CAPITULO 16
DANNY 4
Llovía torrencialmente y ambos entraron corriendo a la casona tapándose con unas hojas de periódicos… riendo y gritando. En la entrada, se detuvieron a sacudirse el agua que había mojado sus ropas… Klaus quitó un par de gotas de la nariz y barbilla de Danny con sus dedos… le sonrió con ternura y le dio un suave beso tibio, en los labios fríos… una deliciosa sensación para ambos. Eran cerca de las cinco de la tarde, sólo por eso habían vuelto temprano. Danny tenía que irse a trabajar, sino, se habrían quedado todo el resto de la tarde escuchando música en el centro comercial… Klaus estaba encantado de poder compartir con él su gusto por la música y Danny estaba comenzando a apreciarla. Le estaba gustando mucho… habían escuchado a una banda de jóvenes que tocaba música alegre y aunque Danny no había bailado en su vida, sintió que su cuerpo agarraba ritmo por su cuenta y se movía encantado… sus pies habían bailado sin poder evitarlo y su cuerpo sentía ganas de moverse al compas de las notas… fue algo nuevo y maravilloso… una experiencia que lo dejó con gusto a poco… música… baile… Danny estaba descubriendo una pasión. Klaus lo había notado y se sentía feliz por él… esto era algo que ambos podían compartir.
Corrieron persiguiéndose por el pasillo y riendo a gritos hasta llegar a las piezas del fondo. Entraron de golpe en el cuarto de Danny… Klaus lo atrapó por la cintura y tiro de él acercándolo a su cuerpo y aprisionándolo contra la pared del fondo… metiendo la rodilla entre sus piernas y buscando su boca… el beso comenzó con ternura y cariño… Klaus tenía la costumbre de sujetarle la nuca con una mano… firmemente… siempre… él dominaba en la boca de Danny y lo hacía con tantas ganas y despertando muchas emociones en el chico. La otra mano le buscaba la cintura y la piel bajo la ropa… Danny cruzó sus brazos detrás de él para atraerlo y saborearlo… se estaban volviendo adictos el uno al otro… se separaron apenas para respirar y aún sonriendo excitados, Danny abrió los ojos para mirarlo… pero se quedo petrificado… Klaus no había visto nada pero supo que algo sucedía al sentir la tensión en el cuerpo de Danny… se giró rápido. Luna estaba en la puerta mirándolos con incredulidad y sorpresa total… solo dos semanas había durado el secreto.
– Mierda!!… Luna… – Klaus se volvió hacia ella pero Luna había perdido la razón, los ojos oscuros destilaban odio y gritaba como loca… se abalanzó sobre el alemán golpeándolo con una fuerza muy grande que nacía de la rabia y el dolor… trató de calmarla pero era imposible…
– Maricón de mierda!!… partiéndome el culo por ti y tú… tú con este mocoso cochino… voy a matarlos a los dos – se alejo de Klaus, empujándolo y haciéndolo caer, luego, muy rápida y decidida, metió la mano en su bota militar sacando un reluciente y afilado cuchillo… Danny se quedo aterrado, pegado a la pared… Klaus unos pasos más allá… Luna parecía dudar sobre a quién atacar primero… Danny fue el objetivo elegido… gritando con todas sus fuerzas se dirigió hacia él… quiso moverse, gritar… pero la sombra oscura, con el cuchillo en alto, era demasiado rápida y demasiado furiosa… solo un cuarto de segundo antes de llegar a él, Klaus se interpuso entre ambos, gritando a su vez y empujando a Luna con su cuerpo, ambos cayeron de golpe al suelo y el cuchillo se enterró profundamente en el brazo de Klaus… la hoja desapareció en su carne… pero parecía no haberse dado cuenta… Luna miró horrorizada lo que había hecho… siguió pateando y chillando… intentando morderlo al verse atrapada… solo entonces Danny pudo moverse y gritar, Klaus estaba herido… tenía un cuchillo enterrado en su brazo derecho, sintió un calor inmenso, la adrenalina burbujeaba en su cuerpo… sin saber cómo, tomó a Luna del pelo y a tirones la separó de Klaus… ella seguía gritando que los quería matar… Klaus vio el objeto enterrado en su brazo, casi justo en su codo… Danny la sujetó pero supo que si seguían forcejeando así, él iba a perder… ella lo miraba con odio y verdaderas intenciones de dañarlo… Gloría y varios otros hicieron su aparición en ese preciso momento atraídos por los fuertes gritos. Alguien más sujetó a Luna y la sacaron de la habitación… otros levantaron a Klaus y sin quitar el cuchillo envolvieron fuertemente la herida con una de las camisas de Danny… alguien llamó una ambulancia… Gloria se fue de inmediato a hablar con Luna… tenía que desaparecer ahora mismo o iría a dar a la cárcel no solo por atacar a Klaus sino también por lo que hacía durante el día y todos estarían en serios problemas… Danny no sabía qué hacer… corrió al lado de Klaus… ahora si demostraba el dolor en su rostro…
Fue un estado de confusión y dolor por varias horas. Gloria lo acompañó hasta el hospital… ya sabía desde hacía días lo que pasaba entre ellos pero no era de su incumbencia… esperaba que Luna no volviera, pero tendría que andar con cuidado porque la mocosa esa era mala leche y vengativa… bastaba saber que durante el día usaba el cuchillo para robar y obtener dinero… Danny sintió temor… Luna podía volver por él… los doctores preguntaron, la policía apareció y Danny se congeló al verlos… Gloria habló por él dándole la oportunidad de desaparecer en el baño… había sido un ataque malintencionado, alguien lo había atacado en la oscuridad, fuera de la casa… y no, nadie vio el rostro del atacante… solo lo encontraron herido en la vereda… La policía se retiró poco convencida, pero no había mucho más que pudieran hacer. Peleas de pandilleros o de chicos adictos… estaban acostumbrados y casi nunca aparecía el culpable… al menos este sobreviviría.
Después de lo que pareció una eternidad, un doctor finalmente se acercó a hablar con ellos… estaba bien, no se iba a morir pero el cuchillo había pasado a cortar ligamentos internos… iba a ser difícil… operación, larga recuperación… ¿alguien sabía cómo ubicar a los familiares de Klaus?… ¿sabían al menos su apellido?… no, ninguno de ellos sabía nada… Danny solo sabía que se sentía culpable… que quería volver el tiempo atrás y evitar que Luna lo dañara… le dolía mucho el dolor de Klaus… se sentía más perdido y solo que antes… Gloria se compadeció de él y se hizo cargo, lo acompañó hasta que pudieron verlo. Estaba pálido, ojeroso, y adolorido, pero sonrío dolorosamente apenas vio a Danny. Klaus estiró su otro brazo y atrajo a Danny hasta poder darle un beso pequeño y retenerlo cerca suyo.
– Estoy bien… no es tan fácil deshacerse de mi
– Lo siento Klaus – odiaba el hospital, odiaba ver a Klaus dañado… no sabía qué hacer para ayudarlo. Klaus lo miraba fijo… acaricio muy despacio su rostro y le susurro de frente
– Pues yo no lo siento ni un poquito Danny… valió la pena. Espérame… voy a salir pronto
Esas palabras tuvieron el poder de tranquilizarlo…
– Vas a estar bien?
– No lo sé… supongo que si.
