CAPITULO 25
DANNY 13
David siempre había sido un verdadero solitario… no le gustaba hablar de su vida ni mostrar sus emociones… se conocieron con Emilio en los primeros años de escuela… ambos provenían de familias humildes y tenían caracteres parecidos. Se hicieron amigos rápidamente.
Al ir creciendo, David se fue dando cuenta de tres cosas muy importantes: una, no le atraían sus compañeras sino los chicos, dos, se estaba enamorando de su mejor amigo y tres, las probabilidades de surgir y salir de la pobreza eran remotas. Las tres cosas le preocuparon de diferente manera; con las dos primeras podía tener paciencia y aceptarlas, pero la tercera necesitaba solucionarla de prisa… quería surgir y tener una vida mejor. Barajó sus posibilidades… eran todas remotas. Incluso para estudiar una profesión necesitaba dinero que no tenía. Aspiraba a las cosas que veía en las páginas sociales de las revistas… en los diarios… en la televisión… quería un poco de ese glamour en su vida. Solo vio un camino para lograrlo… era atractivo, tenía buen porte, el pelo muy rubio y los ojos grises… el conjunto era muy agradable de mirar… eso tendría que servir como su puerta de entrada.
De pronto David se volvió sonriente, sociable, interesado en los demás, amigo de todo el mundo, servicial, atento, divertido, cariñoso… especialmente con aquellos que eran de más alto nivel económico en su escuela. Las chicas comenzaron a acosarlo y los chicos a incluirlo en sus fiestas y reuniones… poco a poco fue “escalando” en la pequeña sociedad escolar hasta que David era indispensable al organizar fiestas, reuniones, competencias… cualquier evento… sabía bien cómo hacerlo y se desvivía por lograr buenos resultados. Todos lo querían tener.
Nadie sabía nada. Nadie tenía idea de todo el trabajo y el esfuerzo que había detrás de cada sonrisa, cada chiste que contaba, cada halago que profería… todo lo ensayaba, todo lo aprendía, todo lo practicaba muchas veces frente a un espejo… tenía mucho miedo de que alguien se diera cuenta de que solo era un chico pobre tratando de entrar en el mundo de los que tenían más que él, desesperadamente enamorado de Emilio, pretendiendo ser un don Juan con las chicas, enamorándolas y conquistándolas… sonriendo y complaciendo a todos sus nuevos amigos, sin dejar jamás ver su verdadera naturaleza. Todo era un juego pero lo jugaba tan bien que pronto formó parte de su forma de ser.
El esfuerzo rindió sus frutos. Pronto, David fue el más popular y amigo de todos, sin querer había aprendido a organizar y desarrollar fabulosos eventos. Ahora lo llamaban de diferentes partes para que organizara todo tipo de fiestas.
Emilio estudió fotografía y en cuanto se presentó la oportunidad, le abrió la puerta para que ingresara al mismo periódico en que él trabajaba. Aceptó encantado y agradecido. Se desenvolvía de maravillas en la sección de sociedad y sus contactos ahora eran mucho más elevados. Había logrado uno de sus más importantes propósitos en la vida. El otro… Emilio, era una incertidumbre que prefería no aclarar… Emilio lo necesitaba, eran amigos del alma, se conocían tan bien… pero David presentía que el día que ambos se sentaran a conversar sobre el tema de su relación… no iba a gustarle nada de nada el resultado, así es que lo dejaba pasar y vivía en la fantasía de ser su compañero aunque nunca… nunca se tocaban más allá de un abrazo o roce ocasional. Lo sabía… pero cerraba los ojos y seguía viviendo sin pensar… sin Emilio se sentía perdido.
Danny había sido el único que lo había distraído del camino, se había “colado” en sus pensamientos sin buscarlo intencionalmente y se sentía muy extraño el verse atraído por otra persona… y atreverse a manifestarlo… De alguna forma, David sentía que estaba engañando a Emilio, pero… el chico era precioso… irresistible y él era débil… necesitado. Allí en la quietud de la noche, con la sonrisa de Danny frente a él, David sintió que algo estaba cambiando en su vida.
Si lo analizaba honestamente, quizás ni a Emilio le había contado todas las cosas que le contó a Danny aquella noche en el auto, frente al mirador del mar… excluyendo su relación actual con Emilio, de eso no mencionó nada y Danny tampoco preguntó. El chico tenía una habilidad especial, sabía escuchar y se interesaba genuinamente en las personas. David se sintió desarmado por el interés en los cálidos ojos de Danny… cada vez que abría una pequeña ventana de su vida, Danny lo miraba con ojos curiosos en su linda cara y quería saber más, preguntaba más… a él nunca nadie le preguntaba por su vida y sus cosas… siempre era David el que tenía que escuchar a los demás y demostrar interés… pero ahora era al revés y se sentía bien, se sentía muy bien que alguien quisiera saber de él.
Hablaron por casi una hora… la mano de Danny siempre estuvo entre las de David y ocasionalmente volvía a besar los dedos, los nudillos…
– Ya te conté demasiado… –
– Pero aun quiero saber más…-
– Pero ya no quiero hablar – no, definitivamente no quería hablar. Quería otra cosa. Su vista se quedaba pegada en los labios de Danny… lo acercó atrayendo suavemente su nuca hacía él y volvió a besarlo… la electricidad surgió a los pocos segundos. Sus brazos se enredaron en los cuerpos, acercándose, tocándose con cuidado y curiosidad… sin atreverse a cruzar ninguna línea aún. Se besaron apasionadamente por largo rato hasta que el aire desapareció de sus pulmones y los labios de Danny comenzaron a dolerle… deliciosamente adoloridos
– Y tú… ¿quién eres tú?- preguntó David sosteniendo su rostro muy cerca. Le había contado casi toda su vida, cosas muy intimas que guardaba solo para él… ahora quería saber de Danny.
– Un chico que… se muere de sueño…- contesto riendo… cansado, apoyándose confiado en el hombro de David mientras este lo acariciaba. Eran cerca del las 4 de la mañana.
– ¿Me contarás mañana?-
¿Mañana?… ¿una segunda cita?… ¿tan rápido?
– Claro… te contaré todo mañana- respondió sin dudar
David inició el viaje de vuelta. Frente a la casa de Danny volvieron a besarse… ansiosos, acariciándose un poco más… sin ganas de separarse… tenía que bajarse del auto y no quería… ambos estaban encantados con el otro… David lo sujetaba atrapándolo con sus brazos
– Me encantas Danny… en serio me encantas-
– Y tu a mi– confesó Danny finalmente. Le dio un último beso largo, profundo… se quedo jadeando… queriendo aún más… mucho más. David con el mechón rubio descuidado sobre su cara, los primeros botones de la impecable camisa abiertos y el deseo en los ojos… era difícil alejarse de él… sacudió la cabeza riendo… mejor se bajaba rápido antes de que no pudiera hacerlo.
– Nos vemos…- bajó del auto casi arrancando y se metió en su casa… en su cama… algo dentro de él bailaba sin que le hubiera dado permiso… las mariposas revoloteaban sin que las hubiera invitado… apretaba su labio inferior… lo mordía a ver si de esa manera podía evitar la tonta sonrisa que no quería desaparecer de su cara..
– David…- se quedó dormido sonriendo esa tonta sonrisa…
Danny despertó aún sonriendo y la sonrisa duró todo el día en su cara…
David despertó tranquilo… no saltó de su cama de inmediato para correr a la ducha como era habitual en él… pasó las manos por detrás de la cabeza y se quedó mirando el techo… pensando… se sentía bien… Danny… bueno… Danny era… Danny… no supo poner en su pensamiento una frase que resumiera lo que sentía o lo que Danny estaba significando en su vida…
Se cruzaron un par de veces en el club y si alguien hubiera puesto atención se habrían dado cuenta de inmediato del intercambio de miradas y la electricidad que se generaba entre ellos… pero ni se hablaron ni se acercaron.
Al amanecer… un poco más temprano que el día anterior, volvieron a escapar como niños alejándose de un castigo…
David había gastado varias horas pensando donde podían conversar con mayor tranquilidad… esta vez fue un parque… no hacía frío, y a esa hora eran remotas las posibilidades de encontrarse con alguien. Extendió un cobertor sobre el pasto, entre los jardines de flores.
– Un pic-nic de media noche??- río Danny entusiasmado – esto sí es romántico – David lo miró entusiasmado… le estaba gustando mucho la sonrisa de Danny… lo alegraba.
– No traje la cesta de comida…- le siguió el juego
– No importa… no tengo hambre… – contestó sonriendo – no de comida al menos.– dijo solo para sus oídos…
Lo primero era lo más importante… pensó David, no se había sacado al chico de la cabeza en todo el día… quería más de él. Comenzó besándolo muy lentamente… más bien jugando con sus labios y su lengua sin llegar a besarlo de verdad… se reían… Danny seguía el juego… quería los besos de David… eran muy ricos… lo excitaban. Luego lo besó en serio… hundiendo su lengua en su boca… lamiendo su paladar y dejando electricidad entre ellos. El calor crecía en ambos… pero ninguno de los dos avanzaba un poco más allá de los besos y las caricias… tenían diferentes razones para no hacerlo… pero ambos lo deseaban.
– Bien… ¿Quién eres Danny?-
Sonrió ampliamente… había pensado mucho durante el día… que respuesta daría a aquella pregunta… era mucho lo que podía contar sobre él pero no todo era bueno… más bien era malo… así es que respondió contándole fracciones de su vida… solo una pincelada de la verdad… necesitaba conocer mucho más a David para contarle la verdad de su vida… “si alguien supiera de primera todo lo que he vivido supongo que se alejarían de mi corriendo”… fue lo que pensó Danny…
– ¿Te gusta lo que haces ahora? – pregunto David intrigado… le parecía que no era mucho… bailar en un club no parecía una carrera de verdad…
-Me encanta!!! no lo cambiaría por nada – le brillaban los ojos… él había vivido la miseria… recordó cuando dormía tirado sobre un pedazo de alfombra vieja…
Sus mundos y aspiraciones eran diferentes… necesitaban entenderse el uno al otro… para Danny, bailar en el club era la realización de un sueño… para David era muy poco…
– Pero… ¿no quieres hacer otra cosa? –
– Cómo qué?-
– No sé… algo más-
– Bueno… supongo que no bailaré toda mi vida pero puedo hacer otras cosas en el club…o en otra parte-
-¿No te da miedo el futuro?-
Miedo el futuro??? Más bien no creía mucho en el futuro… ¿qué más cosas terribles de las que ya había vivido podían pasarle??… esperaba vivir día a día… el pasado había sido duro y terrible… el presente se lo estaba forjando el mismo, peleando cada día por su poquito de alegría… el futuro.. no, no le asustaba en lo más mínimo… él podía, con sus propias manos, labrarse el futuro, él no necesitaba mucho para ser feliz
– No… para nada… ¿por qué habría de temerle?
