CAPITULO 79
LA INVESTIGACION.
El rostro de Juanfe estaba pálido, ojeroso y muy cansado… había pasado más de 24 horas pegado a la pantalla del computador, pero el esfuerzo había valido la pena
-. Está en la oficina del capitán – señaló uno de los detectives al verlo entrar a la estación y buscar a Cristian. Juanfe agradeció con un movimiento de cabeza y se dirigió de prisa al sitio indicado, llevando su tesoro bajo el brazo.
-. Puedo entrar? -preguntó tímidamente pero demasiado entusiasmado como para detenerse a pensar.
El capitán, Cristián y otras dos personas presentes en la oficina se giraron al verlo ingresar antes de esperar respuesta. El rostro de Cristián se iluminó de inmediato. Juanfe tenía el computador bajo el brazo y una sonrisa de triunfo en su rostro cansado. Eso significaba solo una cosa
-. ¿Lo resolviste?
Cristian se adelantó a recibirlo
Juanfe asintió recuperando energía
-.¿ Podemos verlo? – preguntó el Capitán Molina, dejando de lado cualquier otra cosa y centrando su atención en el recién llegado
Juanfe ocupó parte de la superficie del escritorio del capitán para abrir el computador.
-. ¿Qué es? – preguntó Cristián tocando brevemente la espalda de Juanfe, a modo de saludo personal.
-. Es una lista de nombres… creo que son puertos… Tiene nombres y fechas
En la pantalla se leía lo que Juanfe había descifrado… doce nombres de puertos en diferentes países acompañados de fechas que comenzaban más de seis meses atrás. En silencio todos admiraron intrigados lo que mostraba la pantalla intentando deducir su significado.
-. ¿Y esto?- Señaló Cristián apuntando a lo que estaba escrito sobre la lista
-. No estoy seguro – respondió Juanfe sin poder disimular su orgullo y cansancio – Creo que es el puerto de inicio del viaje…
Cristián, al igual que todos los presentes en la oficina, centró su atención en la lista de ciudades y las fechas… recorrió lentamente la lista… seguía una trayectoria lógica… puertos ubicados en ciudades grandes… una ciudad por país… una ciudad, un lugar específico, desde donde se había iniciado el viaje. Esto abría grandes posibilidades
-. Capitán, necesito su permiso para investigar a fondo y ocupar sus recursos – Cristián fue fuerte y claro en su petición – debemos investigar esos puertos y ver que sucedió en esas ciudades… debemos saber si el barco zarpó de ese puerto… presiento que estamos frente a algo muy grande
El capitán Molina dudó un breve instante. La atención de los presentes se volvió hacia él
-. Nuestros recursos son limitados
-.Lo sé, señor, pero me pidieron que resolviera esto y quiero hacerlo
-. Está bien. Proceda con lo que necesite.
-. Gracias, señor
Cristián y el resto se retiraban de la oficina portando el computador.
-. Manténgame informado, teniente – ordenó el capitán –quiero saber cada paso que da. Es un caso importante.
-. Si, señor.
El Capitán Molina quedó solo en su oficina. Cayó pesadamente sobre el sillón tras su escritorio… su mano restregaba nerviosamente su barbilla y su vista enfocaba la puerta cerrada por donde recién Cristián había abandonado su oficina. En un movimiento brusco tomó el celular de la mesa y efectuó una llamada
-. Buen día, Capitán – respondió una voz tranquila al otro lado de la línea
-. Buen día, don Gonzalo. Hay problemas – anunció sin demorarse en cortesías
-. ¿Qué problemas?
-. Un computador de aquellos hombres… sobrevivió la explosión… estaba muy dañado y era casi imposible obtener algo… pero…
-. Pero, qué? – la voz de Gonzalo se había alterado
-. Hay un teniente que no pertenece a mi división. Fue llamado para investigar este caso y él… tiene hombres preparados… ellos pudieron descifrar parte de la información en el computador… él no depende de mi…
El capitán Molina parecía excusarse por anticipado. Apretó el teléfono con fuerzas ante el silencio que siguió a su declaración y al sonido de la fuerte respiración molesta de Gonzalo
-. ¿Qué información?
Molina detalló la información que acababa de ver
-. Necesito una copia
-. Se la enviaré dentro de la mañana
-. Capitán, creo que sería muy conveniente que esa información desapareciera permanentemente.
Molina se tensó.
-. No puedo hacerlo… él no trabaja directamente conmigo… no puedo sobornarlo… es de aquellos que no se compran.
-. Todo el mundo tiene un precio – sentenció Gonzalo claramente enojado.
-. No este hombre
-. Deme el nombre – exigió Gonzalo
Molina se puso de pie y se mordió el labio con fuerza. Mantuvo un instante de silencio antes de responder como si estuviera debatiéndose internamente. Sabía lo que podía significar darle el nombre a Gonzalo
-.Es el teniente Cristián Rodriguez – dijo inseguro.
