CAPITULO 63
DANIEL.
Aun estaba débil y le costaba mucho moverse… Necesitaba mucho reposo y cualquier esfuerzo lo agotaba de inmediato, pero salir del hospital era una prioridad que tanto él como Lidia habían peleado con los doctores… ambos odiaban los hospitales y fuera del reposo no había nada más que pudieran hacer por apurar el proceso de recuperación de Daniel.
El viaje en helicóptero fue breve… o al menos eso le pareció. Muchos hombres de oscuro al bajar… reconoció a algunos… era su gente… ¿Por qué había tantos y tan armados?
Lo trasladaron al interior de la casa de María… Lidia no se separaba de su lado… un cómodo y fresco dormitorio… pero … ¿por qué estaban en esta casa?… ¿dónde estaba Coque?.
El cansancio del viaje lo agotó y Lidia se encargó de que tomara sus remedios antes de volver a caer dormido…
Eso había sido unas horas atrás. Ahora estaba despierto y se sentía mejor. Lidia descansaba en un sillón.
-. Lidia… Lidia– la llamó haciendo un esfuerzo
-. ¿Qué necesitas? – se acercó de prisa
-. Nada… estoy bien-
Daniel intentó sonreír pero fue más bien una mueca extraña de su rostro… tendrían que pasar varias semanas para que su sonrisa volviera a ser igual
-. ¿Dónde está Coque?- preguntó mirándola con la ansiedad dibujada en el rostro
El rostro de Lidia fue perdiendo tranquilidad… le había hecho el quite al momento de confesarle la verdad a Daniel pero ahora era inevitable…
Andrei escogió ese momento para hacer notar su presencia en el dormitorio
Las expresiones en el rostro de ambos lo pusieron en alerta… algo no estaba bien… Andrei estaba portando un arma en su cinturón…
-. ¿Dónde está? – volvió a preguntar comenzando a alterarse
Lidia tomó su mano…
-. Dani… No sabemos dónde está –
Daniel creyó haber escuchado mal… tenía que haber escuchado mal… no era posible… no era correcto
-. ¿Dónde?- insistió
– Se lo llevaron, Daniel– la afirmación de Andrei fue firme y muy clara – Coque ha sido secuestrado –
El rostro de Daniel había resultado muy golpeado en el accidente y tenía moretones y feas heridas… a pesar de ello, se le notó claramente como se inquietaba y se volvía incómodo… se levantó en la cama aunque apenas podía…
-. ¿Quién se lo llevó?… ¿Cómo?… por qué?- su mente se confundía con la cantidad de pensamientos que cruzaban… ¿Por qué alguien querría llevarse a su pecoso?.. Coque era tan bueno… todo el mundo era amable con él… todos lo estimaban… ¿Quién querría hacerle daño?… el sentimiento principal era miedo… terror de saber que Coque estaba en manos de alguien con malas intenciones… ¿secuestrarlo?.. Coque??.. no tenía sentido… su pecoso… tan lindo y alegre…… ¿por qué?
-. El accidente fue planificado… Fue la familia Rojas, uno de sus hijos –
La voz de Andrei lo volvió a la realidad. Le pidió explicaciones con sus ojos verdes fijos en los de Andrei… necesitaba saber todo. Con claridad, Andrei fue explicándole uno a uno los sucesos que habían acontecido a partir del día del accidente, sin omitir nada
Daniel escuchaba atentamente… la sorpresa dibujada en el rostro… su mente comenzando a hacerse a la idea de todo lo que estaba pasando… su corazón estrujado al máximo… toda esa violencia,,, y Coque en manos de ellos… por Dios!!!
Lidia estaba igualmente sorprendida.
Andrei relató las conversaciones y negativas entre María, Gonzalo y Teddy Rojas tendientes a solucionar el problema sin llegar a ningún acuerdo hasta ahora.