– No sé… yo necesito la seguridad…- David venía de otro mundo… de diferentes necesidades
– ¿A qué le temes?-
– A perder lo que tengo… mi trabajo es muy importante… a quedarme solo, tengo muy pocas personas cerca de mí… a todo lo malo que pueda venir… que me arrebate lo que he conseguido…-
Danny creyó entender sus miedos pero no los compartía… él tenía tan poco, su trabajo, sus ahorros en el banco, el cariño de su abuelo y quizás el de Lucas y de algunos otros bailarines… pero no temía al futuro… más bien temía a los recuerdos del pasado… ahora se sentía capaz de superar muchas cosas…
-. Pero… si pierdes lo que tienes, puedes volver a conseguirlo, no?… tienes tus manos, tu inteligencia… siempre puedes salir adelante – para él parecía tan fácil… para David, perder lo que tenía significaba el fracaso de todo su esfuerzo…
– No sería lo mismo…-
– Siempre se puede-
– ¿Eres siempre tan optimista?- rió David… le gustaban sus respuestas y la seguridad con que hablaba… estaba comenzando a admirarlo… y eso era algo difícil de conseguir
– Optimista?!… no sé… solo soy como soy-
– Eres lindo… eres muy lindo, Danny-
Volvió a besarlo… esto se podía convertir en una adicción… Danny tenía unos labios perfectos para ser besados… se anticipaba pensando en que el resto del cuerpo de Danny también era perfecto… esta vez la temperatura subió de grados rápidamente… se encontraron tendidos sobre el cobertor, David envolviendo el cuerpo de Danny con el suyo… se acercaban y se acaloraban cada vez más…
– Danny?-
Danny supo lo que le estaba preguntando… pero él no estaba listo todavía… necesitaba un poco más de seguridad… después de todo, cada vez que había entregado el corazón se lo habían roto de una u otra manera… aplastado, triturado… David le gustaba mucho… estaba demasiado cerca de poder ser un amor de verdad y eso… eso lo aterrorizaba…
-David…- tenía que explicarse… ahora era cuando tenía que decir lo que no había dicho hacia un rato atrás cuando habló de su vida…
– Necesito más tiempo…- su mano lo empujó suavemente. David se tendió a su lado, apoyando la cabeza en su mano…
– ¿Por qué?- no dejó de acariciarlo… solo quería entender… lo deseaba mucho… muchísimo
– Es que… me he enamorado un par de veces y… siempre me han roto el corazón…- miró a un punto indeterminado… malditas lágrimas que acudían cuando nadie las llamaba… ocultó su rostro… no quería que David lo viera así.
– No voy a romperte el corazón, Danny- para romperle el corazón a alguien necesitas que ese alguien se enamore de ti… él no iba a enamorar a Danny… se entendían, le gustaba, lo admiraba… se moría por tenerlo en una cama y hacerle el amor… pero no iban a enamorarse…
– David… sólo dame más tiempo… en serio lo necesito-
– ¿Cuánto tiempo?… ¿sabes cómo me tienes?-
¿Podía darle una fecha?… ¿cómo podría saber por anticipado cuando?… no había forma
– No lo sé… no sé cuánto tiempo… no es una asunto de días u horas… –
– ¿Qué es entonces?-
– Necesito conocerte mejor-
– Me vas a volver loco mientras tanto, Danny– se perdió en su cuello dándole suaves besos mezclados con deliciosos mordiscos… respiro profundamente… el olor de Danny era exquisito… con su mano lo atrajo hacia él y unió sus cuerpos… a través de la ropa pudo sentir que David tenía una erección completa… él también tenía algo de aquello…
Cuando David se fue a dormir aquella noche, le costó un poco conciliar el sueño… y no era por la excitación… ya se había encargado de eso… las palabras de Danny hacían eco en su mente… la seguridad con que el chico hablaba del futuro, de no tener miedo… eso le llamaba poderosamente la atención… se durmió pensado en donde estaba la raíz de sus miedo y temores… ahora no solo le gustaba con locura sino que quería aprender más de Danny… por eso había logrado arrebatarle el compromiso para una tercera cita…
La tercera cita coincidió con el día libre de Danny. Despertó temprano para lo que era habitual en él y tomó desayuno con su abuelo. Isaías lo miraba curioso, sin atreverse a decir nada… pero se había dado cuenta… Danny estaba feliz nuevamente… ¿Quién era el responsable?… no le quitaba los ojos de encima
– ¿Qué pasa abuelo? – preguntó Danny que sentía las miradas
– Nada… nada…- sonreía Isaías
– ¿Hay algo que quieras saber? – Danny lo conocía demasiado bien y ya presentía lo que estaba pasando
– ¿Hay algo que quieras decirme?- preguntó el viejo sonriente… esperando.
Danny terminó de comer y se levantó. Tomó los platos sucios y se acercó a darle un beso en la frente, mientras los llevaba para lavarlos
– No todavía abuelo… aún no tengo nada que contarte– pero no pudo evitar otra sonrisa.
David pasó a buscarlo cerca del mediodía. Se subió al auto sintiéndose cómodo, confiado y tranquilo… David lo hacía sentir especial y disfrutaba de su compañía. Ese día, había cambiado sus ropas siempre elegantes y finas por jeans de marca y una camisa deportiva… Danny suspiró al verlo pensando que se veía mejor que nunca y se le estaba haciendo cada vez más difícil mantener las manos alejadas de su cuerpo.
Fueron a almorzar a un restaurant pequeño y tranquilo al lado del mar. David tenía mucha curiosidad por saber más de la forma de pensar de Danny y de su seguridad… hizo muchas preguntas y recibió respuestas rápidas y simples… su admiración por Danny crecía sin que se diera cuenta… solo era consciente de que le gustaba mucho, que le fascinaba su risa, su boca… la forma en que movía la cabeza y su pelo se agitaba… la manera directa y simple con que le hablaba… era como un niño grande en el exterior pero por dentro había tanta sabiduría… quería tocarlo, quería desesperadamente tenerlo… era tanto su deseo y atracción que hacía ya varios días que había dejado de pensar en Emilio… pero no se había dado cuenta.
Estuvieron gran parte de la tarde juntos y cuando volvían, David detuvo el auto un poco antes de llegar a la casa de Danny. Se quedó mirándolo… no sabía cómo decirlo para hacerle entender lo que sentía… él tenía claro que Emilio era lo más importante y el primero en su vida… aunque Emilio era algo distante… imposible… irreal… pero Danny… diablos!! Danny estaba tan presente… era tan delicioso… se estaba volviendo loco… tenía su mente y su cuerpo llenos del chico…
– ¿Qué pasa?- pregunto Danny mirándolo con una leve sonrisa de curiosidad…
David se mantenía serio, observándolo. Estiro su mano y tomo unos mechones de su cabello con los que empezó a jugar… luego de unos minutos de silencio pero de intensa comunicación visual se acercó a besarlo… profundo, dulce… húmedo y embriagador
– Danny, me tienes loco…- lentamente tomó la mano de Danny y la puso sobre su entrepierna… estaba nuevamente completamente duro a causa del chico… Danny entendió… sentía la presión sobre él… quería conocerlo mejor antes de involucrarse más con él, si, era estúpido… solo era sexo… pero… su sentimientos… Dios!!! ¿Por qué era así y no era más frío… menos sentimental?
– Tengo una regla, David– No quitó su mano de donde la había dejado David… sentía el bulto duro y grueso bajo su palma… tenía que explicarse mejor… él necesitaba protegerse… lo habían herido tantas veces… era tan doloroso después…
– Dime-
– No salgo más de tres veces con una misma persona…– sentenció Danny.
– ¿Es una broma?… ¿por qué?!!!– casi grito… no podía hacerle esto ahora… no…
– Es que… te lo dije… he sufrido mucho, me han destrozado emocionalmente varias veces y no estoy preparado para sufrir otra vez- lo miraba sin pestañear… serio y algo triste…
– Danny… no voy a hacerte sufrir… me gustas mucho– dijo lo que realmente sentía… él no tenía intenciones de hacerlo sufrir… solo lo quería… necesitaba de él…
– Lo sé… tu me gustas a mi también, pero…-
– ¿Pero, qué?-
– No te he contado todo sobre mi vida… en serio lo he pasado mal… –
– Danny… mírame… no voy a dañarte…- sus ojos grises lo miraban directo… David no estaba mintiendo en ese momento… él mismo no tenía intención alguna de causarle daño a Danny… era tan dulce y apetecible, no, por supuesto que él no lo heriría… al contrario… quería aprender de él, con él… pasar mucho tiempo en su compañía, se sentía tan bien… parecía que Danny era lo que necesitaba en su vida… Decidido, se acercó a besarlo…
Danny sabía que si recibía ese beso estaba aceptando… estaba entregándose de nuevo… estaba poniendo en riesgo sus sentimientos… pero… David estaba siendo sincero, verdad?… Emilio y Lucas estaban juntos… sus manos estaban protegiéndose… frente a él, conteniendo el pecho de David para evitar su cercanía… las dejó caer… David… mierda!!… ya no tenía barreras… Los labios de David ya estaban sobre los suyos haciéndole olvidar todo lo que estaba pensando… sus manos lo sostenían… fue un beso diferente, más brusco y pasional… los dejó a ambos temblando… como si hubiera sido el primero… se miraban… agitados… aún con las bocas tan cercas… abiertas… queriendo más…
– Danny?- era una pregunta dolorosa… intensa… solo una palabra que resumía todo…
Estaba excitado, Danny estaba al borde del abismo… todo lo que había pensado y decidido sobre su futura pareja se estaba yendo por el desagüe… ¿sería David?… ¿por qué estaba tan asustado de lo que sentía?… supo la respuesta en el mismo instante en que se formuló la pregunta… porque podía fácilmente enamorarse de David… entonces???…
Fue él quien lo besó aceptando… sintiendo que estaba perdiéndose en el sentimiento que experimentaba… ofrecía su corazón en bandeja nuevamente…
CAPÍTULO 26
DANNY 14
Minutos después el vehículo se detenía en unas pequeñas cabañas frente al mar… David se bajó del auto y volvió a los pocos segundos con un par de llaves en las manos.