Mantuvo el teléfono aplastado contra su oreja a pesar de haber escuchado claramente el sonido que indicaba que Gonzalo había cortado la comunicación.
ADAMIR
Adamir estaba de buen humor esa mañana. Desde hacía unos días su vida se había vuelto liviana, fácil y buena; no es que no tuviera problemas porque sí los tenía: estaba el tema de su madre que se consumía lentamente y los hombres detenidos en otro país, Santiago y Matías en libertad y los temas cotidianos de la isla. Pero aún así, todo era mejor y más llevadero porque andaba feliz por la vida y nada lo afectaba tanto como para que su energía decayera. Sabía quién era el responsable y se felicitaba por ello. Que buen ojo había tenido al escoger a Max!!! Desde el primer momento que lo vio supo que era especial y por eso lo tomó él mismo para entrenarlo… Había encontrado a su esclavo perfecto. Solo de pensarlo sonreía tontamente y su ánimo se elevaba. Diablos!!! Quien pensaría que encontrar a Max iba a cambiar su vida de esa manera… No él, ciertamente! Nunca se lo habría imaginado… Tenía planes y mil cosas que quería hacer con él. Max lo llenaba de creatividad y energía, a pesar de todo el trabajo y dificultades pendientes, Adamir sentía alegría intensa. Generalmente las subastas significaban un gran gasto de tiempo y esfuerzo y esta vez no iba a contar con la ayuda de Santiago. Aaahhh… pero estaba Max… le gustaba abrir la puerta de la casa y encontrarlo… le encantaba saber que estaba ahí, tan cerca suyo, bajo el mismo techo y que con solo mirarlo podía atraerlo hasta su lado y tocarlo y besarlo y correr sus manos por su cuerpo… amaba la inherente coquetería de Max cuando él comenzaba a excitarlo y como su cuerpo respondía… movía el cuello ladeando la cabeza, su respiración se agitaba , su deliciosa boca se abría invitándolo y sus…
El insistente sonido del teléfono interrumpió su agradable divagar mental. Reconoció el número y respondió con rapidez. Esperaba esta llamada con impaciencia. Los saludos fueron formales y rápidos. Ni él ni Gonzalo estaban para perder tiempo.
-. Hay un problema – anunció Gonzalo sin ningún protocolo
– ¿Qué problema? – Adamir se alteró de inmediato pues supuso que era algo serio de otro modo Gonzalo no se habría molestado en mencionarlo.
-. Sus hombres tenían información importante en un computador. Tengo una copia en mi mano. Se trata de un listado de puertos con fechas y nombres. Le envié una copia hace un momento
Adamir supo de que hablaba Gonzalo. Si. Ellos siempre llevaban un itinerario que incluía esa información.
-. ¿Cómo la obtuvieron?
-. Tienen un computador que rescataron del vehículo de sus hombres. La información de la que le hablo está en manos de la policía ahora.
Adamir sintió que algo helado recorría su espalda…
-.Hay un teniente a cargo que no está en mi lista de contactos – continuó Gonzalo
-. Usted dijo que podía encargarse del problema!!!
Adamir le recriminó duramente. Se terminaba la cortesía entre ellos.
-. Yo cumplí con lo que le ofrecí. Su tercer hombre está protegido y tanto el yate como el vehículo fueron destruidos. Nadie me habló de un computador
Gonzalo estaba molesto por tener que ayudar a alguien que participaba del tráfico de menores.
Adamir estaba nervioso porque por primera vez existía un peligro real para su persona, familia y negocio. Pensó en Nazir… en su madre enferma… en la recién re-establecida relación con su padre
-.Y usted ¿Cree que puede encargarse de esa información?
Adamir cometió el grave error de preguntar con arrogancia
Gonzalo pensó en el documento que le había entregado Jorge minutos atrás. Ahí figuraba todo lo necesario sobre el teniente Rodriguez y su pareja. Tal vez en media hora podría tener todo resuelto… un accidente, una balacera, una bomba, un incendio… y todo quedaría sepultado dejando el camino despejado para Adamir… pero Gonzalo no estaba seguro de querer hacerlo. No quería involucrarse mas allá de lo estrictamente necesario.
-. Veré que puedo hacer – respondió con frialdad
Adamir sintió el cambio en la voz de Gonzalo y su temor aumentó. Si no era él, ¿Quién más podría ayudarlo?
