M&M CAPITULO 87

CRISTIAN

(El Inspector Extranjero)

La oficina de Nazir era impresionante, no solo por el tamaño y la elegante decoración, sino también por la magnífica vista del mar y los astilleros a través del enorme ventanal.

Cristián estaba acostumbrado a tratar con cientos de personas diferentes cada día y, desde su posición de autoridad, nunca se atemorizaba ni se achicaba ante nadie, pero por un breve instante se sintió levemente cohibido ante el poder que había detrás de lo que aquella oficina representaba y el hombre que había dentro. Miró con atención al hombre que por fin veía, después de tan largo viaje… sabía bien quien era, se había informado a fondo antes de llegar y creía saber todo lo que correspondía sobre Nazir, su fortuna y alcance… hasta había visto fotos, pero aun así, algo involuntario le causó detenerse al ingresar y admirar el lugar sin permitirse demostrar que estaba sorprendido. En las fotografías no se podía sentir la imponente presencia del hombre que tenía frente a él.

-. Adelante –saludo Nazir con voz firme indicándoles al inspector local y a él, los asientos delante de su escritorio

-. Gracias señor – respondió el inspector local, claramente cohibido. Cristian se movió en silencio.

-. ¿Qué lo trae por aquí, inspector? –preguntó Nazir amablemente, tomando asiento e ignorando la presencia de Cristian

-. Verá, Don Nazir. Este joven es un inspector extranjero que ha venido en misión especial y ha solicitado nuestra ayuda para investigar un caso

Nazir no se había dignado aún a mirarlo. Estaba dando por hecho que aquel hombre joven de aspecto muy diferente al uniformado de la policía local, era el inspector que Gonzalo había mencionado. Vaya! Tenía en su oficina un maldito intruso de pelo largo, vestimenta casual y aspecto de despistado. No le hacía justicia a lo que esperaba de un “inspector”. Estaba molesto, pero nadie habría podido notar lo mucho que le desagradaba recibirlo en su territorio. Nazir, muy consciente de que estaba desconociendo la presencia de Cristian, preguntó al inspector por sus superiores y por algunos otros conocidos en un intento de dejar establecidas claramente sus conexiones de alto nivel. Luego de ello, lentamente y de forma estudiada, Nazir desvió su mirada hacia Cristián, decidido a dejar caer sobre él todos sus años de conocimientos y manejo del poder dominante y mantenerlo empequeñecido desde un principio.  No esperaba lo que encontró. Los ojos oscuros y muy intensos de Cristian lo miraban fijamente y con extrema tranquilidad… como si todo el rato hubiera estado esperando y supiera exactamente lo que Nazir estaba haciendo. Había mucha fuerza en los ojos de aquel joven y en la forma seria y grave en que lo observaba. Nazir enderezó bruscamente la espalda… contrariado. Su molestia aumentó y sintió que le fallaban las palabras incluso antes de comenzar a hablar con él. Sus cejas se elevaron al notar como Cristián con extrema osadía, lo estudiaba de pie a cabezas y lo estaba leyendo con mucha atención… lo observaba, analizaba y no quitaba de él sus ojos oscuros. En segundos y a través de miradas se dijeron mucho más que si hubieran hablado. ¡Pero qué diablos??!! Pensó Nazir. Ese hombre no era lo que parecía… estaba frente a alguien que lo miraba de igual a igual y no quedaba en Cristián ningún atisbo de la incomodidad que había sentido al entrar.  Su silencio se prolongó por demasiado tiempo

-. Inspector – se vió obligado a decir

Cristián apenas movió la cabeza a modo de saludo. No tenía intención de hablar por ahora. Quería escuchar y observar primero.

-. ¿De qué se trata? – preguntó Nazir al inspector local, más bruscamente de lo que hubiera deseado

-. Es un caso complicado, señor relacionado con… tráfico de personas – la voz del inspector se fue apagando a medida que hablaba.

Cristián vio como Nazir alzaba una ceja al escuchar el problema. Estaba muy atento a cualquier gesto.

-. ¿Y de qué manera puedo yo ser de utilidad? – preguntó Nazir demasiado rápido.

-. Bueno son sus astilleros… vera usted… en sus astilleros… hubo una nave que pasó por aquí y necesitamos información. Es esta nave.

El inspector local le tendió una fotocopia a Nazir que este estudió con atención, aprovechando para recuperar la compostura.