Danny no quiso volver a la okupa, se quedo con Klaus toda la noche; por un lado quería acompañarlo y por otro lado, recordaba a Luna y se moría de miedo. Klaus dormía a ratos y cuando se despertaba Danny estaba semi dormido a su lado en la silla que había acercado hasta la cama para poder tomarlo de la mano y acariciarlo. Conversaron mucho, como siempre, pero esta vez con mayor honestidad… el ataque los había hecho entender lo mucho que se querían y lo importante que se habían vuelto en la vida del otro… empezaron de a poco y se contaron todos los detalles que faltaban por saber para completar el puzle de sus vidas… no se dijeron lo mucho que sentían uno por el otro… no era necesario… ambos sabían. Las enfermeras y doctores confundían a Danny con el hermano menor y a ellos les daba lo mismo lo que pensaran.
Al día siguiente, temprano en la mañana, apareció la familia de Klaus. Danny se separó de inmediato de él al verlos entrar. Klaus, que siempre decía lo mucho que los odiaba, se emocionó al verlos, sobre todo a su mamá. Un hombre mayor, de uniforme militar y una enorme presencia que llenaba toda la pieza… emanaba autoridad por cada poro y en cada movimiento, luego su mamá, que nada más verlo, comenzó a besarlo y a decirle lo preocupada que estaba y que regresaría a la casa en cuanto saliera del hospital y más atrás el hermano… una versión un poco mayor de Klaus, tan atractivo como él, también enfundado en uniforme militar… pero sin la chispa de vida y alegría que caracterizaba al hermano menor. Se notaba que quería mucho a Klaus pero se contenía para no demostrarlo. Se hicieron cargo de la situación. Klaus lo presentó como su amigo, pero apenas lo saludaron y no le prestaron más atención. Danny se sintió totalmente fuera de lugar y quiso abandonar la habitación, aunque no sabía qué hacer, ni a donde ir… se sentía perdido y cansado… nuevamente parecía no tener rumbo… se sentía perdido sin Klaus. Se movió despacio y quiso desaparecer callado… pero Klaus no lo dejó.
– Danny… no te vayas – pidió con voz de urgencia y mirada de dolor. Los ojos de todos se fijaron en él.
– Es que… vuelvo después – no supo que contestar
– Quédate conmigo… no sabes cómo volver… por favor
La familia prestó un poco más de atención al niño que parecía ser tan importante para Klaus. Les explicó que Danny era nuevo en la ciudad, que era chico, que le tenía cariño y que necesitaba saber que estaba bien. Por extraño que parezca, la familia pareció entenderlo, pero eso no evitó que Danny se sintiera un intruso y muy incómodo. Se quedó, pero estaba deseando desaparecer… volver después a verlo… a solas… si es que fuera posible.
El doctor entró un rato después, se extrañó de ver a tanta gente y le dio la excusa perfecta a Danny
– Solo la familia – dijo gravemente
Danny le sonrió a Klaus y salió caminando despacio de la habitación… cerró la puerta sintiendo que perdía un pedacito del corazón… y empezó a correr sin detenerse hasta haberse alejado varias cuadras en cualquier dirección… iba llorando, con inmenso dolor…Klaus se iba con su familia… nuevamente se quedaba solo… Klaus se iba… Luna le había enterrado un cuchillo… por su culpa… aunque Klaus dijera que no lo sentía ni un poquito… si no hubiera existido él, Klaus estaría bien, con Luna, con su brazo intacto… El cansancio lo obligó a detenerse… tenía hambre… no había comido nada desde ayer en a tarde. Se detuvo a comer algo en la calle y se sentó en cualquier parte a esperar que pasara el tiempo. Quería ducharse, cambiarse ropa, dormir… pero no quería volver a la casona… el fantasma de Luna lo amenazaba… ¿se dedicaba a robar?… ¿estaba esperándolo a escondidas para matarlo?… no se lo habría imaginado jamás… Gloria sabía… pero a esta hora había muy poca gente en la casona… y nadie que lo ayudara si Luna aparecía. Hacía frío, el cielo estaba oscuro y dentro de Danny había vuelto la oscuridad… la sentía más negra esta vez…
Se quedo sentado sobre un pequeño muro intentando evitar congelarse bebiendo un café, mientras pensaba que hacer, donde ir… no quería perder su trabajo, ahora era lo único que le quedaba… pero tenía que volver a la casona… y también quería volver a ver a Klaus, aunque fuera una última vez… al pensar en eso no podía evitar sentir pena y dolor… mucho y muy profundo… no se había dado cuenta todo lo que le importaba el alemán hasta ahora… ¿por qué todo le resultaba tan difícil?… quería un poquito de paz… como la que había alcanzado a tener con Klaus por dos maravillosas semanas… tan poco y tan intenso. Apretó el vaso intentando calentar sus manos…
El hermano de Klaus lo encontró cuando caminaba de vuelta hacia el hospital un par de horas después… se acercó corriendo hacia él en su uniforme y Danny se asustó al verlo… tan parecido a Klaus… pero sonreía con alivio.
– Danny… ¿Dónde estabas?… Klaus está desesperado… llevo más de dos horas buscándote – se paro derecho frente a él y lo tomó apenas del brazo… Danny quiso llorar, abrazarse a él… ¿no estaba solo?… ¿Klaus lo extrañaba?… en serio quiso derrumbarse al sentir un poco de calor y cariño
– Estas helado… ¿estuviste en la calle todo este rato?- caminaban de prisa hacia el hospital. A Klaus lo iban a operar, intentar reparar los ligamentos… estaría de alta en pocos días. Se quedó con Klaus y su mamá en la habitación el resto de la tarde, aún sintiéndose incómodo pero al menos ahora sabía que a Klaus le importaba tanto como para armar un berrinche y pedirle a su hermano que lo buscara. Estaba protegido dentro de ese cuarto, aunque la mamá de Klaus no era precisamente amigable, sino silenciosa. Cuando se acercó la hora del trabajo, se despidió de Klaus, desde lejos, y le prometió que volvería al día siguiente. Al despedirse de la madre de Klaus, la mujer se puso de pie y lo acompañó una parte del camino en el pasillo.
– Danny, verdad?- su tono de voz era suave y pausado, pero el movimiento de sus manos era nervioso
– Si señora-
– Mira… Klaus está muy preocupado por ti ¿son muy amigos, verdad?
– Si… es el único amigo que tengo aquí – Danny no había aprendido a mentir bien todavía… por su propio bien era demasiado sincero
– Bueno… él esta tan intranquilo por ti… me pidió que te acogiéramos en nuestra casa… es decir, si tu quieres, puedes irte con nosotros un par de días
Las palabras salían de su boca, pero no de su corazón… Danny pudo leerlo, lo hacía por complacer a Klaus, pero no lo quería en su casa. Como le habría gustado gritarle que si… que por favor lo llevaran con ellos y le dieran una cama normal, una casa abrigada y un poco de seguridad…… Dios!… como quería aceptar… pero no pudo… ese ofrecimiento no era sincero… ¿de adonde le salía este nuevo y extraño orgullo?
– Gracias señora. Estoy bien. Volveré mañana
– Pero Klaus está muy preocupado…
– Estoy bien
Volvió a repetir alejándose de prisa… no quería arrepentirse, aceptar la caridad impuesta… no tenía derecho a lo que era solo de Klaus. Se alejó de prisa. Afuera del hospital pregunto indicaciones a un guardia y comenzó a caminar hacia la casona… rogando por no encontrarse con Luna… si antes no le importaba morir, ahora si… ahora quería estar con Klaus y no quería dejar este mundo… había encontrado una razón por la cual era importante seguir vivo.
