CAPITULO 15
Bruno llegó a recogerla cinco minutos antes de lo esperado. Se sorprendió al encontrarla caminando fuera de la casa aunque no hacía frío, pero estaba tan contento de verla que no hizo preguntas.
-. ¿Tuviste un buen día? – dijo él rozando su mejilla en un beso de saludo
Jah! ¿Un buen día?… no recordaba cuando había tenido su último buen día. Quizás algunos no hubieran sido tan malos si Bruno lo hubiera dejado en paz en la escuela…
-. Si. Bastante trabajo pero muy bien. Y el tuyo ¿Qué tal?
Carline despertaba la admiración de Carlitos. Actuaba como si los problemas no tuvieran ninguna relación con ella, su voz no temblaba y su semblante era tranquilo. Tal vez Carline era inmune a sus desgracias…
Bruno le contó lo que él ya sabía; no había asistido a clases por que era parte del comité que estaba organizando la fiesta de graduación que tendría lugar dentro de unas semanas. Se habían reunido temprano y al terminar no volvió a clases.
-. ¿Cómo fue tu fiesta de graduación? – le preguntó Bruno
¿mi fiesta?… Nunca había asistido a una fiesta…no tenía amigos con quienes compartir ni tiempo ni dinero.
-. Fue la mejor fiesta de todas– respondió Carline como si estuviera recordando el evento.
-. Yo espero que la nuestra también lo sea. Después de todo, la fiesta de graduación es la más importante de todas; es la última vez que toda la generación se reúne…
Bruno siguió hablando del tema elegido y de cómo iban a ambientar el gimnasio, la banda que contratarían y los planes que tenían. Carlitos hizo aparición para tomar cuidadosa nota de algo que había dicho Bruno: en la fiesta de graduación estarían todos juntos… todos los alumnos de su generación en un mismo lugar… Eso era perfecto.
-. ¿Fuiste la reina de la fiesta?
-. No – rió ella – Fue otra chica más popular y bonita
-. Estoy seguro de que no hay ninguna más bella que tú
Carline sonrió aceptando el cumplido. Después de todo ella recibía halagos a diario… todo el tiempo.
-. Tú serás el rey de la tuya, supongo – aseveró Carline
-. No lo sé pero es una posibilidad – Bruno estaba entusiasmado con esa posibilidad pero intentaba parecer modesto. Jah! Como si él no le conociera el ego enorme que tenía! Rayos… tenía que ser controlarse. Mañana sería un día en que todo cambiaría… pero quizás Carline podría seguir existiendo hasta lograr vengarse de Bruno y los demás.
-. Ah! ¿Cuál es la sorpresa? – preguntó Carline recordando lo que Bruno le había dicho al teléfono. Carline se apoderaba de su cuerpo y mente. Algo le pasaba cuando estaba con él en el vehículo. Una vez más se sentía cómoda en el asiento con olor a cuero, avanzando por la ciudad, la música que sonaba era agradable y ya sabía que Bruno era diferente y amable cuando estaba con Carline. Casi le hacía recordar que cuando lo conoció en la escuela pensó que era un chico atractivo.
-. La sorpresa… – Bruno sonrió misterioso… quizás algo intimidado -. Verás… tengo que darte una explicación antes de contarte sobre la sorpresa
La actitud de Bruno era misteriosa y cautelosa, como si temiera decírselo. Carlitos se puso alerta acerca de esa sorpresa. Su paciencia y capacidad no estaban para aguantar ninguna tontería más por hoy. Solo quería escapar de su realidad por un rato, ser alguien sin problemas y cautivante… nada más que diversión para alimentar la venganza final.
-. Me tienes intrigada – dijo Carline
-. Yo nunca he salido en serio con una chica – comenzó Bruno captando toda la atención de Carline – mis “amigas especiales” solo han sido relaciones muy breves, nada importante. Bruno hablaba disculpándose.
“ ¿Cuenta que tus “amigas especiales” hayan sido casi todas las mujeres mayores de 15 de nuestra escuela?”
-. Entonces, ¿no has tenido una novia?
Si las chicas de las escuela lo escucharan, tal vez lo degollarían… sería divertido ver cómo reaccionarían al escuchar que ninguna de ellas había sido importante para el gran Bruno
-. No. Es que ninguna era adecuada. Yo estaba esperando por una persona que me hiciera sentir diferente. Yo sabía que tenía que estar en algún lado y deseaba encontrarla… encontrarte.
¿Qué? un momento!!! Esto se estaba tornando demasiado serio ¿Bruno le iba a proponer algo?? La sorpresa lo dejó mudo en espera de lo que diría a continuación…
-. Y no puedo disimular la alegría que siento. Tú me has dado tranquilidad y a la vez me enloqueces. Y se me nota demasiado…
Ok. Se estaba perdiendo… ¿hacía donde iba Bruno con esta conversación?