-. No hay problema, inspector – sonrió Nazir repuesto de la sorpresa – Esto está fechado hace un año atrás. Tendré que pedir que me busquen la información.

-. Nos sería de mucha utilidad – agregó el local

– Por supuesto. Le avisaré en cuanto la tenga.

Nazir hizo amago de ponerse de pie para dar por terminada la entrevista. El inspector local repitió el gesto. Cristian, que seguía en silencio, no se movió de su asiento, pero decidió hablar

-. ¿No lleva usted registros en línea de los servicios que presta el astillero?

La voz sólida y pausada de Cristian le hizo saber a Nazir que el inspector estaba poniéndolo a prueba.

Respiro profundo antes de responder.

Cristian tomó nota de su molestia

-. Si. Por supuesto que llevamos registro de todo. Como dije, pediré que la busquen y me la envíen lo antes posible

– Entonces es muy fácil conseguir los datos. Tan solo apretar un botón desde cualquier computador – Cristián fijo su mirada en el computador de Nazir, prendido y funcionando sobre su escritorio.

-. Tengo personal especializado en ello –respondió Nazir, llevando inconscientemente una mano hacia su computador a manera de protección.

-. ¿No recuerda esta nave en particular, señor…. ?

Cristian dejó el nombre de Nazir en el aire e hizo un gesto vago con la mano, pretendiendo que no lo recordaba. Por supuesto lo sabía de memoria, había estudiado la familia y todo lo relacionado con ellos, pero era su forma de jugar el juego y rebajarle importancia.  La comisura de los labios de Cristian ascendió levemente cuando se dio cuenta que su truco había causado exactamente el efecto deseado. Pocas cosas molestan más a una persona poderosa que el saberse ignorado.

-. No. No la recuerdo – respondió Nazir dejando caer el documento de sus manos

-. No le será difícil encontrar los datos considerando que la misma nave ha pasado por sus astilleros una vez al año, al menos, durante los últimos ocho años

Cristian observó cómo los dedos de Nazir se crisparon aferrándose al borde del escritorio

-. Inspector… disculpe. No tomé nota de su nombre

Ah… Bien. Nazir le devolvía el favor y le causaba gracia que lo hiciera. Por breves segundos mantuvieron las miradas fijas el uno en el otro hasta que Cristian sonrió dándole a entender que sabía lo que hacia

-. Inspector Cristian Aranguiz – respondió con excesiva amabilidad

-. Inspector Cristian Aranguiz – repitió Nazir al aire con un dejo de arrogancia… como intentando captar el sabor que el nombre le producía –Vera usted…  Manejo un astillero que construye y repara miles de naves al año, desde enormes barcos de carga, submarinos, barcos militares hasta yates y lanchas turísticas. Allí abajo – continuó indicando hacia la ventana – hay más de cuatro mil empleados trabajando en más de treinta naves al mismo tiempo. Estará de acuerdo conmigo en que es imposible recordar una en particular

Esta vez fue el turno de Cristian de contraerse. Se había adelantado y había hablado demás…pero es que el tipo que tenía en frente era especial. En los pocos minutos que llevaban conversando Cristián había desarrollado un fuerte sentimiento de animadversión hacia el entrevistado. Había algo terrible en Nazir que lo molestaba más allá de lo normal, no era su arrogancia, tampoco era que fuera millonario… no… nada de eso… era algo que no podía describir pero que sentía tan claramente como si fuera una capa solida de oscuridad. Estaba enterado que era homosexual, casado y con una pareja estable pero lo que recién estaba leyendo en él era que el hombre era un dominante en esencia.

-. Lamentamos mucho molestarlo señor, pero necesitamos toda la información que pueda entregarnos acerca de esta nave – el inspector local estaba mortificado

-. ¿Qué sucede con esta nave? – Nazir se dirigía al otro hombre

-. Es parte de nuestra investigación – respondió Cristian cortando la respuesta del inspector local

Nazir entendió la interrupción de Cristian. Se reclinó en su asiento

-. Si me indica que pasa con ella tal vez pueda ayudarle mejor con la información que tengo

Cristian se levantó de su asiento y se acercó al escritorio

-. Usted entrégueme toda la información que tiene y yo buscaré ahí lo que necesitamos

La agresividad de la respuesta de Cristián irritó enormemente a Nazir. ¿Cómo se atrevía este inspector a ser grosero con él en su propia oficina??

-. Veo que no nos entendemos inspector. Usted ha venido a MI oficina a solicitar un favor y yo le ofrezco mi ayuda. ¿Cuál es la causa de su agresividad?