-. Pero es Coque!!! – si hubiera podido habría gritado… ocupaba todas sus fuerzas en no derrumbarse…- tienen que traerlo de vuelta!!!-
Andrei le repitió todo lo que habían hecho hasta llegar a la reciente propuesta de Gonzalo que cedía su independencia en el puerto del norte para autorizar el paso a Rojas… pero Teddy no aceptaba nada… más bien los acontecimientos que se desarrollaban en este mismo momento declaraban que Teddy Rojas no tenía intenciones de aceptar ningún acuerdo
-. ¿Qué está sucediendo?-
Le contaron como hoy, Rojas había decidido responder a los ataques y destruir sin compasión…
-. Pero… entonces.. Coque…- no podía con todo lo que estaba sintiendo… se empequeñecía de angustia y dolor…
-. Lo traeremos de vuelta – Lidia le prometió pero Daniel dudaba de sus palabras y sentía hielo recorrer su interior… nunca había sentido tanto miedo por otra persona… Coque… no sabía defenderse… era poco más que un niño… tenían que hacer lo que fuera para recuperarlo…
-. Lo traeremos, Daniel. No se atreverá a hacerle daño– la voz más gruesa y firme de Andrei lo trajo de vuelta a la realidad
-. ¿Por qué?… como sabes que no lo va a matar??!!- estaba al borde de perder el control
-. Estaría firmando su propia sentencia de muerte… para él y toda su familia… no se atreverá–
Daniel tenía problemas para hacer que el aire entrara en sus pulmones… estaba completamente lleno de dolor y no cabía nada más en su cuerpo… Coque… su pecosito… secuestrado… el dolor se sentía caliente y espeso… se volvía una fuerza oscura dentro de él… mutaba en odio… en deseos de terminar con la vida de quien se había atrevido a llevarse a Coque… ¿cómo estaba soportándolo?…. ¿Qué le hacían?… ¿de dónde sacaba fuerzas?…
Daniel hizo algunos movimientos tendientes a levantarse de la cama pero solo logró reunir fuerzas para mover apenas su cuerpo a costa de mucho dolor… no era capaz de moverse de la cama pero dentro suyo una voz gritaba que tenía que salir a buscar a Coque… no podía quedarse tirado en esa cama sin hacer nada por él…
-. No Dani!!!… no puedes-
Lidia y Andrei entendieron sus intenciones, pero ella lo sujeto suavemente volviéndolo a recostar…
Los ojos de Daniel se llenaron de lágrimas… no quería llorar delante de ellos… pero no podía evitarlo. Sentía un fuerte mezcla de emociones… la impotencia de no poder correr a rescatarlo y acunarlo en sus brazos… pena y dolor… odio y desesperación… imaginaba a Coque, tan pequeño y alegre… tan inocente a pesar del mundo en que deambulaba… por qué a Coque??? Por qué no lo habían llevado a él??? era su fuente de felicidad… un chico tan lleno de vida y optimismo… tan cariñoso… y ahora estaba lejos, en manos de esos…. Dios!!!. Como debía estar echándolos de menos… esperando que fueran a buscarlo… habían pasado días… ¿qué hacía María??!! Era su hermano??!!!
-. Y María?-
-. Vendrá más tarde… está haciendo todo lo posible-
No podía resignarse… no podía tranquilizarse… solo una vez en su vida había sentido una desesperación igual… cuando dejó a Miguel en manos de Gonzalo aquella noche de horror… ahora era peor… mucho peor… Miguel era más fuerte y sabía a lo que se arriesgaba… nadie conocía a Coque como él… debía estar muy asustado y nervioso… siempre pretendiendo hacerse el fuerte y duro… pero no lo era…
Daniel no era consciente de que estaba sollozando… había caído rendido sobre la cama… Su rostro reflejaba la angustia que lo consumía… la impotencia de su cuerpo fracturado que lo mantenía tirado en la cama… golpeó con fuerzas la cama con el puño de su mano buena… necesitaba una vía de escape…
Andrei se sintió incómodo… entendía el dolor de Daniel y el de Lidia… quería darles una solución pero no estaba en sus manos…
A Lidia se le estaba trizando el corazón ver el dolor se su hermano…
-. Recupérate primero… luego podrás … –
-.NO QUIERO ESPERAR… NO PUEDO!!!
-.Dani, todos están buscándolo…-
-. ¿Y si es demasiado tarde?…-
-. No… ni siquiera lo pienses….- sin poder aguantar más, Lidia encerró a Daniel en un abrazo
-. Gonzalo, María, todos estamos buscándolo con todo lo que disponemos… estamos haciendo todo lo que podemos, Daniel. Tú ocúpate de mejorar–
Movía su cabeza de un lado a otro… la impotencia lo consumía… que horrible momento para ser un inútil… No podía aceptar que Coque estaba perdido en manos de esos dementes… no era una ciudad tan grande… cómo no podían encontrarlo???
