez
-. Si… estaba cansado– se abrazó a él acomodando su rostro en el hueco de su cuello y llenándose de su dulce aroma.
-. ¿No dormiste bien?
-. Eehh… no… si- de pronto no quería dar explicaciones sobre qué lo había mantenido despierto – pero ya estoy bien
-. Vamos a comer algo… y luego…- Cris sacó de su bolsillo dos entradas al cine y las movió frente a sus ojos.
-. Comida…- sonrió.
En poco tiempo estuvo listo y salieron en dirección a un restaurant. La película de acción resultó entretenida y como era día de semana no había mucha gente; pudieron sentarse cómodamente en los asientos de atrás y sostener sus manos unidas… Juanfe dejó caer su cabeza sobre el hombro de Cris… nadie los molestó ni se fijó en ellos.
Cuando salieron del cine ya era tarde. Habían pasado varias horas.
En la entrada se despidieron con una sonrisa tierna y un beso suave y dulce… Juanfe no quería separarse… se abrazó a Cristian y le ofreció su boca… el beso se volvió más largo e intenso… la lengua de Cris jugaba y exploraba en la boca de Juanfe… lo dejaba sin respiración y sintiendo cosas deliciosas en todo el cuerpo… Juanfe aguantó hasta que sus manos no pudieron más y se pegaron como lapas al cuerpo de Cris por sobre la delgada camisa…
-. Buenas noches
Cristián se separó bruscamente dejándole una sensación de vacío… se alejó un par de pasos y lo miró con una sonrisa… mezcla de ternura y disculpa…
-. Te amo – murmuró y se fue de prisa…
CRISTIAN
Caminaba con las manos metidas en los bolsillos, la cabeza gacha y una sensación extraña en el cuerpo…
Un día…
Solo vinticuatro horas para volverlo loco…
Nada más que eso le había tomado a Juanfe hacer mierda todas sus barreras y dejarlo excitado hasta casi perder el control… con ganas de enseñarle de que se trataba el sexo… de desnudarlo de prisa y amarlo con todo su ser… Técnicamente, Juanfe no era virgen… pero en su mente, Juanfe era el más virgen y puro de todos los chicos que conocía…
Soplaba un ligero viento frío en la calle… Cristian no lo sentía… aun tenía calor.
Llegó a su departamento y cerró la puerta de prisa. Quería volver a salir corriendo y… estrujarlo en sus brazos… comérselo a besos y fundirse con él… ser uno solo y llorar de emoción al ser recibido en su cuerpo… sujetarlo fuerte con sus manos y…. maldición… maldición… lo había pensado todo el día mientras hacía su trabajo… estaba feliz, enamorado… quería que todo terminara rápido y nada lo distrajera para poder estar con él… todo su tiempo y su mundo se limitaba a Juanfe. Intencionalmente había pensado en un restaurant y una película…lugares públicos, abiertos y con muchas personas…
La ducha fresca calmó su cuerpo.
El sueño demoró mucho en llegar.
No tenía idea que iba a ser tan difícil.
A pesar de la inquietud que los embargaba la semana pasó rápida y seguían sintiéndose felices. La mutua compañía les bastaba para llenarse el corazón de alegría y ternura. Se tomaban de la mano en cada ocasión que podian, sin molestar a nadie y procurando no causar problemas. Los besos eran muchos… rápidos, dulces, tiernos y cariñosos… lentos sensuales… alto!!… se separaban…. se reían juntos y hacían muchas actividades que, aunque simples, a ellos les parecían maravillosas porque compartían tiempo junto.
Juanfe lo sorprendió un par de veces esperándolo fuera de su lugar de trabajo. Cristián quedaba maravillado cuando abandonaba su escritorio tras un día completo de trabajo pensando en él y lo encontraba justo afuera… fresco, descansado, ansioso y sonriente. Su corazón latía de prisa y se olvidaba de todo lo malo… Juanfe podía iluminar su vida con su sola presencia.
Salieron a varias partes y hubo días en que se quedaron en casa de Juanfe, especialmente en época de exámenes, cuando tenía que hacer muchas tareas y estudiar, pero su mamá estaba en la casa.