Entraron juntos, muy pegados… una vez que la puerta estuvo cerrada y se quedaron solos no perdieron un minuto de tiempo… David quería vivir ese momento con toda intensidad… nunca había sido así, el siempre tan controlado y medido, se desbordaba de sentimiento por Danny. Se besaban ahogándose, buscándose y moviéndose lentamente hacia la cama… las ropas iban quedando tiradas en el suelo… de pronto Danny estuvo desnudo en la cama… David lo miraba… sabía que iba a ser así… precioso, perfecto… sus ojos se llenaban deleitándose con las formas del cuerpo de Danny mientras lo acariciaba y besaba sin poder detenerse…. Su autocontrol completamente perdido… en manos de este chico que le sonreía con picardía y lo incitaba… lo tocaba de maneras que nadie lo había tocado antes y le hacía cosas que nunca había imaginado… lo ponía a punto de la manera más deliciosa que podía haber imaginado… nunca nadie lo había tocado así ni le había hecho perder todo el pudor y el control… Danny estaba poniendo en práctica todo lo que había aprendido a lo largo de los años… quería que David supiera de lo que era capaz… y él podía entregar mucho placer… con sus manos, su boca y su cuerpo dejó marcas y caricias por el cuerpo trabajado y firme de David… en los lugares más remotos y deliciosos… le gustaba… si… le gustaba mucho este rubio de ojos grises… con los ojos llenos de brillo y excitación, gimiendo y jadeando bajo sus manos… él era el experto… él era quien sabía cómo enloquecerlo aún más. David estaba bien dotado… Danny se estremeció anticipando el placer… manos y cuerpos se enredaban y sentían intensamente… cuando estuvo listo, Danny se ubicó solo donde quería estar, abrió sus piernas y le indicó a David con la cara sonriente y toda la picardía que podía reunir dónde lo quería ahora… dentro suyo… David lo penetró son cuidado, pendiente de no dañarlo y solo causarle placer… Se olvidó por un momento de sí mismo para mirar al delicioso chico que lo acompañaba en esta locura… Dios!! El rostro y la expresión de Danny bastaba para llevarlo un peldaño más allá de todo el placer que había conocido hasta ahora… lo sujetó con ambos brazos estrechando su cuerpo…su miembro envuelto, enfundado en Danny quien se movía dándole a entender lo bien que lo hacía sentir… todo era nuevo… maravilloso… estaba perdido en el placer que experimentaba con él… era lo mejor que había tenido en su vida… Danny era tan suave, tan entero, tan experimentado… jamás lo imagino capaz de causarle tanto placer y tantas emociones… apretaba el torso de Danny contra el suyo al sentir que lo embestía y ambos disfrutaban… gemía… quería todo… lo penetraba más rápido buscando el orgasmo que no se demoró en llegar para ambos… Fue su nombre el que salió de sus labios al llegar al clímax
-. Danny… Danny… – no quería soltarlo a pesar del galope desbocado de su corazón y de la agitada respiración… era magnífico… Danny era lo mejor.
Danny se apretó a él también… se sentía satisfecho… David era un amante cuidadoso, delicado y gentil… él lo había guiado y llevado a conocer algo diferente y David se había dejado llevar… obtuvo su propio placer…
-. Danny… eres lo mejor –
Danny sonrió suavemente… aún tenía muchos trucos guardados… Se quedaron muchas horas en aquel lugar… acariciándose, conversando, mezclando besos y sexo… conociéndose y entregándose placer.
Cuando Danny llego a su casa era de madrugada… la sonrisa estaba fija en su cara… no le había pedido una cuarta cita… ambos habían dado por supuesto que ya no era necesario pedirse citas… sabía que David y él tenían para largo tiempo juntos… había visto la cara de David cuando estuvieron juntos… le gustó, le encantó poder asombrarlo en algo al menos… David sabía mucho más del mundo, había vivido mucho más, podía darle clases sobre muchas cosas… pero él podía ser su maestro a la hora del sexo… Danny se había comenzado a enamorar… le había abierto la puerta a David para que ingresara en sus sentimientos.
Siguieron encontrándose casi todos los días… fuera del club. Danny nunca le preguntó directamente las razones que David tenía para hablarle y tocarlo solo lejos de las miradas de quienes los conocían… pensó en razones de trabajo… de privacidad… en realidad no lo pensó mucho, simplemente se dejó llevar por este nuevo torbellino que había llegado a revolucionarle la vida, haciéndolo sonreír nuevamente.
David era el mejor alumno que Danny tuvo jamás… nunca había sido un profesor pero le enseñó a David todos los secretos del sexo que él conocía… David seguía ciegamente sus instrucciones y se dejaba hacer de muy buena gana… se deleitaba en todo lo que practicaban… nunca quería separarse de él, cuando llegaba la hora de volver a sus respectivos hogares, David siempre protestaba… quería más de Danny… siempre quería más. Danny reía… como loco, se sentía lleno, feliz… su corazón rebosante también de sentimientos nuevos hacía David… le gustaba cuando luego de hacer el amor, David lo trataba como a un niño pequeño, lo acariciaba y acunaba con tanto cariño y gentileza… no se cansaba de repetirle lo maravilloso que era y lo afortunado que se sentía de haberlo encontrado… Danny creía cada una de las palabras de David…
De pronto, el tiempo lo pilló de sorpresa, un nuevo año había pasado y cumplía 19… Danny se mantuvo muy tranquilo y callado el día de su cumpleaños, ya no quería celebrarlos… los cumpleaños le recordaban cosas tristes. No le dijo a David ni a nadie más. Solo su abuelo lo saludó ese día… También lloró antes de dormirse… el día de su cumpleaños siempre lloraba y volvía a pensar en todos lo que, por una u otra razón, no estaban a su lado… los extrañaba… algunos habían sido buenos, otros muy dañinos… pero eran gente que había sido importante en su vida y ya no estaban con él. Los extrañaba…
Lucas y Emilio progresaban lentamente en su relación. Los veía mirarse, jugar a atraerse pero Lucas aún no lograba que Emilio diera el paso definitivo… Lucas le había dicho lo que sentía, pero Emilio pensaba en él como en un crío menor y, aunque se moría de ganas… no se atrevía. Lucas y Danny se volvieron a juntar varias veces… lo alentaba a seguir el plan que juntos habían desarrollado para hacer caer la barreras de Emilio, pero a Lucas le costaba ser paciente… quería a Emilio luego… su impaciencia le causaba gracia… Danny disfrutaba en grande de su amistad con Lucas y sufría con él todos lo que pasaba en esa relación.
Una noche, mientras bailaba en el escenario, de reojo los vio aparecer juntos… de la mano… con la cara llena de rubor y felicidad… Lucas lo había logrado!!! Por fin Emilio reconocía sus sentimientos!!! No podía mirarlos con claridad… tenía una rutina que seguir mientras bailaba… pero entre un movimiento y otro se fijó en la cara de orgullo que traía Emilio y las sonrisa de locura que portaba Lucas… y las manos unidas… siguió bailando con una enorme sonrisa en la cara… quería contarle a David… nunca antes había hablado del tema, Lucas se lo había contado en forma confidencial y él respetaba mucho los secretos que en él confiaban… Emilio y Lucas juntos!!!… en público… ya podía contar… Entonces vio aparecer a su rubio. David se acercó a Emilio y comenzó a hablarle sin prestar atención alguna a Lucas… Danny presintió que estaba molesto… quizás lo leyó en la forma de moverse y en sus expresiones… no podía escuchar lo que hablaban pero quedo intrigado… algo no estaba bien… En cuanto terminó la música corrió a vestirse y volvió de inmediato donde Lucas… su amigo estaba feliz!! Emilio y él finalmente eran pareja… Danny se alegró casi tanto como el mismo Lucas… quiso saber de David
– ¿Qué pasó con David?-
La cara de Lucas perdió su alegría
– No le gustó vernos juntos… se fue a la oficina a hablar con Emilio – las alarmas se encendieron todas dentro de la cabeza de Danny… ¿por qué podría no gustarle esto a David?… ¿Qué podía importarle a él lo que hicieran Lucas y Emilio
-. ¿Por qué lo dejaste ir? – sabía que era una pregunta tonta… Lucas no habría podido retener a David… pero eran sus dudas las que estaban hablando… Dejó a Lucas sentado comiendo y corrió por el pasillo hacia la oficina de Emilio… Al llegar ante la puerta se detuvo… ¿estaba cometiendo una estupidez?… si, posiblemente si pero necesitaba saber de qué estaban hablando… se arrepintió de no haber preguntado nunca… de haber confiado en lo que David le había dicho… jamás habían hablado de Emilio… abrió el pomo de la puerta con mucho miedo y se quedo pegado a la pared escuchando claramente la conversación a gritos… no tenía tanto temor de que lo sorprendieran como de lo que iba a escuchar… en el interior de la oficina David y Emilio discutían… David le recriminaba la falta de amor… el aire abandonó sus pulmones de una sola vez… sintió que se doblaba… se empequeñecía… no.. no de nuevo… no… sintió que las piernas se volvían de lana… en su mente las imágenes de David y él haciendo el amor… ¿alguna vez fue amor?… ¿por qué?.. ¿Por qué había sido tan estúpido una vez más?… recordó lo que le había dicho… “no te voy a dañar”… respiraba muy rápido aguantando el dolor que estaba naciendo quemando su pecho
– Me voy Emilio… no tengo nada más que hacer aquí- amenazaba David dentro de la oficina a un complicado Emilio que intentaba retenerlo…
Danny no creía lo que escuchaba… ¿nada más que hacer aquí???!!! Y qué diablos era él entonces??!!… no era nada?… todo lo que le había dicho eran mentiras??… se resbalaba por la pared… sentía que sus sentimientos, lo que había recibido de David se resbalaban y caían también…
– ¿Quieres que me quede?- preguntaba David a gritos
– Si… por favor-
– Entonces deja al mocoso ese y quédate conmigo–
¿Deja al mocoso?… Emilio dejar a Lucas??… ¿quedarse con él??… con él… con Emilio… Siempre había sido Emilio, no él… él había sido solo un juego… solo un estúpido juguete de David… ¿Por qué?… le dolía la garganta de tanto retener el llanto… de pronto sonrió una risa amarga e hiriente…
– Porque me estaba sintiendo feliz, verdad?… no soportas que yo sea un poco feliz y me lo tienes que arrebatar todo siempre… – sus palabras pronunciadas tan despacio las escuchó solo él… Danny hablaba con la vida… le recriminaba una vez más que se estuviera burlando de él y cobrándose tan caro el que se sintiera confiado y feliz… un sentimiento más hondo que la pena empezó a crecer dentro de él… más negro, mas fuerte… se ahogaba en rabia e impotencia… ¿por qué lo había engañado?… ¿por qué lo había dejado sentir algo por él?… él fue sincero… siempre fue sincero con David…
– Yo también te quiero Emilio… llevo toda mi vida queriéndote… a ti, solo a ti –David suplicaba dentro de la oficina… suplicaba por el amor de Emilio…
Fue la gota que colmó el vaso… Danny jamás en su vida había sido violento ni agresivo, sino todo lo contrario pero en ese momento algo explotó y la rabia se desbordó del canal de contención en que siempre la mantenía… salió por sus poros y sus ojos… ya estaba cansado de que todos lo dejaran y se burlaran de sus sentimientos… también merecía un poco de felicidad… empujó la puerta con fuerzas hasta abrirla entera… entró caminando decidido, ambos, David y Emilio, se volvieron hacia él al verlo… Emilio abrió mucho los ojos sin entender qué diablos hacía Danny entrometiéndose así en su oficina y en su conversación privada… siguió mirando la puerta pensando que tal vez Lucas venía tras de Danny pero no era así… David abrió los ojos un poco más que Emilio… más asombrado… más sorprendido… él sabía perfectamente por qué Danny había entrado de esa manera y sus ojos reflejaban sorpresa y temor. Emilio vio la escena como en cámara lenta. Danny paso frente a él sin mirarlo y se plantó con fuerzas frente a David… levantó su mano derecha cuya palma estalló de lleno en la mejilla izquierda de David
– Danny… No… no es …- no alcanzó a terminar la frase
– Mentiroso!!! – escupió Danny frente David –¿Todo lo que me dijiste era una mentira??!!!-Danny grito pero David no alcanzó a contestar – eres muy falso… te creí, como un idiota, te creí… No quiero volver a verte.