-. No me importa lo que cueste. Esa información es… es… demasiado delicada
-. Su negocio es delicado – respondió Gonzalo en un claro reproche que molestó a Adamir
-. Todos nuestros negocios lo son. Todos funcionan fuera del margen de la ley
Adamir no se quedaba atrás tampoco. Estaba furioso y preocupado a la vez
“Pero yo no secuestro ni vendo niños”… Gonzalo se mordió el labio para retener las palabras. No le gustó que Adamir los metiera juntos dentro del mismo saco. ¨
-. Lo volveré a llamar cuando tenga noticias
Gonzalo cortó la comunicación y Adamir quedó inmóvil desgraciado!!! ¿Qué tenía que hacer ahora? Su seguridad dependía ahora de ese pedazo de idiota arrogante de Gonzalo a miles de kilómetros de distancia… Ni siquiera lo conocía… Dios!!!si Nazir se enteraba de lo que estaba pasando de seguro enloquecería… tenía que advertirle… decirle algo al menos para que estuviera preparado… ¿preparado para qué?… Demonios!! Por los mil malditos demonios!!! ¿Cómo era que todo se estaba enredando tanto???
En el computador examinó el documento que le había enviado Gonzalo… Dios!!! Estaba en serio peligro… El nombre de los astilleros familiares encabezaba la lista… Como habían sido tan torpes???!!! La rabia le calentó el cuerpo…
La puerta se abrió de golpe y Exequiel irrumpió enérgicamente
-. Tienes que venir!!!- Exequiel casi gritaba
-. ¿Qué pasa? – respondió con furia
-. Es Max
-. ¿Qué pasa con Max?!
-. Es que… Él descubrió todo… tienes que verlo por ti mismo…
Adamir corrió tras Exequiel quien se detuvo y señaló las pantallas que mostraban los exteriores del complejo y la sala de esclavos.
MAXIMILIAN
Max corría desatado por los pasillos en dirección a la sala de esclavos… ni siquiera se daba cuenta de lo que estaba haciendo… corría y en su cerebro miles de voces gritaban “peligro!!!” Su inmediata preocupación era llegar hasta Miki antes de que alguien lo detuviera… su rostro denotaba angustia y miedo…
Adamir iba a vender a su querido amigo asiático.
Iba a venderlo como si fuera un animal…
Adamir vendía a todos los chicos que secuestraba…
Las cifras que recibía por ellos eran escandalosas!!!
Oh Dios!!! El dinero que había comprado su ropa nueva y los gustos en la ciudad había provenido de la venta de chicos…
Todo estaba manchado…
Corría más rápido
Jadeaba y chocaba contra los pasamanos de los pasillos pero no se detenía…
Los chicos nuevos que había visto en el comedor hacía unos días…!!!
Tenía que advertirles
Apenas se detuvo frente a la puerta de la sala de esclavos. Tecleó el código con dedos temblorosos y la empujó violentamente. Estaba tan agitado que se estremecía y le faltaba el aire. Sabía que apenas tenía tiempo
-. Miki!!! MIKIIIII!!!
Los chicos en la sala de esclavos saltaron al escuchar los gritos y se miraron confundidos. Max tenía cara de loco, el pelo sudado sobre la cara y miraba a todos lados en busca de Minkim
-. Aquí estoy- se adelantó el aludido con su increíble pasividad
Max se conmovió de la dulzura del chico… Dios!! Adamir iba a venderlo… a Miki… con toda esa belleza y suavidad… iba a entregarlo a ese tipo tan cruel y malvado… ¿Qué sería de Miki?!! Había tan urgente desesperación en Max que no recordó las cámaras de vigilancia ni nada… solo deseaba protegerlo y resguardarlo.
-. TIENES QUE ESCAPAR!!! TENEMOS QUE SALIR DE AQUÍ!!!
Max se adelantó y zarandeó a Miki de los hombros.
Miki lo miraba asustado…
Todos los chicos estaban alterados ante los gritos de Max y sus inquietantes movimientos. Se miraban y preguntaban entre ellos…
-. ¿Qué pasa?
Miki, aun en ese momento de increíble tensión, era capaz de mantener la calma
-. VA A VENDERTE!!! – Max gritó mirando a todos con ojos desorbitados
– VAN A VENDERLOS A TODOS!! LOS COMPRADORES VAN A VENIR A BUSCARLOS Y SE LOS LLEVARAN!!!
Un murmullo de angustia comenzó a zumbar en la sala cuando las palabras fueron comprendidas
-. ¿Qué dices? – Miki le sostuvo el brazo y lo obligó a enfocarse
Max jadeaba de tanto correr y del temor que sentía
-. ESO ERAN LOS NUMEROS!!! LO QUE VAN A PAGAR POR USTEDES…
-. ¿Quién va a pagar? ¿de qué hablas?
-. HEINRICH QUIERE COMPRARTE!!! DIJO QUE NO IMPORTABA CUANTO COSTARA, TE QUIERE PARA EL!!! EXQUIEL DIJO QUE ES CRUEL…
Miki comenzaba a comprender el griterío sin sentido de Max…
-. ¿Nos van a vender a todos?
-. Tienes que escapar… como Mati… él escapó… Santiago lo ayudó… vamos!!! escapemos de prisa!!! Ven conmigo ahora!!!