Cristián estaba más que satisfecho al extraer de su bolsillo un documento

-. Usted no me hace ningún favor. Esta es una orden judicial para requerir la información en un plazo máximo de 24 horas.

A Nazir se le congeló la respiración. Se levantó con estudiada calma mirando el documento que Cristian exhibía

– Es que es un caso de mucha gravedad, señor. Hubo muertos y se trata de contrabando de meno… – el inspector local trataba de justificarse, pero Cristián no quería que revelara nada más así es que volvió a callarlo

-. Volveré en 24 horas a buscar la información – anunció Cristian

-. ¿Estoy acusado de algo? – preguntó Nazir haciendo que el inspector local estallara en disculpas y explicaciones

-. No señor. Por supuesto que no, Don Nazir. Es solo que esta nave es una pieza clave en nuestro trabajo. Por favor, disculpe la molestia,  esto es muy importante.

Cristian se había movido un par de pasos y se había detenido cerca de una mesa sobre la cual había varios retratos, incluyendo a su familia y a Sergio. Cristián, atrevido y con toda intención, levantó uno en particular.

-. Este es el hombre que acaba de salir de su oficina ¿es su hermano?

-. Si. Es mi hermano – Nazir caminó de prisa hacia Cristián, recuperó la foto bruscamente y la puso de vuelta en su lugar

-. ¿Dónde vive su hermano?

-. ¿Me está interrogando oficialmente sobre mi familia?!! ¿También tiene una orden?

-. No. No es un interrogatorio – Cristian caminaba, pero manteniendo los ojos vigilantes sobre Nazir – es que me llamó la atención escuchar a su hermano comentar sobre la destrucción que causó el huracán en su isla

Que???!!!  Nazir dejó de moverse y sintió un espasmo frío circular por su columna vertebral, como si le hubieran inyectado un líquido paralizante… la isla??!! Como mierda sabía este tipo de la isla???. ¿Cuándo y dónde había pasado todo esto?? ¿Qué había hecho Adamir??!! Sudor frío bajaba por su espalda y se sentía inmovilizado

Cristián observo cuidadosamente, grabándose en la mente cada una de las reacciones de Nazir

-. Nunca he estado en un huracán, pero imagino debe ser terrible, sobre todo si hubo heridos – comentó Cristian pretendiendo ser superficial

-. ¿Qué heridos? – pregunto Nazir casi gritando

-. ¿Usted… no sabe nada de eso?

-. No sé de qué está hablando – respondió Nazir acercándose a Cristian en gesto amenazante.

– ah! Pues…  escuché a su hermano conversar afuera mientras esperábamos entrar

Muy de prisa, Cristian sacó su Tablet, busco un segundo y leyó el acompañante de su hermano dijo que aún había gente herida en la isla, que necesitaban ayuda y que su hermano debería volver allá a ayudarlos” a lo que su hermano respondió que “no iba a moverse hasta  que lo encontrara y que los heridos estaban siendo atendidos y lo que cayó podría reconstruirlo

Nazir lo miró como si el mundo se estuviera derrumbando. Nada lo había preparado para esto… maldito Adamir… Maldito Santiago… Par de estúpidos!!!  Ahora si estaban en verdadero peligro. A su mente acudieron las advertencias de Gonzalo sobre el inspector.  Su mirada despedía odio y peligro. Giró dando la espalda a Cristian intentando pensar de prisa y recomponerse. No había forma de que pudiera ocultar lo enfurecido que estaba. Iba a matar a Adamir con sus propias manos. ¡Cómo podía ser tan idiota!!!  Tomó asiento lentamente de vuelta en su sillón intentando ganar tiempo

-. Don Nazir – intervino el policía local con un tono de preocupación en la voz – si hubo heridos debería ser reportado e investigado por la policía local. ¿fue el huracán de la semana pasada en el mar? Es que la policía no recibió reportes de daños…

-. Inspector, mi hermano ha vivido siempre una vida diferente a nuestra familia. Él es un poco hippie y de ideas liberales. Yo no sé mucho de sus actividades ya que nos visita muy poco. Él se encontraba en la ciudad exclusivamente debido a la muerte de mi madre, pero se vino a despedir y se marcha esta misma tarde.