Dio media vuelta… no miro a Emilio… no podía mirarlo y saber que era a él a quien David en verdad quería… salió de la oficina, recogió sus cosas de prisa de la sala de vestuario y se fue directamente a su casa… solo… nuevamente solo, con las ilusiones destrozadas… sufriendo de nuevo por amor… es que nunca iba a aprender??!!! Era un grandísimo imbécil… un perfecto idiota que se dejaba llevar por las palabras bonitas… ¿por qué era tan tonto??!!! nunca más… nunca más iba a volver a traicionarse a si mismo… nunca más se iba a volver a enamorar… siempre… pero siempre, siempre le pasaba lo mismo…
Se quedó dormido llorando… las palabras de David rebotaban en su mente y en sus sueños… lo que le había dicho a él… lo que le había dicho a Emilio… sollozaba dormido… le había creído… como pudo ser tan estúpido y creerle…
Despertó cansado y dolido, miró su rostro al espejo… “la cara de un idiota”… pensó al mirarse. Estaba enojado con David, lo había engañado… pero más que nada estaba enojado consigo mismo por haberse dejado engañar… ¿cómo, por Dios?!!! Por qué no preguntó??… habría sacado algo en limpio?? Qué le habría respondido David si le hubiera preguntado?… ya daba lo mismo… ahora no importaba nada… se había terminado… él amaba a Emilio.
Tomó desayuno callado, cabizbajo y pensativo. El abuelo Isaías lo miraba… se daba cuenta que Danny estaba triste una vez más… esperaba que fuera temporal… ¿por qué su niño tan bueno no encontraba el amor de verdad?… se lo había preguntado muchas veces… Danny era tan especial, merecía a alguien especial, tal vez por eso se demoraba en llegar.
Danny meditaba sobre lo que iba a hacer ahora… Nuevamente realizaba una lista mental de su vida… tenía a su abuelo, sus ahorros en el banco… su amistad con Lucas… odiaría perder eso por causa de David… y su trabajo… su trabajo que tanto le gustaba… pero David estaba en el mismo lugar… ¿respiró profundamente?… sintió mucha pena… ¿tendría que dejar su trabajo también?… pensó en Don Mauro… en el primer día que llegó al club sintiéndose tan perdido y asustado… lleno de ilusiones… el club significaba mucho más que un simple trabajo, Danny tenía sentimientos y recuerdos involucrados en ese lugar… De golpe volvieron las imágenes de la noche anterior… Emilio!! Emilio era ahora el dueño… ni siquiera le había dado una explicación… Con la cabeza llena de confusión se vistió rápidamente y partió al club más temprano de lo habitual… el corazón encogido de susto y sentimientos encontrados ¿Qué habría pasado con David??… NO quería verlo… le había hecho daño… había jugado y se había burlado de él… no quería ver sus ojos grises que tanto le habían gustado…
Emilio lo recibió amablemente, le explicó que no sabía nada de David… había llegado al departamento que compartían y ni David ni sus cosas estaban… no sabía donde se había ido… estaba preocupado. Danny se disculpó por la grosería de haber escuchado tras su puerta y haber interrumpido su conversación. Emilio dio la vuelta al escritorio hasta sentarse a su lado…
– ¿Qué fue lo que pasó Danny?- Emilio era una buena persona… pero Danny no quería hablar de lo estúpido que había sido… si hubiera sido Don Mauro, probablemente le habría contado todo y habría terminado llorando con él… pero era Emilio, su hijo… de quien David estaba enamorado…
– Discúlpame Emilio pero preferiría no hablar de eso-
Emilio guardó silencio un rato…
– Danny… David y yo no somos más que muy buenos amigos… no somos pareja ni nada parecido- Sabía que Emilio era sincero y tenía buenas intenciones, pero el problema era él… el estúpido había sido él… y no quería compartir eso con nadie más
– Lo sé… tu y yo lo sabemos… pero él no lo sabía… él creía otra cosa-
– Lo siento… ¿cómo puedo ayudarte?-
– Estoy bien… gracias , pero estoy bien-
Obviamente no lo estaba. Salió de la oficina y se dirigió a la sala de vestuarios… al menos seguía teniendo su querido trabajo y David no estaba por ninguna parte. Mejor así. Que se fuera al demonio y se quedara allá para siempre… ojalá le pasara algo terrible y no volviera a saber nunca más de él… Que se fuera lejos y se quedara allá para siempre.
Se puso sus ropas de baile y salió a practicar… consciente sólo de los pasos y movimientos que tenía que realizar…
Fueron varios los días que Danny estuvo odiando intensamente a David… sentía solo furia en su corazón… contra él mismo, contra David, contra la vida… hasta que muy lentamente empezó a echarlo de menos… NO. No iba a recordarlo ni se iba a poner triste por un imbécil mentiroso y traicionero… Subía de volumen la música y seguía bailando exigiéndose cada vez más… la rutina más complicada y los pasos más difíciles. Recordaba una de las últimas cosas que aprendió de Don Mauro… trabajar tanto que no tengas tiempo de recordar la pena… Llegaba más temprano, practicaba muchas horas, su agenda estaba llena todos los días… era de los últimos en irse y no tenía un minuto de tranquilidad… no quería tenerlo. Procuraba no quedarse a solas pensando… sabía que si lo hacía iba a ponerse a llorar de nuevo… ya se había dado cuenta… lo echaba de menos terriblemente… sentía un vacio hondo en el centro de su pecho… el maldito rubio de ojos grises se le había colado en el corazón y no era tan fácil patearlo hacía fuera…
EMILIO.
La desaparición de mi amigo de toda la vida me tenía muy preocupado, Habían pasado ya casi 4 semanas desde que se había ido sin dar ninguna señal de vida. Nadie sabía de su paradero… los amigos en común que teníamos tampoco sabían de él… lo único que me tranquilizaba era suponer que si algo malo le hubiese pasado… ya lo habría sabido. Él era lo más cercano a un familiar en mi vida y yo lo era para él también… David había confundido sus sentimientos y ahora yo podía reconocer que posiblemente yo lo había alentado con esa confusión… me gustaba tener a David cerca de mí… era mi compañero y confidente, mi mejor amigo y egoístamente quería toda su atención en mi… no lo hice en forma consciente… nunca pensé en lo que era nuestra relación… simplemente se dio así y ambos la aceptamos porque nos resultaba cómoda. Pero Lucas vino a alterar este orden en nuestras vidas… Lucas… sonreí… mi Lucas… no solo había alterado eso sino que toda mi vida… Mi precioso crío había descubierto recién el sexo y … Oh Dios!! Cómo le gusta… De acuerdo, no me puedo quejar… no me estoy quejando… no… la verdad es que… soy muy complaciente para ayudarlo con su más reciente descubrimiento… pero tengo que reconocer que a ratos me asombra… tiene sólo 17, acaba de descubrir el sexo conmigo y… aún así, puede sorprenderme su capacidad, su entrega, su aguante y las locas ideas que se suben a su preciosa cabecita… cada día más bonito y resplandeciente… a ratos me quedo mirándolo y pensando que es lo que ve en mi para mirarme cómo me mira y quererme como me quiere… él… él es… Lucas es lo más lindo que he tenido y que probablemente llegue a tener en mi vida. Es hermoso por si solo… pero tengo que admitir que lo que le hacen y le enseñan en la agencia lo convierte en diez veces más atractivo… No. No voy a caer en el juego de los celos… ya sé que es precioso… y que está todo el día rodeado de otros chicos, tanto en el colegio como en su trabajo… a ratos lo pienso… no puedo ser el único que ve como es y cómo se vuelve mejor cada día… habrá otros cerca de él que también lo vean… me muerde un poco el bicho de los celos… pero luego, lo veo llegar… nunca llega tranquilo aunque esté muy cansado… siempre llega corriendo, desesperado por verme, tocarme y besarme… me tranquilizo totalmente al tenerlo a mi lado… Estamos bien… muy bien y felices… quizás el único punto oscuro en nuestra vida es la desaparición de David y la preocupación de Lucas por Danny. Sé que lo quiere mucho… es, creo, el único amigo que tiene… veo como Danny no lo está pasando bien, en el escenario es siempre igual… tal vez mejora cada día por las largas jornadas de práctica que se ha auto-impuesto pero no quiere ayuda, no quiere hablar… Danny se ha cerrado y Lucas no puede traspasar la barrera de la falsa sonrisa y su apariencia de “no me pasa nada”.