-. Mis amigos y todo el mundo llevan días preguntándome por qué estoy diferente y les digo que es por ti
Cielos! Esto era una novedad y él se lo estaba perdiendo por estar suspendido de clases.
-. Bruno… no nos conocemos tan bien. Llevo apenas un par de días en el pueblo
Bruno detuvo el auto al costado de la calle, para poder hablarle de frente a Carline
-. Yo entiendo que es difícil que me creas, pero te he estado esperado desde que… desde hace muchos años. Tenía un vacio en el corazón que ninguna chica podía llenar, ¿entiendes? Siempre me decía que cuando llegara la mujer adecuada todo estaría bien. Solo tenía que encontrarla y eres tú, Carline. Yo sé que eres tú.
De acuerdo.,. puedes seguir hablando. Me gusta que me digas todo lo especial que soy para ti. Alimenta el ego de Carline, por favor.
-. Así es que la sorpresa es que hoy quiero que conozcan a las personas importantes en mi vida.
Wow! No había pensado en que hoy sería el día para juntarse con Teo, Jeffrey y Elías pero si Bruno deseaba presentarlos formalmente, él no se iba a negar. Era un gran avance en sus planes
-. Aaww. Esto es muy dulce de tu parte, Bruno.
-. Me alegra que no te moleste. Quiero que ellos conozcan a la chica que esta todo el día en mi cabeza y en mi corazón
Las palabras de Bruno acompañadas de un movimiento en el asiento. Oh… ya sabía que pasaría…
Bruno le acariciaba el pelo y la miraba muy de cerca. Sus ojos grises tenían una expresión enamorada y dulce que podía ser muy cautivadora si él no supiera que Bruno era un idiota… La mano en su pelo cambió dirección y ahora le recorría despacio la mejilla. Se sentía tan bien y agradable… cariño y atención… el mundo de problemas de Carlos quedaba en otra dimensión tan lejana. Cuando Bruno la besó, Carline lo estaba esperando, deseosa de recibir sus labios tibios y suaves. Había aprendido del beso anterior y se movía acoplando sus labios a los de él… separándolos; quería la lengua de Bruno explorando su boca y las manos fuertes sosteniendo su cuerpo delgado. Lo que sentía apagaba su mente de cualquier pensamiento. Bruno podía besarla mucho rato si quería… sobre todo si se apasionaba como lo estaba haciendo… Qué bien se sentían sus caricias.
Rayos!! Esto no!
Los brazos que la abrazaban comenzaron a bajar por sus costados y estaban peligrosamente cerca de sus caderas y glúteos… los besos en su cuello descendían por el escote…
-. Bruno… detente!!
Le hizo caso. Sus manos volvieron a la seguridad de su espalda
-. Me gustas mucho…
-. Me doy cuenta…
-. Carline… ¿Te gusto yo a ti? ¿Qué sientes? No me has dicho nada
La expresión de Bruno le provocó un minuto de ternura. Esperaba tan ansioso su respuesta… sería tan placentero romperlo ahora mismo y disfrutar de su expresión… pero aún era demasiado temprano. Quería un golpe verdadero y definitivo que lo destruyera por completo
-. Si. Me gustas – admitió Carline con mucha más convicción de la que Carlos estaba dispuesto a admitir
-. ¿Quieres ser mi novia? – preguntó Bruno
-. Ay Dios!!! – suspiró muy rápido antes de sentirse débil. ¿No era esto algo que facilitaba sus planes? ¿Por qué le impactaba tanto?
-. Todo vuela contigo, Bruno.
-. Es que estoy muy seguro y no quiero perderte. No quiero que nadie más tenga la oportunidad de acercarse a ti… Yo quiero que seas mi novia. .. pero puedo darte un día para pensarlo si me aseguras que me dirás que si
Carline sonrió ante la tontería que Bruno decía. El se unió en la risa. De pronto sus frentes se estaban tocando y Bruno le sostenía las manos con cariño
-. Prometo tratarte bien y quererte mucho. Eres mi hada mágica especial.
Carline guardaba silencio.
La novia de Bruno. Eso era lo que quería desde el principio, no? ¿Por qué se estaba haciendo la difícil ahora? ¿por qué sentía un pequeño calambre parecido al miedo?
-. Bruno, seremos “amigos especiales” por ahora. Yo no puedo tener novio por mi carrera. Si la agencia sabe que estoy de novia van a cortarme los contratos y perderé posibilidades de trabajo y todo. – lo había leído en internet… o no?
-. Oh, Lo siento, yo no lo sabía. Quiero que seamos novios pero no quiero perjudicarte. ¿podemos serlo en secreto?