-. Que??!!! Que están haciendo???!!!- a pesar de su cuerpo adolorido, Daniel gastaba todas sus energías…
Andrei tuvo que relatar todo una vez más y Daniel lo llenó de preguntas… quería saber hasta los mínimos detalles de lo que había sucedido mientras estaba en el hospital
-. Quiero hablar con Gonzalo…- exigió
-. Te comunicaré más tarde. Tenemos serios problemas ahora –
La familia completa, incluyendo sus protegidos, se encontraba bajo ataque… Rojas rechazaba el ofrecimiento y en vez de acercarse a una solución, profundizaban el conflicto
Daniel se hundió un poco más en las almohadas… por eso tantos hombres fuera de la casa… por eso Andrei estaba con ellos… se sentía un peso muerto… una carga… Coque estaba soportando quizás qué atrocidades mientras él estaba en su casa, cómodamente instalado… Quería estar con él… Por todos los ángeles del cielo!!!… quería a Coque de vuelta…
Lidia sentía suyo el sufrimiento de Daniel… se acercó nuevamente a tomar su mano en un gesto de cariño pero fue rechazada…
-. ¿Está vivo?- su voz había cambiado… de pronto el terrorífico pensamiento de haberlo perdido para siempre cruzó su mente
-. Creemos que si – Andrei sabía que la verdad iba a doler, pero mentir o disfrazar la verdad era peor
-. Tiene que estarlo… Gonzalo lo va a traer…-
La mirada de Daniel se volvió fría
-. Me mentiste-
-. No Dani… yo solo no te dije…-
-. Me mentiste, Lidia–
Lidia se quedó inmóvil sintiendo sobre ella la mirada de desprecio de su hermano más querido… sus ojos se abrieron grandes si ¡n poder creer que rehusaba su contacto… había recibido miles de miradas con diferentes expresiones de Daniel a lo largo de sus años de existencia… miradas de amor incondicional cuando niño, depositaba en ella las miradas cómplices y de alegría… de maldad y de sonrisas… todas… absolutamente todas las miradas de sus ojos verdes… pero nunca había sentido el dolor que le causaba esa mirada recriminadora de ahora…
-. Dani…- casi gimió… no lo soportaba…
Daniel giró el rostro… no quería verla… él se había quedado tranquilo en el hospital confiando en su palabra… había cerrado los ojos y se había entregado a su propia recuperación sin pensar jamás en que Coque estaba sufriendo… se sentía un traidor con su pecoso porque nunca durante estos días, se había angustiado pensando en él… Lidia no se lo dijo y estaba enojado con ella… ¿Cómo fue capaz de ocultarle algo tan importante?
-. Me mentiste- pronunció en forma definitiva cerrando la puerta a cualquier diálogo posterior… creando una distancia entre los dos… la rechazaba… la empujaba fuera sin darle espacio a explicarse…
Las lágrimas caían por su rostro y Lidia perdió toda su energía. Andrei la tomó por los hombros para guiarla fuera de la habitación… Odiaba ver a Lidia llorar sin embargo no podía enojarse con Daniel… él siempre había sido partidario de decirle la verdad lo antes posible…
Lidia, tan fuerte y valiente para casi todo, se desarmaba como una torre de naipes, con el rechazo de Daniel…
CLAUDIO
La gente seguía juntándose en la calle frente al departamento de Nali… se escuchaba el sonido de sirenas… ambulancia? … policía?… lo que fuera… tenía que moverse de prisa. Claudio se puso de pie y caminó rápido haciéndole el quite a la gente hasta golpear con fuerza la puerta de la casa de Nali.