– Don Emilio… llegó el otro candidato para la entrevista–
Uno de los chicos interrumpe mi trabajo. David hacía muchas cosas en el club sin que me hubiera dado exacta cuenta, mantenía todo coordinado y funcionando a la perfección, los detalles grandes y pequeños eran su especialidad… su relación con los clientes era muy personal y perfecta… todos los días me preguntan cuándo volverá… lo extrañan, cumplía en el club un rol que nadie más sabe cumplir… su personalidad es única para este tipo de trabajo. Tuve que poner un aviso buscando otra persona para ocupar su puesto, pero no he podido encontrar a alguien con sus cualidades.
Luego de la entrevista me siento desanimado. El nuevo postulante no es malo… su historial es impecable pero tampoco es el adecuado para reemplazar a David…
La puerta se abre de golpe… retengo el aire en mis pulmones… solo hay una persona capaz de entrar así en mi oficina… sonrío anticipando… antes de levantar los ojos de los papeles sé perfectamente quien es…
– Emilio… – me abraza por detrás y ladeando su cara comienza a besarme… su olor, sus brazos envolviéndome… sus labios llenos, abriéndose para dejarme saborearlo… me he olvidado de todo lo que tenía frente a mi… me lleno de mi crío…
– Hola – estoy completamente feliz y enamorado y se me nota hasta en voz… en un movimiento brusco lo tomo de la cintura y lo siento sobre mis piernas… Lucas ríe y se deja… me vuelve a abrazar y seguimos besándonos
– ¿Cómo ha estado tu día sin mi?- pregunto
– Bien… pero acaba de mejorar-
Lo miro detenidamente… se inmediatamente que viene de la agencia… su pelo, la ropa… todos los detalles pequeños que transforman a mi crío en una joya preciosa…
– Y espero que mejore aún más…- su sonrisa… con los ojos brillantes y la boca levemente curvada… ya he aprendido a conocer esa sonrisa… es la que me anticipa que la temperatura de Lucas ha comenzado a subir… y por lo tanto, la mía también
– Y… ¿tu día?… ¿qué tal?- pregunta con toda inocencia mientras sus deditos curiosos han comenzado a soltar los botones de mi camisa…
– Bien… no encuentro aún quien reemplace a David– intento mantenerme serio
Por un segundo me mira entendiendo, pero de inmediato reanuda su trabajo
– ¿No has sabido nada de él?-
– No…- ha terminado de abrir mi camisa y su boca comienza a besar mi cuello…
– ¿Estás muy triste?- pregunta sin dejar de besar… subiendo hasta lamer y chupar el lóbulo de mi oreja… las sensaciones comienzan a hormiguear en mi cuerpo
– Algo triste…-
– ¿Puedo hacer algo para alegrarte?- vuelve a sonreír de esa manera mirándome… sus manos tocan mis tetillas… ya se ha vuelto un experto en causar estragos en mi pecho y en todo mi cuerpo… me quedo esperando y deseando que continúe… que no se detenga… no queda nada del chico tímido e inexperto de hace un tiempo atrás… he creado un pequeño pervertido, adicto al sexo… y no puedo estar más feliz con el resultado. Me empuja hacia atrás en el asiento… mi pecho queda a merced de su boca, sus dientes y su lengua..
– No sé… tal vez… un poco… de esto… o de esto… podrían alegrarte…-
Me muerdo los labios… me conoce tan bien y sabe como encenderme en pocos segundos. Se acomoda sobre mis piernas quedando a horcajadas sin dejar de lamerme y besarme… mueve sus caderas
– Lucas…-
– mmhhh?-
– Estamos en mi oficina, crío.- lo regaño con muy poca fuerza. Lucas se endereza de golpe y me mira con cara de asombro
– Oh!, tienes razón…- de golpe salta de mis piernas y corre hasta la puerta… pasando el seguro e impidiendo que alguien pueda entrar… al volver hacia mí camina despacio, quitándose algunas prendas de su ropa… – ¿ahora si? – si no lo conociera bien podría creer en su cara de inocencia…
Me pongo de pie, vencido, totalmente excitado y en sus manos… quiero lo que sea que haya pensado esa cabecita peligrosa
– Si, ahora si Lucas…- no reconozco el sonido de mi voz..
Sonríe de oreja a oreja… sabe que me ganó. Se me acerca semi desnudo. Solo quedan sus pantalones sobre él… su torso… precioso y delicado, frente a mis manos. Lo tomo aguantándome las ganas de tirarlo bruscamente sobre la alfombra y hacerle el amor como un loco… Lucas queda aprisionado entre mi cuerpo y mi escritorio… mi camisa desaparece y el roce de nuestros torsos vuelve aún más excitante el momento…
– Emilio…- suspira mi nombre… sabe que me encanta que lo haga… cierra sus ojos y se deja llevar por lo que siente ante mis besos y mis manos en su cuerpo… el deseo me nubla la razón… solo quiero hacer el amor con él, tocar su cuerpo, sentir su calor húmedo abrazándome, mi sexo ya erecto… mis manos se apoderan del cierre de sus pantalones… todo se desliza por sus piernas hacia abajo… solo queda él… su preciosos cuerpo y nuestras erecciones rozándose juntas, ambas en sus manos… las junta, las frota… se respiración y la mía agitadas… Despacio, con su boca aún unida a la mía, gira su cuerpo dejándome ver su precioso culo… sus manos firmes sobre mi escritorio… se suelta de mis labios y me sonríe, sosteniendo parte de su labio inferior entre los dientes…
– ¿Podrías, por favor…?- estira rápido su mano y abre uno de los cajones de mi escritorio del cual saca un tubo de lubricante que me pasa junto a un beso y su lengua profunda dentro de mi boca… sus caderas se mueven, sus nalgas me atrapan… friccionando e incrementando aún más mi deseo de él…
– ¿Podría qué?- sujeto su rostro y pregunto tan cerca de su boca abierta… quiero escucharlo pedir… me excita… Lucas me mira… respira jadeando… sus ojos azul oscuro brillan exageradamente y su pelo cobrizo esta todo desordenado por su rostro… es la viva imagen del descaro y el placer…
– ¿Podrías follarme… por favor, Emilio?- ríe dentro de mi boca y su lengua me recorre… precioso… irresistible
– Pequeño pervertido…- pero estoy abriendo el tubo a toda prisa…
– Por favoooor??- jadea intensamente al sentir mis dedos dentro suyo… silencio… solo escucho los cambios en su respiración… ahora es un gatito silencioso que apenas gime… se ha concentrado en el placer que le estoy provocando
– Lucas… mi Lucas- mis dedos se saben bien el camino para llegar hasta donde le gusta.
– Siempre tuyo, Emilio-
Mi mano, que sujetaba su cadera, comienza a frotar su pene… sus ojos cerrados… mi boca en su cuello y en sus hombros… no debo dejarle marcas… por las fotos, el modelaje y la ropa… pero hay veces en que simplemente no resisto morder o chupar su piel… Después de unos minutos sé que mi crío está listo para mi… está intranquilo esperándome… me abro camino en su interior… mi sexo duro y expectante comienza a desaparecer en su interior… Lucas gime despacio… hasta adentro, hasta el fondo… hasta que mis bolas chocan con su piel y ese roce vuelve todo aún más delicioso… aún con cuidado y delicadeza… nunca olvido que es un adolescente… nunca quiero dañarlo… comienzo a moverme muy lento, aumentando de a poco la intensidad cuando él mueve sus caderas pidiendo más… su miembro sigue en mis manos… a ratos busca mi boca y me besa… su cara me enloquece y el movimiento de sus caderas también…
– Te quiero mi pequeño pervertido…-
Sonríe al escucharme, luego su rostro adquiere el gesto del máximo placer cuando está a punto de eyacular… una mezcla de placer y dolor
– Emilio…- su boca abierta es en ese momento la mejor invitación a besarlo y lamerlo… solo un segundo de quietud y mi semen, caliente y espeso, deja mi cuerpo para quedarse en el de él… mágico, tan placentero y perfecto…
– ¿En qué estábamos?…- pregunta volviendo a entrar a mi oficina ya limpio y vestido nuevamente
No puedo evitar la risa…
– Eres muy caradura crío… – mis brazos se abren para sumergirlo en un abrazo
– Es lo que tú me haces… te quiero todo el día y a cada rato- su rostro se ha vuelto repentinamente serio…
– Lo sé amor mío… yo también te deseo cada vez que te veo- la sonrisa de tranquilidad vuelve a su rostro… Se sienta frente a mí y muy serio me ayuda a revisar algunas facturas y otros papeles… mi mundo es casi perfecto… Lucas lo hace así… solo necesito saber dónde está David para que sea completamente ideal.
DANNY.
No tenía ganas de levantarse… estaba agotado, eran cerca de las 11 de la mañana de su día libre y aún daba vueltas en la cama… Isaías había entrado ya dos veces a buscarlo para que tomaran desayuno juntos, pero Danny seguía enredándose en las sábanas, negándose a moverse. Escuchó los pasos del abuelo acercarse una vez más… está bien, le dio un poco de pena… se levantaría entonces… Isaías entró a su cuarto
– Ya desperté abuelo– Le sonrió con el sueño aún en la cara… Isaías no tenía la culpa de ninguna de las cosas que le pasaban a él… solo era culpable de ser su adorable abuelo y quererlo mucho
– Danny… tienes visita- El hombre lo miraba preocupado. Danny alzó las cejas extrañado…
– ¿Visita?… quien?…- comenzó a salir de la cama
– Te está esperando en la sala… dice que necesita hablar contigo. Se llama David–
Danny sintió el suelo moverse… se volvió a dejar caer sentado en la cama
– David?…- su voz fue apenas un susurro
CAPITULO 27
DANNY 15
DANNY.