-. Seremos “amigos especiales” y cuando mi agencia lo permita podremos ser novios.
– Pero tu si quieres ser mi novia, no?
Carline sonrió y en el primer gesto osado de su vida, levantó su mano para acariciarle la mejilla a Bruno… el cerró los ojos ante el toque y el momento resultó excitante..,. Carline, más confiada, bajó su mano para acariciarle el cuello, dejándola ahí pues Bruno ladeó la cabeza y se la atrapó
-. Si. si quiero pero ya sabes lo que… pa…sa… .mmmhhh
Besos, besos besos… mmmhhh… dulces, fogosos, excitantes y húmedos besos le llenaban la boca y el cuerpo. Se sentían muy bien. Era algo a lo que podía acostumbrarse. Dejaría que Carline los disfrutara mientras durara. Bruno la abrazó presionándola contra su torso. Oh! Rayos!! ¿Se daría cuenta de la diferencia entre senos reales y lo que llevaba puesto?
-. Detente – pidió sin realmente desearlo, empujando con su mano el pecho de Bruno. Su débil rechazo hizo que Bruno sonriera y la volviera a besar con más ganas, sosteniéndola casi inmovilizándola
-. Te juro que nunca me había sentido así…– murmuró Bruno entre besos – Tú eres única. No puedo dejar de pensar en ti ni un segundo. – Bruno cambió los besos por un abrazo dulce y caricias de sus labios en el rostro y cuello de Carline.
-. Hueles muy bien… todo en ti es tan bello – Bruno le hablaba tiernamente, olisqueaba su pelo y enterraba su nariz en el cuello despertándole sensaciones que no conocía. Su piel tocada por los labios de Bruno se sensibilizaba y a los 17, siendo virgen, era muy difícil mantenerse indiferente. Estaba luchando por recuperar el control que los besos le hacían perder y por evitar que la incomodidad entre sus piernas siguiera endureciéndose. ¿Iba a ser así cada vez que Bruno besara a Carline? Rayos! Tendría que aprender a controlar lo que Bruno le provocaba o las siguientes semanas iban a ser muy dolorosas.
-. Entonces ¿eres mi novia secreta?
Carlos no pudo evitar maravillarse ante la magnífica expresión de dulzura y picardía en el rostro de Bruno. Le sostenía la cabeza entre sus manos y le preguntaba reflejando esperanza en los grandes ojos grises… en realidad, Bruno era mucho más atractivo cuando se lo miraba de cerca… y la manera en que lo sostenía era tan posesiva
Carline pestañeó de prisa, despertando del momento de ensoñación que Bruno le había provocado.
-. “Amigos especiales” – corrigió Carline con la voz temblorosa.
Bruno sonrió satisfecho antes de acariciarla y volver a besarla
-. Eso significa que si eres mi novia secreta – dijo él con los ojos brillantes de astucia
-. Yo no dije eso – protestó Carline, con poca convicción
-. Si lo eres! – rebatió él sonriendo– todos saben que los amigos especiales son novios secretos – Bruno paso su dedo por la nariz de Carline en un gesto intimo que lo dejó nervioso. Parecía como si Bruno se sintiera con derecho a besar y tocar a Carline cuando quisiera y ella no hacía nada por evitarlo
-. Eso lo acabas de inventar – Dijo Carline, pero cualquier solemnidad que quisiera darle a sus palabras se perdió en la sonrisa con que habló
Bruno correspondió fascinado. Un último beso muy dulce antes de encender el auto y volver a circular por la avenida. Algo había cambiado en Bruno en pocos minutos: su pecho se había inflado y su actitud era de mucha felicidad. Miraba a Carline cada dos segundos y sus ojos irradiaban lo que sentía.
-. ¿Vas a contarle a tus amigos que soy tu amiga especial?
Bruno se largó a reír. Quitó la mano derecha del volante y tomó la de Carline para estampar un beso en el dorso de la mano. No volvió a soltarla.
-. Le voy a contar a medio mundo – respondió
Carlitos se relajó en el asiento. Su plan funcionaba de maravillas y se sentía bien. Su mano izquierda entre las de Bruno y sensaciones de besos y mariposas por todo su cuerpo.
-. Será interesante ver las caras de tus amigos- sobre todo la del idiota de Jeffrey que se creía irresistible
-. Tu no vas a verlos cuando les diga – replicó Bruno
-. Ah… como?… yo pensé que les ibas a decir ahora
-. Ahora no vamos con mis amigos
Carlitos recordó las alarmas que le habían avisado de algo extraño un rato atrás
-. Pero tú dijiste que íbamos a cenar con tus personas importantes…
Bruno le apretó suavemente la mano y respondió muy satisfecho
-. Vamos a cenar a mi casa con mis padres y hermanos. Mi familia quiere conocerte.