-. Necesito usar su teléfono… se la llevaron-
La madre de Miguel lo miró asustada… Claudio había estado en la casa hacía unos minutos y todo estaba bien… ¿Por qué estaba así ahora?… todo golpeado y sus ropas a jirones…
-. ¿Y Nali?- preguntó con miedo viendo hacia la calle, la gente reunida y los gritos…
-. Se la llevaron… se la llevaron-
Sin pedir permiso, Claudio tomó el teléfono de red fija… mierda! No se sabía el número de Gonzalo… ay Dios!! Iban a matarlo… Nali.. tenía que actuar rápido
-. El número de Miguel? – intentó preguntar con calma pero la mamá de los chicos estaba choqueada… lo miraba llorosa y asustada… había entendido … se habían llevado a su hija…
De un manotazo, ella le arrebató el teléfono…
-. Miguel… Miguel.. MIGUEL!!!!- marcaba los números nerviosa y su voz subía de intensidad…
El sonido de su celular lo distrajo… Estaban todos revolucionados en la oficina de Don Jaime. El viejo lo había mirado con claro desprecio cuando entró al lado de Gonzalo… pero había perdido interés en él luego de que Gonzalo comenzara a hablar.
Cuando llegaron a la casa habían pasado directamente a la oficina de Don Jaime y se habían encerrado junto a un par de hombres antiguos y de mucha confianza del viejo. La voz de Gonzalo era la única que se escuchaba mientras relataba lo que estaba sucediendo y como respondía la familia. Había inquietud en las miradas… también había mucho enojo y deseos de venganza.
El sonido del celular, aunque bajo, interrumpía la reunión. Miguel se alejó del grupo y leyó en la pantalla quien lo llamaba.
Su madre.
Le devolvería la llamada después. No quería perderse lo que pasaba en la oficina. Iba a retornar al lado de Gonzalo cuando el celular volvió a llamar. Eso era extraño. Su madre nunca insistía de esa manera. Abandonó la oficina y respondió la llamada en el pasillo
-. Miguel.. Miguel…- su madre sonaba completamente alterada
-. Mamá?? Qué pasa??-
-. Se llevaron a Nali!! – soltó en un grito mezclado con llanto
A Miguel le tomó un segundo reactivar su cerebro… Nali… Nali… respiraba agitado… Nali.. no.. noooo no podía ser lo que estaba pensando… era imposible…
-. MAMA… DIME TODO LO QUE PAS”…- le habló seco y golpeado
-. Salió con Claudio… solo unos segundos y entró… y ya no estaba… y le dispararon y está muerto… en la puerta del edificio Miguel… esta la policía… y Nali ya no está…- su mamá se derrumbaba…
Miguel sentía escalofríos en su espalda… disparos… muerte… Claudio??… tenía todos los ingredientes de la pesadilla que no quería creer…
-. Mamá!!!… hábleme con calma… ¿dónde está Nali? ¿a quién mataron?.. mamá!!! – solo escuchaba el llanto de su madre y palabras entrecortadas.
De pronto se escuchó una voz masculina que le pedía el teléfono a su mamá…
-. Miguel… habla Claudio-
Miguel no sabía de dónde le salía esta ira que lo colmaba por completo… sintió su cuerpo caliente de rabia y miedo
-. Dime que pasó– exigió con una frialdad desconocida
Claudio le relató lo más de prisa posible lo sucedido…
Los sentimientos de Miguel eran una locura… escuchaba pegado al pasillo y azotaba su cabeza levemente contra la pared… el gesto de consternación en su rostro…
Nali…
No… No su hermana…
Por favor no… ella no… su dulce Nali no … ella no tenía nada que ver con todo esto…
Rojas…
De pronto, sin saber cómo, estaba dentro de la oficina, de pie frente a Gonzalo que se había quedado mudo al verlo entrar… aun sostenía el teléfono en la mano… respiraba agitadísimo y lo miraba directo a los ojos….
-. Miguel?- preguntó Gonzalo despacio dejando todo de lado… dándose cuenta que algo más importante estaba pasándole a Miguel
-. Se llevaron a Nali…- dijo con voz de muerto en vida… olvidando a todos quienes estaban alrededor
Gonzalo le arrebató el teléfono… su sorpresa fue mayor al descubrir quien estaba al otro lado de la línea… ¿qué mierda hacía Claudio allá?… se suponía que estaba en la casa, custodiado. Se aguantó las preguntas que no eran vitales y escuchó el relato de su hermano sintiendo que sus problemas se volvían mil veces mayores de lo esperado…
Cuando Claudio terminó de hablar, le dio una orden directa.