No tenía ganas de levantarse… estaba agotado, eran cerca de las 11 de la mañana de su día libre y aún daba vueltas en la cama… Isaías había entrado ya dos veces a buscarlo para que tomaran desayuno juntos, pero Danny seguía enredándose en las sábanas, negándose a moverse. Escuchó los pasos del abuelo acercarse una vez más… está bien, le dio un poco de pena… se levantaría entonces… Isaías entró a su cuarto
– Ya desperté abuelo– Le sonrió con el sueño aún en la cara… Isaías no tenía la culpa de ninguna de las cosas que le pasaban a él… solo era culpable de ser su adorable abuelo y quererlo mucho
– Danny… tienes visita- El hombre lo miraba preocupado. Danny alzó las cejas extrañado…
– ¿Visita?… quien?…- comenzó a salir de la cama
– Te está esperando en la sala… dice que necesita hablar contigo. Se llama David–
Danny sintió el suelo moverse… se volvió a dejar caer sentado en la cama
– David?…- su voz fue apenas un susurro
– Es un hombre rubio y…-
– No quiero verlo abuelo-
– Él… él dijo que ibas a decir eso y me pidió que… por favor, escucha lo que tiene que decirte- el viejo se sentó a su lado y le tomó la mano dándole suaves golpecitos cariñosos…
– Pero…-
– Solo dale unos minutos de tu tiempo-
– Abuelo!!, tú no sabes lo que él me hizo!-
– Lo que haya sido… quiere que lo escuches… sólo unos minutos… por favor- Isaías aún era capaz de poner caritas para conseguir lo que quería de su nieto
Se miraron fijamente… Danny era incapaz de negarle algo a su abuelo… solo que él no sabía… Isaías no tenía idea de lo que le estaba pidiendo ahora… hablar con David?… pero… pero…
Isaías miraba a Danny…llevaba tantos días triste… hacía semanas que había olvidado reírse y que caminaba arrastrando su pena… lo habían dañado una vez más y él de desesperaba al no encontrar la forma de ayudarlo, más que preparándole las cosas que le gustaba comer, entregándole cariño y siendo su compañía permanente… pero al ver al rubio en su puerta sintió que, tal vez, había esperanza.
– Buenos días – saludo David nervioso- ¿Podría… podría hablar con… Danny, por favor?-
– ¿Quién eres? – interrogó el abuelo con cara de poco amigos… el aspecto, los nervios y el titubeo… de seguro tenía algo que ver con la tristeza de su nieto… estaba demasiado viejo para perder el tiempo con rodeos y vueltas… le pregunto directamente
– Soy David… trabajábamos juntos en el club…- explicó con poco convencimiento
– ¿Eres el culpable de la tristeza de mi nieto?- lo apuntó con el dedo.
El rubio apretó las manos, los labios y se puso completamente tenso
– Creo… que si… – respondió despacio mirando el suelo… Isaías avanzó un paso hacía David
– ¿Viniste a devolverle la sonrisa?- lo miro inquisitivamente… necesitaba leer los ojos del rubio
– Eso espero, señor– tragó saliva, preocupado… Isaías no dejó de mirarlo hasta que quedó convencido de su sinceridad…
– Pasa… iré a buscarlo-
– No.. no creo que quiera verme…- anticipó David. Isaías volvió sobre sus pasos
– Dijiste que venías a hacerlo feliz, verdad?-
– Si, señor-
– Espera ahí, entonces. Yo lo traigo–
Danny llegó hasta la sala caminando despacio… nervioso… enojado, angustiado… no quería escuchar más de él, ni saber nada, solo le recordaba lo estúpido que había sido… ¿Por qué había vuelto?… Ahí estaba David… se sujetó de la pared brevemente… no se había peinado ni arreglado… apenas se lavó la cara y cepilló rápido sus dientes… se quitó el short del pijama, que era lo único que usaba para dormir y se puso los jeans desgastados y la primera polera que tomó del closet… no le importaba en lo más mínimo como lucía… no le importaba que David lo viera así… inspiró tragando mucho aire, levantó la cabeza y se decidió a caminar con paso seguro… no se daba cuenta de lo adorable que se veía así como iba…
– Hola David- Se detuvo a un par de pasos de él… sintiéndose agitado por dentro pero disimulándolo perfectamente. Tenía la cara sería, sin una gota de amabilidad o sonrisa.
David se giró despacio al escuchar su voz… Danny… Danny finalmente estaba frente a él… tenía solo una oportunidad… ahora era capaz de caer de rodillas al suelo para rogar su perdón… ahora sabía y entendía todo… había sido tan tonto… pero antes no sabía… ahora necesitaba explicarse con él… sus ojos estaban llenos de arrepentimiento y pena… dio un pequeño paso hacia él
– Hola Danny- le temblaba la voz
Por unos segundos demasiado largos se miraron estudiándose… las imágenes de ellos juntos acudieron de golpe a la mente de Danny… no quería sentirse agitado como se estaba sintiendo… prefería tener la capacidad de darle un buen golpe y mandarlo de vuelta por el mismo camino por donde había venido y que ojalá se perdiera para que no pudiera volver jamás… nunca…
David sentía diferente… necesitaba hablar con él y por fin lo tenía al frente suyo… llevaba más de un mes añorando ver su cara, escuchar su voz y tenerlo cerca… un mes en el que su mundo se había puesto de cabezas… todo, todo lo que creía había cambiado …
4 SEMANAS ATRAS
David salió del Club enojado… indignado. Caminó, casi corriendo hasta el departamento. La imagen de Emilio y Lucas de la mano, frente a todo el mundo se repetía una y otra vez en su cabeza haciéndolo hervir de rabia… Emilio lo había traicionado, era su mejor amigo, su pareja… siempre habían estado juntos, vivían juntos, como se había atrevido?… Reunió sus cosas y se largó en su auto sin saber qué rumbo tomar… solo tenía claro que necesitaba alejarse de Emilio. Condujo casi toda la noche y buena parte de la mañana, no tenía sueño, era tanta la adrenalina y la indignación… Se detuvo en un café a un costado de la carretera. Había un pueblo cerca de la costa. Entró sin importarle qué lugar era y buscó un bonito hotel cerca del mar. David siempre había ganado un buen sueldo, tenía bastante dinero ahorrado y por ahora necesitaba estar solo para ordenar sus pensamientos… y sentimientos.
Durmió casi todo el día y buena parte de la noche se la pasó pensando y recordando su vida junto a Emilio … estaba solo ahora… él le había fallado, lo había traicionado… sintió el peso de la soledad a la que tanto le temía. Se durmió agotado.
Estuvo varios días rumiando su enojo y su angustia sin saber que hacer… hasta que una mañana, mientras tomaba desayuno se detuvo a mirar a una pareja que ocupaba una mesa cercana… eran dos chicos jóvenes, él la abrazaba con ternura y ella sonreía con extrema dulzura y entrega en sus ojos… se veían tan hermoso… había tanto amor en los ojos de ambos… esos ojos… esa mirada… tan dulce… sintió una especie de descarga eléctrica en su cuerpo… él había tenido esa mirada y esa dulzura todo el tiempo frente a sus ojos!!! Danny!!!… Danny le sonreía y se entregaba de esa manera… como esa niña miraba con idolatría al muchacho… Danny lo miraba así… apuró el café y salió de prisa al exterior, necesitaba aire… Danny!!… Danny?? Entonces le llegó el dolor de verdad… ese dolor que lo cortó la respiración y lo dejó temblando… no supo explicárselo bien… pero su mente fue ocupada totalmente por las imágenes de Danny… ahora le dolía más y estaba completamente confundido… Danny era solo un juego… o no?…
Hacía mucho tiempo que no tenía la tranquilidad ni la soledad que ahora lo rodeaba… caminó muchísimo, habló muy poco y quiso mantenerse alejado de todo el mundo… necesitaba re-ordenar su vida. Al final de la segunda semana se dio cuenta que desde hacía mucho tiempo que no amaba a Emilio de verdad sino que se había acostumbrado a la idea de amarlo… era cómodo, fácil… una especie de “coraza” de protección que le permitía seguir viviendo sin tener que preocuparse del amor… tenía tantas otras preocupaciones intentando ser quien era… ahora analizaba con todo lujo de detalles sus actitudes y las de Emilio… eran buenos amigos, él se había confundido porque nunca habían sido nada más que eso… le resultaba fácil… y Emilio se había dejado querer… sonrió al darse cuenta que su amigo, sin querer, lo había manipulado para tenerlo cerca y él… se había dejado manipular… Dios! En algún momento de aquellos días se dio cuenta que ya no sentía celos… sino un sentimiento nuevo de fraternidad hacia Emilio… Esperaba que fuera feliz con Lucas… se notaba que estaba loco por ese niño… y él?… fue en ese mismo momento en que se dio cuenta que estaba locamente enamorado de Danny… sonreía de solo recordarlo… tan lindo y dulce y … todo. Si no hubiera sido por sus largas conversaciones y las ideas que Danny había deslizado en su mente, probablemente ahora mismo se estaría muriendo de miedo… recordaba cuando le había contado a Danny sobre las cosas que le daban mucho miedo en la vida… quedarse solo… sin trabajo… sin un ingreso de dinero… tal y como estaba en ese momento… estaba solo, sin amigos ni trabajo… sin amor… solo. Quizás antes de Danny se habría aterrado y habría salido disparado a buscar a sus contactos y conocidos para volver a recuperar todo lo perdido… pero ahora… ahora recordaba sus conversaciones con Danny y se daba cuenta que él chico tenía razón… podía volver a recuperar lo que tenía… era inteligente, hábil y tenía habilidades que lo hacían especial… no le sería difícil encontrar otro trabajo… pero a Emilio y a Danny… eso era otra cosa… no podía encontrar un amigo como Emilio en cualquier parte ni alguien que llenara su corazón como Danny… necesitaba volver… recuperar lo que le era más preciado… Pensó mucho en todo lo que Danny le había contado sobre su vida… se daba cuenta que lo había dañado de la peor manera y que Danny le había advertido sobre ello… mierda!! ¿Por qué no lo escucho?… ¿por qué no puso más atención a lo que le decía y a lo que esperaba de él?… Danny le había dado todo, se había entregado por entero… confió en él y… mierda… él lo había dañado de la peor manera… intentaba recordar cada palabra que había hablado con Emilio aquella noche… estaba tan ofuscado y enojado… dijo muchas tonteras… de seguro había herido a Danny de la peor forma… tenía que arreglarlo… Danny tendría que darse un minuto para escucharlo…
– ¿A qué has venido? – Danny estaba en su casa, en su terreno… a pesar de eso, mantuvo una prudente distancia de David
– Necesito hablar contigo… ¿puedes escucharme, por favor?… sé que estas enojado y que te causé mucho daño… pero… tengo que hablar contigo- mientras hablaba se había aproximado un par de pasos hacia Danny… inseguro
– David… no tengo ganas de escucharte… no me interesa lo que quieras decirme…- se encogió de hombros… solo quería que se fuera… dolía demasiado verlo ahí, en su propia sala…
– Danny… por favor… solo escúchame– se acercó otro poco – es importante… – estaba demasiado cerca para el gusto de Danny pero no quiso moverse hacia atrás… no iba a demostrarle que aún tenía la capacidad de ponerlo nervioso al estar tan cerca. Entonces hizo lo contrario… caminó hacia él y paso de largo por su lado para ir a sentarse en uno de los sillones más alejados… solo.