Max agarró fuertemente la muñeca de Miki y tiro de él. El resto de los chicos habían perdido la compostura habitual y toda la sala era un caos de nervios… Los chicos miraban a Max en busca de una esperanza…
-. Vengan todos!!! – gritó Max echando a correr hacia la puerta tirando del asiático con fuerza. Los chicos se movieron hacia la puerta confundidos y asustados… presentían el peligro y la urgencia a través de los gritos de Max
Max abrió la puerta…
Sus ojos se agrandaron y su cuerpo se volvió de piedra…
-. No…- murmuro antes de que sus piernas quedaran paralizadas.
Adamir, Exequiel y varios guardias estaban del otro lado de la puerta. También habían corrido hacia la sala de esclavos
En un gesto instintivo, Max puso su cuerpo delante de Miki para protegerlo y enfrentar a Adamir. No estaba pensando con claridad. Max no se daba cuenta que aunque corrieran todo el día no había un lugar hacia donde escapar dentro de la isla. Solo sentía la terrible urgencia de salvar a su amigo del cruel destino que le esperaba
-. Max
Su nombre en labios de Adamir lo hizo sentir un hielo que bajaba por su espalda… retrocedió un paso empujando a Miki mientras lo protegía con su cuerpo y sus manos.
El gesto sorprendió y molestó grandemente a Adamir. Max estaba alejándose de él y tocando a Miki. Su Max. Celos. Molestia. Disgusto…
-. Max!!!
Esta vez, Adamir subió el tono de voz y se adelantó hacia el chico intentando tomar su brazo y unirlo a él… mantener la conexión que existía con Max… era importante
– NO!!! No me toques!!!
El grito de Max le nació del alma y el gesto de reclinarse contra Miki fue instintivo
El gesto y las palabras tuvieron el poder de desconcertar y detener a Adamir
-. Max? – volvió a repetir pero ya no tan seguro
-. Vas a vender a Miki?
Los ojos y oídos de todos los presentes atentos a las palabras que Max susurró como pregunta… el silencio era espeso
Adamir tragó saliva y acomodó su postura, cerca de Max pero preparándose para volver a ser el Amo, dueño de la isla. Levantó la barbilla y miró desdeñosamente a todos los chicos que esperaban nerviosos la respuesta a la pregunta formulada. No le debía explicaciones a ninguno de ellos… Luego se fijó en Max… en los ojos temerosos y fieros… Pudo leer que Max tenía miedo pero estaba dispuesto a desafiarlo… un sentimiento extraño se le atravesó en el pecho. Max contra el nuevamente.. no.. no debían volver atrás… le explicaría y Max entendería… sería su ayudante y su leal esclavo… todo volvería a estar bien
-. Vamos a conversar en privado – decretó volviendo a intentar tocarlo y recibiendo nuevamente un movimiento de rechazo del menor
-. Dime ahora mismo si estoy equivocado… – los ojos de Max brillaban agresivamente – Dime si vas a venderlos o no… dímelo malditooooo!!!!
Max gritó desgarrado… ahora que veía la sonrisa burlona de Exequiel y la mirada molesta de Adamir recapacitaba y deseaba que todo fuera una equivocación… deseaba que hubiera una explicación lógica para las fotos de Miki en las redes y los mensajes de ese tal Heinrich… tal vez todo era un mal entendido… una trampa de Exequiel…
-. Como te atreves a gritarle a tu Amo??!!
Exequiel se adelantó bruscamente y su mano castigó con fuerza el rostro de Max dejándolos a todos perplejos… La fuerza del golpe empujó al chico contra la pared, aturdiéndolo momentáneamente… estampándolo contra la realidad más cruda e inclemente…
Esclavo
Seguía siendo llamado esclavo
Adamir vendía a los esclavos…
-. Max! – Adamir gritó al ver lo que sucedía… ¿Cómo se atrevía Exequiel a golpear a Max? Lo miró con odio… se entendería con él más tarde pero su reacción espontanea fue acercarse a Max para sostenerlo y consolarlo. Lo rodeó con un brazo y con el otro intentó levantarle el rostro para chequear el daño que había recibido. Max levantó la cara enrojecida… se miraron unos instantes de manera totalmente opuesta… Adamir buscando al chico que lo enloquecía y Max odiándolo con más garras que nunca… No sabía que se podía sentir tanto horror y desprecio por alguien… una explosión caliente le quemaba el pecho… algo tan horrible que necesitaba descargarlo. Un escupo salió de su boca y se estampó furioso en la mejilla de Adamir. Max estaba totalmente fuera de control
-. Suéltame asqueroso!!.. no me toques!!
Gritaba y se retorcía empujando a un desconcertado Adamir… sus piernas lo pateaban y sus puños lo golpeaban donde cayeran… Adamir no atinaba a reaccionar: el enorme desprecio en los ojos y las crudas palabras de Max lo había impactado profundamente
Rápidamente, Exequiel y los guardias le quitaron a Max de encima.