-.Claudio, sal de ahí con ella por la parte de atrás, ahora mismo. Eviten la policía. Voy para allá-
Claudio y la mamá de Miguel esperaban a un par de cuadras del departamento, en una pequeña plazoleta tranquila. Ambos temblaban y ella lloraba desconsolada.
Miguel se bajó del auto cuando Gonzalo aún no terminaba de estacionarse, sin correr pero caminando de prisa y muy enérgico… su madre, toda llorosa, camino hacia él para reclamar su atención pero Miguel siguió en línea recta hasta Claudio que se había puesto de pie y se movía inquieto.
-. Miguel!! – la voz de alivio y la cara de pesadumbre de Claudio no fue suficiente para detenerlo.
Usando toda su fuerza y su furia, Miguel empujó a Claudio contra el tronco de un árbol, un par de metros detrás de ellos, sus manos se incrustaban en la piel de Claudio queriendo dañarlo…
-. ¿Dónde está mi hermana?!!.. ¿Qué hacías con ella?!!!…-
-. Miguel… fue todo tan de prisa.. no pude hacer nada… se la llevaron unos hombres … demasiado rápido.. Miguel…-
-. ¿Qué hombres?!!!.. ¿Por qué dejaste que se la llevaran?!!! –
Miguel quería gritar y golpearlo… en su impaciencia y enojo por saber que Nali estaba en peligro buscaba un culpable y Claudio calzaba justo con el papel…
– ¿POR QUE??!!- Volvió a empujar el cuerpo de Claudio, golpeándolo su espalda con fuerza contra el tronco…
-. Miguel-
La voz de Gonzalo era tranquila pero Miguel sabía reconocer la autoridad en ella… era su forma de llamarlo a la realidad… de pedirle que se calmara. Estaba al lado suyo y con calma, sostenía una de sus manos y la quitaba del cuello de Claudio… Miguel respiraba con furia pero la mano de Gonzalo sobre la suya hacía presión… lo soltó… Gonzalo siguió sosteniendo su mano apretada entre la suya. Era su manera de controlarlo y a la vez hacerle ver que lo entendía y no lo dejaba solo.
Claudio sentía que su angustia se multiplicaba… Miguel lo culpaba… y él no pudo hacer nada para evitar que se la llevaran… todo había durado no más de un par de minutos… maldición!!!… el nunca había querido hacerle nada malo a Nali…
Gonzalo tomó el control y con órdenes frías y claras los guio a todos hasta el vehículo. Miguel y su mamá se fueron abrazados en el asiento posterior…
Miguel no tenía nada claro… en su mente aun se negaba a creer que Nali hubiera ido a parar en manos de Rojas… no tenía sentido… ¿por qué ella?… ¿Por qué ste idiota andaba con ella?… ¿Qué hacían juntos?…
Su mamá hacía muchas preguntas, pero no se sentía capaz de responderle. Intentaba tranquilizarla distrayéndola con respuestas vagas.. se sentía caliente… furioso… apretó entre sus manos el arma que tenía en el bolsillo…
Gonzalo preguntó y Claudio contó con detalles lo que había sucedido… recordaba el número de licencia del vehículo… llegarían a rastrearlo…
Gonzalo no demostraba lo que estaba sintiendo… pero estaba asustado también… lo que Claudio describía era el método de Rojas… no quería ni pensar lo que significaba que Nali hubiera ido a parar en manos de esos animales… apretó fuerte los labios y sus manos sobre el manubrio… le tenía cariño a Nali, era una chiquilla encantadora y se había encariñado con ella. Suspiró profundamente. Esto iba a ser duro para Miguel…
Movilizaría todo lo que tenía al alcance de sus manos… Se enfrentaba a lo más fuerte que había vivido hasta ahora. Iba con todo contra Rojas esta vez.