Luna no apareció ese día. Danny se fue a trabajar y esa noche, cuando Leo iba en camino a llevarlo de vuelta, le suplicó que no lo llevara a la casona… que, por último, lo dejara dormir en el patio de su casa o en una cochera o en donde fuera… le explicó lo que había pasado… todo, incluyendo su historia con Klaus… Sabía que Leo era un chico de muchos recursos… tal vez no de mucho dinero, pero parecía que él siempre tenía una solución para todo… además, cualquier parte… lo que fuera, sería mejor que dormir a saltos… o pasar la noche en vela, esperando que Luna apareciera a matarlo. Leo detuvo el coche de lujo que había tomado prestado esa noche.
– Me estas pidiendo mucho Danny… y a esta hora
– Lo sé Leo… perdón… pero no sé qué hacer… tengo miedo
Leo dudaba si ayudarlo o dejarlo pasar y no hacer nada…
– Esta bien… solo por esta noche dormirás en mi casa… pero solo una noche Danny… nada más.
Por primera vez parecía haber algo de sinceridad en los ojos de Leo… era un mentiroso por naturaleza, siempre buscaba su propio provecho… pero para Danny no existía otra solución más que Leo y seguía agradecido con él.
– Te buscaré otra cosa para mañana… aunque te va a costar dinero
Giro el auto en sentido contrario a la casona y lo dejó en el estacionamiento del restaurant. Se despidió de los otros chicos de uniforme y esta vez se dirigió a su propio auto… no era lujoso como los de los clientes pero era un auto bonito.
– Vivo solo Danny… y me gusta vivir solo. Estoy haciendo una excepción contigo… además, no me gusta que nadie sepa donde vivo –
Leo tenía un departamento pequeño, de un solo dormitorio pero en el salón había un sofá bastante cómodo. Danny ansiaba una ducha tibia y la tomó con el consentimiento de Leo, que miraba televisión. Salió de la ducha y pasó de prisa hacia el sofá… sintió la mirada de Leo sobre él pero no se detuvo… pensaba dormir en ropa interior tapado con el cobertor que le había prestado, pero luego de sentir esa mirada sobre él decidió dormir vestido… ya la estaba conociendo… se estaba dando cuenta fácilmente cuando alguien lo miraba de una manera que indicaba deseo, lujuria… y Leo lo había mirado así. Por un segundo, antes de dormirse, pensó si estaba seguro en este lugar… quizás no tanto, pero el cansancio le ganó y cayó profundamente dormido antes de poder seguir analizando su situación.
Despertó sobresaltado a la mañana siguiente. Había dormido mucho y el ruido que Leo hacía en la cocina lo había despertado de golpe.
– Buenos días… ven a comer – Leo había preparado tostadas, huevos y otras cosas… fue extraño. Comió con él… Lo miraba raro.
– Danny… ¿Es serio lo tuyo con Klaus? – preguntó mientras mordía otra tostada. Danny se encogió de hombros, suponía que si pero no tenía ninguna certeza… menos ahora que Klaus volvería con su familia… ojalá pudieran continuar viéndose… lo necesitaba… quería seguir con él… un hueco doloroso en su pecho… pero por ahora no sabía nada… además, ya no quería contarle nada más a Leo. Él lo seguía mirando extraño… como si tuviera algo especial que decir o supiera un secreto importante
– ¿Por qué?
– Bueno… eres bonito, ¿lo sabes, no? – mierda!! sabía que anoche había visto algo raro en su mirada… ¿Qué diablos se le venía ahora encima?. Se puso a la defensiva…
– Tengo otro tío…- empezó a decir Leo – y él siempre está dispuesto a contratar chicos nuevos y bonitos como tú… podrías ganar mucho más dinero-
– ¿Haciendo qué?- ¿más dinero?… eso si sonaba interesante, tal vez se había equivocado al juzgar tan rápido a Leo
– Ya sabes… mucha gente paga por estar con chicos bonitos como tú…-
… … … ¿le estaba ofreciendo lo que él creía que estaba entendiendo?… su mente se quedó en blanco por unos cuantos segundos… Leo seguía comiendo imperturbable.
– ¿Por “estar” con chicos bonitos?…- repitió pidiendo una aclaración
– Si Danny… no es tan difícil, tengo muchos amigos que lo hacen y se dan la gran vida… hay mucho dinero en ese negocio… además te tratan bien y es el único negocio en el que te pagan por disfrutar…- ahora Leo se reía… le hacía gracia pensarlo…. ¿prostitución?… ¿sería él capaz de prostituirse?… ¿Qué tan complicado podría ser?…
CAPITULO 17
DANNY 5
Klaus estuvo en el hospital otros dos días y luego salió con sus padres rumbo a su casa, con el brazo muy protegido. Le había rogado que se fuera con él… pero Danny no podía aceptar, cada vez que Klaus se lo pedía sentía la mirada reprobatoria de ambos padres… No aceptó, Klaus hizo de todo en poco rato… se enojó, le recordó que tenía que cuidarse de ella, intentó asustarlo, chantajearlo, le suplicó… pero nada lo hizo cambiar de opinión. No recordaba haber sido así de firme nunca antes.
Danny le contó que estaba con Leo… que estaba bien y que tal vez iba a cambiarse a otro trabajo… lo estaba pensando. Klaus quiso saber más detalles pero Danny le dijo que no sabía mucho… Klaus creyó ver que Danny le mentía, pero no estaban solos… nunca estaban solos ahora… parecía que los padres y el hermano querían recuperar todo el tiempo perdido con Klaus y lo acompañaban a toda hora.
– Danny, espera hasta que me recupere… por favor– quería tocarlo, besarlo, abrazarlo y protegerlo… quizás que mierda le estaba ofreciendo Leo ahora, Klaus no confiaba ni un poquito en Leo… sintió miedo por Danny… ahora la amenaza no solo era Luna sino la propia inocencia e ignorancia de Danny… y él no iba a estar cerca. Danny contestó que sí… que lo esperaría, que lo iría a ver, pero no había mucha certeza en su voz.
En el último momento de la despedida, Klaus no se aguanto y lo abrazó con su único brazo disponible, lo apretó fuerte contra su cuerpo y le habló al oído, tan bajito que solo él podía escuchar
– NO hagas ninguna estupidez que te ofrezca Leo… te quiero Danny… espérame por favor–
Sus padres aguardaban… Danny asintió y se despidió.
Le dejó la dirección y el teléfono escrito en un papel que Danny atesoró como si la vida se le fuera en ello… estrujaba el papelito entre sus dedos mientras salía del hospital… solo… rumbo a ninguna parte… todo lo que tenía era el trabajo de noche, la interesada propuesta de Leo… y un recuerdo doloroso que tenía forma de un papel con una dirección escrita…
Leo fue generoso en espera de que Danny se decidiera… llevaba ya una semana viviendo en su casa… cada día lo urgía a aceptar el nuevo trabajo…
– Vamos hombre… haz la prueba una vez… no es como si no supieras de que se trata… ya verás cómo te gusta y tendrás mucho dinero… podrías arrendar tu propio departamento… hacer lo que quieras… – sonaba tan tentador. Danny no entendía cómo, pero de seguro había algún beneficio para Leo en todo esto
Durante esa semana Danny no buscó a Klaus… no sabía cómo hacerlo… no tenía idea de cómo llegar a su casa y aunque hubiera sabido… tampoco lo habría hecho… tenía una mezcla muy grande de emociones que lo confundían y no lo dejaban terminar de decidirse… culpabilidad… si él no hubiera llegado nunca a ese lugar, Klaus seguiría con Luna y nunca habría sido herido… miedo… se sentía desplazado fuera de la vida de Klaus, ahora todo había cambiado, él estaba con su familia y allí no había espacio para un mocoso abandonado como él… inferioridad… Se había dado cuenta de la tremenda diferencia entre ellos… él tenía una familia normal con padres que lo querían, que le habían entregado educación y cariño… Danny ni siquiera estaba estudiando… era un ignorante en la mayoría de las cosas… solo tenía un trabajo horrible y poco dinero… ahora entendía la gran diferencia entre él y Klaus… le dolía y lo alejaba… inseguridad… ahora estaban tan distantes. Quizás Klaus ya ni se acordaba de él… había recuperado a su familia y él no podía competir contra eso… tenía una vida nueva ahora… sabía que tenía que aceptarlo… entenderlo… pero no por ello resultaba menos doloroso.