-. No!!! No!! déjame!! noooo…
Los gritos y el forcejeo de Max eran desgarradores mientras era arrastrado por los guardias, siguiendo órdenes de Exequiel
-. Deténganse – ordenó Adamir. No soportaba ver como los guardias hundían sus dedos en la tierna piel de Max. Además, recordó su promesa de que nadie volvería a golpearlo. Los hombres se detuvieron sin soltarlo. Max seguía retorciéndose y gritando
Adamir endureció su postura. Todo esto era un error terrible que tenía que arreglar de prisa con Max.
-. Suéltenlo – ordenó
Los guardias obedecieron y Max, como un relámpago, se fue encima de Adamir nuevamente, blandiendo sus puños y piernas para golpearlo
-. Me engañaste! Eres basura!! Eres malo.. no puedes vender a Miki, porquería!
Esta vez Adamir estaba preparado y a pesar del dolor que le provocaba cada grito, esquivó los golpes de Max y pensó en todos los ojos que estaban pendientes de ellos. Tenía que retomar el control con sus propias manos no solo para demostrar su poder a los demás sino también para volver a Max al lugar que le correspondía. Fue una lucha corta y dispareja. Max nunca tuvo oportunidad de ganarle ya que estaba fuera de control y sus golpes eran erráticos y carentes de verdadera fuerza. Unos cuantos minutos bastaron para que Adamir tuviera a Max apresado de los brazos y lograra inmovilizarlo. No podía callar su voz que seguía gritándole pero lo tenía bajo su control nuevamente.
-. Sepáralos. Hazte cargo – ordenó Adamir a Exequiel refiriéndose a los demás chicos que fueron conducidos a sus respectivos cuartos por separado.
-. Yo me encargo de Max – dijo tirando de él con dificultad y forzándolo a caminar a tirones hacia el lugar más cercano que le podía brindar intimidad. El antiguo cuarto de entrenamiento.
-. Basta de gritos! – rugió Adamir una vez dentro del cuarto sin poder soltarlo aún
-. No me toques!! Eres un enfermo!!
Max estaba soltando todo el miedo y el horror que venía acumulando desde que había sido secuestrado. Se había dejado engañar por Adamir… Dios!! era la peor clase de tonto sobre el planeta. Había perdido totalmente el control sobre lo que hacía y se dejaba guiar simplemente por el salvaje instinto de rebeldía y sobrevivencia
-. Deja de moverte o voy a amarrarte!! – Adamir amenazó sin tener pensado realmente hacerlo. Solo quería lograr que Max se apaciguara para poder hablar
-. Amárrame porque si no voy a arrancarte los ojos. – la respuesta de Max fue extrañamente fría, tanto, que Adamir aflojó sus manos un instante y nuevamente sintió la lluvia de golpes comenzar.
-. Max!! Cálmate de una vez. Puedo explicarlo todo si te tranquilizas!
Volvió a sujetarlo. Esta vez lo presionó de cara contra una pared y lo aplastó con su cuerpo
Max se fue calmando y unos instantes después, solo se escuchaba la agitada respiración de ambos
-. Explícame – dijo Max siseando entre dientes
Adamir tomo una gran bocanada de aire y pensó en lo que tenía que decir. Nunca daba explicaciones sobre sus actos pero deseaba elegir bien las palabras. Súbitamente se dio cuenta de lo importante que era que Max entendiera.
Liberó a Max al retroceder un par de pasos.
-. Esta isla… podemos vivir tranquilos en esta isla si me escuchas y me entiendes
Max ladeó la cabeza… Adamir no estaba explicándole nada… es más… Adamir parecía nervioso… nunca lo había visto sobarse las manos y estrujárselas como lo estaba haciendo ahora… le rehuía la mirada… cada segundo Max tenía más y más la certeza de que no era un error, no había nada que explicar y lo que había visto era verdad…
-. Entonces es verdad que vas a venderlos? – estaba como petrificado contra la pared. Su voz sonó despacio y angustiada
-. Es un negocio, Max. Un negocio rentable que nos permitirá vivir bien y tranquilos. Escucha, puedes trabajar conmigo… seremos un equipo, tu y yo.. si? tu y yo juntos. Estarás a mi lado y…
Max resbaló por la pared… gruesas lágrimas calientes rodaban por sus mejillas y el aire parecía faltarle
-. Pero son personas…
Adamir estaba sorprendido… Max no estaba entendiéndolo y se cerraba a sus explicaciones. Max se alejaba de él y le estaba doliendo más de lo que deseaba admitir…
-. Max… no significan nada… son chicos de la calle – se apresuró a acercarse a Max, acuclillándose a su lado. Estaba muy cerca de él pero de algún modo sabía que Max estaba alejándose y refugiándose en otra parte… lejos de él… y eso no.. no podía ocurrir… no
-. Max, no llores
Intentó limpiar una de las lágrimas del rostro de Max pero el chico reaccionó como fiera al roce
-. NO!… te odio… te odiooooo
Adamir cayó de espaldas empujado brutalmente por Max. No era solo su cuerpo el que caía… Adamir sentía como sus esperanzas, su paz y la alegría que había conocido se estaba haciendo mierda contra el piso del cuarto… el sentimiento era horrible y lo dejaba aturdido.