– No sé que pueda ser importante para ti… está bien… habla… solo voy a darte unos minutos-
No quería escuchar sus explicaciones… estaba claro que había jugado con él y que amaba a Emilio… así es que cualquier cosa que dijera daba lo mismo…
David había pensado mucho en lo que le iba a decir y como iba a hacerlo… era muy importante para él conseguir el perdón de Danny… necesitaba a Danny de vuelta en su vida… lo amaba… lo miraba ahora sentado frente a él tan serio y lejano y le dolía… quería tocarlo, besarlo… sentirlo como antes. Respiro profundamente y comenzó hablando en forma tranquila y segura… se remontó al principio de su “enamoramiento” de Emilio… le contó cómo había descubierto que en realidad no amaba a Emilio sino que estaba confundido…
Danny lo escuchaba y se daba cuenta que jamás debió haberlo escuchado… no amaba a Emilio??… entonces… que mierda había sido todo aquello de romperle el corazón por gusto???… se había reído de él de todas maneras… nunca lo había tomado en serio… o eso también iba a negarlo??
– Lo nuestro… no sé bien cómo explicártelo Danny… cuando te vi bailar a solas en aquella sala… me cautivaste… me quedé totalmente prendado de ti… no podía apartarte de mi mente… no pude sacarte nunca más de mi cabeza… no te voy a volver a mentir nunca más… jamás me di cuenta de lo que estaba sintiendo por ti… cómo ibas llenando cada espacio de mi vida… tu dulzura… tu forma de ser… me enseñaste tanto… te admiro… todo lo tuyo me encanta… siempre creí que era… bueno… creí que amaba a Emilio pero no era así… tuve que perderte para darme cuenta que Emilio es como un hermano para mí y que estoy completamente enamorado de ti… –
David se había sentado cerca de Danny… le hablaba con seguridad total… mostrándole sus verdaderos sentimientos.
¿No amaba a Emilio?… algo daba vueltas en la cabeza de Danny… ¿Porqué…?… ¿Porqué tenía la sensación de que él siempre había sabido eso??… ¿por la forma en que David lo miraba a él??… no se pudo explicar las razones pero tuvo la certeza de que él sabía de antes lo que David le estaba diciendo… solo que ahora tomaba conciencia de ello… al escucharlo decirlo… Había visto en amor en los ojos de David cuando lo miraba a él… quizás si tenía razón cuando decía que se había acostumbrado a creer que amaba a Emilio y no era verdad… dolía escucharlo… pensarlo… el que le confesara todo esto… que lo amaba… sus sentimientos… no quitaba el hecho de que lo había utilizado… se había burlado de sus sentimientos y le había mentido… él había sido sincero, se había comenzado a enamorar de él y una vez más lo habían herido… recordaba haberle pedido que no lo hiciera… y no… no iba a volver a caer… no iba a volver a sentir nada más por ese rubio frente a él… definitivamente no
– Danny…. ¿crees que puedas perdonarme?- se movió en el asiento quedando aún más cerca suyo… tanto que con solo mover un poco su mano podría tomar la de Danny…
Sintió la rabia volver… él le había explicado, le había pedido… y David no lo había escuchado. Lo hirió. Estaba cansado de que lo hirieran.
– ¿Eso es todo lo que querías decirme?- preguntó con una frialdad de la que no se creía capaz
David sintió el hielo… cerró los ojos con fuerza… Danny… se le estaba escapando de las manos… como si estuviera tratando de retener agua entre sus dedos… no podía perderlo… ¿sabía ese chico cuanto lo amaba???… ¿lo importante que era para él?… ¿las ganas que tenía de besarlo y abrazarlo?… no podía haberlo olvidado tan rápido…
– Danny… sé que hice mal… reconozco mi culpa y te pido perdón… no sé cómo decirte lo mucho que siento haberte dañado… no volveré a hacerlo nunca más… por favor… dame una oportunidad de demostrarte que he cambiado y lo importante que eres para mi…-
“Por supuesto que no vas a volver a hacerlo nunca”… pensó Danny sintiendo de pronto ganas de llorar y gritar…”Jamás vas a volver a tocarme”…
– Mira… entiendo lo que me estás diciendo… te diste cuenta que no amas a Emilio… okay… lo entiendo…- habló pausado para luego continuar molesto– pero jugaste conmigo, con mis sentimientos y eso no puedo perdonarlo – de dónde le salía esa frialdad cuando por dentro se sentía temblar?… nervioso… sin saber qué pensar o qué sentir… no… no quería sentir nada más por David…
– Danny, por favor… reconozco mi error… te suplico me perdones… déjame intentar hacerte feliz…-
– Ya te escuché David… no tengo nada más que decirte- Se puso de pie… temblaba… se estaba conteniendo… quería que saliera de su casa para poder soltar todas las emociones que estaba reprimiendo…
David se quedó unos segundos más en el sillón mirando sus manos y sintiendo que había fallado miserablemente… Danny… no lo quería de vuelta… ni siquiera sabía si había entendido todo lo que le había dicho… quería decirle otras cosas… convencerlo, pero Danny, de pie frente a él, no quería escuchar nada más.
Lentamente… con el cuerpo pesándole más que al entrar, se puso de pie… estaban tan cerca… al subir, el olor de Danny le llenó los sentidos… no supo lo que hacía cuando su mano se movió por cuenta propia y cruzó por la cintura de Danny… solo entonces lo miró… tomó aire rápidamente… Danny temblaba… lo podía sentir en su mano… su cuerpo temblaba… pudo ver las emociones en sus ojos durante una fracción de segundo antes de que volvieran a ser fríos y duros… Danny tenía miedo… amor… pena… estaba nervioso, igual que él… lo había echado tanto de menos… lo añoraba tanto… su otro brazo subió hasta sujetar la cabeza de Danny y su boca buscó su contraparte sin que pudiera hacer nada para evitarlo… demasiado rápido y sorpresivo…
Danny quiso protestar un sonido que murió en su garganta… no… así no… no podía volver a besarlo ni a tocarlo… nunca más… así no… loa labios expertos de David lo hacían perderse… Cuando pudo reaccionar lo empujó. David se separó de él… lo miraba con los ojos abiertos de la sorpresa y una leve sonrisa…
– No me has olvidado…- no estaba preguntando… lo sabía… Danny no pudo responder…
– No vuelvas a tocarme!!!- se alejó un par de pasos… sintió que sus piernas iban a doblarse en cualquier momento, el corazón latía desbocado… lo había besado… lo había besado… de esa forma que solo él sabía hacerlo y él… grandísimo idiota e imbécil!!… él se había quedado sintiendo que quería más
– No me olvidaste Danny…. Dame una oportunidad… solo una… por favor, Danny?-
El beso lo había desarmado… un remolino de emociones en su cabeza y en su corazón… necesitaba tiempo… pensar… no quería volver a actuar como loco y dejarse llevar por el momento… mierda! lo había besado y… era tan rico. David lo miraba esperando una respuesta… había una nueva seguridad en su forma de verlo ahora…
– Necesito pensarlo…- dijo despacio. David sonrió más ampliamente
– No sonrías… no te he dicho que si… ni siquiera cercano a un si – volvía a ser dueño de la situación- solo dije que voy a pensar en todo lo que me dijiste y en lo que pasó antes– la sonrisa desapareció del rostro de David
– Danny… solo toma en cuenta lo que te dije ahora… fui un estúpido antes… no te valoré como debí haberlo hecho… estaba confundido… eres muy importante para mi ahora, lo más importante– se acercaba nuevamente y tomó su mano, más confiado y seguro. Danny lo miro fijamente. Quitó su mano.
– Voy a pensar en todo, David. Es lo único que puedo decirte ahora-
David no supo si sentirse alegre o triste… pensarlo… supuso que era necesario… pero tenía tantas ganas de él…
– Esperare lo que sea necesario- había una leve seguridad en su voz…
Danny asintió. David pasó despacio por su lado para retirarse. Intentó besarlo nuevamente, esta vez muy despacio y sin sujetarlo pero Danny movió su cabeza… no quería. David no pudo evitar un gesto de dolor en su cara… le dolió el rechazo… se lo merecía… Avanzó caminando despacio.
– Voy donde Emilio ahora– Fue lo último que le dijo antes de desaparecer.
Danny se sentó en el asiento más cercano a él… las palabras de David dando vueltas en su cabeza… lo amaba!!!.. dijo que estaba enamorado de él… sentía peces en el estómago… se había dado cuenta que estaba equivocado… todos tenían derecho a equivocarse… había jugado con él… nunca lo había tomado en serio… pero ahora si lo amaba… demasiado arriesgado… ¿podía volver a confiar en David?… no lo sabía, él nunca había tenido una segunda oportunidad con nadie… ¿era capaz de perdonarlo y volverlo a amar?… ¿volver a entregarse en cuerpo y alma?… tiempo Danny.. tiempo… no hagas nada apresurado, tómate todo el tiempo del mundo… si tiene que esperar que espere… se hablaba a sí mismo.
No volvió a saber de David hasta el día siguiente cuando llegó a trabajar pero el rubio estuvo en su mente todo el tiempo. Recordaba, pensaba y aún no decidía nada. No iba a dejar que lo apuraran tampoco… ni David ni su abuelo preguntándole que había pasado con David… que se jodieran todos. Él iba a decidir solo, eran sus sentimientos los que iba a arriesgar, no?.
Entró al club como todos los días, temprano, antes de los clientes y del movimiento… pero se frenó en seco al escuchar la voz de David repartiendo órdenes saliendo de la cocina… ambos se miraron quedándose quietos… estaban a bastantes metros de distancia.
– Hola Danny-
Diablos!, ¿por qué usaba ese tono de voz para saludarlo… y esa sonrisa?
– Hola- Avanzó de prisa por el pasillo hacia la sala de vestuarios. David fue tras él.
– Hablé con Emilio. Me devolvió mi trabajo-
No supo que sentir… alegría porque estaría todos los días en el club… temor por la misma causa… lo vería a diario quisiera o no…
– Qué bien- apretó los labios y sin mirarlo entró a la sala cerrando la puerta tras él. Se quedó pegado a la puerta… estaba solo. David estaba justo al otro lado de la puerta… respiro intentando tranquilizarse. Tendría que acostumbrarse a verlo, a que volviera a acercarse a él y le hablara. Podía hacerlo… sí que podía hacerlo. Se puso su ropa y fue hasta el escenario a practicar su rutina… lo vio pasar un par de veces y mirarlo… pero muchos de los que trabajaban en el club pasaban y lo miraban… no se detuvo ni le prestó mayor atención… al menos eso parecía.