Partió a trabajar esa tarde… era viernes, uno de los días más concurridos en el restaurant… lleno de gente, el personal gritando alterado, todos corrían apurados, sus manos en el agua lavaban y lavaban sin detenerse… siempre alguien le gritaba que se apurara… ahora se daba cuenta que el dinero que recibía no era mucho… quizás… si hiciera la prueba con el otro “tío” de Leo… sus manos sumidas en el agua y sus pensamientos sumidos en la posibilidad de una vida, tal vez, un poco mejor… no escuchó el barullo que se armó en la entrada de la cocina cuando intentaron impedirle la entrada… reaccionó sólo cuando alguien gritó fuerte su nombre
– Danny!!!… Danny!!! – Klaus se abría paso entre los hombres vestidos de delantal blanco en la cocina… Klaus… Dios!!!. Klaus estaba ahí… con su pelo rubio un poco más largo, sus ojos celestes emocionados… había venido… se quedó estático… inmóvil… no podía creerlo.
Klaus se abrazó a él como si su vida dependiera de ello… Danny respondió cerrando fuertemente los brazos alrededor del cuerpo del otro… Klaus movía su brazo con dificultad pero eso no evitaba que lo apretara… respirándose… no les importó nada que todos los ojos se fijaran en ellos, que los brazos de Danny estuvieran llenos de agua… que algunos los miraran feo y comentaran o se rieran… nadie más… nada más… excepto ellos dos
– Klaus – era un suspiro en el cual le volvía la vida… la alegría
– Sabía que no ibas a buscarme… lo sabía… te conozco, ¿eres un tonto, sabes?… – Klaus le tomaba la cara y lo besaba… delante de todos… no importaba nada… solo la boca de Klaus en la suya y sus cuerpos en contacto
El jefe de cocina detuvo el alboroto y le pidió a Danny que se tomara unos minutos de descanso… afuera… ahora mismo. Salieron al patio trasero… de la mano… Danny estaba feliz… tanto, que no le cabía toda la alegría dentro del cuerpo… salía en forma de lágrimas y sonrisas incontrolables. Se besaban una y otra vez y sus manos recorrían incansablemente el cuerpo del otro… se pegaban, se rozaban… juntos de nuevo
– ¿Cómo está tu brazo? – preguntó Danny al ver que Klaus tenía algunas dificultades para moverlo… Klaus no le respondió… lo miraba muy serio… herido?, dolido?, molesto?.
– ¿Qué pensaste Danny?… ¿Qué te iba a dejar así nada más? – solo tuvo que mirarlo a los ojos para entender la respuesta. Danny bajó la vista… Klaus lo atrajo fuerte hacia su cuerpo – No entendiste nada, ¿verdad?–
– ¿Qué cosa no entendí? – preguntó con el rostro pegado a su pecho, respirando su aroma… empapándose de él
– Lo que me haces… ¿no sabes lo que me haces?… no puedo estar lejos de ti… no quiero… esta semana fue un infierno Danny… Esperé tu llamada o tu visita cada segundo… pero sabía que no ibas a aparecer-
No sabía que decirle… ahora sus razones parecían tan tontas… Klaus lo había necesitado y él no había estado ahí… una razón más para sentirse mal…
– Lo siento … perdóname… es que..-
– Cállate… cállate y no vuelvas a pensar en alejarte de mí – sus labios lo callaron… sus mejillas pegadas, rozándose…- ahora, anda ahí adentro y avisa que te vas… no me importa lo que te digan… no me voy de aquí sin ti… ahora ya, Danny-
Corrió adentro y gritó que se iba… volvería mañana, si es que aún lo querían… no sabía dónde iban ni que sería de sus vidas… pero de la mano de Klaus todo estaría bien… nada más era importante.
No se fueron a la casona, ni al departamento de Leo, ni a la casa de Klaus… Detuvieron un taxi y Klaus le indicó la dirección de un motel. Era un cuarto hermoso, con una cama grande, juegos de luces, un pequeño mesón de madera que hacía de bar y un jacuzzi gigante. Danny no preguntó nada… le encantó el lugar y estaba demasiado feliz. Klaus no tenía paciencia para esperar… apenas cruzaron la puerta comenzó a quitarle la ropa con sólo una mano… Danny hizo lo mismo con él… curiosamente, esta vez no había sonrisas… había urgencia y la imperiosa necesidad de demostrarse cuanto se habían extrañado y lo mucho que estaban deseándose. Ya desnudos, Klaus lo abrazó por la espalda… bajando sus manos hasta tocar su sexo y comenzar a masturbarlo mientras su pene, duro y caliente, pasaba una y otra vez, frotándose entre las nalgas de Danny.
– Estoy enojado contigo… pero no puedo dejar de desearte… – la voz de Klaus era seria… sus manos le seguían provocando placer. Danny quería girarse… tocarlo, besarlo… pero Klaus no lo dejaba
– Quiero tocarte…- gimió despacio, atreviéndose a expresar por primera vez lo que quería hacer… el roce del pene de Klaus entre sus nalgas y sus manos que subían y bajaban en su miembro o acariciaban sus bolas lo habían excitado mucho… se movía buscándolo… ahora que sabía lo bueno que podía ser, quería más
– No… esperé una semana entera a que fueras a verme… no sabes cuánto te eché de menos… y no fuiste – le hablaba en su cuello, mordiendo con un poco más de fuerza de la necesaria, chupando su piel hasta dejarla adolorida… luego le daba pequeños beso y lamía los moretones… estaba marcando su territorio… Danny temblaba como una hoja… intentó girarse una vez más para quedar frente a frente pero nuevamente no lo dejó, en vez de eso lo llevó, empujándolo suavemente, hasta el mesón del bar… aún detrás de él, apoyó a Danny de frente contra el mesón… con sus propias piernas, Klaus separó las de Danny, empujo su espalda hasta dejar su cabeza apoyada contra el mesón… Danny estaba totalmente expuesto, desnudo y abierto esperándolo… Klaus lo dejó solo un instante para buscar un protector y lubricante. Danny no se atrevió a moverse… estaba excitado como nunca… el corazón le latía muy fuerte… le gustaba estar de esa manera, esperando por él… anticipando el placer. Klaus volvió caminando despacio… embriagándose con la vista que tenía de Danny… tan lindo… ofreciéndose… en espera de él… para hacerlo totalmente suyo… esta vez lo iba a dejar marcado para siempre… tenía tantos sentimientos que entregarle… había pensado en él cada minuto de esa semana… rogaba por que sucediera un milagro y el chico apareciera en su puerta, pero en su interior sabía que no iba a ir… sabía que si él no lo buscaba lo iba a perder irremediablemente… Danny no tenía la seguridad ni el coraje necesario para ir tras él… aunque estaba seguro de que sentía algo por él… pero era tan chico y tan inseguro… tan manipulable… tan bonito… tan delicioso y le hacía sentir cosas que nadie más lograba hacerle sentir… pero igual estaba enojado… había pasado una semana de mierda pensando y esperándolo. A solo unos centímetros de él se detuvo… se agacho y sujetando sus caderas con fuerza, comenzó a lamer y a besar el interior de sus piernas… muy cerca de su sexo… Danny tuvo que sujetarse para no caer de la sorpresa y las sensaciones intensas que experimentaba… un gemido ahogado… largo y lleno de significado salió de su garganta… Klaus mordía y lamía… besaba y chupaba… subió por sus nalgas… mordiscos y besos… placer y un leve dolor… Danny ya lo quería dentro suyo… empujaba su culo hacia atrás… buscándolo
– Klaus… – gimió extendiendo sus manos para sujetarse del mesón. Klaus continuó por su espalda hasta llegar a su cuello y entonces juntó su cuerpo al de Danny… piel contra piel… Sintió los dedos de Klaus entrar… él ya estaba más que preparado para recibirlo.