-. Entonces, ¿Usted me confirma que no sabe si hay heridos de gravedad en esa isla? – insistió Cristian

-. Le repito que apenas conversé con mi hermano, señor – respondió Nazir mordiendo las palabras

-. Es Inspector Aranguiz – corrigió Cristian – Por cierto, ¿dónde está esa isla? – Preguntó expectante

-. ¡Cómo saberlo! A mi hermano le fascinan los lugares exóticos y alejados. Le gusta el contacto con la naturaleza y la lejanía de las multitudes. Créame que no tengo idea de a qué lugar podría referirse

-. Entonces, ¿usted no conoce el lugar del que hablaban? – insistió Cristian más cerca de Nazir de lo que correspondía, deseoso de hacerlo perder el control, a unos centímetros de invadir su espacio personal, pudiendo sentir como emanaba la irritación de Nazir hacia él.  Recibió una mirada imponente y despectiva que lo hizo retroceder.

-. Soy un hombre de negocios, inspector. Paso mi tiempo encargándome de este negocio y con mi familia. Rara vez tengo tiempo para viajar a lugares exóticos

No escapó a Cristián que Nazir eludió responder a su pregunta

-. ¿Dónde podemos encontrar a su hermano? – dijo el policía local

El semblante de Nazir palideció

-.  Eso es algo difícil, inspector. Mi hermano vino recién a despedirse. Parte esta misma tarde y no pregunté a donde se dirigía.

-. ¿A atender a esos heridos en su isla?

Cristián disfrutó meter el dedo en la llaga y ver a Nazir descomponerse por un segundo para luego volver a su arrogancia

-. No me lo dijo, pero si un huracán hubiera causado heridos en algún hipotético lugar, estoy seguro de que él se encargaría de hacerlo.

-. Me gustaría mucho conversar con él – dijo el local – Si hubo heridos se debe preparar un informe y velar por su salud

-. Entiendo, pero creo que tal vez el joven aquí presente no escuchó claramente – Nazir recuperaba su temple – ¿No estarían, tal vez, comentando una película? ¿O un libro? ¡O alguna historia de otro tipo? ¿Usted, qué escucho, Inspector? – preguntó dirigiéndose al local quien rápidamente negó con un gesto haber escuchado algo. Satisfecho, Nazir se volvió hacia Cristián, presuntuoso de haber cambiado el enfoque. Sin embargo, si había algo que Cristián tenía en toneladas era paciencia, así es que devolvió a Nazir su característica mirada sabia y tranquila. Le hablaba con los ojos… “Sé lo que estás haciendo”… “Conozco tu juego y a los de tu clase”

-. En ese caso, lo mejor será preguntarle directamente a su hermano que pasó y dónde ¿no cree, usted?  –

El policía local apoyó la idea de Cristian.

-. Si mi hermano se comunica conmigo antes de partir le informaré de su preocupación. Ahora, si me disculpan, tengo asuntos que atender… – suspiró Nazir cansado

-. No hay problema – dijo Cristián dirigiéndose al inspector local – si la isla es de su propiedad será fácil encontrar los registros y la ubicación – acto seguido, Cristián se giró hacia Nazir – Gracias por su tiempo. Volveré mañana por el informe.

Nazir estrechó su mano con la de él en un fuerte choque de miradas. Sería difícil que se olvidaran el uno del otro. Se volverían a ver. De eso, ambos estaban seguros,

Justo tras cerrar la puerta, Nazir sintió que hervía y explotaba. Nunca antes había estado conteniendo tanto su enojo.  Esto no era un juego, estaba frente a un peligro real. Su nombre, su empresa, su fortuna, su familia… ¡toda su vida!! Malditamente todo podía arruinarse…  comenzó a caminar con grandes zancadas por su oficina.  ¿Dónde estaban los malditos papeles de la isla? ¿Había registros escritos de la propiedad? ¿Que decían?… había sido hace tantos años que ya no recordaba. Dios!!! Eran tan jóvenes entonces que quizás habían hecho mal las cosas y dejado mil rastros.   Había recibido a los inspectores muy tranquilo y confiado porque tenía todo lo de la nave en regla y nada que los ligara a ellos, pero sobre la maldita isla… ¿Cómo pudieron mencionarla frente a ellos?? No. Ya no podía confiar en la capacidad de Adamir. Estaba hecho un lío desde que perdiera a Max…  ¿Cómo iba él a imaginar que su hermano se volvería un torpe sin ese niño que ahora reposaba encerrado en su casa? ¡Dios!! ¡Qué jodido lío!!!