Lucas entró corriendo a la sala de vestuario cuando había terminado de practicar
– David volvió- le dijo mirándolo de frente sin dejar de sonreír
– Ya lo vi- respondió tranquilo
– Habló con Emilio ayer… ¿quieres saber que le dijo?-
¿Quería?… diablos! si, si quería saber.
– Le dijo que estaba equivocado, que lo quería cómo a un hermano – Danny dejó de respirar unos instantes… finalmente se lo había dicho… había reconocido por fin que no estaba enamorado de Emilio… no solo se lo había dicho a él… sintió tranquilidad y unas gotas de alegría – me pidió disculpas por haber sido pesado conmigo-
– También dijo algo más…- canturreó Lucas jugando con él. Danny sonrió mirándolo. Lucas se acercó, lo tomó de las manos y le habló despacio cerca del oído – dijo que está perdidamente enamorado de ti –
Se quedó quieto disfrutando de las palabras que entraban y flotaban por su cerebro haciéndole cosquillas en todo el cuerpo… se emocionó pero no quería emocionarse… no quería…
-Danny!!… ¿escuchaste lo que dije??!!- Lucas estaba emocionado también…
-Si… te escuche-
-¿Y no vas a decir nada?- lo miraba expectante
– No, todavía no-
– Pero…-
– Pero nada Lucas… me engañó, jugó conmigo…-
– Danny, se equivocó… todos podemos equivocarnos-
Solo sonrió levemente… si, era cierto, todos podían equivocarse… solo que con él la vida se había equivocado demasiadas veces.
Su baile fue diferente aquella noche, al menos así lo sintió él. Estaba desconcentrado y preocupado. No quería mirar y buscarlo entre el público, Sabía que estaba en alguna parte…
Cuando volvió a la sala de vestuario había un hermoso ramo de rosas… la tarjeta decía “Te Amo. Perdóname. D”. Volvió a emocionarse como un niño… pero no dejó traslucir su emoción. Apretó la tarjeta en su mano y la guardo en su pantalón antes de irse. No buscó ni vio a David.
Durante una semana David esperó a que Danny se acercara a él. No quería acosarlo más de lo que ya lo hacía cruzando en su camino y espiándolo mientras bailaba… estaba loco por ese chiquillo… recordaba cómo era hacer el amor con él, como esa cara tan dulce y suave se transformaba en una fiera en la cama y era capaz de dejarlo exhausto y con una sonrisa que duraba por horas… pero una semana sufriendo era mucho tiempo. Necesitaba que Danny reaccionara y le respondiera.
Se había distraído buscando un lugar donde vivir e instalándose en su propio departamento. Pero echaba de menos a Danny… ya todos sabían en el club que David estaba loco por él y esperaban que en cualquier momento Danny le respondiera afirmativamente. La historia de lo que había pasado ente ellos y el estatus actual había circulado de boca en boca… todos estaban expectantes.
Cuando Danny terminó de bailar aquella noche se dirigió rápido a la sala de vestuario. Había otros tres bailarines adentro pero abandonaron la sala muy de prisa al ver entrar a David, nuevamente vistiendo uno de esos ternos elegantes. Se quedaron solos. Danny estaba nervioso pero ni dijo nada ni se dignó a mirarlo tampoco. Continuó con lo que estaba haciendo.
-Danny?…-
– Dime?- indiferencia total
– ¿Puedo invitarte a salir?-
Sonrió por dentro… mariposas estúpidas!!! No tenían nada mejor que hacer que revolotear en su estómago??!!! Lárguense!!!
– Estoy cansado…- no era cierto, pero no iba a ser tan fácil…
Yo también… quiso gritar David… estoy cansado de esperar… te quiero ahora, te necesito… Respiró profundamente. El mango de la sartén estaba completamente en manos de Danny, era él quien se había equivocado y lo había herido… ahora tenía que aguantarse
– ¿Mañana?-
– No puedo mañana. Es mi día libre- contestó con seguridad, anticipando su pequeña venganza. David estaba a solo unos cuantos pasos de distancia
– ¿Por qué no?- preguntó con verdadera curiosidad… había sentido algo extraño en la seguridad con que Danny le había respondido
– Ya tengo un compromiso-
– ¿Vas a salir con tu abuelo?-
Danny por fin se dignó a mirarlo… sonrió
– Eso… no es asunto tuyo-
David acortó la distancia, pero esta vez Danny estaba preparado. Se giró a enfrentarlo anticipando la reacción del otro. David se detuvo a escasos centímetros de él
-¿Con quién tienes un compromiso? –
– Ya te dije… no es asunto tuyo-
David lo tomó del brazo… acarició despacio la piel de su antebrazo… Danny se dejó…
– No juegues conmigo, por favor- pidió David
Nunca se imaginó diciéndole eso a Danny ni a nadie más… pero estaba nervioso… sintiéndose inseguro y un poco asustado… ¿era verdad que iba a salir con alguien más?… no, seguro que no, solo lo decía por molestarlo… ¿Por qué hablaba con tanta seguridad?…
– No estoy jugando… entre tú y yo no hay nada. Puedo hacer lo que quiera-
David aprovechó la cercanía… Danny no había quitado su brazo ni tampoco parecía incómodo con su cercanía… paso su otro brazo por su espalda atrapándolo más cercasuyo… Danny tampoco se alejó ni protestó.. Dios!!.. era un si???
– Danny?…- le quiso preguntar antes de besarlo… Danny nunca respondió a su pregunta… pero lo miró y entonces David se perdió… sus labios buscaron los de Danny… Ah Dios!! Tal como los recordaba… se entusiasmó de forma tal que su lengua se apoderó completamente de la boca de Danny… degustó cada rincón de esa boca que lo perseguía en sueños, sus labios se abrieron para permitirle acceso total… sus manos lo sujetaron acercándolo a todo su cuerpo… Danny suspiraba… los besos de David eran los mejores que había recibido en toda su vida… no podía evitar responder a su deliciosa forma de besar… despacio subió sus brazos para rodearlo… David enloqueció un poco más al sentir que lo abrazaba d vuelta.
– Danny, Danny…- David estaba feliz…- ¿saldrás conmigo mañana?- lo mantenía apretado contra su cuerpo y le hablaba despacio en su boca mientras chupaba sus labios. Anticipaba la emoción de estar juntos nuevamente
– Ya te dije que no puedo-
Fue un balde de agua fría… se separó lo suficiente para mirar sus ojos…
– No entiendo…-
– No hay nada que entender… voy a salir con otra persona-
– Danny… me acabas de besar…- el desconcierto era clarísimo en David
– No, TÚ me besaste a mi– no perdía la tranquilidad
David tomó aire y procuró tranquilizarse… Danny estaba jugando con él… de acuerdo… se lo merecía también… no le gustaba, no lo quería, pero entendía… le estaba pagando con la misma moneda…
– ¿Puedo saber quién es?- preguntó francamente molesto y celoso
– No creo que lo conozcas– se encogió de hombros, teatralmente.
David estaba enojado… ¿en serio iba a salir con otro tipo después de haberlo besado así?… ¿y no iba a contarle quien era?
– No quiero compartirte– salió del fondo de su corazón… ni siquiera pensó en lo que estaba diciendo, simplemente se escaparon las palabras por su boca.
Danny lo miro, serio…
– No te pertenezco… no estás compartiendo nada-
– Respondiste a mi beso!! – estaba comenzando a perder la paciencia
Danny se tomó un instante antes de responder… casi sonreía… coqueto
– Me gustan tus besos-
Fue como si se lo hubiera pedido nuevamente. Volvió a sujetarlo y a besarlo y a encender esas chispas de electricidad entre ellos. Le gustaba el sabor de Danny… besarlo era muy rico… quería más, quería todo lo que había tenido antes con él
-Danny… no salgas con nadie más- Aún lo sostenía y sus cuerpos estaban tocándose. Danny aun respiraba agitado después del tan apasionado beso… su boca abierta, tan cerca de la de David…
– Lo siento. Ya me comprometí- no perdía la tranquilidad para hablar… Danny sonreía seguro.
Antonio vivía en su hacienda del campo, muy lejos de la ciudad donde se encontraba ahora… era alto, delgado, pelo oscuro y ojos color miel, tenía casi 35 años, una fortuna bastante importante y sus negocios agrícolas se expandían por casi todo el país. Se lo conocía como uno de los solteros más codiciados del país… no solo era millonario sino que además era muy atractivo y siempre asistía a los eventos de sociedad. Vestía siempre todo o parte del atuendo típico del huaso, participaba activamente en las fiestas y celebraciones criollas, montaba los caballos mejor que nadie y los periodistas de espectáculos lo amaban por su carisma, su constante rechazo a dejarse fotografías y su eterna soledad… Estaba en la ciudad por negocios, no le gustaba mucho salir de su hacienda aunque tenía una activa vida social. Ingresó al club invitado por un par de buenos amigos, de los pocos amigos que conocían su verdadera identidad sexual… una vez adentro, muchas personas lo reconocieron pero nadie hizo mayores aspavientos; en el club cada quien respetaba a los demás y la privacidad les convenía a todos. Se sentaron en una de las mesas principales. Cuando comenzó el espectáculo, Antonio se fijo de inmediato en el chico atractivo que bailaba en el escenario… le gustó nada más verlo… se grabó el nombre cuando lo despidieron del escena… se acercó a pedir un baile privado con él pero estaba todo copado esa noche… le pidió a uno de los camareros que ubicara al chico y lo invitara a su mesa… recibió la misma respuesta de siempre
– Lo siento señor, Danny no acepta invitaciones-
Volvió a sentarse a la mesa con sus amigos con la intención de olvidarse del tema… pero entonces lo vio pasar nuevamente caminando tranquilo y con una leve sonrisa hacia las salas del fondo… sus miradas se cruzaron solo un segundo pero fue suficiente para que Antonio sintiera algo especial… le gustó mucho lo que vio… las formas del cuerpo, la manera en que se desplazaba y sonreía con tranquilidad, sintiéndose dueño del mundo… como se movía su pelo al caminar… el aura que iba dejando tras él… Diantres!! Todos lo miraban… lo quería… de algo tenía que servir tener tanto dinero, no?. Volvió a levantarse y se acerco a solicitar un baile privado para el día siguiente. Lo logró… pagó por estar una hora a solas con el chico en uno de los privados… le advirtieron que solo se trataba de bailar y no habría sexo en el lugar. Aceptó… quería conocerlo. Hacía mucho tiempo que nadie había llamado su atención como este chico lo había hecho ahora.