– Dime al menos que me echaste de menos– sus dedos dentro de él y su cuerpo moviéndose contra el suyo… Danny quería pensar con claridad, responderle algo medianamente inteligente para que le quedara claro todo lo que lo había extrañado y porqué no había ido y todo… pero no podía… estaba perdiéndose en lo que le provocaba sentir el cuerpo caliente de Klaus sobre el suyo… sus dedos que se movían provocándolo… la posición en que estaba, el pene de Klaus presionando contra su cadera… el deseo ardiendo.
– Si.. si…- fue todo lo que salió de su boca…
– ¿Ya me quieres dentro tuyo? – lamía su oreja y mordía
– Si… si- volvía a repetir. Las manos de Klaus lo soltaron un instante… escuchó el sonido al romper el sobre del protector… la madera fría contra su cara y sus manos apretando fuerte el mesón… Klaus volvió a sujetar sus caderas y estaba comenzando a penetrarlo… respiró profundo y relajó sus músculos… quería que entrara rápido… no quería ponerle ninguna resistencia… lo deseaba… mucho… muy adentro… hasta el fondo… todo entero dentro suyo. Klaus lo complació entrando completamente… los gemidos de Danny, tan entregado y tan sincero, lo excitaban aún más… se quedó quieto unos segundos… sus manos cambiaron rumbo, una hacia el miembro de Danny y la otra hacia sus testículos…
– ¿Te gusta?- pregunto comenzando a entrar y salir muy despacio
– Si.. –
– Dime qué quieres Danny – empujaba con fuerza. Danny tuvo que sujetarse firme para que sus pies no perdieran contacto con el piso… sintió vergüenza decirle que lo quería más adentro… con más fuerza… quería que tocara ese lugar que sólo él sabía cómo tocar y hacerlo sentir tan bien… pero Klaus ya sabía… sabía muy bien lo que podía hacerle sentir a Danny. Embistió con más fuerza aún, logrando tocar el punto sensible… lo supo por la forma en que en que el cuerpo más pequeño se estremeció… Danny jadeó y gimió al mismo tiempo… Klaus sonrió satisfecho..
– Es ahí… ¿no es cierto?… solo yo te puedo hacer sentir esto Danny – lo volvió a hacer varias veces… gemía y se le cortaba la respiración… no podía pensar… solo sentir… y en la búsqueda de entregarle placer a Danny logró el suyo propio… toda la semana pensando en hacerlo con él… se corrió dentro de Danny, en un chorro caliente y espeso, sorprendiéndose de la rapidez con que había acabado… Danny eyaculó en las manos de Klaus… sintiendo que el placer se extendía por todo su cuerpo… caliente y abrumador, que sus rodillas no lo sostenían tan bien y que necesitaba desesperadamente besar a Klaus. El alemán no lo soltó de inmediato, ni tampoco salió de su cuerpo… se acercó hasta quedar mirando a Danny… su respiración aún agitada comenzando a calmarse… acercó una de sus manos mojada de semen y despacio comenzó a lamer sus dedos…
– Klaus!!… – pero Klaus no le contestó… siguió mirándolo de frente, muy cerca y lamiendo, extendió su lengua y rozó muy lentamente la boca de Danny… el breve contacto fue como un chispa que necesitaban para buscarse la boca con ansiedad y locura… Klaus salió de él… aún con su brazo adolorido lo hizo girarse para quedar de frente… se besaban con pasión, con ganas… respiraban agitados y volvían a besarse…
– No voy a dejarte Danny… no voy a dejarte – lo sujetaba del pelo, manchándolo con su propio semen
– No quiero que me dejes Klaus…- restregaba su rostro contra las manos de él… nada importaba más que sentir las manos y el cuerpo de Klaus junto al suyo… muy junto
– Solo yo te puedo hacer sentir así… no puedes dejarme- había una cierta desesperación y miedo en sus palabras… sabían lo difícil que sería seguir juntos…
– Tenía miedo Klaus… –
– Lo sé… eres muy chico… no te das cuenta que te necesito…-
Tendrían miles de problemas… lo sabían bien… pero igual estaba sellando un pacto y decidiendo quedarse juntos… por sobre todo lo demás, querían estar juntos.
Encendieron el jacuzzi… riendo, usaron la espuma para baño… se perdieron en el agua espumosa… volviéndose a tocar y a acariciar… parecía que no podían mantenerse separados, necesitaban recuperarse del susto que habían sentido al creerse perdidos el uno del otro… del miedo del ataque en su brazo… del futuro que tendrían que pelear juntos… de los muchos problemas que tendrían y lo sabían… pero tenían ahora la seguridad de necesitarse y de querer estar juntos.
Cuando la tranquilidad volvió a sus cuerpos y a sus mentes, estaban tendidos sobre la cama, abrazados muy estrechamente… llevaban ya un rato en silencio, solo acariciándose suavemente… cansados y satisfechos
– Nunca podré volver a tocar música – las palabras sonaban con mucho dolor. Danny sabía bien lo importante que era la música para Klaus…
– ¿Nunca?… ¿no puedes recuperarte?-
– No, es un daño permanente… puedo moverlo, pero he perdido la capacidad de hacer cosas como apretar algo fuerte con mi mano…- levantó su brazo un poco… – es inútil ahora… me duele – Danny se dio cuenta se lo importante que era la confesión que estaba escuchando… Klaus había abandonado la carrera militar por la música, se había peleado con su familia por lo mismo… y ahora nada de eso tenía sentido… no podría volver a tocar la guitarra, ni el teclado ni la batería… nada. Y él?… lo había dejado solo, no lo había ido a acompañar mientras Klaus sufría y lo necesitaba… él pensando que lo había olvidado… Lo abrazo intentando consolarlo y más que nada, pedirle perdón
– Lo siento Klaus… yo sé lo importante que es la música para ti-
Klaus tragó saliva… no quería volver a llorar y sentirse mal… ya había pasado por eso, solo… cuando se lo dijeron se hizo el fuerte… era difícil demostrar sentimientos frente a su padre… pero a solas se derrumbó… le habría gustado la compañía de Danny porqué él lo entendía… pero ahora ya estaban juntos, aunque el sueño de la música había desaparecido… Luna se había encargado de romperle una parte de su vida… nunca la iba a olvidar…
– No importa – paso su brazo alrededor del cuerpo desnudo de Danny – ya no importa – se durmieron abrazados.