-. Max, tienes que entender. Todo volverá a estar bien… nosotros juntos
-. NO! Mentiste todo el tiempo… me engañaste.
Adamir levantó la vista en el preciso instante en que uno de los pies de Max se dirigía directo a su rostro a propinarle una feroz patada. Reaccionó por instinto y el pie pasó silbando a milímetros de su cara. De un salto se puso de pie… todo estaba roto. Max lo despreciaba nuevamente… lo leía claramente en los ojos brillantes de odio de Max
El chico intentaba no dejarse atrapar y en su loca carrera por el cuarto derribaba muebles y se apoderaba de lo que estuviera a su alcance para lanzarlo sobre Adamir
-. Te tengo!
Finalmente Adamir volvía a sujetar a Max
-. No me toques!! Me das asco!! Sueltameeee
Lo arrastro por la fuerza y las esposas de metal se cerraron alrededor de las muñecas de Max en aquel mismo odioso rincón lleno de recuerdos aterradores. Max seguía gritando. Adamir enrolló silencioso una cadena alrededor de los tobillos de Max. No hablaba. Ni una palabra salía de su boca mientras lo inmovilizaba. Actuaba como hipnotizado reteniendo dentro todo lo que estaba sintiendo
En cambio Max le lanzaba todo el veneno posible.
Amarrado como un animal nuevamente… Max yacía sobre el piso… en su rostro se mezclaban las lágrimas, el odio y la rabia con igual intensidad.
Adamir escuchaba todas las crueles palabras que salían de la boca de Max y aunque su rostro no rebelaba ningún sentimiento, lo herían y le dolía escucharlas. Cansado después de la lucha y con Max seguro, se sentó en el piso, a prudente distancia de Max, y reclinó la espalda contra la pared. Espero a que su respiración se normalizara antes de hablar… tenía nudos en todo el estómago y en la garganta… era inaudito ver a Max como estaba pero se lo había buscado… él mismo se lo había buscado!!! Una bola caliente le hería la garganta y no lo dejaba respirar… Quería abrazarlo y consolarlo a la vez que abrirle la cabeza y meterle a la fuerza la idea que él tenía de lo que sería la vida de ellos juntos y felices en la isla. No deseaba que fuera así… no quería seguir escuchando los insultos hirientes de Max… no deseaba que a Max le doliera tanto la realidad… ¿Por qué no podía aceptarlo y acabar con el drama?
-. Cállate – dijo Adamir sin gritar
-. Cállame si puedes!!! – aún vencido y desde el suelo, Max seguía provocándolo.
Adamir volvió a tomar aire
-. Es un negocio. Los esclavos se venden y tendrán un amo y un lugar decente donde vivir.
-. No puedes venderlos!!! No te pertenecen!! No puedes… estás loco
-. Son mocosos de la calle!! No tenían nada y ahora tendrán un amo que se ocupará de ellos
-. No.. no.. no entiendes… no puedes venderlos… no… no a Miki …
Adamir miró al techo buscando las palabras y la fuerza necesaria…
-. Escucha… puedo hablar con Heinrich y atrasar la entrega de tu amigo un par de días si eso te tranquiliza
-. NO!! NOOO no me tranquiliza… no quiero que lo vendas.. es mi amigo… el es dulce y ese hombre es malo y cruel
-. ¿Qué sabes tú de Heinrich?
-. Exequiel dijo que era malvado.. como tú!! Como todos ustedes!!
-. Estoy haciendo una concesión especial, Max. Voy a permitir que tu amigo…
-. No entiendes nada!!! eres un idiota… no puedes vender personas… No puedes vender a Miki…
Adamir se llevó las manos al rostro en un gesto que denotaba la imposibilidad de tratar con Max ahora.
-. Voy a ver cómo está el desmadre que armaste allí fuera– se puso de pie – Volveré más tarde
-. NO!!
-. No, qué?
-. No vuelvas nunca… muérete… ahógate en tu propio veneno, asqueroso maldito
Adamir salió del cuarto con el rostro apretado como granito. Cerró la puerta con la sensación de haber adquirido de golpe un peso enorme que le impedía caminar y respirar bien. No lograba sacar de su mente la imagen de Max despreciándolo ni todo lo que le había dicho.