NALI
El miedo que sentía no la dejaba ni pensar. Eran tres hombres los que había en el vehículo. No había alcanzado a fijarse en la cara de ninguno… solo eran hombres sin rostro para ella. Le habían puesto una capucha para cubrir su cabeza, una cuerda áspera que inmovilizaba sus manos y la mantenían agachada haciendo que su espalda le doliera por la incomodidad y el largo rato que llevaba en la misma posición No había dejado de llorar ni un solo momento aunque la habían amenazado con golpearla y sedarla para que se callara… pero no podía controlar sus lágrimas ni el terror… estaba en manos de desconocidos que la habían arrancado de la calle con violencia… había escuchado tantas historias… recordaba las chicas desaparecidas y violadas, golpeadas y muertas, que aparecían de vez en cuando en el antiguo barrio… Nali solo era puro miedo.
En el camino escuchó a los hombres hablar por teléfono y dar muchas disculpas porque “el muchacho” se había escapado y no venía con ellos… parecía como si los hombres tuvieran miedo de la persona que escuchaba sus disculpas al otro lado del teléfono.
Después de lo que pareció mucho tiempo, el vehículo se detuvo y tiraron de ella sacándola del auto y haciéndola caminar… volvió a gritar… de dolor, de miedo… no podía controlar el temblor de su cuerpo ni las ganas de desmayarse y que el mundo se borrara y todo volviera a como era hasta antes de salir de su casa… el corazón le latía desbocado y no tenía nada de autocontrol para enfrentar esta situación… nadie le había hablado de que una cosa de este tipo pudiera ocurrir y no estaba preparada.. no tenía idea de nada… solo tenía miedo.. en gran cantidad… los gritos salían incontrolables de su garganta cada vez que uno de los hombres la tironeaba del pelo o tocaba o empujaba y aunque la hacían callar, simplemente no podía.
Esta vez los hombres se molestaron en serio y le quitaron la capucha unos segundos para cubrir su boca con una tira ajustada de cuero que le rompía los labios y no la dejaba gritar… solo movía la cabeza en completo estado de pánico.
Nali no era capaz de pensar siquiera… subió algunos peldaños a tropezones empujada por ellos y supo por los sonidos que habían ingresado a un lugar con techo y paredes… había gente adentro.
-. Patrón… – habló alguien cerca de ella. Le siguió un silencio en el que sus llantos apagados eran el único sonido.
-. ¿Así es que no pudieron con el muchacho?- había mucha dureza en la voz que respondía
-. Patrón es que… apareció gente y gritaban y tuvimos que disparar … no pudimos patrón–
Nali escuchó un sonido muy fuerte… como si una explosión hubiera estallado a su lado… luego el sonido de un cuerpo que caía… quiso gritar al darse cuenta que alguien había disparado y una persona había muerto a su lado… la mordaza no la dejaba.. el grito subía hasta su garganta y se quedaba atragantado… ahogándola y sumiéndola en terror… no se atrevía a moverse… sus piernas se volvían de lana…
-. Al menos trajeron a esta- la voz madura se acercaba…
¿Iba a morir ahora?… ¿también le iban a disparar?… se quedó esperando su muerte, pensando en su mamá y su hermano… los iba a extrañar… le habría gustado vivir más… ¿le iba a doler cuando la bala entrara en su cuerpo?…
-. Analía, eh?…-
Una mano rozó su brazo haciéndola tiritar y comenzar a moverse sin control… Sabían su nombre… ¿Qué querían?… ¿Quiénes eran? ¿qué iban a hacerle?… ¿Por qué querían a Claudio también?…
Alguien levantó la capucha y Nali se encontró de frente con el rostro de un hombre mayor que sonreía con crueldad al verla aterrorizada… su miedo le causaba risa y a ella más temor.
Estaba en una sala de un lugar desconocido… por la ventana del fondo se podía ver el mar… habían más personas en la sala.. tres.. cuatro… cinco en total alcanzó a contar… todos hombres, incluyendo los dos que estaban a su lado y .. Dios!!! Ay Dios!!! El hombre muerto estaba casi a sus pies.
La reacción de Nali fue puro instinto. Nadie la sujetaba y se movió de un salto alejándose del cadáver y en el proceso perdió el equilibrio cayendo estrepitosamente al suelo… se quedó ahí mismo… sin fuerzas para levantarse… sintiéndose una basura frente a esos tipos armados que la miraban como si ella fuera la próxima cena a servirse…
Los peores pensamientos inundaron su mente… estaba lejos de todos… de Miguel, de Gonzalo, de su mamá… Claudio… nadie vendría a ayudarla… iba a morir sola y angustiada…
A un gesto del hombre mayor uno de los que la había traído se acercó a ella y le quitó la mordaza… se echó hacia atrás… no quería que nadie la tocara, pero el hombre tiró fuerte de su pelo inmovilizándola y consiguiendo su objetivo.