Danny se enteró de toda la historia a lo largo de la noche y de la mañana siguiente. Los padres de Klaus estaban felices de haber recuperado a su hijo… o al menos eso fue lo que creyeron. Ya el mismo día que lo llevaron de vuelta a casa, el padre habló con él respecto de todo el tiempo que había perdido y cómo se había vuelto casi un parásito inútil… viviendo en la calle como u indigente… tenía inteligencia y debía aprovecharla… ya no era un niño y era tiempo de ponerse serios… que fuera pensando en trabajar o estudiar… es cierto que el brazo podía significar algunas limitantes pero había muchas profesiones que estudiar o trabajos que podía hacer. Klaus, tímidamente, mencionó que la música era su vida y que ahora no podría tocar… el padre respondió que la música era una entretención… que lo entendía pero eso no era una carrera seria con la que ganarse la vida. Que sería mejor que fuera buscando desde ya que hacer. La discusión duró toda la semana… fue presionado y obligado por el padre, la madre y el hermano a volverse “una persona seria y responsable… ya tenía 20 años y no podía seguir de vago”. Comenzó a cansarse de la presión al segundo día… no tenía idea que podía hacer o estudiar… no le gustaba nada más que la música.
Su padre llegó con varios folletos de diferentes institutos y universidades… “elige algo pronto… debes comenzar en cuanto te mejores”… La pelea estalló durante la quinta noche en casa de sus padres… fue una repetición de la grave discusión de hace unos años atrás que terminó con Klaus abandonando a su familia… todo volvía a repetirse. Entonces intervino la madre que no quería volver a perder a su hijo, calmando los ánimos y ofreciendo lo que ella creyó podía ser una solución:
– Hijo, vamos a apoyarte en lo que decidas hacer. Por ahora será mejor que busques un trabajo, cualquiera hasta que te mejores bien y puedas pensar mejor en lo que quieres estudiar. Tu padre y yo te apoyaremos económicamente por un tiempo, pero debes empezar a hacer algo ya
Quizás fue la forma tranquila y segura en que lo dijo, sin gritos ni alterarse… Klaus entendió finalmente que tenían razón… era hora de crecer.
– ¿Me van a apoyar?
– Si hijo, te ayudaremos a que salgas adelante
– De acuerdo– aceptó Klaus.
Y esa era su situación ahora. Tenía que buscar un trabajo por orden de su familia y un lugar donde vivir por elección propia… no quería seguir con sus padres
– Pero Klaus!! – Danny no podía entender que teniendo unos padres preocupados por él, Klaus los estuviera rechazando – ¿por qué no quieres vivir con ellos? – Cuanto habría dado él por la seguridad de un hogar.
Klaus lo miró con ternura… ¿alguna vez Danny iba a entender lo que le había hecho a su vida?…
– Porque quiero vivir contigo
CAPITULO 18
DANNY 6
Buscaron un departamento en un barrio bonito, no tan caro ni tan elegante, pero donde podían caminar con tranquilidad de día y de noche. Era un hogar pequeño pero más que suficiente para ambos.
Los padres de Klaus protestaron mucho, no había necesidad de que se fuera, pero Klaus insistió y no hubo forma de que cambiara de idea. Los padres pagaron por adelantado los primeros meses de arriendo. Se sentían culpables de los años que habían dejado a Klaus abandonado… más ahora, que había perdido parte de la movilidad en su brazo.
Esos primeros meses son, hasta el día de hoy, los recuerdos más felices en la vida de Danny… es cierto que no tenían mucho dinero, pero se tenían el uno al otro y compensaban la falta de recursos con tanto amor y alegría… que no les hacía falta más que pasear por un parque mirándose a los ojos y hablando de sus sentimientos… pasar muchas horas desnudos amándose y dándose placer mutuo… conversaban durante horas y otras veces permanecían callados… comunicándose de igual manera… escuchaban música cada vez que estaban juntos… Klaus le enseñó a bailar… Danny bailaba a todas horas… le encantaba… muy pronto estaba inventando pasos y formas nuevas de moverse con una sonrisa permanente en su rostro… estaba tan feliz… Klaus se sentaba a mirarlo… fascinado… estaba enamorado hasta la última fibra de su ser… ese mocoso sonriente y esforzado, sufrido y adorable le había robado el corazón y le pertenecía totalmente.
Durante la segunda semana en su nueva casa, Klaus consiguió trabajo en un hotel… sabía hablar inglés y eso, mas su entrenamiento militar, le permitieron encontrar trabajo relativamente rápido. Danny seguía lavando platos de noche pero había hablado con Leo, el cual no estaba muy contento con él, pero una vez más había accedido a ayudarlo… necesitaba ganar más dinero… ahora tenían más gastos… por supuesto, dijo Leo, tenía otro tío, en otro restaurant, podía hacer algunas horas como mesero… ya le avisaría.
Klaus duró doce días en su primer trabajo… lo odiaba, no soportaba la forma en que lo trataban… él no tenía pasta para eso… se sentía prisionero en un uniforme y teniendo que sonreír a todos los huéspedes… lo dejó y salió a la calle a buscar otra cosa que hacer.
Ahora Danny tenía dos trabajos; algunas horas al mediodía en un restaurant bastante más elegante y caro, estaba aprendiendo a servir mesas y lo estaba haciendo bien… descansaba en las tardes, después de almuerzo… antes de las seis se separa de Klaus de mala gana y corría a su otro trabajo. Leo ya no lo llevaba de vuelta así es que se las arreglaba solo… a veces Klaus lo iba a buscar y volvían caminando, de la mano, hasta llegar a la casa donde se hacían el amor hasta caer rendidos y profundamente dormidos en brazos del otro… Danny no se quejaba nunca, al contrario, se mostraba agradecido de poder ser útil, aportar dinero y tener la capacidad para trabajar duro.
Klaus pasó, en menos de cuatro meses, por cinco trabajos diferentes… ninguno le gustaba… al principio todos parecían interesantes y él se entusiasmaba pensando que ahora si iba a durar, pero luego de unos días comenzaba a no soportarlos, las personas, el lugar… nada le gustaba y se sentía incómodo, prisionero… atrapado… obligado… hasta que finalmente los dejaba… entonces se quedaba en la casa unos días… su rutina durante ese tiempo consistía en estar con Danny, acompañarlo, ir a buscarlo, enseñarle a bailar y amarlo… pero mientras Danny estaba trabajando Klaus seguía vagando, buscaba a sus padres y volvía con algo de dinero que gastaba rápidamente.
Danny, al cabo de esos mismos meses, había dejado su primer trabajo lavando y limpiando. Ahora trabajaba de tiempo completo en el segundo restaurant y Leo no había tenido nada que ver… se lo habían ofrecido directamente al ver el empeño que ponía y lo bien que lo hacía… los clientes estaban felices con él y el dueño lo notó rápidamente… su sueldo había aumentado mucho, pero por ser menor de edad recibía menos que los demás meseros… aunque trabajaba lo mismo… pero a Danny no le importaba mucho… sus propinas siempre eran mejores y por eso se sentía feliz… era amable y gentil para tratar a los clientes… se sentía bien, contento con lo que tenía y lo demostraba en su rostro y en su actitud.