El recinto se veía en calma nuevamente. No había muchos esclavos en ese momento dado que el equipo de tierra había sido detenido. Solo estaba el grupo de chicos que serían entregados en la subasta y los cinco pequeños nuevos que comenzaban su entrenamiento.
Confundido, Adamir se dirigió hacia la sala de control donde encontró a Exequiel
-. Todo está bajo control – indicó Exequiel satisfecho y casi sonriendo
Adamir no se detuvo hasta que su puño se estrelló contra el rostro del sorprendido Exequiel. El ruido de huesos aplastados trono con fuerza
-. Te advertí que no tocaras a Max
Adamir estaba furioso ahora. Su tristeza se había convertido en preocupación y en rabia. Buscaba un camino para desahogarse
-. Pero… es un esclavo!!! Un maldito esclavo! – se defendió Exequiel desde el suelo y con la nariz ensangrentada
-. ¿Le hablaste de Heinrich?
-. Solo mencioné que era un comprador
-. Dijiste lo suficiente para que Max quisiera averiguar… – de pronto Adamir entendía todo
-. Estas despedido. Te irás al terminar la subasta – sentenció con firmeza
-. Cómo?.. no puedes despedirme… – Exequiel casi reía ante la absurda sugerencia de ser despedido
-. Si puedo y lo hago. Te pagaré generosamente.
-. Pero te has vuelto loco??!! Cómo vas a despedirme??!!
-. Así como lo estoy haciendo. Despedido! Fuera del negocio! Te largas!
Exequiel estaba choqueado.
-. Adamir… no puedes… por favor
-. No eres capaz de seguir mis órdenes así es que ya no me sirves. Al terminar la subasta el avión te llevará al continente. Eso es todo.
Exequiel abandonó la sala. Adamir no se volvió a mirarlo. Estaba harto de Exequiel, estaba harto de todos… estaba… todo mal. El sonido del computador le recordó a Adamir que tenía una subasta pendiente. Al sentarse frente al computador vio el movimiento que no había sido atendido durante la mañana… Dios! se acumulaban ofertas… necesitaba pedirle a alguno de los otros que le ayudara… Max no podía hacerlo porque estaba atado y encadenado en el piso del cuarto, solo y ofuscado, sin querer escucharlo … sus manos alrededor del rostro estrujaron su propia piel en un gesto de impotencia…
-. Maldicioooooon
Su atención fue captada nuevamente por el correo que había recibido de Gonzalo y el problema serio que tenía con la filtración de información. Doble maldición!! Encima de todo tenía eso pendiente y tendría que llamar a Nazir para contarle. Sentía que su cabeza iba a explotar… Necesitaba encontrar un ayudante… ¿Quién de los que estaba en la isla podría servirle… no podía concentrarse en recordar… todo estaba mal.
MAXIMILIAN
No podía detener el llano que seguía corriendo a chorros por sus mejillas y le oprimía la adolorida garganta
La realidad era demasiado horrible como para calmarse… siniestra… aterradora. ¿Cómo es que él, tan listo que se creía, no había sido capaz de ver de qué se trataba todo esto???!!… Quizás porque era demasiado repugnante para imaginarlo siquiera…
Adamir secuestraba chicos, los preparaba y los vendía… esa era la única verdad. Entregaba a niños como Miki a depredadores como Heinrich…
Un grito volvió a salir de sus labios… creía que ya no podía gritar más.
Ahora entendía qué había llevado a Santiago a dejar escapar a Mati y a buscar su muerte.
-. ¿Por qué mierda no te mueres tu??? – gritó aun sabiendo que Adamir no podía escucharlo.
Muerto… el mundo sería mejor si Adamir estuviera muerto… Y él había estado riendo, cenando y recibiendo caricias y placer del monstruo que manejaba toda esta red… se había dejado seducir y encantar por él… si hasta había estado dando vueltas a la idea de ser feliz con él… Dios!!! Amarrado como estaba se retorció en el suelo como si intentara quitarse de su piel los recuerdos del cuerpo de Adamir sobre el suyo.
Todo esto era demasiado fuerte para su mente…
Adamir estaba loco… enfermo… era un ser cruel y diabólico.
-. Te odioooo – de alguna manera tenía que dejar salir el horror que sentía
El brusco movimiento hizo que su cabeza chocara violentamente contra el suelo. El golpe sirvió para que Max se calmara y conectara con la realidad del momento. Dejó de retorcerse y miró alrededor. Estaba de vuelta donde había comenzado todo. El odio que sentía ahora no tenía comparación con lo que experimentaba en aquellas primeras semanas recién llegado… ahora sabía cuál era el destino que esperaba a todos los chicos de la isla… un momento… ¿Era él también parte de la venta? Su duda se aclaró de inmediato al recordar las palabras de Adamir cuando hablaba sobre el futuro de ellos, juntos. El desgraciado no quería venderlo. Deseaba adoptarlo como su esclavo personal… quería quedarse con él y mantenerlo cautivo por el resto de su vida en aquella isla… como un animal de compañía para usar y castigar a su antojo… de eso se trataban todos los planes que formulaba cuando estaban juntos en su casa.. oh Dios!! por eso lo había llevado a vivir a su casa… Por todos los cielos!!! El collar!!! Lo tenía en el cuello…. portaba en su cuello el símbolo de esclavitud que lo ligaba con Adamir.