-. Maldición!!! – gritó Nazir pateando con fuerza una de las elegantes mesitas de café y derramando su contenido estrepitosamente

-. ¿Está bien, señor?- dijo la secretaria entrando de prisa

Nazir respiró hasta calmarse.

-. Suspenda mi agenda para hoy. Tengo que salir.

-. Si, señor.

Cris dejó la oficina de los astilleros escuchando la reprimenda del inspector local acerca de la falta de cortesía con que había conducido la conversación.  Le recordó que era un inspector invitado y tenía que actuar con más educación porque, además, no tenía jurisdicción en la zona. Don Nazir era un importante miembro de la comunidad local y nacional y debería haberlo tratado mejor.

Cristián parecía escucharlo, pero la verdad es que caminaba mecánicamente con el cerebro bullendo de pensamientos… había obtenido más información de Nazir a través de sus gestos que de sus palabras. El tema de la Isla lo había enfurecido, sorprendido y asustado… ¿Por qué?… ¿Qué importancia podría tener?… una nave misteriosa… una isla más misteriosa propiedad de un hermano incluso más misterioso aún. No recordaba haber visto datos sobre Adamir en los informes que había recolectado y leído antes de llegar. Solo se mencionaba la existencia de dos hermanos, pero nada en especial. Bueno… ahora quería saber. ¿Qué hacía ese hermano? ¿Dónde vivía y de que se mantenía? ¿En qué se ocupaba? ¿Por qué Nazir se había puesto tan nervioso cuando pidieron hablar con él?… Cristián estaba muy intrigado. Y esa isla con heridos… deseaba llegar luego a la oficina que le habían cedido en la estación de investigación para ponerse de cabeza a investigar. Ahora su foco de interés había cambiado y aunque la nave seguía siendo importante, deseaba saber sobre la misteriosa isla y la vida del señor Adamir, miembro de una familia poderosa y respetada pero que parecía no existir ni convivir con nadie… un hombre que, aparentemente, vivía en una isla… mmhhh… para llegar a una isla se necesita una nave… ¿Un yate tal vez?

-. Inspector, ¿Podría su oficina conseguir el curso exacto que siguió el huracán del que hablábamos? – preguntó Cristian dentro del vehículo. Podía averiguarlo él mismo, pero prefería ahorrarse el tiempo y que todo fuera oficial… y lo quería de prisa.

-. Puedo solicitarlo de inmediato al servicio de meteorología – respondió el local

-. Bien. Siguiendo ese curso podremos ver que islas afectó

El inspector local asintió y aceleró el vehículo en dirección a las oficinas centrales. Tenían trabajo interesante por delante.

7 comentarios sobre “M&M CAPITULO 87

  1. Esto ha sido totalmente inesperado… Y no sabes cuánto se te agradece el tiempo invertido, las ganas y la dedicación. De veras. Hace algunos años lo mencioné y es muy probable que haya caído en el olvido pero se llega a hacer muy feliz a muchas personitas, incluyéndome, con este regalo, con esta preciosa sorpresa que hace olvidar las penalidades del día y permite una placentera sumersión en algo anhelado por tanto tiempo… Muchísimas gracias. Discúlpame, me deleitaré con un maratón de M&M desde el principio hasta la fecha presente. De nuevo, gracias.

    1. Muchas gracias NaniNan_Chan por tu cariñoso y emotivo comentario. Te va a tomar mucho tiempo leer toda la historia pero estando en cuarentena tal vez sea una buena forma de pasar el tiempo. Espero lo disfrutes y no sufras mucho con tu maratón. Estoy subiendo un nuevo cap en este mismo momento. Saludos cariñosos! Nani.

  2. Ay, dios mío!!! Qué cosas! Juro que me estresé como seguro se debió estresar Nazir jajajajajaja
    Cómo diría en viejo personaje de la tv mexicana… «Y AHORA, QUIÉN PODRÁ AYUDARLOS?» jijijijiji

      1. Jajajajajaja 😀

        Por cierto, ¿ya se va a morir Adamir? ¿o al menos se va ir a la carcel? ^_^

    1. Hola Rous!!! Gracias por la enorme paciencia para esperar la continuación de la historia. No quiero dar explicaciones pero fueron muchas cosas las que me mantuvieron alejada de esta historia, pero ya he vuelto y estoy totalmente comprometida con la historia nuevamente. Yo tambien extrañaba sus comentarios!!. Si. Mi familia y yo todos bien, Espero que tu y los tuyos tambien! cuidense mucho. Saludos cariñosos.

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