El día que cumplió 15 años pidió el día libre. Klaus le había pedido que lo hiciera. Quería celebrarlo en forma especial y Danny quiso complacerlo. Temprano en la mañana lo despertó preparándole el desayuno, se ducharon juntos y Klaus lo llevó a un lugar que era una sorpresa… Danny amaba a los animales pero nunca había estado en un zoológico. Ninguno de los niños pequeños que visitaban el lugar disfrutó más que Danny… eran animales vivos, de verdad… Dios!! La jirafa era inmensa y el León… increíble… su favorito, lejos, era el tigre!!! Ah! Pero las serpientes, los osos… quería tocarlos pero no podía… las aves con sus plumas magníficas… tantos tamaños y colores… Klaus le compró helados para convencerlo de volver a casa… Danny quería seguir mirando a los animales, pero Klaus le tenía preparada otra sorpresa.
Al volver a casa Danny estaba aún tan excitado y no paraba de hablar… solo para callarlo y por ninguna otra razón, Klaus lo tiro en la cama y lo desnudó de prisa… se tomó todo el tiempo del mundo en hacerle el amor… lo volvió loco durante mucho rato en que lo llevaba hasta el límite y se detenía para volver a comenzar… Danny lo quería matar… pero lo estaba disfrutando demasiado… eyaculó dos veces y quedó muerto de cansancio… se durmió con una sonrisa en el rostro. Pero su día especial no había terminado aún. Klaus lo despertó cerca de las 9 de la noche, le pidió que se duchara rápido y vistiera ciertas ropas escogidas. Intrigado y divertido Danny hizo todo y partieron de la mano, nuevamente con rumbo desconocido. Había gente en la entrada del club y si Klaus no hubiera sido amigo del portero lo más seguro es que a Danny no lo hubieran dejado entrar por ser menor de edad… el ambiente dentro de la disco era genial… la música, las luces, la gente vestida de manera estrafalaria y extraña…. Muchas parejas de chicos… no eran los únicos… Y la música!!! Lo mejor de todo era la música!!! … sonaba tan fuerte y tan bien que anulaba todos los otros sentidos y solo podías moverte siguiéndola… Klaus lo arrastró a la pista… Danny comenzó bailando con miedo… tímidamente… era primera vez que lo hacía frente a otras personas… pero pronto se dio cuenta que a nadie le importaba y se sintió libre y espontaneo… su cuerpo se movía al ritmo de las notas y Klaus sonreía mirándolo con adoración… Danny cerró los ojos y se dejó llevar… los abría de repente solo para ubicarse y no chocar o caerse, pero no veía nada ni a nadie… sólo él y la música… bailaba muy concentrado y en forma apasionada… una y otra canción… de pronto la mano de Klaus en su cintura lo trajo de vuelta a la realidad… en torno suyo muchas personas se habían quedado paradas mirándolo… Klaus lo tomaba de manera posesiva
– ¿Por qué me miran? – pensó que había hecho algo mano o que se habían dado cuenta que era menor de edad
– Los has impresionado
– ¿Yo? ¿Por qué?
Klaus sonrió… un poco de orgullo y mucho de celos
– Porque te mueves como los dioses y eres más lindo que todos ellos – lo beso en la boca… era suyo y que les quedara claro a todos los que lo miraban codiciándolo – y eres mío – lo atrajo más contra su cuerpo y lo sujetó fuerte de las nalgas… que no quedara ninguna duda.
Fue una día magnífico que culminó con una noche fantástica. Bailaron hasta el amanecer. Volvieron tan cansados a la casa que solo fueron capaces de besarse y acurrucarse… Danny seguía sonriendo
– Gracias Klaus… fue el mejor cumpleaños de mi vida
– De nada… te amo Danny
– Te amo Klaus
Durante el primer año que vivieron juntos, el amor fue más que suficiente para disculparlo todo, incluyendo la falta de estabilidad y aportes por parte de Klaus… seguía sin encontrar un trabajo fijo y aún no decidía si quería o no estudiar… a veces parecía que si no podía ser la música entonces no iba a volver a ponerse de pie… pasaba largas horas mirando televisión o escuchando música… Fueron muchas las ocasiones en que Danny, de buena gana, gastó todo su dinero en pagar cuentas… luz, agua, gas, comida… no le quedaba casi nada y a veces faltaba… pero no importaba… nada importaba porque estaban juntos y le daba lo mismo… seguía siendo feliz y tenía confianza en que Klaus, en algún momento, encontraría el camino para salir adelante… él no veía ningún problema en su relación,.. lo único que le importaba era estar juntos.
Esa misma confianza que los padres de Klaus habían perdido… ya apenas se hablaban y casi nunca se veían… el padre lo ayudó a buscar un par de trabajos pero al poco tiempo se dio cuenta que el problema no radicaba en los trabajos que comenzaba sino en su hijo que se negaba a mantenerlos, obedecer instrucciones y aprender a volverse responsable… con todo lo que eso significaba… volvieron a discutir, se acabó el apoyo económico hasta que decidiera tomarse la vida en serio y trabajar de verdad, aguantándose lo que todos quienes trabajaban aguantaban o estudiara algo de provecho… solo entonces volverían a apoyarlo… que los buscara entonces… que dejara de aprovecharse del amigo ese que le pagaba las cuentas… era menor que él y sin embargo mucho más adulto!!! Klaus se enfureció… salió de la casa prometiendo no volver a llamarlos ni a verlos nunca más… les gritó que ya no era su hijo y que se olvidaran de él para siempre… no los necesitaba… tampoco los quería… que se fueran a la misma mierda.