Nali respiraba agitada y ya no era capaz de seguir llorando… sus ojos fijos en los hombres viendo cual iba a ser el primero en acercarse a dañarla… un animalito asustado y acorralado caído en el suelo.
-. ¿Quién es?-
La voz joven distrajo a Nali que miró desesperada ubicando al dueño…
-. Ya te dije que no son nadie… solo fantasmas que pasan por nuestras manos–
Anselmo había preguntado a su padre y Teddy nuevamente evadía responderle.
En la sala se encontraba Teddy Rojas, Leonardo, Anselmo y los dos hombres.
El único que no tenía idea que hacia esa niña en el suelo era Anselmo. Era una chica bonita pero su rostro estaba deforme de miedo.
La siguiente orden vino de Leonardo
-. Llévenla abajo. Ya saben dónde-
Nali pensó que eso sonaba horrible… no.. no quería ir abajo con esos hombres … quería ir a su casa…quería despertar de esta pesadilla
Cuando los hombres se acercaron a tomarla algo le sucedió a Nali… en cuanto sintió que la ponían de pie, un cambio brusco le permitió sacudirse con agilidad, ubicar una salida y correr hacia ella gritando con toda sus fuerzas… sabiendo que el demonio mismo la perseguía…
-. NOOOO NOOO… socorrooooo….-
Nunca había corrido por su vida… no sabía de donde le nacían estas alas en los pies y esa energía que quemaba… cruzó la puerta sin mirar nada más que hacía adelante, un patio con varios autos oscuros y hombres que se veían distraídos… árboles, una reja y un portón abierto… no sabía hacia dónde iba pero corría para salvarse. Se volvió hacia atrás, un solo segundo, para ver si sus captores la seguían y así efectivamente era… los hombres se acercaban… apuró su carrera y al volver su rostro hacía adelante choco de frente y con todas sus fuerzas contra alguien, golpeándose el rostro fuertemente…
Cayeron al suelo los dos… enredados…
El peso de un hombre aplastaba su cuerpo y su brazo sufría un fuerte dolor en el codo… demasiado fuerte…
Todo terminaba… ya estaban encima de ella y la sujetaban…
Los ojos del hombre con quien había chocado la miraron primero con rabia pero cambiaron inmediatamente a incredulidad.
-. ¿Qué hace ella aquí???!!!-
Su voz se elevó autoritaria. Los hombres detuvieron sus movimientos pero no la soltaron.
-. Su padre ordenó traerla-
Clemente no creía lo que estaba viendo frente a él… estaban todos locos…
Nali todavía estaba un poco aturdida del fuerte golpe y no entendía nada… ¿Quién?.. ¿Quién había ordenado traerla y ¿por qué a ella?… no era nadie… no tenía dinero… ¿Qué querían de ella?. Sus ojos se fueron directo hacia el hombre joven que hablaba con autoridad… tendría un poco más de años que ella, el pelo liso y oscuro, los ojos almendrados y fijos en ella…
Cuando se puso de pie, Nali se fijó en que era alto y delgado… y en que a diferencia del resto, no la miraba con odio o con lujuria sino que la miraba diferente… sorprendido de encontrarla en este lugar… molesto, quizás??
-. Suéltenla!!!- dio una orden con voz calmada y fría.
Los hombres dudaron… no quitaron sus manos de Nali pero dudaron de qué debían hacer. Justo entonces apareció Teddy seguido de sus otros dos hijos
-. Llévenla adentro!!!– rugió Rojas
-. Papá!!!- Clemente quiso protestar y seguir hablando pero la mirada fría de su padre lo detuvo.
-. Ven conmigo- ordenó Rojas a su hijo.
Clemente miró a Nali con impotencia… hubo un gesto muy breve en su rostro que le hizo saber a ella lo frustrado que se sentía… luego los hombres se la llevaron sin importarle que gritara o los golpes en su rostro y el dolor insoportable en su brazo que comenzaba a hincharse.