Se sintieron como antes… frente a frente en la mesa, Cris le explicaba muy concentrado yJuanfe…. Dios!! Juanfe se perdía en sus ojos oscuros poniendo cara de embobado… mirando el movimiento de sus pestañas largas y oscuras… adivinando el movimiento de sus labios….
-. No me estas escuchando, verdad?
-. No- respondía con una sonrisa ancha y todo el descaro del mundo
Cristián intentaba enojarse y ponerse serio pero la dulzura de Juanfe le ganaba… terminaban riendo, besándose y vuelta a intentar entender los problemas de matemáticas.
Durante este tiempo, Cristián no volvió a sugerir que fueran a su departamento. Este era un tema que se había vuelto incómodo para ambos… no lo mencionaban pero estaba muy presente en sus mentes. Cada día, cuando se juntaban y pensaban que hacer o adonde ir… el tema del departamento prohibido no era mencionado… y ambos sabían porqué.
Separarse en las noches se volvía cada vez más difícil. Cris era quien reaccionaba siempre mejor y con rapidez, alejándose de él cuando las cosas se ponían de color intenso.
Juanfe había estado a punto de mandar todo al demonio un par de veces… pero se contenía sintiéndose culpable de no ser completamente feliz con todo lo que ya tenía… pero es que su cuerpo necesitaba más… Como nunca antes, necesitaba tocarse en las noches para poder desahogarse antes de dormirse… y aun así era frustrante… no le bastaba con sus manos y su mente. Quería a Cris pegado a él… sentir el calor de su piel en la suya… tenerlo sobre y dentro de su cuerpo…
Desgraciadamente, junto al sentimiento de excitación sexual estaba naciendo un absurdo sentimiento de culpa: lo deseaba y comenzaba a sentirse sucio y depravado… si Cris podía soportarlo con tanta tranquilidad… ¿Qué clase de enfermo era él que no aguantaba mirarlo sin desearlo?… ¿Por qué no podía contener sus ganas de seguir besándolo con más intensidad?… ¿de abandonarse en sus brazos y rendirse al placer de ser amado de todas las formas en que el amor se demuestra???… Cris parecía sobrellevarlo bien… ¿por qué a él le costaba tanto?… quizás estaba enfermo… o loco… o era un degenerado… ¿era consecuencia de lo que le había pasado??…
Cris llegó con ojeras oscuras al trabajo… nadie le preguntó nada pero se notaba claramente que la noche no había sido tranquila. Ramírez pensó, al principio, lo mismo que todos los demás compañeros de trabajo… Cris había tenido una noche fenomenal de sexo escandaloso con el pequeño Juanfe… pero al mirarlo detenidamente notó detalles que escapaban al ojo de los demás… sus movimientos lentos y nerviosos… su rostro apesadumbrado… la notoria falta de energía… y la escasez de una sonrisa iluminándolo.
No. No había sido una noche de sexo desenfrenado lo que tenía así a Cris. Algo diferente le sucedía y no era bueno
-. Cristián. A mi oficina
-. Señor?
-. Toma asiento
Lo miró detenidamente… intentando leer más allá de los simples gestos pero no pudo descifrar nada…
-. ¿Te pasa algo? – pregunto con calma
-. No señor
Demasiado rápido, sus sentidos alertas, la mirada huidiza y la negación muy acentuada… Cris estaba mintiendo. Lo observó en silencio unos instantes… suficientes para que Cris entendiera que Ramírez no le creía…
-. Bien. Me lo dirás cuando estés listo
Ramírez dio por hecho que ambos entendían que mentía pero no iba a presionarlo. Como siempre, Ramírez podía esperar, y si era importante, Cristián llegaría solo a contarle.
Mientras tanto, había otro tema que tratar con Cristián.
-. Llegó esto. Sé que te va a gustar
Puso una carpeta en sus manos. Cris leyó el título y se tensó… tragó saliva agarrando con firmeza el documento entre sus manos.
Comenzó a leer con prisa siendo observado atentamente por Ramírez.