Algo pasó en Klaus ese día que su padre le gritó unas cuantas verdades… de pronto se dio cuenta de la realidad que todos los demás veían menos ellos, que estaban enfrascados en su propia burbuja de felicidad… Las personas con quienes se relacionaban… el ambiente en el que se movían… ¿Todos pensaban que se aprovechaba de Danny?… ¿tenían razón?… ¿lo estaba haciendo??. La rabia y la autodestrucción empezaron lentamente a carcomer su espíritu pero fue un proceso imparable… sobre todo porque nunca lo conversó con Danny y se quedó mordiendo solo su propia destrucción. Sólo un par de meses bastaron para que Klaus comenzara a cambiar en serio… de pronto eran frases hirientes que deslizaba en la conversación con Danny… o se negaba a acompañarlo a alguna parte donde antes solían ir sin problema… pero como era el dinero de Danny el que pagaba las entradas, ahora, sin darle explicaciones al chico, simplemente no quería acompañarlo… la vida que conocían, feliz, alegre y llena de amor comenzó a volverse fría, distante y dura… Danny se volvía loco tratando de entender que era lo que había hecho mal… se dejaba envolver por la tristeza y el miedo de perderlo… ¿por qué Klaus lo trataba con frialdad?.. ¿había dejado de quererlo?… Es verdad que él se había vuelto más fuerte… había aprendido mucho al lado de Klaus y por eso siempre le iba a estar agradecido… se sentía más seguro, mas sociable, más querido en su trabajo y con las pocas personas que se relacionaba… pero necesitaba a Klaus como al aire que entraba a sus pulmones cada día… tenía mucho miedo y actuaba demostrándolo. Klaus empezó a desaparecer de a poco… odiándose a sí mismo por lo que le estaba haciendo a Danny… Lo amaba sinceramente y veía que el chico estaba preocupado… pero… ahora era él quien sentía una culpabilidad enorme… ¿se había estado aprovechando de Danny como todos creían?… ¿qué le pasaba que no podía mantener un trabajo?… ¿era tan poca cosa que ni siquiera servía, a sus 22 años, para alguna cosa útil?… Hizo el intento una vez más pero esta vez no lo compartió con Danny, no le contó que empezaba a trabajar nuevamente… se sentía mal… esperaba que esta vez si le gustara, pero… ¿Qué pasaba si volvía a fracasar?… con qué cara iba a mirar a Danny… Danny… Danny… pensaba en él a solas… cuando el chico no estaba en la casa y se desesperaba… no merecía a un inútil como él… de seguro Danny podía salir adelante mucho mejor sin llevarlo a él arrastrando… un peso muerto que no aportaba nada. Esta vez duró más tiempo… pasó el primer mes y se sintió feliz cuando entró a la oficina de pagos a recibir el dinero correspondiente… finalmente entendió lo que significaba sentirse orgulloso del esfuerzo realizado… se había aguantado las ganas de mandar a sus jefes a la mierda… había agachado la cabeza y había respondido “si señor”… necesitaba ese trabajo… No quería seguir siendo el “mantenido” de Danny… lo horrorizaba esa palabra y el abuso que significaba… aguantaría lo que fuera para poder seguir con él. Estaba a punto de abandonar la oficina de pagos cuando el hombre le anunció que ese no solo era su primer sueldo sino también el único con ellos… no estaban conformes con su trabajo y no lo necesitaban más. Fue un golpe muy fuerte para Klaus… no se lo esperaba… esta vez no era él quien dejaba el trabajo… simplemente le anunciaban que no servía para ese trabajo…
Salió de la oficina caminando como zombi… Así es que después de todo si era un inútil… Siguió avanzando sin fijarse a qué lugar lo llevaban sus pasos… daba lo mismo, no podía volver a la casa… no podía mirar a Danny a la cara. ¿Tenía que aguantar la vergüenza y la culpabilidad de que fuera él quien siguiera pagando las cuentas?? Su confianza en sí mismo se quebró. No era nadie… se sentía nadie…
Durante cinco días se perdió completamente… volvió a los lugares que recorría antes de Danny, antes de Luna… alcohol, drogas y sexo… viejos conocidos de la peor clase… lo recordaban… lo recibieron… sentía un vacío tan grande… casi igual a lo que era él… una cáscara vacía… no tenía nada que ofrecerle a Danny… no bastaba con amarlo… su padre tenía razón… era un inútil… solo servía para ocasionar problemas… pero lo amaba tanto… sin embargo, aquí, en este horrible lugar, nadie le pedía cuentas ni le exigía nada… en medio de su borrachera habló de Danny con los viejos conocidos, tan drogados y alcoholizados como él mismo, les dijo que se sentía un inútil comparado con él… “no es cierto hombre”… respondieron a coro.. “ tú vales mucho… ¿quieres demostrarle cuanto vales?”…
– Claro- respondió Klaus inmediatamente interesado– pero ¿cómo?
– Es muy fácil – contestó uno que estaba volando muy alto…- en el norte está el dinero… sólo hay que cruzar la frontera y traer el polvo blanco hasta la capital… es mucho dinero, ya te puedes ir preparando para que ese te trate como a un rey
Klaus escuchó lo mas atentamente que podía a través de la densa niebla de humo y alcohol en su mente… Ellos partirían al día siguiente… lo hacían todo el tiempo y nunca pasaba nada malo. Se decidió. Iría con ellos y luego volvería a casa con tanto dinero que Danny no tendría que trabajar más… en mucho tiempo… se podrían dar la gran vida… y sus padres?? podían irse al demonio para siempre… tendría mucho dinero… sólo desaparecería un par de días… genial!!.
Esperó hasta asegurarse que Danny no estaba en casa. La hora en que trabajaba. Entró a buscar sus cosas en compañía de uno de ellos… llenó una mochila de ropa y aún riendo, con los sentidos perdidos por efecto de lo fumado y lo bebido, salieron del departamento con dirección al norte del país.
Klaus y otro de los hombres fueron capturados cuando intentaban ingresar ilegalmente varios kilos de cocaína al país. Cuando se le terminó de pasar el efecto de la droga y el alcohol, Klaus se encontró tras las rejas de una cárcel en espera de su sentencia. Recién entonces le tomó el peso a la estupidez que había hecho… utilizó el teléfono para llamar a su padre… esta vez suplicó por ayuda. El padre hizo lo que pudo contratando a un buen abogado e intentando rebajar la pena al mínimo… pero Klaus había sido condenado a varios años de cárcel por tráfico de drogas.
Danny esperó con calma durante dos días a que Klaus volviera… se dio cuenta nada mas al entrar al departamento que faltaban algunas de sus cosas… no sabía porque pero presentía que en algún momento eso iba a suceder. Klaus se había ido alejando de a poco de su vida… lo había ido excluyendo, dejando de hablarle, de tocarlo y buscarlo… le dolía mucho… tenía una tristeza mortal… ¿por qué era incapaz de retenerlo a su lado?… ¿dónde se había equivocado?… se le estaban quitando las ganas de respirar y seguir viviendo… ¿Qué tenía él que finalmente lo abandonaban?… sentía que la historia se repetía… Julio lo había abandonado y ahora Klaus lo estaba dejando…
Se levantaba, iba a trabajar, sonreía maquinalmente y atendía a los clientes, volvía a la casa vacía… se acordaba que tenía que respirar y comer… se obligaba a echarse algún alimento a la boca, pero su garganta se negaba a dejarlos pasar… no se sentía vivo… su vida giraba en torno a Klaus… era como los músculos bajo la piel… simplemente no podía sacárselo… lo amaba tanto… ¿Qué era lo que había hecho mal esta vez?…
Al tercer día comenzó a desesperarse, preguntó a los conocidos pero nadie tenía idea ni lo habían visto… recurrió a Leo… él tenía muchos contactos y le suplicó por información. Tenía un miedo enorme de escuchar algo malo… no podía imaginarse la vida sin Klaus, pero necesitaba saber. Dos días después Leo le informó que habían visto a Klaus viajando hacia el norte en compañía de otros hombres… una tropa de traficantes de baja calaña, antiguos amigos de Klaus… Era todo lo que sabía.
Ese día no fue a trabajar, ni al siguiente tampoco… avisó que estaba enfermo y en verdad estaba muriéndose de pena y dolor… enfermo de tristeza… Klaus lo había dejado… no le había dicho nada… se había ido.
Volvió a trabajar al tercer día pero algo se había roto dentro de él… la pena lo consumía y sus clientes habituales y compañeros de trabajo lo notaron. Danny no estaba bien. El dueño del restaurant lo llamó para conversar en privado pero Danny no reconoció más que, tal vez, un pequeño malestar estomacal… no le pasaba nada, no era necesario preocuparse, podía trabajar. No podía darse el lujo de perder su trabajo también.
Ese día, Don Mauro Martinelli, dueño del famoso club de moda, junto a otras personas, habían ido a almorzar al restaurant donde trabajaba Danny. Él era uno de sus clientes habituales. Como siempre, lo saludo con respeto y amabilidad, intentó atenderlo de la mejor manera. Don Mauro pidió lo de siempre. Danny traía la bandeja con los platos pero cuando estaba a punto de llegar a la mesa sintió que el suelo se movía… todo comenzaba a dar vueltas y no pudo sostenerse en pie… ¿Cuándo había comido por última vez?… no podía recordarlo… La bandeja, el plato y el joven mesero cayeron de golpe justo a los pies de Don Mauro.