Teddy y Clemente volvieron a entrar al lugar que les servía temporalmente de hogar.
Leonardo y Anselmo los siguieron. Ninguno quería perderse esa conversación.
-. Es la hermana de Miguel!!-
Clemente tenía los ojos muy abiertos… como queriendo explicarle a su padre que se había equivocado de muchacha. Esta no era como las otras que andaban sin rumbo por la vida implorando un trabajo de lo que fuera para ganas dinero..
Teddy sonrió…
-. Claro que si… es la hermana del Puto de Gonzalo– respondió con la voz cardada de triunfo
Una vez más Clemente no se sorprendió demasiado… por unos segundos había alcanzado a creer que se trataba de un error pero la actitud victoriosa de su padre le hizo saber que aquí no había equivocación ninguna.
Clemente solo abrió la boca e hizo un gesto de impotencia… hasta donde pensaban llegar!!.. no les bastaba con tener a Coque medio muerto, encerrado en los cuartos de abajo, sino que ahora la habían traído a ella… ¿para qué?…
-. ¿Qué vas a hacer con ella??!!! – Clemente no se dio cuenta del tono de voz exigente que usó con su padre… solo cuando la cara de Teddy se volvió colorada de molestia entendió lo que había hecho y sintió un leve temor
-. ¿Estás cuestionándome?- Teddy preguntó con mucha frialdad haciendo que Clemente retrocediera un paso…
-. Papá… es que ella no es como las otras muchachas… es la hermana de…-
-. Sé de algunos que disfrutarán mucho follándose a la hermana del puto de Gonzalo… pagaran mucho dinero por la niña-
La risa de Leonardo a sus espaldas le hizo ver lo ridículas que estaban resultando sus explicaciones. Su papá y su hermano ya sabían todo eso… y era precisamente por ser quien era que ella estaba en ese lugar…
Clemente quedó mudo… no era esta su familia… no podían ser esta especie de monstruos… no eran su familia… no quería que lo fueran… que había pasado???
Todo estaba cambiando para él y no le gustaba nada. Con actitud de derrota se quedó de pie frente a su padre y hermano mayor… entendiendo y odiando todo pero sin atreverse a levantar la voz… solo pensaba.
Cuando su padre dijo que abandonaban la casa y se trasladaron con todo a este otro lugar, Clemente tuvo la esperanza de que, tal vez, estaban huyendo, se alejarían por un tiempo y terminaría todo el horror de los últimos días… ya no tendría que ver morir a más de sus conocidos y las cosas se aquietarían. A él no le importaba quien ganaba o perdía la guerra… solo le interesaba que ya no muriera nadie más, ni temer por la vida de su padre o sus hermanos… ni por su propia vida… y devolver a Coque con su hermana… quería una vida normal… pero al parecer estaba pidiendo demasiado… era un ingenuo… todo estaba ahora peor que antes… su padre y Leonardo estaban enloqueciendo… ni pensar en lo que podría hacer Domingo cuando se enterara…
Se atrevió a levantar los ojos y a hablar…
-. Entonces… ¿la trajeron por ser la hermana de Miguel?-
-. Ya estas entendiendo– Leonardo le palmeó la espalda al pasar a su lado… sonreía satisfecho.
Anselmo también había escuchado todo… sentía algo parecido a Clemente… tampoco le gustaba irse de su casa, cambiar su vida y sus amigos… quería volver a la vida cómoda y segura que tenía hasta hace unas semanas atrás. Coque le daba mucha pena y esa chica que había llegado recién se veía bonita y frágil… pero no conocía mayormente a los personajes involucrados. Anselmo solo quería lo que tenía antes.
Clemente quiso insistir una vez más.
-. ¿Puedo saber que va a pasar con ellos?- esta vez preguntó en voz baja, mirando a su padre.
-. Ya te lo dije… Gonzalo ha hecho muchos enemigos en su camino…-
– ¿Vas a venderla?!!-
A Teddy no le gustó nada el reproche en las palabras de clemente.
-. Se irán con nosotros – respondió con una nota de triunfo en su voz
-. Irnos??… dónde? – dijo Clemente
-. ¿Dónde vamos a ir?- exclamó Anselmo detrás de él.