Sostenía entre sus manos una copia de la resolución de juez que, luego de un rápido juicio cerrado y las claras evidencias condenatoria, había cambiado la condena de Adrián. No solo fue la declaración de Juanfe. En el documento se leían las declaraciones de otros chicos que habían descrito situaciones similares de abuso y que habían pesado en forma rotunda frente al juez para cambiar la condena a una de mayor peso y tiempo. Adrian era trasladado a una cárcel de alta seguridad bajo el cargo de abusador de menores. Se le consideraba un sujeto peligroso para la sociedad y no tendría derecho a fianza hasta que hubieran pasado al menos 15 años de cárcel, de una condena total de 25 años.
Cristian termino de leer y por primera vez se quebró por completo frente a su jefe… tembló… un largo suspiro y luego apretó fuerte la carpeta contra su pecho y las lágrimas rodaron libres por sus mejillas… agachó la cabeza sintiéndose avergonzado… pero el maldito que había dañado a Juanfe recibía un castigo de verdad… ni su dinero ni sus influencias habían servido para librarlo de la cárcel. Cris siempre había tenido temor que, de alguna manera, Adrian Araneda se las ingeniara para evadir el castigo… Pero no… ahí… entre sus manos, estaba la evidencia de su condena, firmada por el juez y sin derecho a apelación por lo rotunda de las evidencias… el monstruo quedaba recluido entre rejas por largo tiempo… sufriría en la cárcel lo mismo que le había hecho sufrir a los chicos…. A su Juanfe.
Ramírez se sintió impactado por las lágrimas de Cris… no era primera vez que uno de los oficiales que trabajaban para él se quebraba en sentimientos frente a él, pero tuvo que reconocer que le agradaba sentir la emotividad y el apasionamiento de su empleado y amigo por lo que hacía… entendía que este era un caso que le tocaba directo el corazón, pero aun así, Cristían tenía sentimientos importantes por el trabajo que hacía y eso le gustaba mucho.
-. Se hizo justicia, Cristian… se hizo justicia, gracias a ti
Posó su mano sobre el hombro de Cris y lo apretó mientras sentía el cuerpo de Cris dejar de temblar.
-. Siempre tuve miedo de que no lo condenaran… pero tenía que hacerlo por Juanfe, señor… tenía que arriesgarme
– Resultó bien. Habrá muchas veces en que resultará mal o se nos escaparan los culpables… pero son las veces como esta las que nos hacen creer en la justicia y seguir luchando
-. Si. Es cierto– ya se calmaba. Una sonrisa comenzaba a dibujarse en su cara.
Tenía que contárselo a Juanfe… a su mamá… quería que ellos supieran que Adrian no volvería a ser una molestia y estaba pagando en la cárcel por el daño causado.!
-. Vete a contarle a tu chiquillo– dijo Ramírez como si hubiera leído su mente
No se hizo de rogar…
-. Gracias – murmuró apresurado y se giró para salir rápido pero al llegar a la puerta se detuvo y lo pensó mejor. Lentamente giró y regresó hasta donde Ramírez lo observaba.
Cristián se plantó frente a él con los ojos aun llorosos y estiró su mano.
-. Gracias señor. Gracias por creer en mí y por todo lo que ha hecho. Me ofreció una oportunidad y cambió mi vida para mejor. Muchas gracias
Ramírez no se lo esperaba. La emoción subió por su cuerpo y se le apretó en la garganta sin permitirle hablar. Estrechó en silencio la mano de Cris sin articular palabra alguna… solo pudo mover su cabeza en señal de asentimiento.
Cris tenía alas en los pies… Subió a un taxi pero nada parecía suficientemente rápido para llegar donde Juanfe… Era una noticia importante!!! Una primicia.. era justicia, por fin. Por primera vez, Cristian experimentaba el gozo de enviar a alguien malo a la cárcel… y este era muy malo. Le había hecho tanto daño a Juanfe. Se sentía eufórico… Quería verle la carita y los ojos cuando le contara… hoy era un día especial… invitaría a Juanfe a cenar o quien sabe donde… el corazón le latía de prisa… lo celebrarían como correspondía!!!