-. Nooo… noooo
Volvió a gritar y a llorar. Sus manos forcejeaban inútilmente contra las esposas hiriendoselas hasta comenzar a sangrar. Deseaba quitarse ese objeto del cuello a toda costa… le quemaba y lo ahogaba… no quería nada que tuviera relación alguna con Adamir.
Wow esto si que se prendió !! Pobre max toda esa desesperación que ha de sentir y sentirse usado por el que le gustaba ☹️ enterarse del cruel destino de todos los niños que terminaban ahi, espero que Gonzalo ya no le ayude a él también le desagrada eso y además adamir así vera la cruda realidad , el no es un dios qué todo lo puede si no un ser común y corriente. No odio a Adamir pero creo que sí debería pagar por el daño que a causado, pobre max
Ahora pobre Miki también ya que le han dicho la cruda realidad de su destino !!
Max esta muy desesperado y preocupado por MIki, enojado consigo mismo por haberse dejado engañar y mas que nada, furioso con Adamir porque ahora lo está viendo como realmente es. Es para Max un momento de rabia intensa y terrible… está fuera de control y sobrepasado por la situación. Imaginate que Adamir tuvo que amarrarlo para que se quedara quieto. Gonzalo… no le gusta para nada el negocio de Adamir y tampoco le gusta que lo haya calificado de «igual» en el negocio ni que le haya hablado de manera arrogante… pero se siente algo obligado a cumplirle.. ya sabes, honor entre ladrones o algo así.
Adamir no esta bien tampoco; tiene muchos problemas y lo de Max lo está afectando mas alla de lo que jamas imaginó.
Miki.. shit.. pobre Miki… es todo lo que puedo decir sobre el pequeño asíatico hermoso.
Gracias <3 !!!! Espero actualizar pronto. Nani.
Madre mía! Qué intenso… Mucho estaba durando la felicidad de Max y Adamir… Pobrecito Maximiliam tiene que ser súper duro darte cuenta de cómo es realmente la persona con la que estás incluso planteándote estar… Me ha encantado 🙂
Hola Mar!!! En verdad ha sido muy fuerte para Max darse cuenta del punto hasta el cual llega Adamir con los chicos de la isla, esta verdaderamente choqueado y fuera de si… enojadisimo consigo mismo por haberse dejado engañar y jugar con la idea de que podía, tal vez, ser feliz con Adamir. De lo que siente por él en este momento, ni hablar.
Gracias <3 . El próximo cap muy pronto. Nani.
Bueno adamir recibió un poco de lo que merece, en esta vida se cometen errores, pero los errores mas grandes son los que involucran a los demas, adamir es un pecador asqueroso, su dinero, su cuerpo y su alma están manchados con la sangre derramada de niños inocentes que sólo conocieron el dolor en la vida, en esta vida uno puede aprender la lección, pero lamentablemente tienes que pagar lo que hiciste, el que adamir cambie no le regresara la libertad a los cientos o miles de chicos que vendió y que posiblemente varios estén muertos, y el que dedique el resto de su vida a ayudar tampoco, adamir no pagaría su deuda ni con 1000 vidas, sólo le queda morir y pudrirse eternamente en el infierno sufriendo y siendo atormentado por los lamentos desconsolados de todos los niños que dejo muertos y muertos en vida.
Hola joshi!. Adamir nunca nos ha mostrado una cara diferente; él comenzó la historia siendo un maldito y sigue siéndolo, es quizás, el mas terrible de los personajes que he creado… y en cierto modo, eso lo hace especial y diferente. Tras cada personaje hay una historia y tal vez, aún no hemos visto la historia completa de Adamir, lo cual no quita que siga siendo un maldito. Créeme que agradezco mucho que sea solo un personaje en una realidad inexistente. Lo he dicho muchas veces pero igual lo vuelvo a repetir: me costó mucho subir esta historia justamente por el tema tan cruel que toca… tuvieron que convencerme de hacerlo y mira lo que son las cosas… ha resultado ser mi historia más popular. Me encanta que los lectores se metan en la historia y «vibren» con los personajes, pero no sufras a causa de Adamir y los niños que ha utilizado. Solo disfruta leyéndola y cuando termines cada cap, cierra los ojos y recuerda que nada de esto es real, de acuerdo??? Ahora el puto amo de la isla esta perdidamente enamorado y Max lo odia a muerte… Ya veremos como sigue la historia. Un saludo cariñoso y muchas gracias!!! Nani.